El perro de Fito

Fui a estudiar donde Fito y todo terminó con una escena de sexo entre el y su perro y yo tambien participe pero nunca mas volvi a esa casa.

EL PERRO DE FITO Un día estaba en la casa de un compañero de estudios llamado Fito, había ido porque teníamos exámenes de matemáticas y él sabía más que yo. Entré a su casa con mucho temor porque tenían un perro policía que me ladraba mucho y me olfateaba la bragueta. Fito lo hizo callar y lo mandó para afuera. Estudiamos como una hora, nos desconcentramos cuando oímos los ladridos del perro, miramos por la ventana y no había nada, Fito dijo: -No hay nada, habrá oído algo por eso ladra. Dejamos los libros y Fito me preguntó: -Tu pija es muy larga? Quedé impresionado por esa pregunta, porque ni siquiera habíamos hablado de eso, asunto a que me venía con esa pregunta? Fito tenía 16 años y yo 15. Insistió con la pregunta hasta que tímidamente le respondí: -No sé, yo que sé cuanto miden las pijas de los adultos. -Como 20 cm!! -Tanto!!! -Sí, la mía ya llegó a 19cm, querés verla?. Antes de que contestara ya estaba desprendiéndose el pantalón para mostrármela. Metió la mano y la sacó, ya estaba parada y babeante. -Acá la tenés, agarrá una regla y medímela. No te diste cuenta que mientras estudiábamos yo me la tocaba por arriba del pantalón? -No!! Yo ni me di cuenta estaba concentrado estudiando. Me calenté de tanto tocarla y como no aguantaba más la saqué para afuera y me la tocaba mientras estudiábamos, ahora agarrá la regla. Con un poco de miedo hice lo que él me dijo, me indicó que apoyara la regla al borde de sus pendejos y mirara. El cero quedó tapado por sus enrulados pelos negros y brillantes. Con mi mano temblando la apoyó sobre esa barra de carne, dirijí mi vista hacia la punta para ver cuanto marcaba. El tenía la pija agarrada con una mano, corrió el forro hacia atrás y quedó al descubierto una cabeza enorme toda pegajosa por los jugos que emanaban de su interior. -Medíla ahora que esta más parada y la cabeza afuera. Mi mano seguía temblando, enderecé la regla y miré, no me había mentido la regla marcaba: 19,5 cm.!!! Le dije lo que medía y se puso muy contento. -Será por qué estás vos porque ayer la medí y no pasaba los 19cm, a lo mejor entre dos se pone más grande.!! Corrió unas cuanta veces el forro y me hizo medir de nuevo. Seguía igual no había pasado ni un milímetro de la primera medición. Quiso medir la mía, a lo cual me negué, por un rato largo trató de convencerme y me decía que ya la tenía parada, que se me notaba mucho.... Finalmente me empezó a bajar el cierre, cosa que no impedí y al verla me dijo que también tenía un bello ejemplar. Lo midió y apenas llegué a 18,5 cm. Me pajeó un poco y alcancé un par de milímetros más. -Y ahora que hacemos para que se nos bajen!!! -No seas estúpido, nos pajeamos y ya está. Agarró mi pija y me la empezó a apretar, en eso ladró el perro otra vez. Soltó mi pija, miró por la ventana, no había nadie en el jardín, el perro ladró nuevamente y rascó la puerta con sus patas. Fito se paró, guardó su pija y me dijo que la guardara que después la seguíamos. Salió del dormitorio, al rato volvió con un azucarero, pero al perro no lo dejó entrar. Se sacó el pantalón luego el slip y me dijo que cuando me avisara abriera la puerta. Yo estaba muy intrigado ni tenía la más remota idea de lo que iba a hacer, solamente le miraba esa pija grande, que estaba muy empapada por su pre-cum. Nunca había visto que de una pija saliera tanto líquido pegajoso!! Mi pantalòn parecía que se me iba a reventar, mi verga también estaba dura y estaba siendo apretada por la tela que no cedía. Se sentó al borde de la cama abrió el azucarero, con una mano sostenía su pija y la mojaba en su totalidad con el jugo, quedó toda muy brillosa y la cabeza ya estaba muy roja y congestionada. Con la otra mano llena de azúcar la fue espolvoreando.!! Pude ver perfectamente como el azúcar se adhería a su pija y a sus huevos a los cuales también había llegado parte del líquido. Levantó la pija con su mano y dejó las bolas libres. -Ahora!! abrí lapuerta! No me dio tiempo a pensar nada, abrí la puerta y el perro entró muy estrepitosamente y se puso a lamer el azúcar que tenía Fito en los huevos. Yo quedé inmóvil mirando el espectáaculo.!! Fito no soltaba su pija, el perro lamí, las bolas y luego subía por la mano que tenía agarrada la pija, pero Fito no la soltaba. -Lamé!! Lamé, las bolas, dale.!!! El perro seguía lamiendo. Fito me decía que sacara la pija para afuera que se me iba a lastimar apretada dentro del pantalón. Así lo hice. También la tenía empapada. El me la agarró con la mano libre y un poco del azúcar quedó pegado a mi verga. Fito comenzó a decirme que el perro era magnífico haciendo eso, pero no pudo convencerme de que lo dejara pasarme la lengua. Yo tenía miedo de que me mordiera o algo por el estilo. El perro metía la lengua entre los dedos de Fito hasta que logró que soltara la verga y se puso a lamerla con mucha rapidez y desesperación. Pude ver como los huevos del perro se levantaban y de entre sus piernas salió un pedazo de carne sin forma, todo rojo que parecía ensangrentado. Fito soltó mi verga a la que había pajeado muy lentamente, se puso de pie, agarró al perro por las patas y lo puso con el lomo contra el piso. Como le había crecido la verga al perro!!! Y que colorada y chorreando estaba!!! Hecho esto Fito se puso en cuatro patas sobre el perro y empezó a lamer y chupar ese pedazo asqueante de carne roja que parecía una herida en carne viva. El perro jadeaba, gruñía y pataleaba mientras Fito se ocupaba de su verga y de meterle un dedo en el culo. Cada vez más fuerte y más rápida era la agitación que tenía ese animal, hasta que vi que de esa masa de carne roja empezaba a salir un líquido blanco. Fito ni le dio tiempo a salir, lo empezó a saborear muy rapidamente y con su lengua lo fue introduciendo en su boca, lo paladeó y finalmente se lo tragó todo. El perro, quedó con las patas para arriba, con la pija hinchada muy tranquilo como que tuviera una especie de sopor. Cuando no había más rastros de su eyaculación, Fito lo soltó y comenzó a pajearse muy agitadamente. Yo miraba atónito todo ese espectáaculo, con mi verga en la mano, estaba muy excitado, asustado y muchas sensaciones diferentes pasaban por mi mente al ver eso. -Vení, dale apurate que me va a salir!! Yo pensé que Fito me decía eso a mi, pero me equivoqué, realmente él llamaba al perro. Este se dio vuelta, se puso sobre sus cuatro patas y a a lamer nuevamente la verga de Fito. -Ahhhhhhhh!!......seguí mi amor.......... Inmediatamente vi una enorme cantidad de leche que comenzó a salir de esa verga super-excitada, el perro lamió todo lo que le cayó en el hocico, en la lengua y algunas gotas que cayeron al piso. Devoró todo, gruñendo y jadeando. -Dale pajeate arriba de él , vas a ver como se traga tu leche también. Yo no me animaba, tenía miedo de que me mordiera o quien sabe que le daría por hacer a ese perro entrenado para tragar semen? Fito me tendió la mano, me senté a su lado y apunté mi pija hacia el perro, gruñó un poco pero al caerle mi leche sobre el hocico lo lamió y al ver que mi glande estaba todo blanco por la leche, pasó su lengua y luego se quedó muy tranquilo. Después de esa vez, no quise ir más a estudiar a lo de Fito. Los nervios y el susto que pasé no me dieron ganas de intentarlo de nuevo. Fito me llamó muchas veces, siempre le puse escusas, prefería que él viniera a mi casa a estudiar. A los dos años más o menos desaparecieron del barrio, como era época de dictadura militar supusimos que esa era la causa de esa desaparción. Hace como quince años que no paso por esa casa no sé si todavía sguirá cerrada y abandonada. Si alguién tuvo alguna experiencia similar, me gustaría compartir sus impresiones. OMAR

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