El perrito de mis amigas (2)
La historia continua. Esta vez recibó una gran sorpresa que esta deseosa de abusar de mi...
El Perrito de mis amigas (2)
Me desperté solo en la cama de mis amigas, tan solo con una tanguita puesta. Mi cabeza iba a mil recordando todo lo que había pasado, como me habían humillado y abusado mis amigas. Mi boca tenia gusto a sexo y mi culo me dolía un poco.
Me di cuenta que ya no estaba atado y me levanté. El departamento estaba vacío. Lo primero que hice fue sacarme esa tanga que tenia puesta y arrojarla al piso con algo de bronca, lamentablemente no pude encontrar mi ropa. Desconsolado y humillado, tuve que arrodillarme y levantar nuevamente la braguita para ponérmela. Me quede mirándola unos segundos y no pude evitar excitarme. Me la coloqué, el rose de la tela me excitó aun mas. En ese momento veo que Maite llega al departamento y con su risita (esa risita que tanto me dominaba) me dice
que linda que te queda bombón, veo que a vos también te gusta eh
yo estaba rojo de vergüenza y humillación. Maite se acercó a mí y muy sensualmente comenzó a tocarme sobre su tanga mientras me hablaba, con su boquita muy cerca de la mía.
Te queda divina amor, sos toda una putita! Vas a ver que te vas a divertir con nosotras. En realidad, por tu pene creo que ya estas contentísima jajajaja
Yo estaba inmóvil, dejándome masturbar por mi amiga y escuchando vergonzosamente todas sus palabras. Pasaron tan solo unos segundos hasta que acabé en la tanga. Las risitas de Maite, complacida con su trabajo, me volvieron a la realidad. Su mano se metió en mi entrepierna y luego la llevo a mi cara, esparciendo todo mi semen sobre mis labios. Luego me dio un besito y se relamió diciéndome
que rico bebé. Me voy a comer algo. No te cambies la tanguita que esa te queda hermosa. Ah! Y antes que me preguntes por tu ropa, no esta mas, y si queres algo de ropita linda pedimela mi amor
Diciendo esto cerró el guardarropa con llave y se la colgó en una cadenita del cuello que la escondía hermosamente entre sus tetas. Se retiro del cuarto y se fue a la cocina. Yo estaba duro y no sabia que hacer. Estaba en el departamento de mi amiga, vestido con su tanga y lleno de semen. No me animaba a mirarla, hasta que me llamó. Cuando fui a la cocina se encontraba sentada a la mesa comiendo.
Tenes hambre putita? Me dijo Maite.
No, gracias
No seas tímido amor. Mira que tenes que estar alimentado para cuando llegue Lucila
Estas palabras me produjeron muchos nervios que Maite debió notar en mi cara ya que comenzó a reírse y me dijo
yo se que mi hermanita te gusta amor pero a ella le gustan los hombres jajaja. Yo también te gusto no? Cada vez que me ves se te pone durito el pitulin bebé, y yo ni te toco. Creo que laura te excita porque se te desnuda y se te sube arriba, pero se que te encantaría que la desnudita fuera yo, no divina?
Cada palabra que escuchaba era cierta, Maite me volvía loco, me moría de ganas de verla sin ropa, pero ella lo sabía y no me iba a dar el gusto tan fácilmente.
prepárate que viene laura para acá, y vos sabes como es, debe estar calentita jaja.
Yo ya no sabia que podía pasar. Maite se levantó y me llevó a la habitación. Pude ver como se cambiaba de ropa y eso me mantuvo algo excitado. Minutos después llegó laura, que para mi gran sorpresa venia acompañada por un hombre.
chicas llegue, me voy a la habitación a coger.- Gritó laura a la vez que entró a la habitación semidesnuda, con su chico en iguales condiciones.
No se sorprendió tanto al vernos allí adentro, y siguió como si no estuviéramos. Mientras empezaba a coger con aquel hombre la presentó a Maite como "su mejor amiga la gatita", y a mí como "la putita". El hombre seguía en lo suyo, mientras se reía y hablaba de mí con un tono burlón. Maite, para mi sorpresa, se acercó a la cama y empezó a acariciar el clítoris de laura y besarle la boca y las tetas mientras ella cabalgaba sobre aquel pene. Ambos acabaron al cabo de unos minutos. Cuando laura se bajó de aquel pedazo de carne, este ya estaba casi flácido, pero aun así era de gran tamaño. Maite lo acarició un par de veces con la misma risita de siempre mientras laura me obligaba a arrodillarme a los pies de la cama y lamerle la raja llena de semen.
No me resistía a nada de lo que me obligaban a hacer, estaba extasiado. Minutos después Maite me levantó y ante las risitas de laura me llevo hasta la entrepierna de Ariel (el nombre del chico que llegó con laura).
vení que te enseño a mamar una verga así vas aprendiendo bebé.
Esas palabras me asustaron, pero a su vez me excitaron viniendo de la boca de Maite, que se metió esa gran verga hasta la garganta y la lamió como toda una profesional. Mientras miraba esta escena a escasos centímetros, laura me corrió la tanga y comenzó a jugar con mi ano. Antes de que Ariel acabara en la boquita de Maite, laura tuvo la gran idea de que era "la hora de desvirgarme". El corazón se me paralizo unos momentos, mientras las chicas me sacaban la tanga y me subían a la cama quedando justo sobre el pene de Ariel, que miraba la escena divertido y con mucho morbo.
Senti la cabeza de aquella verga entrando en mi ano. Estaba muy nervioso pero no tenia fuerzas para oponerme a nada. La intención de las chicas era hacerme caer hasta quedar sentado sobre Ariel, pero cuando vieron mi cara de dolor, se apiadaron de mi culo diciendo que semejante verga me podría desgarrar, que esta vez me tendría que conformar con mamarla.
Entre las dos llevaron mi cara hasta la verga y me hicieron lamerla, sin dejar de darme indicaciones como "usa la lenguita" o "métela mas adentro". Mi humillación en ese momento fue extrema, y más cuando Ariel alejó mi cara de su verga y comenzó a masturbarse para acabar luego en mi cara.
Laura comenzó a lamer el semen de mi cara para luego hacérmelo tragar en un beso. En ese momento veo que Ariel nos hace salir para cogerse a Maite. Antes de salir pude ver como con algo de violencia comenzaba a arrancarle la ropa. Fue una tortura escuchar los gemidos de Maite, y hasta algunas nalgadas que sonaban junto con pequeños grititos de mi amiga. Laura solo se reía y me hizo arrodillar entre sus piernas para lamerle la raja y el culo mientras me decía
- lindo lo de hoy no bebé?? Te salvaste pero ya te vamos a desvirgar amor, creo que te va a gustar, ya que la verga te encanta. Que lindo que la mamabas ehh no sabes como debe estar gozando Maite ahí adentro, seguro que ya le esta rompiendo el culo.
Yo seguía en mi tarea, totalmente humillado. Luego de hacerla acabar a laura, la puerta de la habitación se abrió y salio Ariel. Beso a laura en la boca, y mientras yo seguía lamiendo, me agarró el pene con agresividad y me dio unas palmadas en el culo mientras me decía "Ya te voy a romper el orto putita", sus manos agarrándome las bolas y palmeándome como si de su putita se tratara me hicieron sentir un escalofrió. Ariel se fue directamente hacia la puerta del departamento y salió al grito de "chau trolitas". Segundos después pudimos ver salir a Maite, con la cara aun con rastros de semen, una remerita que apenas cubría sus hermosas tetas, y una tanga pequeña. Su culo estaba colorado como consecuencias de las nalgadas recibidas. Al ver que nuevamente yo me estaba empalmando, Maite me dijo
así que te gusta verme con el culito rojo?!?!
Tomo mi cara y se la llevo directo al culo. Mientras me insultaba refregaba mi cara contra el. A continuación se sentó en el sillón, me puso sobre sus piernas, me bajó la tanga y comenzó a nalguearme mientras laura reía y decía
guarda algo para tu hermana que ya debe estar por llegar .
Mi pene erecto yacía apretado por sus piernas, mi culo cada vez ardía más. No dejé de pensar en las humillantes situaciones a las que había estado sometido. Me había convertido en la putita de mis amigas y casi fui desvirgado por su amante (aunque haber tenido la cabeza de esa gran verga ya era demasiado). Todavía sentía sus manos estrujándome el pene y lo escuchaba hablarme como a una zorrita. El roce de mi verga entre las piernas de Maite me sacó del trance, y me hizo acabar en gran cantidad. Al darse cuenta me empujó al piso mientras me insultaba. Mientras laura reía a carcajadas por la situación, Maite me pegó un par de patadas y me hizo lamer mi semen de sus piernas, mientras me prometía un castigo por mi falta de respeto.
Continuara