El pescador de sueños (7)

Pasó un tiempo y Miriam me dijo que nos habían invitado a una fiesta...

Pasó un tiempo y Miriam me dijo que nos habían invitado a una fiesta, que no podíamos faltar porque estarían todas las personas importantes del mundillo, por la noche fuimos con Julia a un local muy grande y lujoso, estaba lleno de gente y eso me agobiaba un poco, comimos algunos canapés para cenar que me dejaron con más hambre que la que tenía, eso sí bebíamos todo lo que queríamos, después de un par de copas de champán estaba contentillo hablando con todo el mundo, Miriam me vigilaba de cerca o de lejos, yo hablaba con una chica que habíamos trabajado juntos en alguna ocasión, vi a Miriam hablar con un chico que tenía pinta de modelo, con no muy buena cara, al poco la cara ya la tenía de mala leche, estaba a punto de ir a por ella para saber que le pasaba cuando se giró y vino en mi dirección, me cogió del brazo y me dijo que nos íbamos, nos estábamos despidiendo de la chica que hablaba conmigo y llegó el modelo que la había seguido.

MODELO (cachondeándose): ¿No me vas a presentar a tú nuevo novio?

MIRIAM: A ti no tengo que presentarte a nadie, lárgate y déjanos en paz.

YO: ¿Se puede saber qué pasa?

MODELO: ¿No te ha hablado de sus ex?

MIRIAM: Cállate cabrón.

YO: Porque no te vas y tenemos la fiesta en paz amigo.

MODELO: ¿No te ha explicado lo que ha aprendió conmigo?

YO: De un gilipollas como tú no hace falta que me explique nada, ya me rio bastante con otras cosas.

El capullo se enfadó y me pegó un puñetazo en la cara, las chicas gritaron, quiso volver a repetirlo, no le di tiempo, le solté un golpe en el estomago doblándolo y lo rematé con otro en la cara que lo dejé KO, para bruto yo, se arremolinó la gente a nuestro alrededor, llegó Julia preguntando qué había pasado y nos sacó de allí a empujones enfadada como una mona, volvíamos en el coche.

JULIA: ¿Es que no os puedo dejar solos sin que la lieis?

MIRIAM: No ha sido culpa nuestra.

JULIA: Claro, siempre es culpa de los demás.

MIRIAM: El ha empezado primero pegándole.

Mientras me miraba y acariciaba la hinchazón de la cara.

JULIA: ¿Cómo?

MIRIAM: El gilipollas quería que lo dejara y volviera con él, lo he enviado a la mierda y se ha cabreado, ha intentado provocarnos y al no conseguirlo le ha pegado, Yul solo se ha defendido él y a mí.

JULIA: Vale, pero por culpa de ese gilipollas verás cómo se le va a poner la cara, tendré que retrasar la sesión prevista para la semana próxima ostia.

Llegamos a casa y Miriam llenó una bolsa con hielo, yo me puse en el sofá y ella se sentó en mi pierna derecha con una pierna a cada lado de la mía, recostándose en mi hombro colocándome el hielo en la cara.

JULIA: Me voy a dormir, nena no había una manera más sencilla de ponerle el hielo en la cara que poniéndote encima de esa manera.

MIRIAM: Déjame mamá que le estoy muy agradecida por defenderme.

JULIA: Hay su príncipe azul, como es el amor.

Julia se fue a dormir y nos quedamos en aquella posición, aguantando el frio del hielo en la cara, empecé a notar un calorcito en la pierna, al fijarme me di cuenta que era el chocho de Miriam.

YO: Cariño, tienes el chichi un poco calentito.

MIRIAM: Me has puesto a cien pegándole a ese gilipollas para defenderme nene, tengo las bragas mojadas.

YO: Si es así, dime a quien tengo que pegarle un par de ostias y se las doy cada día.

Me miró a los ojos riendo y me besó, primero suavemente, después más intensamente y acabó por meterme la lengua para jugar con la mía, la cogí de la cintura y el calor de la pierna aumentaba, ella me cogió la mano y la puso encima del hielo para que lo sujetara, se levantó y se quitó el vestido, no llevaba sujetador, se quitó los pantis y las bragas, me desabrochó el pantalón bajándolo con la ropa interior, me agarró la polla y me pasó la lengua por la punta, bajó por un lado dejándola llena de saliva, me besó los huevos metiéndose uno en la boca chupando ligeramente, volvió a subir por el otro lado, me bajó el prepucio, se metió la punta en la boca chupándola bajando muy lentamente hasta tenerla toda dentro, como me ponía aquello, el hielo se derretía más rápido de lo caliente que me puso, subió despacio apareciendo poco a poco mi polla de nuevo, se levantó y se sentó encima metiéndosela suavemente hasta el fondo, me puso de nuevo la mano encima del hielo para sujetarlo, yo le pasé las manos cogiéndole el culo, ella empezó a subir y bajar gimiendo, aceleraba los movimientos y nuestros gemidos, entonces apareció Julia en camisón enganchándonos de lleno, se metió en la cocina y salió.

JULIA: Niños, que tenéis camas para estar coño.

No le hicimos ni puñetero caso y seguimos con lo nuestro, Miriam aceleraba a un ritmo importante sin dejar de apretar el hielo contra mi cara, nos miramos a los ojos y supimos que nos íbamos a correr al instante, ella empezó a gritar, yo la seguía descargando mi semen dentro de su coño, nos quedamos quietos, con ella encima abrazándome por el cuello con un brazo, con la otra mano seguía aguantando el hielo que ya estaba medio desecho.

YO: Cariño, creo que ya tengo bastante hielo por hoy.

MIRIAM (riendo): ¿Mañana más?

YO: Mañana todo el que tú quieras.

Nos fuimos a la cama y cuando estábamos dentro para dormir.

MIRIAM: ¿Dónde has aprendido a pegar así?

YO: ¿Te ha gustado?, que soy de pueblo cariño, de pequeño si no volvías a casa con unas cuantas ostias encima o no las dabas tú no eras nadie.

Se puso a reír a carcajadas y nos quedamos dormidos. Dos putas semanas me duró el morado en la cara.

Pasó el tiempo y mi casa del pueblo estaba lista, nos fuimos con Miriam a pasar dos semanas de vacaciones, en la planta baja había un garaje para la barca, así no estaba todo el día a la intemperie dándole el sol y la lluvia, arriba la vivienda con una terraza con vistas al mar, y en la última planta una terraza grande donde tomar el sol discretamente. Paseamos con la barca por las calas más bonitas que conocía, follamos como locos esos días, una noche tomando algo después de cenar mirando al mar.

MIRIAM: ¿Te acuerdas de aquella tarde cuando fuimos a hacer las fotos en la nieve?

YO: Claro que me acuerdo.

MIRIAM: ¿Lo repetirías?

YO: ¿Tienes ganas de volver a hacer algo parecido?

MIRIAM: Me gustaría volver a estar con una chica.

YO: ¿No tienes suficiente conmigo?

MIRIAM: Es diferente, las relaciones entre chicas no son lo mismo, pero si a ti te molesta lo dejamos  correr.

YO: Pero esta vez me gustaría ver como os lo hacéis entre vosotras.

MIRIAM: Vale guarrillo, ¿quieres hacerte una paja mirando?

YO: Y otra cosa.

MIRIAM: ¿Qué?

YO: Otro día quiero hacer un trío con otro hombre, me gustaría verte follar con dos pollas.

MIRIAM: Ostia, eso no lo he hecho nunca.

YO: ¿No te gustaría jugar con dos pollas?

MIRIAM: Calla coño que me estás poniendo nerviosa cabroncete.

Cada día teníamos más trabajo, pasamos un mes seguido fuera de casa sin parar de hacer campañas, por Europa y EEUU, llegamos a casa hechos polvo, descansamos dos días para recuperarnos, una noche cenando con Julia.

JULIA: No os he querido decir nada pero pueden haber problemas en la agencia, algunos socios no están de acuerdo como se están llevando las cosas, y los que estamos de acuerdo somos minoría, en dos días habrá una reunión importante para decidir el futuro, espero que ha vosotros no os influya en nada.

MIRIAM: Mamá, ¿a ti en que puede influirte?

JULIA: Si tiene que rodar una cabeza, la primera será la mía como directora, y me temo que eso es lo que buscan.

Nos quedamos muy preocupados de las noticias, por desgracia se cumplieron las preocupaciones de Julia y en dos días dejaba su despacho, al día siguiente echaban a todo su equipo más cercano entre ellas a Miriam, yo llevaba un cabreo encima de puta madre, le dije a Miriam que no quería seguir en la agencia si no estaba ella.

MIRIAM: No puedes dejarla cariño, si la dejas te llevaran a juicio y te van a joder la carrera.

YO: ¿Y qué pasará a partir de ahora?

MIRIAM: Que cambiará la política de la agencia, te asignaran otra persona para que lleve tus cosas y nada más.

YO: Nada más, nada más, ya te lo diré, esto es una gran mierda.

A los pocos días me llamaron para una reunión, me presentaron a un chico que llevaría mis cosas a partir de aquel momento, lo poco que me explicaron no me gusto nada. En casa les expliqué a Julia y Miriam lo que me habían dicho y se pusieron las manos en la cabeza.

JULIA: Van a tirar el trabajo de tantos años a la mierda, y en cuatro días la agencia se va a ir detrás si no tienen cuidado, panda de gilipollas.

Miriam estaba muy preocupada por mí, por mí trabajo y como me iban a gestionar mis cosas.

MIRIAM: También estoy preocupada por tus viajes, no podré estar contigo y controlarte, solo por ahí con todas las modelos me está entrando un miedo terrible.

YO: Si sale algún viaje largo podrías venir conmigo como pareja, te alojas en el mismo hotel y estamos juntos.

MIRIAM: ¿No sé si te lo permitirán?

YO: En mi tiempo libre hago lo que me sale de los cojones, y si le tengo que partir la cara a alguien se la parto y me quedo tan ancho joder.

MIRIAM: Tranquilo que eres muy bruto amor, ya hablaremos.

El primer trabajo con los nuevos cambios fue un auténtico desastre, todo salió mal, a la marca no le gusto nada y se retiró, ¿a quién le pegaron la bronca y le echaron las culpas?, pues sí, a mí como no. El segundo más de lo mismo, un puto caos, los clientes de muchos años dejaban la agencia por el camino que estaba tomando, yo no estaba nada a gusto trabajando de aquella forma, puse de mi parte todo lo posible para que me enviaran a tomar por culo, y lo conseguí, me echaron y con Miriam como asesora los denunciamos y ganamos, me dieron un dinero por no cumplir el contrato que teníamos firmado y me liberé de aquella mierda.

En casa seguíamos siendo una piña y buscábamos soluciones de cara al futuro, Julia por el contrato que firmó para salir de la agencia cobrando mucho dinero no podía volver a abrir otra por su cuenta, estaba muy preocupada por el futuro, toda su vida la había dedicado a hacer crecer aquella empresa, que le acabó dando una patada en el culo por la puta envidia de algunos, nada nuevo, los inútiles siempre están por ahí revoloteando a ver de que se  pueden aprovechar del buen trabajo de los demás, otra cosa es cuando se quedan solos tomando decisiones, entonces se les ve el culo por todos lados.

Una noche cenando los tres juntos como casi cada día estábamos dándole vueltas al asunto, y se me ocurrió algo.

YO: ¿Por qué no abrimos Miriam y yo nuestra propia agencia, julia desde la sombra podría aconsejarnos?

MIRIAM: ¿Tú eres consciente los años que se necesitan para hacerla funcionar bien?

YO: De momento solo somos tres, no necesitamos ingresos muy elevados para ganar algo de dinero, y contamos con los contactos de Julia, también podemos hablar con las empresas que se van de la agencia.

Julia movía la cabeza pensando…

JULIA: Por intentarlo no perdemos nada, lo importante es que oficialmente solo salga vuestro nombre, yo os puedo decir a que puertas llamar para comenzar, con un poco de suerte les damos por culo a más de uno.

Brindamos y nos pusimos a trabajar, hicimos todo el papeleo oficial, buscamos una pequeña oficina para comenzar, invertimos entre Miriam y yo para dejarla con una imagen decente, y empezamos con las primeras llamadas, primero nos dieron bastantes largas, Miriam empezaba a perder la paciencia y yo la animaba para que siguiera, estaba seguro que en algún momento saldría una oportunidad, salieron un par, pero por imagen y más al principio preferimos no cogerlas, aunque no tuviéramos ningún ingreso en esos momentos, lo comentamos con Julia pero ella no podía ponerse al teléfono con nadie para hablarles de nosotros.

Hablé con el representante que tenía en la agencia, el que me presentó Julia en su momento, cuando me echaron me hicieron renunciar a él, por suerte era independiente a la agencia y no tuvo problemas en ayudarnos, gracias a él llegaron los primeros trabajos, tuvimos que empezar de nuevo desde abajo, pero el caso era comenzar, una vez dentro del mercado estábamos seguros que creceríamos.

Al poco tiempo nos salió otro y después otro, empezábamos a ser conocidos y una de las empresas que se fueron de la agencia llamó a Julia, ella le dijo que no tenía nada que ver con nosotros pero que trabajábamos bien, nos pasó el contacto y no disimulamos mucho llamándolo al momento, Miriam me comentó después que se le puso a reír dándole recuerdos para su madre, el caso es que nos salió un muy buen trabajo, si lo hacíamos bien la buena imagen que nos daría podría permitirnos volver a estar arriba, eran unas fotos en una playa y un video, querían grabar a una pareja paseando por la playa en dirección contraria, cuando se cruzaban se miraban a los ojos parándose a hablar, después hablaban estirados en la arena y volvían a caminar juntos cogidos de la mano, acabando el video besándose, el video era bonito y se iba a ver por todas partes. Por la noche en casa cenando con Julia.

MIRIAM: El trabajo es bueno, lo que me preocupa ahora es a qué modelo vamos a contratar para que lo haga contigo.

Julia y yo la miramos levantando la ceja.

MIRIAM: No me jodáis, no puedo hacerlo, como voy a grabar un video, lo que me cuesta hacer las fotos si no fuera por este que me hace reaccionar.

Los dos movíamos la cabeza de arriba abajo, ella nos miraba riendo.

MIRIAM: Estáis locos, ¿queréis arruinar la agencia antes de empezar?

YO: Cariño eres la mejor opción, en el video no se nos oye, es con música, yo te orientaré en todo momento, si es un video romántico que mejor que nosotros, y además así no tenemos que pagar a nadie.

MIRIAM: ¿Me ayudarás a practicar?

YO: Claro, esta misma noche.

Me levanté y la cogí de la mano.

YO: Julia, me llevo a tu hija para practicar un rato.

Julia se descojonaba de risa, Miriam se subía a mi espalda para que la llevara a caballito, llegamos a la habitación, la estiré en la cama, le metí las manos por debajo de la camiseta y le quité las bragas de un tirón, le besé las piernas y los muslos hasta besarle el chichi por encima suavemente, saqué la lengua y le di un par de lametazos que le hicieron dar un bote en la cama.

MIRIAM: Que bruto serás toda la vida…

No le dejé decir nada más pegándole un lametazo más, después le pasé la lengua poco a poco repasándole todos los rincones del coño escuchándola gemir, mientras se lo lamia y chupaba me fui bajando los pantalones, me levanté y me estiré en medio de sus piernas acercándole la polla al chichi rozándolo, ella me quitó la camiseta y yo le quité la suya, nos enganchamos en un húmedo y eterno beso mientras nos rozábamos y frotábamos uno contra el otro, bajó una mano cogiéndome la polla, comprobando que estaba los suficientemente dura y se la dirigió al agujerito de su chichi, con un pequeño movimiento de caderas le metí la punta mirándola a los ojos.

YO (Susurrando): ¿Quieres un poco más amor?

Ella subió y bajó la cabeza y se la metí hasta la mitad.

YO (Susurrando excitado): ¿Está bien así?

MIRIAM: La quiero toda tonto.

Levantó de golpe sus caderas metiéndosela hasta el fondo, dando los dos un fuerte gemido, la saqué lentamente y la volví a meter despacio, estuvimos un buen rato haciéndolo muy despacio sin parar de besarnos, ella empezó a mover las caderas más rápido y yo le seguí el ritmo con las mías, no tardamos mucho en corrernos gritando, quedamos uno junto al otro descansando, oímos a Julia pasando por el pasillo.

JULIA: Podéis seguir practicando que parece que os lo pasáis muy bien.

Miriam (gritando): ¡Mamá!

YO: Si tú madre dice que tenemos que practicar hay que hacerle caso.

MIRIAM (riendo): Tú te pasarías la noche follando sin parar.

YO: Y es lo que pienso hacer.

MIRIAM (a carcajadas): Y mañana, ¿quién va a la oficina?

YO: Que le den por culo a la oficina, para el trabajo que tenemos.

La volví a besar con pasión, subiéndose ella encima de mí, nos dormimos a las tantas. Al día siguiente en el desayuno bastante tarde, apareció Julia.

JULIA: ¿No pensáis ir a la oficina hoy?

YO: Para lo que tenemos que hacer allí podemos hacerlo aquí, hoy vamos a tomar el sol y follar sin parar.

MIRIAM: Por favor que animal eres, es verdad mamá, allí no hacemos nada, por un día no pasa nada.

JULIA: Pues nada tranquilos, pero me ha llamado un amigo que los del video están deseando hablar con vosotros para concretar la agenda, pero si preferís follar que trabajar no pasa nada.

Miriam perdió el culo para coger el teléfono y llamarlos, en dos semanas empezábamos a grabar y ahora si corría prisa que Miriam cogiera un mínimo de confianza, decidimos pasar unos día en mi casa del pueblo para ambientarnos, por las  mañanas nos vestíamos con prendas parecidas a las que llevaríamos, ella una camisa holgada y una falda larga ancha, yo unos pantalones arremangados por encima de los tobillos y una camisa ancha, los dos descalzos, salíamos a la playa y caminábamos uno hacía el otro, yo le decía, “Cuando camines hacía mí piensa en aquellos momentos que no estábamos juntos, en los que tú te morías de ganas de estar conmigo”, era una cara seria por no tener lo que quería, a la vez de esperanza sabiendo que yo caería en cualquier momento, a la cabrona le salía perfecto, nos colocábamos en la arena hablando de lado apoyados en los codos, le dije que lo importante no es lo que decimos porque no se grababa el sonido, yo le iría hablando de cosas serias y poco a poco le explicaría algo para que riera pero no demasiado, le salió de puta madre y por fin al caminar juntos cogidos de la mano solo teníamos que ser nosotros y besarnos, lo estuvimos haciendo cada día perfeccionándolo.

Un día fuimos a cenar al restaurante de un conocido, el que le vendía las langostas que pescaba, nos sentamos en una mesa, ella miraba hacía dentro y yo a la pared, estábamos cenando muy bien.

MIRIAM: Cuatro mesas más atrás hay un tío que parece extranjero que no para de mirarme las piernas, con la minifalda que llevo no me atrevo a moverme para que no me vea las bragas.

Disimulé levantándome para ir al baño, cuando volvía lo miré, me senté con ella.

YO: Del pueblo no es, hace pinta de “guiri”

MIRIAM: Ya, ¿pero qué hago?

YO: Abre las piernas y enséñaselas haber que hace.

MIRIAM: ¿Tú estás loco o que te pasa?

YO: ¿Quieres que nos libremos de él?

MIRIAM: Y para eso le tengo que enseñar las bragas joder.

YO: ¿Jugamos o no jugamos?

Se lo pensó metiéndose un poco de comida en la boca masticando, se la tragó, se limpió la boca con la servilleta y me miró los ojos.

MIRIAM: Vale, de acuerdo, jugamos.

Abrió las piernas y me miró.

MIRIAM: Ya está, las tengo abiertas.

YO: ¿Y qué cara hace él?

MIRIAM (riendo): Se está poniendo “morao” el hijo puta.

Miré por debajo del mantel levantándolo muy exageradamente, le vi las bragas a Miriam y me giré mirando al tío aquel con mala ostia, me levanté de golpe y caminé hacía él, el tío se levantó de un salto y salió corriendo del restaurante, volví sobre mis pasos y me senté.

YO: Ya está, problema solucionado, siéntate como te salga del coño cariño.

Miriam se moría de risa, cenamos y caminamos en una noche estrellada cogidos de la mano, entramos en la casa.

YO: Ahora quiero que te pongas como lo has hecho con el tipo del restaurante.

MIRIAM: ¿Qué?

YO: Que te sientes en la mesa, yo me sentaré en el sofá y me enseñas las bragas como has hecho con aquel tío.

No dijo nada y se sentó con las piernas cruzadas, me senté en el sofá, me miró sabiendo que me iba a poner como una moto, abrió las piernas lentamente hasta dejarlas muy abiertas, mucho más que antes, me dejó un plano de las bragas por debajo de la mini falda acojonante, me desabroché el pantalón, me bajé la cremallera, levanté el culo y me los bajé con los calzoncillos hasta los tobillos, me cogí la polla que la tenía morcillona y empecé una paja lentamente mirándole la entrepierna, ella se mordía los labios con la vista fija en mi paja, cuando no pudo más se metió la mano dentro de las bragas y también empezó a masturbarse, al cabo de un ratito que ella tenía una cara de excitada tremenda y yo una polla a punto de reventar, se levantó y vino hacía mi quitándose las bragas, me las puso en la nariz para que las oliera, mi polla se tensó todavía más.

MIRIAM: Toma, huele pedazo de guarro que se que te gusta.

Seguía tocándose el chichi sonando algún ruidito que hacían sus dedos con la humedad que me ponían a mil.

MIRIAM: Ya está bien de pajas.

Se sentó encima de mí y me cogió ella la polla para metérsela, llegando hasta el fondo dejando ir un gemido tremendo, subió y bajó el culo unas cuantas veces despacio, de golpe inició un ritmo golpeando con su culo con fuerza en cada bajada, cambiándonos la cara corriéndonos como locos gritando, me besó con dulzura.

MIRIAM: ¿Tomamos una copa y nos vamos a la cama a seguir con esto?

Tomamos algo mirando la luna reflejada en el mar y nos fuimos a la cama para tener otra noche loca.

Hicimos el anuncio en una conocida playa, en varias tomas y nos salió bordado, poco tiempo después teníamos bastante trabajo, la agencia que nos despidió cada día tenía más problemas y acabó cerrando, Julia se pudo librar de su contrato que la ataba y la nombramos directora de la nuestra, así Miriam y yo podíamos volver hacer la vida que nos gustaba, Julia fichó a personas de confianza y todo parecía volver a su lugar.