El Perro de mi Patrón

Tuve relaciones con un semental del criadero del hijo de mi patrón

El perro de mi patron:

Por unos meses trabaje como empleada de limpieza y ventas en un almacén de barrio.

Era un ingenioso proyecto familiar muy bien llevado.

Un grupo de parientes habían construido, frente a la casa principal, un tinglado de chapa y ladrillo hueco ; lo suficientemente grande como para instalar una carnicería, verduleria y, hasta , góndolas con productos varios.

Fui contratada para realizar tareas varias: baldear los pasillos, reponer mercadería de los estantes, limpiar los vidrios e inclusive vender tras el mostrador.

Mi hermana Lorena y mi hija Anita estaban felices por mi nuevo trabajo.

No pagaban muy bien, pero me alcanzaba para el alquiler y para facilitarle los estudios a la Lore.

La clientela era muy amable y cariñosa . Mas de una vieja vecina me ofreció vivienda para que no viajara mucho.

Los galanes no faltaron, me esperaban a la salida del negocio y me escoltaban hasta la parada del colectivo. Pero , el cliente que más amaba era al viejo Raul, me regalaba flores y todos los días se ponía a dibujar mi rostro.

Nunca falte , ni llegue tarde, a pesar de los paros y las huelgas de mi querido país . Trate de ser eficiente en mis tareas , pero de nada sirvió. A la mujer del dueño le molestaba mi presencia. Cuestión de piel, supongo.

Por todo me retaba y nada de lo que hacia le gustaba. Siempre con cara de odiosa y de malos modos.

En definitiva, termine renunciando por los malos tratos que recibí por parte de ella y por la indiferencia del dueño al no defenderme de tanta injusticia....

...Por lo contrario , su hijo Damian , un muchacho de treinta y tantos. Era muy amable conmigo.

Robusto , bueno y simpático como su corazón.

Me daba de comer a escondidas de sus padres y me llevaba al fondo de la vivienda para mostrarme su proyecto de Criador de Perros de Guardia.

Había comprado un semental, cruza de pastor con lobo. Nunca antes visto: Era muy alto , de color gris y de huevos muy grandes.

Damian , no era un hombre sexual, más bien parecía un niño grande y juguetón. Nos llevábamos muy bien .

Por voluntad propia lo ayudaba a limpiar los caniles, alimentaba los perros y a la tardecita me ponía a cepillar_los.

En cada cepillado que le brindaba al semental me provocaba cosquillas en la entrepierna. ...trataba de contenerme , pero el vicio me ganaba. A espaldas del muchacho, acariciaba sus testículos y le sacaba la punta del miembro tirando el prepucio para atrás con mis dedos. Me gustaba sentir su humedad carnosa. A veces me lo metí en la boca , pero nunca me dio tiempo para hacerlo eyacular.

Cuando iba con falda , escondía en mi mano un poco de mayonesa y me la frotaba por mi "chocho". El perro al sentir el olor , clavaba su trompa en mi sexo y me la limpiaba totalmente. Muchas veces, de rodilla en el cemento , tuve los más hermosos órgasmos que podría tener una mujer soltera , como Yo.

Damian no se daba cuenta de mis travesuras , porque era muy ingenuo, y hubiese seguido haciéndolo hasta la eternidad si no fuera que tuve que renunciar por las faltas de respeto de su madre.

Un día, le habían traído una perrita, ovejera, para cruzar las razas . Le pagaron, a Damian, una buena suma de dinero por el servicio .

Pero, el semental no reaccionaba frente a la perra . Al contrario, la quería agredir , y nos dio miedo que la lastimara.

Mientras el muchacho lo sostenía por el collar , le puse un bozal y frote sus testículos para calmarlo. Le había enseñado a aceptar mi mano como medio de placer.

Damian me miraba sorprendido, casi horrorizado por mis practicas . Yo seguí con mi labor , hasta llegue a masturbar_lo por el prepucio, ni muy fuerte, ni muy suave. Lo suficiente como para exitarlo.

La perrita estaba dispuesta y esperando . Con tan solo acomodar el miembro , el perro empujó y la enterró por completo.

Damian y Yo , nos alejamos unos pasos para ver como la fecundaba.

Miraba como el pene entraba y salia tirando semen a baldes. Sentí ganas de orinar me encima por las cosquillas que me hacían sentir en el bajo vientre.

Quedaron enganchados por mas de veinte minutos, y con las lenguas por el suelo.

Luego del acto , les pusimos agua y los guardamos, por separado, en los caniles.

Ese día regrese a mi casa con una idea fija, volvería y tendría relaciones con el semental. Aunque Damian tenga que verme haciéndolo .

No me importaba perder mi empleo , ni el que diría.

Habia juntado tanto calor , que esa misma noche me masturbe con la tapa de un desodorante.

Al día siguiente me presente en el trabajo vestida con ropa gastada y vieja. Sabia que iba a rodar por los pisos y no quería arruinar el poco vestuario que me quedaba.

Fue motivo suficiente para que la señora me volviera a retar por mi aspecto de "ciruja" y pordiosero.

Cumplí con mis labores a regañadientes y , casi, al final del día me fui a los caniles, donde se encontraba Damian limpiando las paredes para evitar las epidemias de garrapatas.

El dormis del perro olía a desinfectante y a limpio.

Por suerte Damian había bañado al semental, y Su pelaje brillaba bajo la luz de la única lámpara que colgaba del techo de chapa.

Sin vergüenza, quizás por lo exitada que me encontraba , le pedí al muchacho que me ayude para tener relaciones con el semental.

Reacciono con una carcajada , pero cuando me vio con los pantalones en la mano se puso serio "como perro en bote".

Unte mi entrepierna con la mayonesa que tome de mi casa, y desnuda me senté sobre unos cajones vacíos de cerveza: abrí mis piernas y deje que el perro limpiara mis labios vaginales. Su lengua entro más de cinco centímetros y la fiebre me subió por la columna hasta que apago mi cerebro. Todo había desaparecido, no tenía noción del tiempo , ni del lugar.

Damian no sabia que hacer, tomo mi mano como si fuera el esposo primerizo de una parturienta a punto de dar a luz. Y me tapo la boca para que no siguiera gritando.

Cuando el perro se subió, con su enorme "hueso pelado" , abrí mis nalgas y lo deje entrar por el recto.

Entro tan profundo y fuerte que , supongo, me toco un nervio y mi pierna izquierda empezó a sacudirse involuntariamente .

Damian tomo mi pantorrilla , con fuerza, para que no me vaya a lastimar con las rejas del canil.

Por mi boca entraba los pelos del perro, me había apretado con su pecho y se me hacia difícil respirar. Aparte , el olor a desinfectante se había vuelto más penetrante en mi nariz y los latidos de su pene golpeaban directamente en mi corazón, al mismo ritmo.

Quise evitar que metiera el nudo que se le forma en el tronco del pene, pero era tan poderoso que no lo pude evitar. Me había abotanado a su cuerpo y sabia que por mas de veinte minutos no iba a poder sacar su sexo.

Para no lastimarlo , le pedí a Damian que levantara mis piernas por los tobillos y que dejara al animal expulsar todos los espermas que deseara. Era cuestión de esperar y estar atenta a la desinflamacion.

Un par de veces intento sacar su miembro , y sentí que mi hemorroide se desplazaba hacia fuera. Lo tome de collar y no deje que me hiciera daño. ...aguante con fuerza , hasta que pudimos separarnos sin violencia.

Perdí la cuenta de los órgasmos que había tenido, me sentía muy cansada y satisfecha.

Damian se quedo mirándome con admiración, me palmeo la espalda como si hubiese luchado y ganado la batalla a un gran león.

Me ayudo a vestirme porque no podía agacharme. Me dolía el recto y la cintura.

Por un instante pensé en tener relaciones con el muchacho, pero no vi que tuviera señales de exitacion , y a parte el lugar no era muy romántico ; Lo deje para otro momento.

Nunca me habia reído tanto, cuando vi a Damian ponerle agua al perro y que me sirviera un vaso de agua como si fuera una perra servida. ( jaaa).

Después que el muchacho me ato las sandalias, me ayudo a levantarme y me acompaño a tomar el colectivo. Me subí y dormí casi todo el viaje.

Lo primero que hice al llegar a casa, fue llenar la bañera con agua tibia y meterme hasta el cuello.

De tanto en tanto , salia de mi intestino el semen del perro, que quedaba flotando en la superficie.

Por suerte, al otro día, era mi descanso semanal....prácticamente no salí de la cama. Me dolía el cuerpo y necesitaba reponerme lo antes posible. Deseaba hacerlo de vuelta .....!!!!

Nota: por dos semanas consecutivas me entregue al servicio de varios perros. Damian me utilizaba de "perra " para entrenar a sus animales.

El gozo fue inmenso hasta que tuve que renunciar por lo ustedes ya saben....Continuará.... !

Sandra Concepción Guaraní.