El piso de arriba
No puedo dormir debido al ruido del piso de arriba y vivo una noche única, descubriendo cosas que pensaba que no existían y a conociendo a una persona única e irrepetible.
Después de muchas horas de estudio y gracias a la inestimable ayuda de mis padres (económicamente hablando), logré mi sueño de poder estudiar en la universidad que yo deseaba y que estaba situada en Madrid.
Lo más complicado sería encontrar un lugar donde vivir y que tuviera un precio razonable. Era una tarea bastante complicada: precios desorbitados y lo poco que encontrabas eran pisos tipo patera. Después de buscar y buscar y gracias a la ayuda de unos amigos de mis padres, encontramos un pequeño estudio en Móstoles: no creo que tuviera más de veinte metros cuadrados. Si lograba encontrar un curro de finde y con lo que tenía ahorrado podría estudiar, aunque fuera a costa de pasarme la vida en el transporte público.
A mediados de agosto me trasladé a Móstoles, para mí era un lugar desconocido. Mis padres vivían a unos cuatrocientos quilómetros de dónde yo me iba a instalar.
En mi pueblo nada me ataba: ni novia, ni muchos amigos y de mi estancia en esta nueva ciudad tampoco esperaba mucho (quizás algún escarceo sexual).
Me considero un tipo normal: 1.75 de altura unos 78 kilos, ojos azules oscuros y una nariz no del todo perfecta, y mi nombre Fernando, aunque me llaman Fer.
Empecé mis estudios y como mucha gente de mi edad a no ser que seas primo de Bill Gates, me tocaría estudiar y trabajar. Tras varios días buscando encontré un curro en una pizzería. Tocaba currar todos los sábados y un par de viernes al mes. El sueldo bastante bajo (por no decir irrisorio), pero con lo que me sacaba, me podía permitir dinero para permitirme mis gastos más básicos.
Por él local pasaba de todo: típica familia con niños, pijicrías, tías buenas acompañados de tíos súper ciclados, en fin una auténtica galería de personajes.
Lo mejor del curro es que estaba a diez minutos andando de donde vivía. Llegaba tan cansado a casa que a veces no tenía ni ganas de hacerme ni una paja. Entraba a trabajar a las ocho de la noche y salía a la una de la madrugada. Así llevaba varias semanas y estábamos ya a mediados de octubre, el poco tiempo libre del que disponía lo utilizaba para estudiar y el mejor día para hacerlo era el domingo.
Era un sábado como cualquier otro, llegué a casa y me pegué una ducha y me puse un pijama corto y es que lo único que quería era dormir...cuando a las dos de la madrugada empecé a oír gritos, primero pensé que ese ruido provenía de la calle. Cuando me di cuenta que, el ruido venía del piso de arriba, a los pocos minutos el ruido cesó y pensé que ahora podría conciliar el sueño nuevamente, pero estaba muy equivocado ya que se oyeron sonidos de altavoces que parecían que hacían retumbar la casa y todo aderezado con un sonido de tacones aporreando el suelo.
Los amigos de mis padres cuando alquilamos el estudio me comentaron que estaría tranquilo, ya que el piso de arriba estaba vacío y que muy ocasionalmente hacían alguna celebración...¡pues vaya celebración!.
A las dos y media y viendo que el ruido no aminoraba decidí levantarme y vestirme: me puse un pantalón, una camiseta y unos zapatos. Subí por las escaleras y llamé al timbre...pensé que no me oirían con el ruido que había, así que volví a llamar y esta vez sí oí como alguien abría la puerta, la visión no fue muy mala por que la vamos a negar.
Alicia- Hola ¿pasa algo? - me diría su nombre al cabo de unos minutos-.
Fer- Mira son casi las dos y media de la mañana y necesito dormir.
Alicia- La noche es joven.
Yo también pensaba lo mismo, pero entre mi curro y mis estudios parecía un viejuno. La chica tenía un aspecto realmente espectacular: No era muy alta 1,65 como mucho, llevaba una minifalda negra corta, con unos lazos en los laterales y es que era tan corta que no creo que abarcara más allá de su coño. Me la miré y pensé como estaba de buena la jodida, debería tener dieciocho años, una melena bastante larga con mechas rubias, unos ojos de color marrón y unos labios pintados con un rojo carmesí. Llevaba un top anudado a la espalda tipo cuero que dejaba ver un pecho pequeño pero bonito y unos zapatos de plataforma rematados con tacón de aguja, dejando a la vista unas piernas bastante bonitas.
Estaba alucinado con semejante tía y es que por unos segundos me olvidé de porqué había venido allí.
Alicia- Pasa hombre.
Fer- Te he dicho que estáis haciendo ruido.
Alicia- Pero es sábado, disfrútalo o nos quieres amargar la noche -con un toque de niña buena.-
Fer- Yo...
Alicia- Entra y tómate algo con nosotros.
Estaba hecho un lío en ese preciso momento, ella había sido educada y ahora sabía que ellos no me dejarían dormir en toda la noche por mucho que se lo pidiera. Decidí pasar y no lo negaré...el look y la carita de la chica que me había abierto la puerta me acabaron de convencer, no sé por qué pero tenía algo especial.
Fer- De acuerdo, pero no me voy a quedar mucho rato que mañana o sea hoy tengo que estudiar.
Alicia- Pásatelo bien...venga.
Se giró y un calor me inundó....esa minifalda con el movimiento de su cuerpo hacía que se le viera el culo perfectamente, en aquel momento di gracias a dios de que yo soy un ser humano, si hubiera sido un animal me hubiera tirado sobre ella, ahora tenía otro problema más y es que aparte de que no podría dormir, además aquella chica con su excelsa visión de su cuerpo me había calentado y es que no sabía si esta era su intención o no.
Me fijé en que aquel piso era mucho más grande que el mío, había unos sofás de color negro, una mesa y un equipo de audio que era el que hacía aquel ruido atronador. Allí había unas diez personas: seis chicas y cuatro chicos y es que si la que me había recibido en la puerta estaba buena, las otras estaban de toma pan y moja.
Alicia- Espero que te presento al resto.
Allí estaba yo, con mis ojos desbordados ante las chavalas que había allí. Al momento reconocí a una pareja, habían venido a eso de las once a buscar unas pizzas, me fijé en ella y creó que la mitad de la pizzería también: era rubia 1.80, llevaba un vestido drapeado de color blanco muy cortito y unas tetas de un buen tamaño y que estaban quizás demasiado erguidas a conjunto con unos zapatos blancos y lo más destacable era su culo, dios mío necesitaba tomar un trago, porque mi garganta empezaba a secarse, había tres chicas más pero viendo a la rubia, ya me había olvidado hasta de Alicia.
Alicia- Hola...(voceando) podéis aflojar la música, tenemos visita.
Uno de los chicos fue a bajar la música con cara de pocos amigos.
Alicia- Chicos os presento a nuestro vecino...dice que no le dejamos a dormir, le he dicho que no sabíamos que había vecinos y que nos disculpe que un día es un día.
Me la estaba creyendo, así que viendo tanta tía buena al menos cuando llegará a casa, me podría hacer una buena paja pensando en todas las tías de la fiesta.
Alicia- Te presento a todos, ellos son Belinda - la rubia que estaba de infarto-, Carla, Desiree, Zaida y Yasmina...y mi nombre que es Alicia.
Me acerqué y di dos besos a cada una de ellas.
José- Ya que veo que Alicia se ha olvidado de nosotros te presento al resto: Carlos, Esteban, Mario y un servidor que me llamo José.
Fer- Mi nombre es Fer, no hace falta que me llaméis vecino.
Mi opinión después de las presentaciones comenzó a cambiar. Pensándolo bien un día para evadirme no me iría mal del todo y en cuanto al tiempo de estudio ya lo arreglaría de alguna manera.
Mario- Tu cara me suena de algo...ahh ya lo sé, tu estas currando en la pizzería de aquí cerca
Fer- Si y un curro es un curro.
Mario- Toma bebe algo.
Me sirvió un ron cola. Ellos parecían los típicos pijos con su camisita y que parecían vivir en el gimnasio.
Fer- Gracias.
Pero mis ojos no dejaban de mirar a las féminas.
Carla, era morena llevaba el cabello muy corto y no era la más agraciada de todas, eso sí tenía unos ojos verdes preciosos, llevaba unos jeans piratas de color rojo y una camiseta blanca sin mangas.
Desiree: Era pelirroja, con un pelo rizado de estatura media, con una buena delantera y lo mejor unas piernas interminables que aún destacaban más, llevaba una falda verde por encima de la rodilla, y un pecho muy bien puesto.
Yasmine: era francesa, morena de piel oscura, bastante delgada, con unos ojos color café, que remataba con un vestido largo negro que aún hacía destacar más su figura.
Zaida: También era rubia, no tan espectacular como Belinda, pero a su manera no te dejaba indiferente: cabello rubio, hasta media cintura, ojos azules, que te quedabas ensimismado viéndolos, y con diferencia era la que tenía más pecho...una 110 de pecho que en ningún momento escondía, en un mini vestido azul, que lo marcaba absolutamente todo.
Con tal visión sentía que mis huevos se estaban calentando. Pero decidí poner los pies en la tierra, aquello no era una peli porno de aquí te pillo aquí te mato. Tendría que calmar estas ansias de sexo y si podía pillar algo ya veríamos, mientras pensaba todo esto vino a mi lado Carla.
Carla- ¿Veo que miras mucho...a las rubias?
Se me había notado y mucho, todas las mujeres de aquella sala incluida ella, tenían un buen meneo.
Fer- Tengo ojos en la cara.
Carla- Pues te explico Mario es el novio de Belinda y José ese el novio de Zaida, así que ve con cuidado con lo que miras, porqué te pueden dar una buena paliza.
Fer- ¿Tú crees?
Carla- A ellas les gusta ir provocativas, para poner cachondos a los tíos y después vacilan de ello, parece que le gusta sentirse como putas.
Parecía que Carla tenía los pies en el suelo, pero ahora mis ojos iban detrás de Alicia, a la cual había desatendido en aquellos instantes.
La fiesta continuaba, cuando Belinda dijo.
Belinda- Chicos se ha terminado el hielo, ¿alguien tendría que ir a buscar?
Todos ellos ya habían vaciado varias botellas y yo al incorporarme el último solo había probado un ron cola, era el que estaba más sereno de todos.
Carla- Que vaya Fer que no ha bebido y que alguien le acompañe.
Alicia- Ya voy yo...si quiere.
Carla- Yo también te acompaño.
Yasmine- Yo también me apunto, necesito tomar el aire que aquí hace mucho calor.
Yasmine iba bastante pedo, imaginaba que era una manera de despertarse, mientras que Alicia no me disgustaba que viniera y Carla parecía la inteligente del grupo.
Fer- Perdón, yo no tengo coche.
Yasmine- Préstame tus llaves Carlos.
Carlos le dio las llaves y las cogió al vuelo, salimos los cuatro. Yo iba detrás de Alicia mientras ella bajaba las escaleras y no podía evitar fijarme en su culo, cuando pasamos por delante de donde vivía yo.
Alicia- ¿Así que vives aquí?
Fer- Si.
Alicia- Interesante.
Con la visión del culo de Alicia y aquellas tres mujeres a mi lado, la calentura que llevaba encima me estaba empezando a nublar la razón. Aquellas chicas en conjunto eran guapísimas.
Llegamos a la calle y Yasmine me comentó que cogeríamos el coche de José que estaba en un parking que era de los propietarios del piso, el de Mario estaba bien aparcado y que cuando volviéramos no encontraríamos sitio. Llegamos al parking y el vehículo era un Cadillac Cts, esa gente tenía pasta: resumen tias buenas, dinero y alcohol.
Me puse al volante y a mi lado se puso Alicia quedando detrás: Zaida y Carla. Mi calentura con esas mujeres cerca de mi iba en aumento, así que para cortarla de golpe decidí empezar a preguntar cosas intrascendentes.
Fer- ¿Estudiáis o trabajáis vosotras?
Alicia- Yo he empezado en la Universidad este año en Madrid. Carla es dependienta en una perfumería y Yasmine es fotógrafa profesional.
Fer- Sois mujeres del siglo XXI, con las cosas claras.
Yo no paraba de mirar a Alicia de reojo y fijo que Carla se había dado cuenta de ello, pero no decía nada. Paramos en una gasolinera que estaba a unos veinte minutos de casa. Carla era la más adulta del grupo y fue la que se bajó junto a Yasmine, allí nos quedamos solos Alicia y yo.
Alicia- Ya me has mirado bien.
Fer- ¿A qué te refieres? - haciéndome el tonto-.
Alicia- En la fiesta no has parado de mirar a todas las chicas y llevas un buen rato devorándome con los ojos.
Fer- Es cierto, cuando entré en el piso la primera persona que me fijé fue en ti, no te negaré que tus amigas no están mal, pero tú tienes algo especial -estaba más rojo que un semáforo-.
Alicia- Me estas piropeando y eso me gusta.
A unos veinte metros del coche, estaban ellas estaban esperando el hielo, cuando Yasmine se aproximó, al coche y Alicia bajó la ventanilla.
Yasmine- Dice que nos tendremos que esperar unos diez minutos más.
Alicia- Esperaremos -sonrisa burlona-.
Cuando se fue y aún no sé cómo empecé a acariciar la pierna de Alicia, lo más sorprendente es que ella no la apartó y esto me dio fuerzas para seguir subiendo con mi mano de forma lenta hasta llegar a la altura de su minifalda. Decidí cambiar mi mano por mi dedo, lo hice muy lentamente hasta que logré llegar por debajo de aquella pieza de ropa y notando un tanga muy finito.
Ella no dejaba de mirarme y es que no sabía si lo que estaba haciendo le gustaba o no, vi que cerraba sus ojos y comenzó a suspirar de manera lenta, dándome a entender que aquello era de su agrado. Empecé a pasar mi dedo por los contornos de su coño y es que no se notaba ni un solo pelito, ella empezaba a soltar pequeños suspiros. Noté que disfrutaba con lo que hacíamos y es que ahora me atreví a acariciar sus labios vaginales y acariciar de forma delicada su clítoris y cuando noté que estaba mojada. Mi dedo recorría su sexo, me excitaba tanto lo que hacía como que nos pudieran ver.
Al cabo de unos segundos empecé introducir mi dedo dentro de su coño, ella se giró y vi cómo se mordía el labio inferior. Mi dedo entraba y salía perfectamente, ahora era ella la que con su mano me ayudaba a introducirlo. Yo estaba en el cielo y mi polla estaba reventando el pantalón, cuando vi que llegaba una furgoneta...los del hielo habían llegado.
El tiempo para disfrutar se nos estaba acabando. Alicia viendo que no tardarían mucho en venir empezó a mover mi dedo dentro de ella de forma más frenética, imaginé que quería correrse antes de que llegarán ellas. Mi dedo continuaba entrando con una mayor rapidez, cuando noté como mi dedo se contraía dentro de su coño, sin duda alguna había tenido un orgasmo, esperé unos segundos y saqué mi dedo que estaba empapado. Nuestro tiempo se había acabado.
Tenía mi dedo totalmente lleno de sus jugos, ella sacó un pañuelo de su bolso para que me limpiará.
Ella se había quedado relajada, pero mi polla estaba dura como una piedra. El que necesitaba el hielo en aquel momento era yo y no los marchosos. Al cabo de unos minutos vinieron con dos bolsas de hielo. Alicia ya se había arreglado un poco, y pensamos que no se darían cuenta de lo que había sucedido.
Carla- Aquí huele a sudor... ¿que habéis hecho mientras esperábamos?
Alicia- Ay...que cosas mujer...pues hablar.
No nos habíamos dado cuenta, pero el coche olía a sexo por los cuatro costados, al menos algo me había llevado, pero ahora era ya estaba muy caliente y solo deseaba una cosa: follar. El problema era como y cuando.
Durante el trayecto de vuelta casi no articulamos palabra y solo para hablar de cosas banales.
Llegamos al parking y aparcamos el coche, cuando estábamos a punto de entrar en el portal.
Carla- Ostia...
Fer- ¿Qué te pasa?
Carla- Me he dejado el móvil.
Fer- Te lo voy a buscar yo.
Carla- Te acompaño, que creo que no lo encontrarás y a lo mejor se me ha caído entre los asientos.
Yasmine no dijo nada, pero la cara de Alicia a pesar de ser la más joven indicaba que Carla si había visto algo y que no se fiaba de ella. Abrí la puerta por qué no quería que se quedarán en la calle aquellas horas de la noche.
Nos dirigimos al parking y bajamos a la segunda planta, cuando estando cerca del coche Carla dijo algo que me helo la sangre.
Carla- Escucha...no sé lo que habéis hecho, pero creo que te has quedado con ganas de más.
Fer- Si no hemos hecho nada.
Y me miró el pantalón y mi polla estaba casi reventándolo. Había intentando ser educado, pero el animal que llevaba dentro no tardo en salir y me avergonzaba en parte de ello.
Fer- Si...le he metido mi dedo hasta el fondo de su coño y lo ha gozado. ¿Tú quieres que te haga disfrutar o que quieres?
Y sin tiempo a que pensará la metí entre dos coches y le empecé a sobar sus pechos desde atrás, por encima del top.
Fer- Ahora te voy a dar lo tuyo.
Carla- No hables tanto y sácatela.
Íbamos más calientes que un reactor, así que me desabroché mi pantalón y vi que mi polla estaba hasta morada y es que ya no aguantaba más.
Aquella hora era perfecta para que nadie nos molestará. Lé bajé los piratas hacia la mitad de sus piernas y vi que llevaba unas braguitas blancas muy normalitas, que le quité ansiosamente.
Fer- ¿Quieres que te folle ya? -no me reconocía a mí mismo con esta palabrería-.
Carla- Si, fóllame cabrón.
Fer- Espero que lo disfrutes.
Preparé mi polla y la empecé a introducir dentro de su coño, que estaba realmente mojado, en cuestión de segundos ya estaba dentro de ella, allí con su cabeza contra el capo del coche, la empecé a follar sin ningún tipo de piedad.
Carla- Joderr...así no pares dios mío...más fóllame más, cabrón.
Su manera de hablar hacía que cada vez estuviera más excitado y también que quisiera aguantar más. A cada embestida ella jadeaba más, creo que ya había tenido un par de orgasmos, mientras yo no paraba de empujar mi miembro dentro de ella, hacía tiempo que no tenía sexo y hacerlo en un lugar público aún me ponía más cachondo.
Fer- Carla...no aguanto más...me voy a correr.
La penetré con fuerza varias veces hasta que noté que mi lava se descargaba dentro su coño y fui sacando mi polla lentamente hasta que vi como algunos borbotones de semen aún salían, aquella corrida había sido brutal.
Nos vestimos rápidamente y es que no queríamos levantar sospechas, cuando sonó su móvil...era un mensaje de Alicia...diciéndole si venía.
Fer- Buena excusa la del móvil.
Carla- Cuando una mujer quiere algo no lo pide, lo coge.
Me sentí un auténtico imbécil, la tía quería sexo y lo tuvo, ahora el problema era con Alicia había sentido algo totalmente diferente.
Llegamos a la puerta como si no hubiera pasado nada, las dos nos estaban esperando allí.
Alicia- ¿Dónde coño habéis ido a buscar el móvil?
Carla- Es que se me había caído al suelo y estaba muy escondido
Alicia- Ni que fuera un camión para perderlo
Yasmine- Chicas que pasa.
Alicia- Esta que va de tonta y seguro que se ha follado a Fer.
Yo alucinaba, ahora parecía una pieza de ganado para ellas, había pasado de una existencia miserable a ser objeto de dos tías.
Yasmine- Bueno dejad vuestras disputas sexuales que yo también tengo mis necesidades y no lo voy contando por ahí. Ahora tenemos otro problema, llevamos llamando un buen rato y no hay manera de que nos abran y tengo ganas de ir al baño.
Fer- ¿Seguro que no hay alguna manera de abrir?
Alicia- Alguna habrá, digo yo.
Entramos en mi mini piso.
Alicia- Pues es bonito, pequeño y encantador.
Yasmine- Voy al baño, ya no aguanto más.
Carla- ¿No tienes ninguna ventana?
Fer- Una pequeña que da al patio interior.
Alicia- Pues mira.
Abrí la ventana y cuando me asomé empecé a alucinar y es que solo al tener dos pisos la intimidad era absoluta y lo único que se oía era ruido de música.
Alicia- Déjame ver a mi...-me apartó de la ventana-. Ves a saber que pasa que no nos oyen.
Entonces apareció Yasmine que ya había salido del baño.
Yasmine- Creo que sé cómo abrir la puerta de arriba, mi hermano es cerrajero y con él he aprendido bastantes trucos.
Fer- Pues vamos allá.
Alicia- Fer te puedes esperar, quiero ir al baño y mientras ellas que vayan subiendo, necesito mojarme la cara que estoy acalorada.
Carla- De acuerdo, no sudes mucho.
Carla sabía lo que quería Alicia y yo sin enterarme.
Yasmine- No tardéis
Alicia- No tardaremos.
Cuando cerraron la puerta, Alicia sin darme cuenta se tiró encima de mí, casi sin dejarme moverme.
Alicia- Pedazo de cabrón, me has puesto caliente y a la que me descuido te follas a la tontita de Carla, ya te vale, pero yo también quiero lo mío.
Fer- Tranquila mujer, lo siento no era mi intención.
A esa hora, ya estábamos sudados, pero me importaba una mierda follar dos veces en una noche, eso no me lo perdía.
Me tiró encima de la cama y empezó a quitarme los pantalones, me quitó los zapatos y se sentó encima de mi polla que ya estaba como un palo nuevamente.
Alicia- Me gusta tu pollita...mmmm.
Fer- Más que te va a gustar cuando la pruebes.
Ella continuaba sobando su coño con mi polla. Decidí pasar a la acción y empecé a sobar sus tetas, ella se desabrocho el top y continué acariciándolas. Se separó de mí y fue a buscar mi polla, quizás era la más joven de todas pero parecía tener cierta experiencia en estos menesteres. Empezó a chuparme la punta muy lentamente, mientras no paraba de mirarme y es que pensaba que me iba a correr, con su lengua fue recorriendo mi mástil y es que yo estaba en la gloria.
Alicia- Que lástima que Carla se me ha adelantado.
Fer- Yo es que...
Alcia- Shhhh...
Ahora me sentía mal por haberme follado primero a Carla, pero hay trenes que no tienes que dejar pasar. Continuaba lamiendo mi polla y con mi mano le cogí la cabeza indicándole que quería que se metiera en su boca el mayor trozo que pudiera, creí que me había pasado y que a lo mejor tendría arcadas. Al cabo de unos segundos.
Alicia- Me faltaba el aire, pero tu polla me encanta.
Fer- Lo siento, me he pasado
Alicia- Me ha gustado, pero ahora quiero más.
Se quitó la minifalda y el tanga, solo le quedaban los zapatos. Me quité la camisa y progresivamente me fui acercando hacía su coño que tenía un pequeño hilito de pelo, estaba sudado pero mojado a la vez. Empecé a jugar con mis dedos, ahora ella estaba como ida, con Carla el sexo había sido sucio y sin ningún tipo de tacto, pero algo me decía que con ella sería diferente, algo más sensual. Cuando vi que tenía cierto nerviosismo en su mirada.
Alicia- ¿Te puedo pedir una cosa? -puso una mirada seria-.
Fer- Dime -pensé que estaba haciendo algo mal-.
Alicia- Quizás no te lo vas a creer...pero soy virgen...a ver chupar se la he chupado a algún tío, pero nunca he tenido sexo con ningún chico y quiero que sea algo especial y que no me hagas daño.
En aquel preciso instante me di cuenta de que tenía que tratarla de la mejor manera posible, para que aquella primera vez la recordará de la mejor manera posible.
Empecé a acariciar su pelo, me acerqué a ella y nos besamos muy lentamente, nuestras lenguas se encontraron y aproveché para volver a jugar con mis dedos dentro de su coño para excitarla. Estaba muy lubricada pero no quería empañar el que para ella iba a ser un momento único. Estuve un buen rato introduciendo dos dedos mientras veía que su rostro reflejaba un gran placer. Viendo que ella estaba bastante excitada, vi que era el momento ideal para penetrarla de la mejor forma posible. Ella estaba nerviosa y yo también y es que no quería que nada fallara. Ella se agarró a mi espalda mientras intentaba hacerlo de la manera más suave posible, cuando noté que qué ya estaba llegando al final de su camino, di el último empujón hasta que toda estuvo dentro.
Alicia- Ufff...
Fer- ¿Te duele...?
Alicia- Un poco, es muy grande y no me lo imaginaba así, pero continua.
Comencé a moverme dentro de ella, lo hacía lentamente y es que quería que la notará. Esos primeros momentos de dolor dejaron sitio a sus primeros gemidos. Continuábamos abrazados mientras ella parecía empezar a disfrutar.
Alicia- Me gusta mucho...no pares, por favor aguanta...ohh.
Nuestros movimientos eran continuos, mi verga entraba y salía continuamente de su agujero y cada vez sus gemidos iban en aumento, su pasión me hacía pensar en qué cómo continuáramos con ese ritmo acabaríamos en un momento, para tener unos segundo de descanso le dije:
Fer- ¿Te gustaría ponerte encima?
Alicia- Siiii.
Estábamos sudados y sus ojos parecían tener un brillo especial y es que las gotas de sudor recorrían nuestro cuerpo. Me tumbé y ella fue acercándose hacía mi polla, poco a poco hasta que se la metió toda dentro de ella y esta vez no le costó mucho, en cuestión de segundos ella empezó a cabalgar y marcando el ritmo con un sube y baja continúo. Mientras aproveché para coger con mis manos sus pechos y lamer sus preciosos pezones y es que mientras los lamía sus jadeos iban en aumentando y ahora notaba que ella había llegado al orgasmo.
Fer- Me encanta...pero no voy a aguantar mucho más, lo siento.
Alicia- Avísame, no te corras dentro por favor que no he tomado ningún tipo de protección, lo siento.
Después de sus palabras ella se salió y yo casi sin tiempo de pensar empecé a regarle su culo con toda mi leche, a pesar de ser mi segunda corrida de la noche la cantidad que salió aún era abundante, ella vino hacia mí y nos volvimos a besar como dos novios más que como dos amantes, nos fuimos al baño y nos aseamos un poco, cuando subimos las escaleras la puerta estaba entreabierta y oyendo ruidos.
Lo que vimos hizo salir mis ojos de mis órbitas, mientras que yo estaba desvirgando a Alicia, allí estaba celebrándose una auténtica orgia, mis ojos no daban abasto a ver quién estaba con quién.
Lo primero que vi fui a Belinda con las pollas de José en su boca, mientras que Desiree le estaba, comiendo el coño, en otro lado Esteban se estaba follando por el culo a Desiree que no paraba de gemir, por su parte Mario estaba follando a Yasmine, mientras que en otro lado Carla estaba cuatro patas recibiendo una buena sesión de polla, mientras que en una silla estaba estava Zaida masturbándose como una loca. Había follado dos veces aquella noche cuando noté que mi polla volvía a revivir. Alicia me miró a los ojos y vi que me estaba poniendo malo con tal espectáculo, el problema es que lo de Alicia había sido especial, entonces ella me miró a los ojos.
Alicia- Lo que hemos vivido ha sido especial y muy bonito, pero me imagino que pocas veces en la vida tendrás una oportunidad como esta.
Fer- Lo siento...soy un hombre, pero es que contigo ha sido especial y creo que ha sido algo más que sexo.
Alicia- Te entiendo y ya hablaremos, pero esa zorra de Zaida pide guerra, demuéstrale lo que me has demostrado a mí.
A ver recapitulando, Alicia me dice que me folle a Zaida y que no me preocupe, ante tal solicitud me desnudó y me fijó en las escenas que estoy viendo y aunque soy hetero alucino con la polla de José que rondará los 25 centímetros.
Zaida ya se ha fijado que llevo mi herramienta directamente hacía ella, como si no hubiera visto una polla en su vida se incorpora y empieza a chupármela, mientras intento no perder la visión de los acontecimientos y veo que Alicia ya ha encontrado un entretenimiento junto con Belinda, las dos están comiéndole la polla a José.
De las tres catadoras de pollas de la noche, cada uno tiene su estilo, pero el de Zaida es brutal, con toda mi polla en su boca no paraba de lamerme de una forma que no comprendo. Tenía unas ganas locas de follármela, mientras me la está comiendo me fijó en las tetas de Belinda, son operadas, pero también quiero tener sexo con ella y me atrevo a preguntarle algo que nunca se me hubiera pasado por la cabeza.
Fer- ¿Te gustaría compartirme con Belinda? Aunque no sé si querrá.
Zaida- Espérate que se lo pido, es tan puta que le gustará.
Zaida me la dejó de chupar unos segundos y se va hacia Belinda, le dice algo al oído y al cabo de un momento vienen las dos cogidas de la mano.
Alucino que una amiga le diga a la otra puta. Vienen las dos hacia mí y empiezan nuevamente con su trabajo y es que las dos empiezan a comer mi polla de manera aleatoriamente, era alucinante como se la metía Belinda mientras yo no paraba de sobar sus tetas operadas, aquellas dos aprovechaban entre chupada y chupada para besarse entre las dos, me fijé en que Alicia estaba continuando chupando la polla de José, todo lo que se oían eran gemidos.
Desiree era la que más chillaba, me imaginaba que aquellos cabrones debían haber tomado algo porque era alucinante lo que aguantaban.
Fer- Así, así hasta el fondo, venga que bien no paréis.
Mientras vi como a Carla le llenaban la espalda con una corrida brutal, yo estaba muy concentrado en disfrutar de aquellas dos hembras. Me acerqué al oído de Belinda y le dije que me la quería follar a cuatro patas, sin muchos miramientos le metí mi polla en el fondo de su coño y es que se notaba que no era el primero que se la metía aquella noche. Zaida sin que le dijera nada puso su coño entre las piernas de Belinda que comenzó a comérselo mientras yo la penetraba y es que ni en mi mejor fantasía hubiera podido imaginar tal situación, había perdido de vista a Alicia, cuando vi que venía hacia mí.
Alicia- Te lo estás pasando bien y me gusta.
Fer- ¿Si...y tú?.
Alicia- Yo también.
Nos empezamos a besar de nuevo los dos: Me estaba morreando con Alicia, mientras estaba penetrando a Belinda como si me fuera la vida en ello y a la vez esta le comía el coño a Zaida. Era alucinante las ganas de sexo que tenía Belinda, no paraba de penetrarla sin ningún tipo de delicadeza y ella parecía no tener fin y es que noté que se había corrido un par de veces por lo menos
Ahora era el turno de Mario el cual llenó las tetas a Yasmine de leche, ahora quedaban José y Carlos entregados a Desi que aún aguantaba con una polla en su culo...así que pensé, ¿porque no se la meto a Belinda?
Me fui a la oreja de Alicia.
Fer- ¿Crees que si se la meto por el culo me dirá algo?
Alicia- Me imagino que su novio ya se lo habrá abierto multitud de veces.
Así que mojé mis dedos con mi saliva y empecé a lubricar su agujero, ella no dijo nada y cuando lo tuve bien dilatado saqué mi polla de su coño y la fui metiendo en su culo lentamente, ella no dijo nada. Lo más frustrante es que entró casi sin problema, se notaba que su culo ya estaba acostumbrado a recibir sesiones de rabo.
Fer- Zaida porque no hacéis un 69, mientras le follo el culo.
Zaida- Me encanta la idea de que esta zorra me lo coma y yo se le coma, métesela bien fuerte que le gusta.
Eso parecía una batalla a ver quién era más guarra, cuando oímos un orgasmo brutal y es que Desiree, acababa de recibir una corrida en su boca y en su culo que la habían hecho gritar como si la estuvieran matando. Los únicos que estábamos en acción éramos nosotros tres, por su parte Carla y Yasmine se estaban masturbando la una a la otra, pero yo tenía un sueño hecho realidad, estaba con dos tías que parecían insaciables.
Belinda- Más...métemela más.
Y sus deseos fueron órdenes, a una persona normal aquello le habría hecho daño, pero era como una diosa salvaje del sexo, pero también Zaida se merecía lo suyo así que la saqué de su culo para metérsela en la boca de Zaida, que la empezó a chupar, nuevamente la volví a meter en el culo de Belinda.
Esteban- ¿Estás sola Alicia?, porque me parece que tienes cara de chuparla bien.
Alicia me miró y parecía que me quería indicar que ella también quería pasárselo bien. Ella era libre de hacer lo que quisiera, se fue con Esteban y antes de comenzar a chupársela oí que le decía:
Alicia- Sólo os pido tres cosas: no eyaculéis dentro, ya que no tomo pastillas, no quiero probar vuestro semen y a mí no me dais por el culo como a vuestras parejas.
Esteban- De acuerdo niña, pides mucho, pero de momento empieza a chupar.
Y allí a escasa distancia de mí, Alicia empezó a chupar aquella polla, noté que estaba disfrutando y es que no les podía prestar mucha atención y es que el culo de Belinda era en aquel momento era todo lo que deseaba.
Fer- Cambia la posición que te voy a follar tu culo, que también te lo mereces.
Y como dos autómatas, cambiaron su posición, lo más complicado sería aguantar mi corrida estando con aquel par de diosas.
Cuando vi lo que no me imaginaba y es que Desi era la más guarra de todas: José en el suelo y Carlos metiéndosela por el culo, ahora volvían a tener fuerzas nuevamente, esto solo lo había visto en las pelis, pero lo que estaba viendo era totalmente real.
Por su parte Carla y Yasmine me habían copiado las dos se estaban haciendo un 69, mientras Mario empezó a follarle el coño a Carla y la boca a Yasmine de manera aleatoria, se ve que a mí me habían tocado las más guarras de todo el grupo, a excepción de Desi claro.
Me había follado dos culos aquella noche y aunque el de Zaida era espectacular, el de Belinda me había parecido algo fuera de lo común. Ahora estaba concentrado en Zaida, se la metía igual de fuerte, pero este era más estrecho, aun así no paraban gemir y ver como se comían el coño la una a la otra aún me excitaba más, así que decidí sacarla de su culo y metérsela un rato en la boquita de Belinda, que la chupaba de miedo, sabiendo que nuevamente la metería en el culo de su amiguita.
Aquello me estaba llevando al límite y mis huevos estaban quemándome.
Fer- Chicas no aguanto más, quiero que os traguéis mi leche.
La saqué del culo de Zaida y esperé a que ellas se levantarán. Se pusieron de rodillas y casi sin darme cuenta comencé a soltar algunos chorros de leche, que inundaron sus caras y sus melenas, mientras agarraba las tetas operadas de Belinda. Aluciné que aún me quedara semen dentro de mí, las dos no despreciaron ni una sola gota, hasta dejármela impoluta, después de aquello las dos empezaron a besarse.
Después del tute que me habían dado aquellas dos, ahora decidí ver que hacía Alicia y me fijé que estaba encima de Mario follando como una loca.
Alicia- Más...más así...joder, más fuerte, no pares.
Esteban- Venga niña, cabalga más.
A Desi ni la oíamos, estaba realmente ocupada, por su parte, yo me encontraba descansando y es qué tenía que recuperar fuerzas, así que me senté en un rincón a ver semejante película: Desi recibiendo una doble penetración, Carla y Yasmine disfrutando con Mario y Alicia con la polla de Esteban, al cabo de unos momentos oí a Mario.
Mario- Venga que me voy a correr...ooohhh.
Y sin tiempo a decir nada se corrió en la boca de Yasmine, tenía toda su boca llena de leche, quería que las dos notarán su semen calentito, pero yo continuaba alucinando con Desi, no podía ser estos habían tomado algo: drogas o yo que sé, mientras noté que Alcia continuaba gimiendo y disfrutándolo, me fui a beber algo para recargar fuerzas, Yasmine desapareció de la sala, ¿dónde habría ido?, no le di importancia, Carla se había quedado sentada en un sofá.
Ahora Esteban cambió de posición a Alicia y la puso a 4 patas y empezó a penetrarla nuevamente, sus ojos me miraban a mi tenía una mezcla de pedir perdón, pero a la vez de lascivia absoluta.
Llevaba demasiadas horas follando y mi cuerpo lo estaba empezando a notar. Decidí ir al baño a asearme un poco y pensaba que estaba solo y es que mi polla desprendía un olor entre culo y coño que era demasiado, cuando me percaté de que se oía el sonido del agua de la ducha, noté que abrían la cortina y era Yasmine, ella se quedó mirando miró mi polla que estaba en reposo, pero lentamente noté que volvía a revivir. Ella salió de la ducha y sin mediar palabra se fue directamente a mi polla y empezó a chupármela, yo en aquel momento lo único que quería era darle una corrida decente, ya que no sabía si después de tal noche en mi interior aún quedarían existencias para ella.
Fer- Venga va, levántate que quiero ver como disfrutas tú también.
Estaba desatado, así que la apoyé delante del baño nos veíamos las caras los dos frente al espejo y sin ningún tipo de problema empecé a penetrarla, me gustaba verme allí viendo su cara de pasión mientras la agarraba por el pelo y la follaba salvajemente, pero amigos por muy joven que sea uno, mi organismo no me daba para más, yo vi que ella ya se había corrido ya que noté su flujo en mi polla.
Fer- No aguanto más ¿dónde quieres que me corra?
Yasmine- Dásela a mis tetitas...que nadie les ha dado de comer.
Y así lo hice, comencé a soltar pequeñas cantidades de leche encima de sus pezones, que ella con sus dedos empezó a mover entre sus pezones y sin pensárselo comenzó a lamer mi polla en busca de aquellas últimas gotas que aún estaban en la punta de pene, yo estaba totalmente muerto, creí que si me aguantaba en pie era de casualidad, así que salí primero del baño, no es que tuviera que dar explicaciones a nadie pero lo hice así no sé porque.
Cuando regresé al salón después de asearme pude constatar lo que ya era una realidad: Desi era la tía más guarra de la historia, porque en mi ausencia la cosa había ido a más Jose y Carlos habían cambiado su posición y ahora se les había añadido Esteban y Mario que le estaban metiendo sus pollas aleatoriamente en la boca.
Me dirigí hacia dónde estaba Alicia, que tenía una mezcla de sudor y sexo que me gustaba y me senté junto a ella, por su parte Carla estaba comiendo algo de pizza, en el otro lado del sofa y Belinda y Zaida estaban masturbándose la una a la otra viendo semejante espectáculo.
Fer- ¿Que me he perdido?
Alicia- Te explico, Esteban me estaba follando y por cierto me gustaba...pero no tanto como contigo, cuando Desi dijo que necesitaba más pollas, así que me sacó de golpe, lo peor es que tu no estabas y me he tenido que masturbar, para poderme quedar a gusto, el resto ya lo ves con tus ojos.
Fer- Pues ya veo.
Alicia- Por cierto ¿dónde has estado tanto rato? -mirada inquisitiva-.
Fer- Tenía ganas de echar una buena meada y no podía.
Alicia- Ahhh. por nada.
Sentí un sudor frío, pero de aquí no paso y allí como si en el cine estuviéramos, todos mirando a Desi, ya habíamos perdido la noción del tiempo, cuando los tíos como si fueran un equipo de sincronizada, le quitaron la polla del culo, después la levantaron y se la quitaron del coño, para después ponerse todos delante de ella y empezar a correrse encima de ella, lo flipante es que los tíos con lo que habían follado le soltaron leche por todas las partes de su cuerpo: cara, pelo, ojos mejillas y tetas.
El espectáculo de aquella noche creo que sería irrepetible, así cuando acabaron ellos Desi se fue al baño y entonces apareció Yasmine. Los allí presentes nos empezamos a vestir, yo no tenía que hacer mucho recorrido para ir a mi casa y una parte de mi quería que Alicia se quedará conmigo esa noche, pero no tuve huevos a decírselo.
Nadie aparte de Carla sabía, que yo y Alicia nos habíamos enrollado en mi piso.
Carla- ¿Te acompañamos a casa de tus padres?
Alicia- No, es que les dije que me quedaba con una amiga en su casa y si ahora aparezco a las siete de la mañana me dirán algo.
Carla- ¿Y dónde te quedas?
Alicia- Si me deja Fer quedarme en su casa a dormir...después ya lo arreglare.
Carla- Pues descansa...a la tarde te llamo.
Nadie le dio importancia, a que ella se quedará conmigo, entramos a mi casa y dejó su bolso en la mesa y me dijo.
Alicia- Estoy muerta, no sé cómo aguantan ellos.
Fer- Sobre todo Desi, eso era digno de un récord Guiness.
Alicia- Yo también pensaba lo mismo-empezó a reírse-.
Fer- Es cierto.
Alicia- ¿Me dejas ducharme, para quitarme el olor a sudor?
Fer- Si, tienes una toalla limpia en un armario a lado de la ducha.
Alicia- Gracias.
Alicia estaba en la ducha y yo veía que ella había decidido a quedarse conmigo y yo tonto de mí no había hecho nada. Decidí entrar en el baño y vi como por la cortina de la ducha empezaban a aparecer los primeros rayos de sol que me permitían ver su cuerpo a través de la cortina, fue así que me armé de valor: me desnudé y lentamente fui hacia la ducha y allí estaba ella con su pelo suelto y mojado y enjabonada.
Alicia- ¿Pensaba que no ibas a venir?
Fer- Yo quería pero es que pensaba...
Y no tuve tiempo de decir nada más cuando cerró mis palabras con un beso, empecé a acariciar su pecho, iba lentamente en busca de aquellos pezones que estaban totalmente erguidos, los empecé a lamer, ella no paraba de gemir y poco a poco fui recurriendo su piel hasta llegar a su coño, el cual comencé a lamer lentamente, ella estaba con la cabeza hacia arriba disfrutando de tal momento.
Yo ya estaba tan excitado que quería hacerla mía, pero quería que ella lo disfrutará, así que la mire a los ojos y le dije.
Fer- ¿Quieres sentirla dentro de ti, otra vez?
Alicia- Si, me gustaría que me lo hicieras con el mismo cariño que la primera vez.
Así que la giré y allí de pie los dos en la ducha empecé a acomodar mi herramienta dentro de ella, yo la había desvirgado y ahora volvía a mi algo más abierta que la primera vez, cuando noté que toda mi polla estaba dentro, comencé a penetrarla de una manera más rápida, sus gemidos eran cada vez más continuos.
Alicia- Así...por favor...si...sii.
Lo estaba disfrutando mientras yo agarraba sus pechos y notaba sus gemidos cada vez que la penetraba y mi calentón cada vez era superior a cada embestida que yo le daba.
Todo iba bien hasta que noté que mis huevos habían llegado al punto de ebullición máximo y en un momento me la saqué.
Fer- Me voy a correr...toda para ti.
Empecé a soltar unos chorros de leche (me había recuperado), encima de su espalda y su culo, ella se giró y nos besamos los dos mientras mi polla ya se estaba poniendo algo flácida.
Nos duchamos y nos fuimos a la cama, totalmente desnudos y abrazados, nos levantamos a eso de las cuatro de la tarde, yo me preguntaba si iría con esa ropa a su casa o si tenía un plan b, era una niña inteligente así que en su bolso llevaba una minifalda tejana y una camiseta blanca.
Cuando nos levantamos me explico que ella era amiga de Carla y que a los otros no los conocía, que era la primera vez que salía con gente a la que no conocía de nada y que lo mejor de todo es que me había conocido a mi, si no aquella noche hubiera sido un desastre y que ella se había vestido provocativa aquella noche y que no era un puta como "las rubias"
Nos arreglamos y fuimos a comer algo, parecíamos que nos conocíamos de toda la vida, pero llegó el momento de la despedida, nos dimos nuestros teléfonos y me dijo que si no me llamaba que no me enfadará ya que a pesar de que sólo había sido sexo, sentía algo por mí y que tenía que ordenar los pensamientos que tenía en su cabeza.
La acompañe a dónde la vendrían a buscar sus padres y me dio dos besos en mis mejillas...como si no hubiéramos compartido nada (cara de alucine). Vi como la venían a buscar en un coche y ella se subía en él.
Después de aquel día, volví a centrarme en mis estudios y en mi trabajo, al cabo de un par de días me comenzó a enviar los típicos whassap: Feliz día, no trabajes mucho y cosas por el estilo, yo continué estudiando, los profesores estaban contentos con mis resultados y no tenía ni un solo minuto de descanso en mi vida.
Era viernes y no curraba y por raro que fuera aún estaba en Madrid cuando me sonó el teléfono, era ella.
Alicia- ¿Dónde estás?
Fer- Estoy por Madrid aún, ahora me iba a coger el bus para ir a casa.
Alicia- Te podrías esperar, quiero hablar contigo.
Después de un mes sin hablarnos, ¿para que querría contactar conmigo?
No lo iba a negar, la chica me gustaba desde el primer minuto que la vi, pero un mes sin vernos era bastante tiempo.
Fer- Es qué si no cojo el bus ahora, después tengo peor combinación (me estaba tirando piedras a mi propio tejado), pero bueno te espero, ¿Dónde quieres quedar?
Alicia- Te envío la ubicación.
Fer- Ok allí nos vemos en una hora.
Cuando llegué era una cafetería pintoresca en el centro de la ciudad, había gente, pero aún se podía caminar, ella estaba allí: llevaba unos tejanos y una camiseta azul celeste, nos dimos dos besos y nos sentamos.
Alicia- ¿Cómo van esos exámenes?
Fer- Bien, con mucho esfuerzo y dedicando mucho tiempo a ello -me llamas para hablar de mis exámenes pensé-
Alicia- Hoy me he decidido a quedar contigo, después de mucho pensarlo...y de darle vueltas, tengo que decirte que me gustas mucho, decidí meditarlo y saber si lo que sentía por ti era atracción sexual o era algo con sentimiento y fue esto lo último que me gano.
Ahora me tocaba mover ficha a mí, se acababa de declarar, para que después digan que el romanticismo a muerto, así que medite lo que haría: la cogí de la mano, la miré a sus ojos y le dije.
Fer- Yo por ti estoy dispuesto a todo; eres inteligente, guapa y elegante, a empezar haciendo las cosas bien y si no sale bien pues tan amigos.
Vi su cara con una sonrisa y sus ojos brillaban, tomamos el café y salimos a la calle juntos cogidos de la mano, entonces cogió el teléfono y llamo a sus padres y lo que les dijo me dejo alucinado.
Alicia- Hola mama...he hablado con el chico que te dije que me gustaba y se lo he dicho, a la noche ya me acompañará a casa, adiós.
Fer- ¿Lo sabía tu madre y yo no?
Alicia- No sabía que me contestarías...si me iría sola a casa...o te quedarías conmigo
Fer- Sabes que me gustas y que no es solo atracción sexual lo que siento por ti. Por cierto no tengo muchas ganas de quedar con aquella gente.
Alicia- Yo tampoco, ahora te tengo a ti, si queremos algo más ya nos lo buscaremos por nuestra cuenta.
Aquella noche la acompañe a su casa, vivía en un bloque en la zona de Salamanca. Nos despedimos y me dijo.
Alicia- Mañana te llamo.
Fer- OK.
Nos despedimos con un beso corto pero intenso, después para volver a casa llegué a las mil y quinientas de la noche, pero había valido la pena perder el bus aquel día.
Al día siguiente me llamó por teléfono y me dijo:
Alicia- ¿Dónde estás?
Fer- En casa estudiando.
Alicia- Asoma por la ventana.
Era ella, llevaba una bolsa de viaje, se había venido a pasar el finde conmigo a pesar de que yo curraba, aquel fin de semana, volvimos a hacer el amor, de aquella gente no volvimos a saber nada más, lo más positivo es que había conocido a Alicia en una de las noches más raras de mi vida.