El pescador de sueños (8)
Con Miriam volvimos hacer la vida que nos gustaba...
Con Miriam volvimos hacer la vida que nos gustaba, viajamos a un país con mucho frio a hacer unas fotos para una empresa importante, ella no estaba muy tranquila, conocía a la modelo con la que tenía que trabajar y no es que le cayera muy bien, me parece que no se podían tragar ninguna de las dos. La modelo era preciosa y teníamos que hacer algunas fotos un poco subidas de tono, yo le juré y perjuré que no pasaba nada, que era trabajo y nada más, pero ella estaba mosca de cojones, el primer día eran fotos con ropa aunque a ella la vistieron bastante provocativa, muy provocativa, a la mínima le veía el tanga, y la vista se me iba sin querer, eran posturas muy románticas y la verdad es que ella se entregaba mucho, me tocaba el culo o se enganchaba que podía notar todo su cuerpo pegado al mío, Miriam se subía por las paredes. Por la tarde en el hotel.
MIRIAM (enfadada): Que guarra que es, y lo hace porque sabe que yo estoy contigo, me quiere dar celos la hija de puta, la voy a coger por los pelos y la voy a arrastrar.
YO: Tranquila cariño, tampoco es para tanto, solo es trabajo, lo acabamos y nos vamos.
MIRIAM: Si claro, ¿te lo pasas bien con ella enganchada todo el día, te crees que no he visto como la miras?, si pudieras te la follabas.
YO: Pero que dices Miriam por favor, solo es trabajo.
MIRIAM: Y mañana desnudos, no sé si lo voy a soportar, voy a montar un espectáculo como se pase que se va a enterar.
YO: Cariño, si no lo vas a vivir muy bien puede que lo mejor es que no estés en la sesión, cuando acabe te voy a buscar y listo.
MIRIAM: Eso te gustaría a ti para poder hacer lo que te dé la gana mamón.
YO: ¿Lo que me dé la gana?, pero si estaremos rodeados de toda la gente del equipo, por favor Miriam.
Comenzó la sesión con Miriam mirando desde el fondo, las posturas se fueron cada vez haciendo más intimas y llegó un momento que no vi donde estaba Miriam, pensé que había salido a tomar el aire.
Cuando acabamos me duché y salí a buscarla, no la encontré por ninguna parte, pregunté por ella y una persona la había visto coger un taxi, me temí lo peor y así fue, llegué al hotel y había recogido toda su ropa, volví a casa en el primer avión disculpándome por no asistir a fiesta que tenían organizada por la noche de despedida. Llegué a casa y tampoco estaba, fui a ver a Julia a la oficina para preguntarle.
JULIA: Hola, ¿ya estáis aquí?
YO: No, estoy aquí solo, ¿no sabes dónde está Miriam verdad?
JULIA (preocupada): ¿Os ha pasado algo?, ¿habéis discutido?
YO: Se puso muy celosa, desapareció en mitad de la sesión y no la he visto más.
JULIA: Esta niña es tonta, donde coño se debe a ver metido, tranquilo intentaré llamarla y te diré algo.
Me fui a casa preocupado, llegó Julia a la hora de la cena sin noticias de Miriam.
JULIA: Lo siento Yul, la he llamado pero no me coge el teléfono.
YO: Si ella no vuelve, yo me voy.
JULIA: No digas tonterías por favor, tienes trabajo la semana que viene, si ella no está ya encontraremos alguien para que te ayude, no te preocupes que aparecerá.
YO: Lo siento Julia, mañana me voy a mi casa y no quiero saber nada si ella no está conmigo.
JULIA (enfadada): No puedes hacer eso, me vas a dejar colgada, por favor piénsatelo, me cago en vuestra relación de los cojones coño.
YO: Ya está pensado, me voy a casa, sin ella no me interesa este trabajo, búscate un sustituto, no te costara mucho, lo siento.
Al día siguiente me levanté temprano y miré en la habitación de Miriam por si había vuelto por la noche, estaba vacía y todo ordenado, subí al coche y me fui para casa, Julia me llamaba cada día para convencerme para que volviera sin éxito, yo me levantaba, me iba a correr un rato, pasaba a comprar alguna cosa para comer y me metía en casa sin salir en todo el día, me pasaron a visitar muchos amigos del pueblo, tomábamos cervezas juntos interesados en lo que había cambiado mi vida.
Pasaron tres semanas y no tenía ninguna intención de volver a mi vida anterior, una tarde llamaron a la puerta, pensé que sería algún amigo que venía a tomar algo y hablar un rato conmigo, abrí la puerta y me encontré de morros con Miriam, la dejé abierta y me senté de nuevo mirando la tele sin hacerle caso, ella entró.
MIRIAM: Tienes contenta a mi madre.
Yo no le contesté siguiendo como si ella no estuviera allí.
MIRIAM: ¿No piensas decirme nada?
Me levanté y fui al baño a mear, tiré de la cadena y me volví a sentar sin mirarla, puse los pies encima de la mesita y le di un trago a la cerveza.
MIRIAM (riendo): Si bebes mucha cerveza te va a salir barriga.
Di otro trago sin hacerle caso mirando fijamente la televisión.
MIRIAM (seria): Está bien, lo siento Yul, perdóname por favor.
Entonces la miré por primera vez, le señalé el sofá para que se sentara, cuando estuvo sentada a mi lado.
YO: ¿Donde coño has estado Miriam?
MIRIAM: Necesitaba alejarme para pensar.
YO: ¿Y ya has pensado suficiente o necesitas más tiempo?
MIRIAM: No me lo pongas más difícil por favor.
YO: Puedes irte cuando quieras si tan difícil lo ves.
Se levantó y empezó a quitarse la ropa, yo también me levanté pero para irme a mi habitación.
YO: Si has venido a esto ya te puedes ir.
Mientras caminaba pude sentir un golpe fuerte en la puerta de entrada cerrándose, se fue y me abrí otra cerveza sentándome de nuevo poniendo los pies en alto, a los cinco minutos volvieron a llamar a la puerta, me levanté la abrí sin mirar y me senté de nuevo, entró muy enfadada.
MIRIAM: ¿Cómo tienes los huevos de dejarme colgada cuando me estoy quitando la ropa?
YO: ¿Cómo tienes los ovarios de presentarte aquí después de un mes con “to” tu coño como si no hubiera pasado nada?, y sin darme una puta explicación, lárgate y déjame en paz.
MIRIAM: No me voy hasta que no vuelvas conmigo a trabajar.
YO: Eso es todo lo que te preocupa, que vuelva a trabajar, olvidaros de mí tu madre y tú.
MIRIAM: Te recuerdo que tú eres socio del negocio.
YO: Tráeme los documentos y te firmaré mi renuncia, me importa una mierda la agencia.
MIRIAM: Vas a renunciar a la agencia y a mí sin más, sin querer nada a cambio.
YO: Tú ya renunciaste de mí hace más de tres semanas, no tengo nada que me una ni a ti ni a la agencia.
MIRIAM: Y cuando se te acabe el dinero que vas a hacer, ¿volver a pescar?
YO: Desde luego que sí, no se me caerán los anillos por volver hacer lo que he hecho toda mi vida, me cago en el momento que le hice caso a tu madre, me tenía que haber quedado aquí joder.
Le empezó a caer alguna lágrima y se marchó.
Por suerte tenía dinero ahorrado porque no gastaba casi nada, en lo único que había gastado era en aquella casa y para invertir en el negocio que ahora me estaba dando por culo, pero si se acababa volvería pescar y a la mierda. A Miriam la había querido mucho, pero su desaparición sin importarle yo lo más mínimo, sin ninguna explicación, me hacía sentir muy decepcionado y sin confianza para poder seguir con ella, ni con la puta agencia, me importaba una mierda el dinero, yo quería vivir tranquilo.
Otro día se presentó Julia, la invité a entrar en casa.
JULIA: ¿Cómo estas Yul?
YO: Cómo quieres que esté Julia, muy cabreado y muy decepcionado.
JULIA: ¿Espero que no sea conmigo?
YO: No Julia, contigo no, solo puedo agradecerte todo lo que hiciste por mí en su momento.
JULIA: ¿Y quieres tirar a la basura todo el esfuerzo que hiciste para ser uno de los mejores en lo tuyo?, se me amontonan los papeles encima de la mesa con trabajos para ti.
YO: Lo siento Julia, eso se acabó, no quiero ponerme delante de una cámara nunca más, el dolor que siento ahora es todo culpa de eso.
JULIA: No te equivoques Yul, el dolor que sientes ahora es por culpa de Miriam, porque te sientes traicionado por ella, ella te quiere te lo aseguro, pero su ego no querrá reconocértelo, vuelve a casa conmigo y pronto volveréis a estar como antes.
YO: Para volver a hacer el gilipollas como cuando salía con el pescado hervido, perder el tiempo porque la nena no sabe lo que quiere, no Julia ya está bien, no puedo fiarme de ella.
JULIA: ¿Pero tú la quieres?
YO (con lágrimas en los ojos): La quiero a rabiar, pero no puedo estar con ella en estas circunstancias.
Me dio un beso en los labios y se marchó, se estuvo comunicando conmigo con mensajes y algunas llamadas, sin dejar pasar mucho tiempo entre una y otra, pero de Miriam ni una puta noticia.
Pasaron semanas, una tarde de un sábado estaba tomando algo con los amigos en el bar de los pescadores, entraron un grupo de chicas a tomar algo sentándose en la terraza, me vieron, hablaban entre ellas en voz baja sin dejar de mirar, mis amigos me lo comentaban, al poco se levantaron dos para venir donde estaba yo.
Chica: Nos preguntábamos si te importaría sentarnos con nosotras un rato y que nos hagamos algunas fotos contigo.
Miré a mis amigos y me hicieron un gesto con la cabeza riendo para que fuera con ellas, me pusieron en medio de todas, se iban sentando encima de mí para hacerse fotos y darme un beso, en una de estas se sentaron dos chicas, una en cada pierna, se hicieron una foto y una de ellas me habló al oído.
Chica: Te gustaría que nos fuéramos los tres a otra parte para estar más tranquilos.
Le di un beso en la boca a cada una y nos fuimos cogidos de la mano, los tres pasamos por delante de mis amigos que me miraban con recochineo, fuimos a su hotel, en el ascensor nos besábamos por turnos tocándole el culo a las dos a la vez, en la habitación nos estiramos los tres en la cama, mientras una me besaba mientras yo le acariciaba las tetas, la otra me desnudaba de cintura para abajo, se metió mi polla en la boca chupándola profundamente, dejándomela llena de saliva haciéndome una paja que me la puso bien dura, yo desnudaba a la que tenía más cerca quitándole la camisa y el sujetador metiéndome su pezón en la boca chupándoselo despacio.
La que estaba con mi polla, se desnudó subiéndose encima de mí para metérsela y empezar a cabalgar lentamente gimiendo, la otra se quitó el pantalón y el tanga poniéndome el chocho en la boca, la sujetaba por las caderas lamiéndoselo de arriba abajo haciéndola gemir también, cambiaron de posiciones, al poco rato se estaban corriendo las dos, descansaron un momento una a cada lado de mi cuerpo, acariciándome la polla un rato una un rato la otra, las puse a las dos con las rodillas en el borde de la cama a cuatro patas, mientras se la metía a una con fuerza como queriendo desfogarme por el cabreo que tenía de que me dejara Miriam, a la otra le tocaba el chichi metiéndole dos dedos, cambiaba de posición cuando me parecía bien.
Cuando estuvieron lo suficientemente excitadas, estuve con una dándole ritmo alto hasta hacer que se corriera de nuevo, después me dediqué a la otra corriéndose también, se arrodillaron y me cogieron la polla chupándomela con fuerza, primero una después la otra, cambiándosela cada poco tiempo, una me cogió los huevos apretándolos un poco amasándolos, me empezó a subir un calor y un gusto hasta la cabeza corriéndome sobre sus caras y bocas, me la volvieron a chupar un poco más cada una, se levantaron y se fueron al baño, yo me vestí y cuando salieron les di un beso en los labios a cada una y me marché para casa con un sabor agridulce, bien por el desfogue y mal porque me acordaba de Miriam.
La vida seguía en el pueblo, pero cada día me aburría más, una mañana recibí una llamada desde Inglaterra, querían saber si estaría dispuesto a hablar con ellos para unos trabajos, si quería me enviaban un billete de avión para ir a hablar con ellos y acepté, mas por no aburrirme que otra cosa, me ofrecieron hacer varias cosas y me gustó la seriedad de aquella gente aceptando.
Me desplacé para estar un mes o mes y medio como mucho y pasaron seis meses y todavía estaba por allí, me pagaban muy bien y estaba bien considerado. Un día estaba citado para un sesión de fotos con una modelo, cuando se presentó me acordé de ella, era Bea, la chica con la que hice mis primeras fotos en el estudio de Ana, cuando acabamos fuimos a tomar algo.
BEA: No me llamaste nunca para salir.
YO: Ya, ya sabes cómo fueron las cosas, me enamoré de mi manager y no tuve ojos para nadie más.
Después fuimos al apartamento en el que vivía, Bea era una chica con un tipo espectacular, peli roja y con ojos verdes, estaba un poco más rellenita que la primera vez que la vi que me pareció demasiado delgada, ahora estaba para comérsela, nos besamos despacio cogiéndonos los labios, después nos metimos la lengua chupándonosla mutuamente y nos fuimos desnudando uno al otro sin prisas, nos quedamos desnudos de pie uno delante del otro, la besé en el cuello haciéndole girar la cabeza excitándola, bajé a las tetas para chupárselas, me pareció que también las tenía más grandes de lo que recordaba, le dejé los pezones duros y tiesos, nos estiramos en la cama y seguí con mi recorrido llegando a su vello púbico que lo tenía muy bien recortado, me hizo gracia por el color peli rojo, era el primer coño de ese color que veía.
Ella separó las piernas para que me pudiera meter bien en medio abriéndole el chichi con dos dedos, le fui pasando la lengua dándole vueltas al clítoris, bajando lentamente pasándole por el agujero, llegando al ojete volviendo a subir metiéndole la lengua dentro de la vagina, empujando para metérsela todo lo posible, ella empezó a gemir moviendo todo el cuerpo, cuando estaba todo muy mojado, me incorporé cogiéndome la polla y se la metí despacio, hasta el fondo, apoyando mis manos una a cada lado de su cuerpo, ella gemía de nuevo abriendo mucho las piernas, fui moviendo las caderas lentamente empujando con fuerza cuando la metía del todo, no paraba de gemir cada vez más fuerte llegando a un orgasmo apretándome el culo con las dos manos.
Me abrazó muy fuerte enrollando sus brazos por detrás de mi cuello, descansó un momento sin dejar de mirarme con mucho cariño acariciándome la cara, se puso ella encima de mi metiéndosela, cabalgándome con una sensibilidad y unos movimientos que no me habían hecho nunca, me excitó tanto que me corrí como un loco en poco rato.
A partir de aquel momento salimos asiduamente y estábamos muy bien uno con el otro, trabajábamos bastante y nos veíamos cuando podíamos. Me llamaron de la agencia para una reunión, cuando llegué me encontré con Bea en la puerta, me dijo que a ella también la habían citado, nos dijeron que del trabajo que hicimos juntos una gente de EEUU les gustó mucho, querían que hiciéramos varias cosas para ellos, que por supuesto nos pagarían muy bien a parte de ponernos vivienda y pagarnos los viajes en avión, lo hablamos con Bea y nos pareció que podía ser divertido cambiar de continente y vivir un tiempo allí, hicimos las maletas y nos dispusimos a vivir una aventura en las Américas.