El pescador de sueños (15)
Pasaron los días acercándonos a la fecha que nos íbamos a separar un mes...
Pasaron los días acercándonos a la fecha que nos íbamos a separar un mes, ella estaba fantástica, alegre, siempre simpática y cariñosa, trabajó muy duro con el chaval que me iba a acompañar al viaje, repitiéndole mil veces sus funciones, como me gustaba a mí hacer las cosas y cuando, quería que notara su ausencia lo mínimo posible, todo era profesionalidad y nada de celos, hasta su madre estaba alucinada del cambio de Miriam. Solo el día de la despedida en el aeropuerto lloró un poco, a partir de aquel momento, Jaime, que es como se llamaba el chico se hizo cargo de todo, lo que no sabíamos del muchacho es que era un picha brava de mucho cuidado, en el avión estuvo hablando con una azafata muy guapa hasta desaparecer durante bastante tiempo, cuando volvió.
YO: ¿Te lo has pasado bien chaval?
JAIME: ¿Qué quieres decir?, yo no he hecho nada.
YO: Pues pídete un whisky doble que la boca te canta a coño.
Bajó la cabeza avergonzado y pidió uno tapándose la boca, se disculpó unas cuantas veces y seguimos el viaje, al llegar el tío fue muy profesional siguiendo todos los pasos que Miriam le había inculcado, yo le controlaba las cosas que hacía, pero no tenía nada que decir, se salía perfectamente con algún contratiempo que tuvo y todo fue como la seda, con Miriam hablábamos cada noche, se le notaba muy tranquila y equilibrada con ganas de verme como es lógico, quedaban pocos días para volver y el chaval se había tirado todo lo que se le puso por delante, estábamos cenando en el hotel.
JAIME: Ahora que ya hemos acabado el trabajo del día, ¿te puedo pedir algo?
YO: Dime Jaime.
JAIME: He conocido una modelo guapísima pero no quiere salir conmigo si antes no te conoce a ti.
YO: Estarás conmigo que esto no es muy profesional por tu parte.
JAIME: Ya lo sé Yul, pero nos quedan pocos días para estar aquí y quería darme un buen homenaje antes de volver, contigo he sido profesional, ¿no?, he solucionado todos los problemas rápido, si me dices que no, no pasa nada, pero te lo pido como favor, ¿podrías venir después conmigo a la discoteca del hotel?, estás con nosotros un rato, hablas con ella y desapareces dejándome el camino allanado, te lo agradeceré siempre.
Al chaval se le veía tan ilusionado, pensé que por los días que quedaban le hacía el favor y me iba a dormir.
Bajamos y me presentó a la chica, monísima por cierto, pero la chica no estaba sola, nos llevó con un grupo de cinco o seis que estaban todas de muerte, a Jaime se le salían los ojos de las cuencas, le presentó a una de sus amigas a Jaime y se pusieron a hablar en uno de los extremos del grupo, a mí me cogió de la mano y me puso en medio de todas, llamaron al camarero para pedir unas copas, al principio conversábamos del mundo de las modelos, todas eran jóvenes con poca experiencia y querían que les explicara detalles y anécdotas del mundillo.
Cayeron unas copas más hablando animadamente pero el alcohol empezaba a hacer su efecto, cuando me di cuenta una de las chicas tenía su brazo pasado por mis hombros, otra me acariciaba una rodilla y la supuesta amiga de Jaime la tenía delante sentada en la mesa enseñándome las bragas, alguna dijo, “A ver como besas”, enganchó sus morros a los míos sacando la lengua, después otra y al final la tercera, me morreaba con las tres teniéndolas cada vez más encima, el alcohol me subía a la cabeza y yo no pensaba en nada en aquel momento, no me di cuenta y estábamos los cuatro en la habitación desnudándonos, nos metimos en la cama, yo solo sentía como una nube en la cabeza que no me dejaba pensar, una que me cogía la polla y se la metía en la boca, otra que me metía la lengua hasta la garganta, noté un chichi en mi boca lamiéndolo, solo oía jadeos y gemidos por todas partes, como en estéreo, se subía una encima y me follaba, notaba chichis en mi mano, en mi boca y en mi polla, al final seguía estirado boca arriba y vi unos chorros de semen que salían volando, me quedé dormido, abrí un ojo un poco más tarde y vi la cama llena de tías en pelotas, me acomodé y me volví a dormir.
Por la mañana temprano me despertaron las chicas, ya vestidas, dándome un beso en los labios las tres y despidiéndose con un, “Estuviste fantástico, gracias por todo”, y un ruido tremendo que resonó en mi cabeza al cerrar la puerta, me volví a dormir con una resaca acojonante, al poco rato o eso me pareció a mí, entro en la habitación Jaime alarmado.
JAIME (gritando): Yul que es tardísimo, joder que cagada, es culpa mía, todo culpa mía.
Me retumbaba la cabeza de mala manera.
YO: Cállate coño, y deja de gritar que tengo la cabeza como un bombo joder, escucha, llama a James y dile que la sesión conmigo la haremos por la tarde, a última hora, que cambié la agenda, y no me toques los cojones hasta dentro de cuatro horas por lo menos.
El afirmaba con la cabeza asustado perdido, salió de la habitación corriendo, dando otro portazo.
JAIME (voz en el pasillo): Perdón, lo siento.
Me cagué en él, en todas sus muelas y me dormí de nuevo, por suerte tuve tiempo de recuperarme y con un poco de maquillaje pudieron disimularme las putas ojeras. Cuando volvíamos en el coche al hotel.
YO: Pasa la incidencia de hoy diciendo que fue culpa mía, que yo te dije de tomar unas copas después de cenar y se nos fue de las manos, cogiendo una borrachera tremenda, punto.
JAIME: Pero eso no es verdad, fue culpa mía, ya lo sabes, no me importa pagar las consecuencias.
YO: Eso dice mucho de ti Jaime, pero hazme caso, será lo mejor para todos, tú sigue así que eres muy bueno en tú trabajo y no quiero perderte en la agencia, pero guárdate la polla un poco vale.
Le di un golpecito en la espalda y él sonrió tímidamente.
Cuando llegamos al aeropuerto de vuelta nos estaban esperando Julia y Miriam, Miriam se me tiró al cuello besándome toda la cara, me despedí de Jaime con un abrazo agradeciéndole su trabajo, se fue con Julia para la agencia, tenían que cerrar todo el tema administrativo del viaje, yo subí al coche con Miriam dándonos un beso eterno antes de arrancar, por el camino.
MIRIAM: ¿Has ligado mucho?
YO: Sí, he ligado con mi mano derecha.
La levanté enseñándosela, haciéndole el movimiento de la paja.
MIRIAM: Cariño, la próxima te la voy a hacer yo con mi manita.
Levantó la suya para enseñármela, le di un beso en la cara mientras conducía, me bajé la cremallera de la bragueta y me saqué la polla, ella me miraba riendo, acercó su mano y me la cogió empezando una paja lenta apretándomela, me la puso tiesa en un momento, me estaba acelerando como una moto cuando ya estábamos a punto de llegar a casa, me la soltó para poder circular por las últimas calles y llegar a la entrada.
MIRIAM: Lo siento cariño te he cortado el rollo, ¿Qué te apetece hacer?
Me quité el cinturón y me tiré encima de ella, besándola, metiéndole mano en el chocho con ganas, ella gimió y me apartó un poco.
MIRIAM: Tienes tiempo de llegar a la cama o quieres hacerlo aquí mismo.
Me miraba intensamente a los ojos esperando una respuesta, abrí la puerta dejándola abierta di la vuelta al coche abriendo la suya sacándola de un tirón, ella reía sin parar hasta llegar a la habitación, me iba desnudando por el camino dejando un rastro, entramos que ya estaba completamente en pelotas, nos besamos como locos, la desnudé a tirones sin acertar ni ha desabrocharle un puto botón de lo caliente que estaba y las ganas de volver a estar con ella, le arranqué las bragas de un último tirón tirándonos los dos en la cama, me metí en medio de sus piernas y puse la polla en la entrada de su vagina sin molestarme en comprobar si estaba mojada o no.
MIRIAM: Métemela cariño, métemela mi amor.
Di un golpe de caderas con toda la fuerza que pude, se la metí hasta el fondo gritando los dos a la vez, me cogió la cabeza dejándola delante de la suya.
MIRIAM: Fóllame mi amor, fóllame con fuerza, quiero sentirte dentro de mí.
Si ya estaba loco por follármela, aquellas palabras me acabaron de rematar, metiéndosela y sacándosela como un animal hasta corrernos gritando todo lo que podíamos, nos quedamos relajados uno encima del otro.
YO: Vamos al jacuzzi, que quiero seguir follando contigo cariño.
MIRIAM: Ostia, a ver si tendremos que estar separados de vez en cuando para poder verte de esta manera.
Me levanté de la cama cogiéndola de la mano, llevándola desnudos hasta el gimnasio en busca del jacuzzi, por el camino le fue cayendo el semen por las piernas que salía de su coño, llegamos a la bañera, la puse en marcha sentándola a ella fuera, me metí dentro y me arrodillé metiéndole la lengua en el chocho lamiéndoselo, tragándome mi propio semen, ella volvía a gritar cogiéndome por la cabeza, me senté agarrándola de la mano, para que se subiera encima de mí, me cogió la polla que ya la tenía otra vez tiesa y se la metió cabalgándome despacio, tranquilizándome un poco, recobrando mi cabeza, nos besábamos mientras le acariciaba las tetas dejándole los pezones duros, fue aumentando el ritmo y nos corrimos una segunda vez más civilizadamente, si se puede decir así, la abrazaba sintiendo su cuerpo, sus labios, le pasaba las manos por todos lados recordando como era su cuerpo, la suavidad de su piel, ella me miraba extrañada de mi reacción, reía y me besaba sin parar.
MIRIAM: Yo pensaba que te había echado de menos, pero creo que tú me ganas.
YO: Te necesito a mi lado.
MIRIAM: Es lo más bonito que me has dicho desde que volvimos, te voy a hacer un masaje que te voy a dejar nuevo campeón.
Me acuerdo de estirarme y sentir sus manos en mis pies, después me quedé dormido, me desperté al cabo de un rato con Miriam a mi lado mirándome.
YO: ¿Te has quedado ahí sin moverte?
MIRIAM: Llevo un mes sin verte, te he repasado de arriba abajo y no te falta nada.
YO: Que graciosa estás cariño.
MIRIAM: ¿Quieres qué siga con el masaje?
YO: Sí por favor, quiero sentir el contacto de tus manos.
MIRIAM: Tú has vuelto muy dócil, ¿no te habrás portado mal cariño?
Que cabrona, no llevaba más que unas horas con ella y ya me había pillado, le quería contestar una mentirijilla pero no me dejó empezar a hablar.
MIRIAM: No, no me respondas, no quiero saber nada, ni que me mientas, estoy encantada que hayas vuelto así.
No estaba seguro de si aquello cambiaba mi posición con ella o no, tendría que esperar a ver cómo reaccionaba en los próximos días, de momento me gustaba como estaba.
A las dos semanas tenía que volver a viajar unos tres días a un país cercano, la semana anterior hablábamos con Miriam de trabajo y saqué el tema del viaje.
MIRIAM: Te va a acompañar Jaime, la última vez lo hizo bien, ¿no te importa verdad?
YO: ¿Me estás castigando por algo Miriam?, yo quiero que vengas tú conmigo, como hemos hecho siempre.
MIRIAM: Y yo quiero un Ferrari chaval y me aguanto, no te castigo por nada, es trabajo y punto.
YO: Creo que me equivoqué diciéndote que necesitaba estar a tú lado, si no vienes tú yo no voy.
Puso una cara de mala leche que ya tenía olvidada y se marchó sin decirme nada, me fui a casa y esperé que llegara, la cabrona se presentó junto con su madre a la hora de cenar para no hablar conmigo.
MIRIAM: Cenar vosotros, yo me voy a dormir.
JULIA: Y una mierda, cenas con nosotros y me contáis qué coño os pasa.
Miriam se acercó con pocas ganas y se sentó en la mesa.
YO: Que si no viene conmigo al viaje de la semana que viene yo no voy.
JULIA: ¿Y qué problema hay?
MIRIAM: Qué yo no quiero ir.
JULIA: Ya empiezas otra vez con tus gilipolleces nena.
YO: Cada vez que piensa que me tiene seguro se vuelve loca y desvaría.
MIRIAM: ¿Desvarío?, te puedes ir a la mierda un rato.
JULIA: Esta bien, mañana desayunando nos reunimos y solucionamos esto, vosotros hablarlo en la cama que es donde se llegan a los mejores acuerdos.
Acabamos de cenar y nos sentamos a hablar con Miriam.
MIRIAM: Si piensas que voy a dormir contigo vas apañado.
YO: ¿Me quieres decir por favor que te pasa?, ¿no entiendo nada?
MIRIAM: Que no quiero ir contigo y ya está.
YO: ¿Quieres que me vaya de esta casa?
MIRIAM: Haz lo que quieras.
YO: Dile a tú madre mañana que iré con quien sea, ahora me voy a mi casa, no tiene sentido quedarme aquí.
Me levanté enfadado y me fui a mi habitación, cogí mi bolsa grande y empecé a meter ropa dentro, apareció Miriam apoyando el hombro en la puerta.
MIRIAM: ¿De verdad te vas a ir?
YO: ¿A ti que te parece, qué estoy metiendo la ropa dentro para llevarla a la lavandería?
MIRIAM: ¿Si duermo contigo te quedarás?
Le miré a la cara alucinado.
YO: ¿Estás negociando conmigo?
MIRIAM: ¿Y si también viajo contigo cariño?
YO: Tú estás muy mal nena, pero si eso es lo que te pedía desde el principio, a que viene ahora el cambio.
MIRIAM: Ya te he puesto a prueba, pero veo que como siga te vas a ir, y eso no lo quiero.
YO: ¿A prueba?, que coño es esta prueba.
Se acercó a mí, me pasó un brazo por el cuello y me miró fijamente.
MIRIAM: Que no necesitas tanto estar a mi lado, a la mínima te largas y que me den por culo.
La cogí por la cintura levantándola, la tiré encima de la cama boca abajo, me puse encima y le bajé de golpe el pantalón y las bragas, metiéndole la lengua en el ojete, lamiéndolo para dejarlo bien mojado, bajé mis pantalones y ropa interior de otro tirón, me pajeé un poco para dejar la polla dura y se la apoyé en el agujero apretando un poco.
YO: Te vas a enterar quien te da por culo aquí.
Me miraba girando los ojos con una sonrisa de excitación.
Le metí el glande dentro, gritó abriendo los ojos.
MIRIAM: ¿Solo puedes hacer eso cobarde?
Dejé caer mi cuerpo sobre su espalda metiéndosela hasta el fondo, acerqué la boca a su oreja.
YO: ¿Te gusta así cabrona?
MIRIAM (desafiándome): ¿Me estás haciendo algo, no noto nada?
Le empecé a follar el culo dando unos golpes de caderas lo más fuerte que pude, abrió mucho los ojos intentando ahogar los gritos, yo cada vez le apretaba más, pasó una mano por debajo de su cuerpo y me tocó la polla con dos dedos, al notarlo me tranquilicé un poco, bajando el ritmo más lento empezando a disfrutar, gemí varias veces al metérsela, sonrió y bajó un poco la mano haciéndose una paja, su cara cambiaba por momentos, cada vez más excitada, gritando mientras yo no paraba de meterla y sacarla, sintiendo por todo mi cuerpo el placer que me estaba subiendo, como me excitaba follarle el culo, empezó a gritar muy seguido moviendo el cuerpo del orgasmo que le había llegado, aguanté unas cuantas embestidas más para esperar que ella acabara, me acerqué de nuevo a la oreja.
YO: ¿Quieres que me corra, pídemelo?
Me miró a los ojos.
YO: Que me lo pidas coño.
Se llevó las dos manos a los cachetes abriéndoselos para que pudiera penetrar más profundamente.
MIRIAM: Córrete cariño, córrete dentro de mí, por favor córrete mi niño.
Consiguió que me diera un golpe de gusto tremendo, le solté todo el semen en el culo sin parar de gritar, me estiré a su lado mirándola, ella me acarició la cara y el pelo.
MIRIAM: Como voy a dejar que mi niño guapo se vaya, ya sabes que te quiero con locura.
YO: Cariño, quien te entienda que te compre, que rara eres nena.
Sonrió y me abrazó.
MIRIAM: Vete a duchar y lávate bien mi niño.
Ahora me trataba como a un crio, esta chica estaba fatal de la cabeza o maquinaba algo, siempre me tenía dudando de ella coño, cuando volví estaba metida en la cama desnuda, abrió la ropa para que yo me metiera y me tapó, me abrazó y puso su cabeza en mi pecho.
YO: ¿Por qué haces esto cielo?
MIRIAM: No lo sé, es como si quisiera tenerte siempre en vilo, cuando veo que me he pasado pierdo el culo por estar bien contigo, perdóname por favor, y ten un poco de paciencia conmigo.
YO: Hay que joderse, que cruz me ha caído contigo.
MIRIAM: Siempre serás mi niño guapo mi amor.
Nos quedamos dormidos y nos despertamos en la misma posición, en el desayuno tranquilizamos a Julia, diciéndole que ya estaba todo arreglado y que viajaríamos juntos sin problemas.