El perro negro
Encerrada en una habitación durante dos días, viendo como las compañeras se van a otra sin saber lo que me espera ya que yo seré la próxima.
Después de varias horas de estar inconsciente al fin desperté, estaba amarrada de los brazos, colgando de un techo bastante alto, mis piernas también estaban atadas, pero hacia abajo, la circulación se me cortaba, estaba totalmente desnuda, junto a mí había un par de chicas más… una de cada lado, poco después de despertar y mirar mi entorno un hombre se acercó, nos miró, toco nuestros pechos y nos observó un momento… no podíamos apartarnos o balancearnos, cuando intente gritar… nada… no sé qué me habían hecho, pero no podía gritar… solo me quede ahí… viendo con horror… “Creo que te llevaré a ti hoy” dijo el hombre mirando a la chica de mi derecha, después apretó sus pechos con las dos manos “serás una buena ofrenda” observe como caían lágrimas de la cara de la chica, no podía hacer nada, el hombre activo un mecanismo que soltó los brazos y piernas de la chica, ella calló al suelo, sus muñecas y tobillos estaban enrojecidos, ella aun no podía incorporarse cuando el hombre le puso un collar “camina perra” dijo dando un tirón a la correa que estaba conectada al collar, ella intento pararse antes de empezar a caminar, pero él la pateo “En cuatro, perra” ella seguía llorando, el miedo me invadía, ella gateo saliendo de la habitación tras de él.
Paso un tiempo y empecé a escuchar gritos, gemidos y golpes, la chica de a lado empezó a llorar, escuche sus quejidos, entonces pude hablar, “¿Q… que está pasando?” Dije apenas pudiendo articular palabras, ella no hablo, solo siguió sollozando, un fuerte rugido sonó a lo lejos, supuse que no debía hablar, los golpes, los gritos y gemidos se detuvieron, pasaron largos minutos cuando entro aquel hombre a la habitación, la chica ya no lloraba, él nos puso una manzana a cada una en la boca, pero la chica empezó a sollozar y la soltó, “Que lastima, parece que no comerás hoy” dijo el hombre antes de salir. Una manzana parecía muy poco, pero siendo que estaba cautiva pensé que podía ser algo peor, comí lo más que pude y cómo pude, después de comer trate de dormir, pero parecía que no podía conciliar el sueño hasta que sentí que las cadenas se aflojaron y me dejaron tendida en el suelo, seguía amarrada, pero podía moverme un poco, así dormí.
Desperté con la luz del sol entrando por la ventana, la cual fue bloqueada poco después, sentí como las cadenas me jalaban, otra vez estaba colgada del techo y había una nueva chica, trate de hablar, pero otra vez no podía, la nueva chica aun no despertaba, ella tomaba el lugar a mi derecha… el lugar que tenía la otra chica, el hombre estaba en la habitación, se acercó a la chica de mi izquierda, la olfateo, ella estaba notablemente asqueada, entonces él uso un objeto para estar más en alto y masajeo sus pechos, ella trato de apartarse, “Si, tú serás la siguiente para mi amo” dijo antes de empezar a besar sus pechos “pero no significa que no pueda divertirme un poco contigo” dijo antes de empezar a morder sus pezones, la chica se retorcía, pero no lograba alejarse de él, ninguna de nosotras hubiese podido hacerlo, pronto noté como metía una de sus manos entre sus piernas, masajeaba y no logre notar si introdujo sus dedos, quito la mano de ahí y metió los dedos a la boca de la chica, no sin antes decir “prueba, es el mejor sabor que jamás probaras” pero entonces ella lo mordió “¡maldita!” grito quitando la mano, estuvo a punto de darle una bofetada, “no, no te pegaré, te espera algo mejor” dijo bajando del objeto, después salió de la habitación y la chica empezó a llorar, yo estaba atónita, su llanto no paro por algunos minutos hasta que sentí que se había calmado y probablemente se había dormido, tenía mucha hambre, después de todo solo había comido una manzana desde el día anterior, la chica de mi derecha seguía inconsciente, yo solo podía pensar en lo aterrador que era estar ahí.
Paso un tiempo, no tengo ni idea de cuánto, la chica de mi derecha despertó y poco tiempo después el hombre llego, “solo un poco más” dijo el hombre antes de empezar a tocar nuestros pechos, “son tan suaves” dijo tranquilamente antes de soltar a la chica de mi izquierda, le puso el collar, “Camina, perra” dijo el hombre tirando de la correa, la chica se opuso, trato de levantarse y él presiono un botón, “Ya me tienes harto” dijo antes de que la chica empezará a retorcerse, el collar era de descargas eléctricas, el hombre empezó a reír, después soltó el botón, “¡Camina!” grito y la chica como pudo empezó a arrastrarse pasando por la puerta, la chica de mi lado derecho estaba notablemente asustada, empezó a sollozar, paso un tiempo cuando los gritos, gemidos y golpes volvieron, entonces supe que podía hablar, pero… ¿Qué decía? ¿Tranquila? Ni yo sabía lo que realmente nos esperaba, la muerte… algo muy probable, pero… al parecer lo peor sería el proceso, no cruzamos palabras, ni miradas, supongo que… yo sería la siguiente… ¿Cómo llegue hasta aquí? Yo solo paseaba por el parque, la noche estaba tan tranquila, es decir… era parte de mi rutina de ejercicio, no era nada fuera de lo común, probablemente ese había sido el problema, seguir una rutina, dejar que me siguieran, hacerlo en la noche, pero… el problema no era mío, era de la gente mala que ahora me hacía esto, en algún punto de la noche me choque con un hombre y poco después caí desmayada, solo para despertar en este lugar, supongo que en el momento en que me choque me inyectaron algo… y solo lo supongo, porque es seguro que nunca lo sabré, el ruido se detuvo y poco después entro aquel hombre de nuevo a la habitación “me gustaba esa chica, pero era demasiado rebelde” dijo para sí mismo, “bien, es hora de comer y hoy hay carne” dijo con un plato de algún tipo de revoltijo entre las manos, se veía asqueroso, pero tenía hambre, él acercaba la comida y nosotras tomábamos lo que podíamos, sabía asqueroso, pero no podía vomitar… probablemente sería mi última comida, terminamos y él se retiró, solo quería volver a casa, o morir ahí mismo, la orina bajaba por mis piernas, aun así el lugar no olía mal, supongo que el hombre lo limpiaba mientras dormíamos, el tiempo parecía una eternidad y yo solo quería dormir, cerré los ojos, pero otra vez no pude dormir hasta que sentí como mi cuerpo descansaba sobre el piso.
La rutina era la misma , desperté y una nueva chica estaba a mi izquierda, la ansiedad me carcomía, sabía que era la siguiente, las dos chicas que estaban a mi alrededor eran más lindas que yo, incluso las dos antes que yo… ¿Por qué me eligieron a mi entonces? El hombre estaba ahí, “no te preocupes, probablemente tu sufrimiento será corto” dijo con una risa burlona “lástima que estas en medio, sino les daría un premio a ellas dos por besarse” dijo antes de cerrar la puerta tras de sí, supongo que nunca seré la más linda, pero… ¿Era necesario? Se notaba que ese hombre siempre sería cruel.
Horas pasaron hasta que él regreso, me soltó y me encadeno, me puse en cuatro y empecé a avanzar tras de él “Esta perra sí que está educada” dijo ya que no tuvo que jalar de mi para que avanzara, me llevo hasta un cuarto de baño, ahí dos chicas apenas vestidas me ayudaron a bañarme, eran bastante lindas, pero tenían cicatrices por todo el cuerpo, después me llevaron a un comedor lleno de fruta, “elije lo que quieras” entonces estando un poco asqueada tome unas uvas y las comí, “¿eso será todo?” Preguntó el hombre, entonces dije que si con la cabeza, me llevaron a una nueva habitación, “prepárala” dijo el hombre a una chica con unas vendas en el vientre, era la primera chica que vi irse con el hombre, ella solo asintió con la cabeza, entonces me acostó en la cama boca arriba, ella se acostó sobre mí y empezó a besarme, sus pechos frotaban con los míos, pronto mis pezones estaban erectos, nuestras lenguas se cruzaban, se rosaban y jugueteaban, pronto dejo de besarme para bajar a mis pechos, los jugueteo con las manos y mordió mis pezones, sentía como empezaba a mojarme a pesar del miedo que recorría mi cuerpo, incluso… se sentía mejor toda esa adrenalina, ella bajaba por mi vientre y mis manos jugueteaban con su cabello hasta que escuche “¡Alto!” el hombre había gritado “Sabes que esa parte no la puedes tocar” entonces ella me puso boca abajo, entonces flexiono mis piernas, levanto mi cadera, todo para que yo quedara en 4, empezó a darme un beso negro como jamás lo había sentido, mientras el hombre amarraba mis piernas, mis brazos y mis caderas, “suficiente” dijo el hombre, la chica se apartó y el hombre paso su dedo por encima de mi vagina, sin introducirlo ni nada, entonces observo su dedo y dijo “esta lista” metió su dedo en mi boca, estaba empapado, era mi sabor, era tan bueno, no sabía que vendría, pero ya lo quería.
Escuche unas patas, era un perro, un perro bastante grande, el hombre dijo entonces “Espero que le guste… amo” después lo escuche salir y cerrar la puerta tras de sí, vi al perro pasar frente a mí, era grande y negro, me dio un par de vueltas, yo estaba nerviosa, entonces paro tras de mí, subió las patas en la cama y empezó a lamer por fuera de mi vagina, yo no podía contenerme, se sentía tan bien, poco a poco empezó a introducir su larga lengua por ella y yo quería más y más, no, no era mi primera experiencia, pero no era algo que dijera a los 4 vientos, simplemente había hecho que me lamiera, pero mi objetivo era que me penetrara, nunca lo logre, pero tal vez en este lugar… si lo haría. Él siguió lamiendo, con eso yo sentía que ya no podía más, se subió a la cama y puso su miembro que empezaba a notarse frente a mi “¿Quieres que lo lama?” apenas pude articular… estaba muy caliente así que solo empecé a chuparlo, realmente no esperaba que me contestara, era bastante obvio, sin embargo él no se movió, no actuaba como un perro normal, después de un tiempo estando chupándolo él se movió y fue a mi parte trasera, se agarró con las patas y entonces sentí como empezó a penetrarme, no pude evitar gritar, cada vez se hacía más y más grande dentro de mí, yo gemía y gemía, cada vez más fuerte, mis tetas rebotaban a ritmo, me sentía en el paraíso, después de tanto espanto, estar con un ángel como esté… si parecía un demonio si lo veías de la nada, pero era todo un ángel por complacerme tan bien, pronto sentí como empezó a crecer su base, su semen seguía saliendo, empezó a doler, nunca había sentido algo así en mí, estaba pegada con tan tierno animal, era una con él, no quería que acabara nunca, entonces nos quedamos quietos, se quedó ahí y yo trate de apretar mi vagina, no sabía si él sentía algo de eso, pero me encantaba como yo me sentía, apretaba y soltaba, mi panza estaba rasguñada, mi vagina estaba llena de semen y probablemente sangre por la expansión, pero era de las mejores cosas de mi vida, paso un tiempo y él se deshincho, bajo de la mesa y se dirigió a la puerta, supongo iba a avisar, temiendo que no me entendiera dije “Espera… fue de las mejores cosas de mi vida, ¿quieres jugar con mi lengua? ¿Quieres volver a hacerlo? ¿Quieres que vuelva a chuparte? Por favor, no dejes que esta sea mi última vez contigo” el perro acerco su hocico a mi boca, me lamio y fue a la puerta, pronto sus pisadas eran solo dos en vez de cuatro, “desamárrala” dijo una voz desconocida después de abrir la puerta, “solo deja el collar” continuo y después escuche al hombre entrar, desato mis cadenas y escuche como caían dos patitas al suelo, “¿Está seguro señor?” dijo el hombre antes de terminar, no se escuchó respuesta, el perro se acercó a donde estaba y tomo la correa con su hocico, lo seguí esperando más.