El Pica Piedra Pica algo Más.
No sé en qué momento empecé a sentir como mi anito inicio ese palpitar que me indica que quiere algo especial y se inició instantáneamente ese subir de mi calentura de niña traviesa y un pensamiento cruzo por mi mente como un relámpago ¿y si quiere algo más de mí? Lo tengo que averiguar y entonces ice un plan mentalmente de lo que podía hacer para acercarme a este hombre e indagar que pretendía con seguirme con esa mirada que me ponía a mil.
El Pica Piedra Pica algo Más.
Hola espero me recuerden soy Lupe ya he escrito algunos relatos de vivencias reales que he podido compartir con ustedes y espero seguir compartiendo muchos más.
Agradezco infinitamente a todas las bellas personas que me han escrito a mi correo fjgsousa60@gmail.com y espero seguir en contacto con más de ustedes les recuerdo que estoy para servirles y se pueden dirigir a mí con toda libertad.
Como ya saben andaba con un hombre que se dedicaba a bolear zapatos en la ciudad era un hombre flaco de tez morena alto de como unos cuarenta y tantos años de edad con una mirada llena de lujuria que me prendía y me hacía derretirme ante él.
En el último relato les conté como después de cambiarnos de casa nos volvimos a ver y la noche que pasamos juntos, en verdad fueron tres noches espaciadas porque ya no era fácil vernos por que vivía donde no era su ruta.
Así que por varios días que por cierto fueron muchos no tuve mas contacto con Efraín y mi deseo de estar con un hombre me hacia sentir muy ganosa y mi mente estaba en todos lados menos en mi quehacer de la casa.
Nunca antes me había cruzado por la mente el serle infiel a mi hombre del momento o sea el bolero, pero la necesidad y la mirada que otros hombres me lanzaban me hacia sentir algo confundida y con más ganas de probar las caricias que tanto anhelaban mis piernas y me travieso trasero.
Una tarde de sábado busqué la manera de tener un rato para salir de la rutina del quehacer de la casa y dejar que mi mente se aclarara de tanta calentura que me estaba invadiendo así que decidí pedir permiso para ir al centro a comprar y dar la vuelta cosa que me concedieron.
Como iba a dar la vuelta no a buscar a nadie en especifico pues me puse un pantalón de mezclilla y una playera negra con un logotipo de una canción de ese entonces mis tenis negros y me preparé para salir a la libertad.
Tome el autobús que me llevaría al centro por la ruta más corta para aprovechar el tiempo cuando llegue me dirigí al Parque Juárez pues había mucha gente y estaban varios puestos que no había podido visitar por tener tanto trabajo de la escuela y de la casa.
Andaba yo mirando la mercancía cuando de pronto sentí la mirada de alguien sobre mi persona muy disimuladamente busque a mi alrededor y me tope con una mirada penetrante y profunda que me hizo estremecer desde la cabeza hasta los pies, camine hacia otros estantes y aunque él no se movía de su lugar si me seguía con su mirada.
La cabeza se me lleno de muchas ideas locas que me daban vueltas y no me concentraba ya en lo quería comprar sino en lo que este hombre me estaba haciendo sentir con su solo mirada.
Me puse nerviosa y miraba hacia varios puntos para ver si alguien más nos miraba o me miraban a mi por si algo andaba mal en mi vestimenta o en mi peinado, pero no vía nadie más que a este hombre que no me dejaba de seguir con su mirada lujuriosa que me estaba prendiendo.
No sé en qué momento empecé a sentir como mi anito inicio ese palpitar que me indica que quiere algo especial y se inició instantáneamente ese subir de mi calentura de niña traviesa y un pensamiento cruzo por mi mente como un relámpago ¿y si quiere algo más de mí? Lo tengo que averiguar y entonces ice un plan mentalmente de lo que podía hacer para acercarme a este hombre e indagar que pretendía con seguirme con esa mirada que me ponía a mil.
Me fui acercando a él poco a poco entre la multitud como si fuera yo viendo la mercancía y no encontrara lo que quería cuando estuve a la altura de donde estaba él me hice la desinteresada de los productos en venta y me di media vuelta topándome de frente con él.
¿No encontraste lo que quieres? Me pregunto con su mirada recorriéndome de cabeza a pies que me estremeció hasta el tuétano.
No encontré nada que me gusté le respondí con una sonrisa que denotaba mi nerviosismo y ansiedad mis manos estaban sudando de los nervios mi ano estaba palpitando mas de la cuenta y mis pensamientos estaban nublados por esa mirada llena de lujuria clavada en mí.
A lo mejor en otro lado encuentre lo que quiero le dije con una pequeña voz temblorosa.
A lo mejor así es, pero ¿qué es lo que quieres o se te antoja? Me pregunto con una sonrisa sin dejarme de comer con su mirada llena de lascivia y lujuria.
No se algo muy especial tal ves le dije, pero no sé dónde lo pueda encontrar ya camine mucho por este lado y nada solo me encontré con una mirada que me llamo la atención.
¿Una mirada te llamo la atención? ¿Cuál mirada de quién? Me pregunto como sorprendido y buscando entre la gente a ver si encontraba algo.
¿quiere que le diga la mirada de quién? Le pregunté con la voz más coqueta que pude.
Si haber dime me dijo
Pues la suya… tiene una mirada que me llamo la atención mucho, pero esa no se vende verdad le dije con una sonrisa amplia.
No se vende, pero si te gusta te regalo todas las miradas que tú quieras me dijo.
Puse entonces atención a este hombre con el que había entablado una conversación muy tonta pero que esperaba diera frutos y saciara mi calentura anal.
Un hombre alto de 1:80 aproximadamente de unos cincuenta y tantos años de edad de cabello blanco con una calva pronunciada en la frente de joven debe haber sido de tez blanca ahora muy quemada por el sol unas manos enormes y unos brazos a los que se les marcaba cada musculo sus ojos de color azul con esa chispa de lujuria que tanto me encanta en los hombres su labios medianos pero apetecibles a un beso usaba lentes de esos que parecen de fondo de botella su sonrisa mostraba unos dientes bien cuidados vestía una camisa a cuadros azul con blanco tipo vaquero con los tres botones de arriba desabrochados y se podía ver su tórax lleno vello cano pero muy bien marcado.
Pues si me gusta mucho su mirada tiene un no sé qué, pero no me la puedo llevar a la casa le dije muy coqueta y con una amplia sonrisa.
Caminamos apartándonos del gentío y nos sentamos en una banca de las que están en la parte de abajo del parque siguiendo con nuestra platica aún era temprano pues el reloj de la catedral marcaba las cuatro y media de la tarde y tenía para llegar a la casa hasta las siete y media a lo más tarde que me daban permiso.
¿Cómo te llamas peque? Me pregunto poniendo un brazo atrás en el respaldo de la banca.
Lupe le dije sintiendo un escalofrió cuando el puso su brazo por detrás apoyándolo en el respaldo de la banca sentí que me iba a abrazar, pero me quede con las ganas me excite mas y estaba muy nerviosa mi ano estaba que se derretía con este hombre a mi lado.
¿A que te dedicas Lupita? Me pregunto
Voy a la escuela y hago el quehacer de la casa le respondí, pero hoy pedí permiso para salir a dar la vuelta y distraerme un poco de las cosas de todos los días.
¿Y usted a qué se dedica? Le pregunte
Pues a picar piedra para darle forma cuando se va a poner en las bardas o para los cimientos de las casas ya ves que aquí se usa mucho la piedra volcánica pues con ella trabajo, pero es un trabajo muy pesado y lo vengo haciendo desde muy joven.
Y se notaba a leguas que su trabajo era pesado pues su cuerpo atlético lo demostraba y sus manos enormes y calludas también.
Y de pronto me lanzo una pregunta que me dejo paralizada ¿te gustaría ir a mi casa? a lo mejor ahí encuentras lo que estás buscando dijo poniendo una de sus enormes manos sobre mi pierna.
¿Usted cree que tenga lo que quiero? Pregunte ya muy nerviosa y excitada sentía su mano enorme empezar a acariciar mi pierna con mucha energía.
Pues si quieres vamos y ya ves tú si te gusta algo y te lo doy vivo aquí cerca en la calle de Pípila casi esquina con Américas ¿Qué dices te animas Lupita?
Hice como que dudaba y le respondí bueno vamos espero encontrar algo que me guste mucho y si no pues por lo menos ya caminamos y nos entretuvimos.
Nos levantamos y nos pusimos en camino los que conocen la ciudad de Xalapa saben que las calles antes mencionadas están relativamente cerca de el Parque Juárez casi no sentí la distancia pues caminamos como si fuéramos a recibir herencia yo creo que los dos llevábamos en nuestra mente un montón de planes sexuales que nos hizo llegar pronto a su casa.
Me tomo de la mano y abriendo la puerta me pidió entrar era una pieza muy amplia donde estaba todo en un rincón la estufa pequeña y su refrigerador un mueble de alacena marcaba el limite con el comedor que era una mesa de madera y tres sillas al otro lado un ropero grande dividía donde estaba la cama y una mesita con una lámpara tenía también varias figuras de barro y otras de piedra con la que trabajaba todas muy bonitas y originales.
Todo estaba en orden me señalo que el baño estaba saliendo al pequeño patio de atrás por si quería pasar le agradecí y le pregunté por si vendía las figuras de piedra.
Ahorita te las enseño ven siéntate aquí a mi lado en la cama me dijo.
Me senté donde me señalaba con su enorme mano y sin más rodeándome con su brazo me acerco a él y me dio un beso en la boca al cual yo abriendo mi boquita correspondí para recibir su lengua enorme que me recorrió hasta las muelas.
Mientras besaba mi rostro y el cuello su mano se apodero de mi pierna y la masajeaba de la rodilla hasta el muslo pasando por mi entrepierna con mucha lujuria y pasión.
¿Te gusta Lupita? Me pregunto entre besos y caricias.
Sssiiii muchoo le dije soltando un pequeño suspiro y ya muy caliente pues mi ano estaba que se derretía por sentir sus dedos acariciándolo.
Me paro de la cama y me puso frente a él tomo mi playera y me la quito sin ningún esfuerzo luego con una rapidez me desabrocho el pantalón y lo dejo que cayera por mis piernas quedando así en pantaletas y tenis solamente pues debajo de la playera no me quise poner nada ese día.
Mirándome con esa lujuria maravillosa recorrió mi cuerpo y sus manos me tomaron por la cintura y me jalo hacia él y empezó a lamer mis pezones que ya estaban bien paraditos y duros por lo excitada que estaba yo empecé a gemir y acariciaba su cabeza.
Chupaba fuerte mis pezones yendo de uno a otro mientras sus manos se apoderaron de mis nalgas que sentían por encima de la tela de la pantaleta como eran masajeadas y estrujadas ricamente.
Se levanto de la cama se quito la camisa y pude ver todo su torso lleno de vello cano hasta el ombligo, pero con sus músculos bien marcados con la misma destreza se quitó el pantalón dejándose solo la trusa.
Por instinto me hinqué frente a él y vi sus piernas velludas y un bulto descomunal entre sus piernas.
Ándale Lupita sácala y dime si te gusta me dijo con su voz entrecortada por la excitación.
Tome los bordes de su trusa y lo jale hacia abajo dejando al descubierto una verga enorme que me dejo con la boca abierta media como unos veinticinco centímetros muy gruesa y con una cabezota como del tamaño de mi puño cerrado se le marcaban muy bien sus venas tenían un color rosa fuerte en su base le colgaban un par de huevos igual de grandes con mucho bello cano de la punta ya salía el líquido transparente que tanto me gusta.
Me le quede viendo por unos instantes sin decir nada pues esa verga estaba frente a mi carita mirándome desafiante bien dura y parada al máximo como diciendo te voy a llenar toda.
La verdad me dio algo de temor ese enorme trozo de carne, pero mis piernas me temblaban y mi ano estaba palpitando como nunca por el deseo de guardar ese monstruo en su interior ¿pero me cabria? Esa pregunta la respondería en un ratito.
La tome con ambas manos y aun así me costaba trabajo abarcar su grosor la acerque a mi boquita y le pase la lengua por la cabezota recogiendo con mi lengua el liquido que tenía acumulado sabia riquísima al contacto de mi lengua él soltó un suspiro y un gemido como perrito adolorido.
Luego recorrí todo su gran tronco duro con mi lengua pegándole pequeños besitos olía a macho en brama u ese olor me encanta puse mucho cuidado cuando llegue a su par de enormes huevos los acaricie y sopese con mis manitas me imagine que los tenía bien cargados de rica leche.
Con algo de dificultad abrí la boca y metí su glande en ella succionando como si fuera un cono de nieve y le empecé a dar una mamada combinada con ternura y mucha pasión, me tomo por la cabeza y me dirigía y marcaba el ritmo que quería le diera la mamada.
No me cabía toda pues era enorme pero me las ingenie para poder darle el placer que se merecía y tome con mis dos manos una arriba y otra abajo juntas su grueso tronco y metí en mi boquita lo que quedaba dándole con mi lengua la humedad que necesitaba y con mis manos se la chaqueteaba al mismo tiempo la tenía tiesa como tronco y sus venas se marcaban más de lo normal el liquido transparente era en verdad abundante y lo recogía con mi lengua pues no quería desperdiciar nada ni una gotita.
Se la estuve mamando un buen rato luego me levanto y me dice Lupita mamas muy rico niña hermosa pero ahora te toca recibir a ti y me puso inclinada recargando mis manos sobre el colchón se puso detrás de mi y bajo mis pantaletas hasta el suelo sus manos recorrieron al mismo tiempo ambas piernas sintiendo lo áspero de sus callos luego acaricio mis nalgas yo abrí las piernas lo más que pude y sin más abriendo con sus manos mis nalgas metió su cara en medio de ellas y paso su lengua grande húmeda y áspera por mi anito palpitante yo me estremecí al grado de que estuve a punto de caer al contacto de su lengua.
Mi ano en verdad que deseaba ser atendido y lo estaba haciendo este macho con una dedicación maravillosa me chupaba lamia y succionaba mi culito como nadie lo había hecho sus manos abrían de par en par mis tersos cachetes posteriores hasta donde más se podía yo inclinada con las piernas bien abiertas mis brazos me temblaban apoyados en la orilla de la cama y de mi boca salían pequeños gemidos y suspiros porque me estaban dando el beso negro más delicioso de mi vida.
Después de un maravilloso rato me dijo creo que ya esta listo para recibir mi verga ¿La quieres Lupita?
Me volteé y mirándolo a los ojos le dije claro que sí, pero despacito porque la tienes enorme papito y entonces me entere de algo maravilloso cuando me dice.
Tengo tres mese de no chaquetearmela tengo los huevos bien cargados y te voy a dejar el culo bien lleno de mis mecos Lupita mi vieja tiene tiempo que se murió, pero con tu culito mi verga se va a consolar ya veras que delicia de tarde vamos a pasar mamacita.
Me hizo que me inclinara más sobre la orilla del colchón poniendo mi cara sobre una almohada mis brazos extendidos hacia el frente abriendo al máximo mis piernitas sentí cuando con sus dedos mojaba con saliva mi anito luego el contacto de la cabezota de su verga pasando varias veces dando pequeños piquitos para estimular más mi hambriento anito y de pronto el primer empujón de su enorme cabeza queriéndose abrir paso para meterse.
Ups mm gemí de dolor, pero no entro volvió a pasar su mano y metió su dedo medio diciéndome lo tienes muy apretadito Lupita, pero ahorita veras que te lo preparo y te la voy a meter toda muñequita linda yo moví la cabeza afirmativamente pues mi mente estaba concentrada en lo que ocurría a la entrada de mi culo.
Luego metió un segundo dedo moviéndolo de manera giratoria por último un tercer dedo yo estaba que no aguantaba las ganas de ser empalada y le dije con mi voz de niña golosa y putita ya papito inténtalo por favor saco sus dedos se volvió a acomodar poniendo la cabezota de su verga en la entrada de mi anito y empujo con algo de fuerza yo puje fuerte y casi entra la mitad de su cabeza la mantuvo ahí uno segundo y de pronto dio otro empujón y sentí como me partía en dos el culo grite de dolor pero se escuchó al mismo tiempo un plots señal de que la cabeza había entrado y estaba atorada en mi recto palpitante.
Tome las sabanas y las apretuje con mis manos en forma de garra del dolor que sentía, pero quería más y estaba dispuesta a recibir toda esa verga en mi interior saque fuerzas no se de donde y le dije entre gemidos y pujidos métemela más papito y él empujo un poco más metiendo casi la mitad mi respiración era muy agitada de mi boca salían sonidos combinados de puliditos gemidos y suspiros él me tenía agarrada de las caderas acariciando mis nalgas.
Escupió un buen de saliva en su tronco y volvió a empujar poco a poco mis entrañas se estaban tragando ese pedazo enorme de carne dura sentía los pliegues de mi ano estirados al máximo y las venas de su verga las podía sentir recorriendo mi interior que se abría para recibir su totalidad.
De pronto sentí un último empujón y en mis nalgas golpearon su enorme par de huevos cargados de leche acumulada por tres meses estaba bien empalada gimiendo como perrita en brama con los ojitos llorosos por el esfuerzo mis piernitas bien abiertas y temblando pues estaba de puntitas sobre el suelo pues él me levantaba con su verga bien ensartada en mi anito adolorido.
Y empezó un mete saca despacito para que mi culito se acostumbra a esa enorme verga ensartada en él sus manos acariciaban mis nalgas y mis piernas yo gemía y suspiraba como toda una putita traviesa me dijo al oído te voy a preñar Lupita te voy a dejar todos mis mecos hasta el fondo y empezó a darme una cogida maravillosa su vergota entraba y salía a un ritmo inimaginable entre gemidos le pedía que no parara que me diera toda su verga esto lo prendía y arreciaba con más ímpetu su mete saca.
De una cosa estaba segura había aguantado la penetración de esta enorme verga y no me iba yo a echar para atrás hasta que no me dejara bien cogida.
Después de un rato me la saco al hacerlo sonó como tapón de corcho y sentí un vacío enorme en mi culo que estaba abierto como nunca se imaginó nos subimos a la cama acostándose él boca arriba con su enorme verga bien parada mirando hacia el techo me dice ven morenita siéntate en ella y clávatela tu solita me acomode dándole la espalda para que tuviera una visión adecuada y viera con detalle como mi culito se iba a tragar su vergota abrí mis piernas y me agache un poco tomando con mi manita el troco grueso de su verga lo acomode a la entrada de mi ano y me empecé a sentar despacito sobre él quería sentir cada centímetro invadiendo mis entrañas y que el pudiera deleitarse viendo como los pliegues de mi ano se estiraban al máximo para comerse toda esa vergota riquísima y cuando logre superar que la cabezota se metiera emití un largo gemido de consolación y entonces solté el tronco y me deje caer poco a poco para que entrara el resto.
Cuando topé con su vientre volteé para ver su rostro y su mirada brillosa y lujuriosa estaba clavada en mi culo empalado con una sonrisa de oreja a oreja me miro y me dijo te la comiste toditita Lupita, pero me la aprietas bien rico pues tiene el culo cerradito.
Le guiñé el ojo y empecé a subir y bajar por ese tronco enorme que me estaba haciendo vivir momentos tan especiales y deliciosos tome un ritmo no tan acelerado pues la verdad era tan gruesa y larga que me llenaba toda y la sensación que sentía me enloquecía.
Así lo estuve cabalgando por un buen rato él me tomaba de las nalgas y yo se las dejaba caer dándome los sentones más rico que me había dado en mi corta vida, luego de un rato me pidió que me recostara a su lado dándole la espalda nos acoplamos él tomándome de una pierna la levanto y yo ayudándole con una mano dirigí su verga a mi abierto y aún hambriento anito y me la dejo ir de un solo empujón entro como cuchillo en mantequilla y me empezó a serruchar una ves más pero ahora el puso el ritmo pues yo estaba en mi papel de pasiva y sumisa al 100% dejando que él tomara toda la iniciativa entre gemidos y pujidos me entregue a este pica piedra para que ahora se dedicara a picar mi culo a su entero gusto.
Sentía como me llenaba toda por dentro con su enorme vergota mi culito ya no daba para más, pero sus embestidas eran tremendas yo gemía y pujaba pidiendo más verga por favor mientras él me besaba el cuello y me acariciaba los pezones duros por tanta excitación.
Cuando sentí que su verga se hincho sabía que me iba a preñar con su semen caliente me tomo fuerte de la cadera y me dio tres o cuatro metidas recias hasta el fondo y pronto sentí sus deliciosos chorros de mecos estrellándose en lo profundo de mis ser el gruñía como oso peludo yo gemía como perrita abotonada los dos estábamos sudorosos pero su venida fue sensacional su verga palpitaba tan fuerte vaciando parte de esas tres semanas que no se descargaba.
Soltó mi pierna y pude sentir como poco a poco fue reduciéndose su verga hasta que salió solita de mi colita la cual estaba totalmente abierta al máximo, la palpé con mis dedos y no se podía cerrar, pero seguía palpitando como saboreando el manjar depositado por este hombrezote.
Descansamos un rato y me pidió que se la mamara mientras estábamos disque en reposo a las cuatro o cinco pasadas de lengua se empezó a poner dura como piedra volvió al estado que me gusta me acomodo en cuatro patitas tomándome de la cadera puso la cabezota de su verga en la entrada de mi anito desflorado y me la dejo ir de un solo empujón yo me incline sobre la almohada y pare lo más que pude mi culo para que él lo gozará a su antojo.
Me dio tres o cuatro nalgadas diciéndome lo rico y apretado que tenía el culo y lo que le encantaba tenerme bien empalada disfrutaba la visión de ver como los pliegues de mi ano se estiraban para poder recibir su tremenda vergota de 25 centímetros gorda y muy cabezona como nunca me había la habían metido.
Estaba a punto de venirse me lo dijo se salió rápido de mi culo y me dijo mámamela para que los pruebes Lupita hermosa se paró de la cama y yo me acomode estando aún en cuatro buscando su vergota parada con mis manitas y llevándola a mi boquita se la empecé a lamer desde su cabeza hasta los huevos el resoplaba y decía ya vienen ya vienen morenita serán todos tuyos.
La verdad decidí dedicarle la mamada más tierna y apasionada que una nena como yo le podía dar a este oso enorme de peluche así que me apliqué y me la metí lo más que pude en la boca mi lengua la recorría toda chupando y succionando para sacar mi preciado alimento.
Después de como diez minutos sentí como la cabezota se inflamaba lo escuché a él bufar como toro y los primeros grandes chorros golpearán mi garganta de una manera que casi me ahogan luego fueron otros cinco o seis con menor intensidad, pero soltando el manjar que yo deseaba desde que lo vi.
Trague toda la leche que esa verga me dio se la termine de limpiar ente gruñidos de él y suspiros y gemidos míos me tomo de la cara y en cuanto me trague su descarga me beso en la boca uniéndose nuestras lenguas jugueteando una con la otra.
¿Te gusto Lupita? Me pregunto entre besos y caricias.
Sssiii papito mucho muchas gracias por hacerme tuya me disté lo que en verdad necesitaba le respondí con una voz melosita de putita golosa descansamos un ratito acostados en la cama luego nos vestimos y me regalo una de las figuras que él hacía con las piedras.
¿Te gusto como te pique tu apretado culito morenita? Me pregunto antes de despedirnos
Eres un maravilloso pica piedra, pero más picando mi culo papito.
Cuando quieras aquí me puedes venir encontrar los fines de semana morenita hermosa.
Salí de ese cuarto con el sabor en mi boca de su semen el culo bien abierto y adolorido pero repleto de leche que aún guardaba en mis entrañas y que no quería dejar salir apretando como podía mis nalgas traviesas, pero también con una linda figura de piedra.
Cuando llegue a casa me preguntaron qué tal me había ido en mi paseo dominical yo respondí maravillosamente ya cene estoy más llena que nunca me invitaron un enorme pedazo relleno de manjar y me fui a mi cuarto a quitarme la ropa y palpar como aún estaba abierto mi culo por haber sido tan tragón.
Espero que les haya gustado este relato quisiera que me comentaran cual de todos los relatos les ha gustado más como siempre agradecida por sus lindos comentarios pronto subiré otra vivencia nos vemos pronto besitos suya por siempre Lupe.