El pitillo 2

Continuacion del encuentro entre Alex y Lucía esta vez contadp por ella.

Mi pregunta te sorprende.

-¿Desde cuándo fuma?- Piensas.

-Sí, claro - contestó

Se levantó y fue a la cocina en busca de un paquete, desnudo. Volvió al salón y compartimos ese cigarro de después, que falta me hacía.

-Se nota que no has fumado nunca, solo lo has hecho por mí - dijiste.

A lo que contesté con una sonrisa

Después del cigarro nos vestimos y me dejó en casa.

A la mañana siguiente, espero que me hable que me digas que te pareció lo de anoche pero no me dice nada.

A media tarde, me llega un WhatsApp:

  • Alex: Espero que disfrutaras tanto como yo ayer, fue alucinante, llevaba mucho tiempo esperándolo. Espero repetir.

No tardé mucho en responderle que también lo disfruté mucho y que repetiamos cuando quisiera. Dos minutos más tarde, le envíe otro WhatsApp.

  • ¿Qué te parece si te invito a cenar a mi casa? Estaré sola toda la noche.

Me respondió que vendría encantado, le mandé mi dirección y la hora. Está claro que esta noche cenarás, pero dudo que tu cena se sirva en plato.

Eran las 21:30 y estaba en la puerta, llamó y abrí con un precioso vestido y un delantal. Le invité a pasar, se quitó el abrigo y se sentó a la mesa. La cena estaba lista. Me quité el delantal y me senté justo enfrente de el.

La conversación fluye mientras comemos, me dijo lo deliciosa que está la cena, entre risas, algo de vino y comida, levanto mi pierna y pongo mi pie en su paquete, comienza la fiesta. Decidió dejarmse hacer.

Al rato ya estaba bastante excitado y duro y no podía seguir así. Se levantó, se acercó a mi y me besó apasionadamente. Yo le correspondí. Me levante y sin separarnos caemos juntos al sofá, sobre el. Empiezo a acariciarle el paquete mientras le beso el cuello.

  • Me encanta tu- y miro hacia su pene- casi tanto como tú.

Empecé a desnudarme, y al llegar a su paquete lo lami por encima de los calzoncillos y se los bajé dejando su erección frente a mi boca. No tardé en metermela en la boca muy lento sin apartarle la mirada. Empiezo a hacerme una mamada con unas ganas que harían que cualquiera se corriese en dos minutos.

Pero el no quería correrse todavía, me levantó y me atrajo hasta su boca, me besó profundamente mientras me desnudaba. Se colocó encima mia y mientras juega con su lengua en mis pezones, nuestros sexos y mi clitoris están en un frote continuo lo que hace que me estremezca. No tardó en metermela, entera ,despacio.

Quedamos en esa postura en un minutos.

-Ponte a cuatro patas- me susurró.

Le obedecí, estaba cachonda perdida.

Empezó a metemela, al mismo tiempo que con una de sus manos me acariciaba el clitoris, me retorcía de placer y gemia. Estaba a punto de correrse, al igual que yo.

Tras un par de embestidas más, nos fusionamos un mar de sudor y gemidos. A la vez.

No nos movemos por unos segundo. Se retiró de mi y me preguntó dónde está el baño.  Se lo indiqué y se dirigio a él. Sigo cachonda, necesito una segunda ronda. No tarda en llegar, abro la puerta del baño y entro, desnuda y empapada en sudor.

Me coloco detrás de el, puede verme a través del espejo. Se giró, me cogió y me sentó en el lavabo.

Se acercó, me besó, nuestras lenguas se funden en una y comencé a tocarle.

-Dios que manos tienes, como me gusta que me toques- dijo.

Se acercó aun mas y me la metió. Comienzó a follarme en el lavabo, estamos muy excitados y tras dos minutos me retuerzo. Me he corrido de nuevo.

-Correte dentro de mí, por favor- le dije.

Mis palabras le excitan demasiado y acaba dentro de mi.

Son las tres de la madrugada, nos duchamos juntos entre frotes y algún que otro beso, pero sin más sexo.

Caemos en la cama, con mi culo en su sexo...