El pecado de Eva, o la versión de El Gordo

Apenas obtuve permiso de mi amigo, decidí enviar lo que aparentemente es la otra versión de una misma historia que envío José Alfonzo Pérez bajo el título El Pecado de Eva, no pretendo contradecir lo narado por José Alfonzo, al contrario, es hacerle justicia y rendirle honor a la mujer que suponemos confió su historia para que fuera publicada. Con mi respeto hacia José Alfonzo, pero mucho más para Eva a quien sin conocerla personalmente, ya la admiro y respeto como merece tan digna dama

Hola Pintor2, te parecerá extraño que siendo autor de TR, me dirija a ti para solicitarte que escribas algo por mí; paradójico pero así es

Así comenzó lo que aparentemente es una historia con dos versiones contadas, claro está, por cada una de las partes involucradas o al menos así parece, salvo el caso muy improbable que existan vidas tan paralelas o circunstancias tan impresionantemente similares en la vida de dos personas; pero a diferencia de la mayoría de los relatos con versiones por no decir de la totalidad de los mismos, en este caso parece no haber muchas diferencias salvo en el hecho de pretender hacer justicia y resaltar detalles que aparentemente desconoce quien escribió una de las versiones que por cierto se acerca mucho a la realidad.

Antes de continuar quiero aclarar que de no tratarse de la misma historia, pido disculpas en nombre de mi amigo, pero cuando la hayan leído, ustedes podrán sacar sus propias conclusiones sobre si son o no parte de una misma situación que coincide en tiempo y espacio.

Más impresionante resulta el hecho que ambos personajes involucrados recurran a otros para expresar algo tan íntimo, pero hay cosas así de inexplicables pero como esta no es una página de relatos de suspenso, entraré en materia inmediatamente no sin antes dejar claro que todo lo aquí escrito me llegó de mano de quien parece ser la otra parte de la historia y, que solo para no delatarlo por el estilo, le añadí el mío para que ninguno pueda ser identificado, gracias El Gordo por haberme confiado esta hermosa misión.

"Después de haber publicado en TR unas decenas de relatos en los cuales narraba mis experiencias con infinidad de féminas que me hicieron vivir momentos que cualquier mortal me envidiaría, me sorprendió una mañana el texto de un correo firmado por una tal Godiva; en el mismo me decía textualmente lo siguiente:

No sé si ese será tu nombre, solo puedo decirte que te he leído en todorelatos.com y que me tienes vuelta loca, me gustaría que me tomaras como objeto de los relatos que se te ocurran y quién sabe?, a lo mejor nos llamamos ó nos conocemos. . . Saludos

Godiva

Como es de suponer mi respuesta no se hizo esperar:

Muy sugestivo tu nombre Godiva, me encantaría conocerte, saber donde vives y tratar de hacer contacto si geográficamente es posible, de lo contrario podríamos chatear y conocernos mejor; espero saber de nuevo de ti y quien sabe si de pronto estamos más cerca de lo que imaginamos te espero

El Gordo

Comenzó un intercambio de comunicación entre aquella "loquita" y yo en la cual predominaba la audacia del lenguaje de parte y parte:

Soy xxxxxxxxana, heterosexual, casadísima, tengo 26 años (próxima a los 27), vivo en xxxxx xxxxxxxx Trabajas? Estudias? Eres Casado? Hetero? Bi? Cuantos años tienes? Eres venezolano? Me dio gusto saber que había más venezolanos que leen estas historias que en lo particular me mantienen la imaginación a flor de piel, cuéntame, tienes messenger? A que hora te puedes conectar? Besos

Godiva

Y respuesta inmediata, la cosa promete, al menos vivimos en Venezuela, eso amplia las posibilidades de tirarme ese culito:

Hola de nuevo Godiva; soy venezolano, vivo en xxxxxxxxxx, casadísimo, he tenido experiencias bi, pero siempre en rol activo, tengo 51, y me puedo conectar a messenger después de las 6:00 p.m.; te espero hoy si puedes Un beso apasionado y ardiente

El gordo

Y en seguida:

Hola Gordo: Voy a tratar de conectarme a esa hora, aunque siendo viernes creo que no es muy factible . . . prefiero irme a Depilar el juguete preferido de mi esposo. Cuéntame como eres, a que te dedicas? tienes Web cam, ó me envías una foto. Sabes? no soy tan ardiente como esas mujeres que tu describes en tus historias, me gustaría serlo, también quisiera tener una experiencia con otra mujer (creo que hasta pagaría por ello) pero es algo que únicamente le confesaría a alguien como tú que al parecer no tienes tabúes de ningún tipo, cuéntame que tal es besarse de lengua con otro hombre? Te espero

Godiva

Definitivamente a esta me la follo antes de que termine de escribirme el próximo e-mail:

Mira Godiva, te diré algo, mejor nos ponemos de acuerdo respecto de fecha y hora y chateamos un poco, porque esto de los correos no es conmigo.

En cuanto a no ser una mujer ardiente, te aseguro que eres más ardiente de lo que tú misma puedes imaginar, el problema querida muchachita es que la mujer es como la guitarra, que suena según quien la toque, así que estando los dos en el mismo País, pienso que dentro de muy poco tiempo te arrancaré las más bellas melodías

Recibe un beso en lo más íntimo de tu ser

El Gordo

Fue una química inmediata y prácticamente todo indicaba que en cuestión de pocos días, Godiva o como quiera que se llamara esa enigmática mujer mezcla de ángel y demonio estaría formando parte de mis innumerables vivencias.

Intercambio de todo tipo, hasta que después de varios días de chateo, intercambio de fotos, información personal de nuestros gustos y otras tantas cosas, me sorprendió una mañana confesándome que ese no era su nombre, y debido a la confianza que yo le inspiraba como persona, no podía seguir engañándome, así que me confesó su verdadero nombre , Eva (el verdadero es muy exótico por cierto, pero impublicable por razones obvias) y casi de inmediato, intercambiamos teléfonos y empezamos a conversar casi a diario. Aquella sinceridad me halagó infinito, pero me preocupó su candidez; inmediatamente la hice ver que había cometido un peligroso error al darme su verdadero nombre y la dirección de su trabajo y otras cosas muy confidenciales y di gracias a Dios por ella que había topado conmigo y no con algún psicópata de los que abundan en este submundo de la Internet; yo podía haber fingido todo para ganarme su confianza y luego manejarla a mi antojo, pero ella me decía que mi condición humana se notaba en mis diálogos y mi forma de pensar, en fin, el intercambio de halagos y expresiones de admiración recíproca iba in crescendo.

Craso error el que cometimos ambos, buscando la pasión carnal, el cambio de rutina, la aventura clandestina y pasajera que nos hiciera vivir cosas intensas, nuevas, llenas de erotismo y placer físico; encontramos el amor acechando en el camino. El amor nos había tendido una emboscada disfrazado de aventura, disfrazado de erotismo y pasión desmedida, disfrazado de extraños que se encuentran en la superautopista del Internet. El amor nos sacudió con sendas bofetadas al rostro.

La aventura casi segura, se fue transformando sin darnos cuenta en una compenetración impresionante; era normal que ambos tomáramos el teléfono casi simultáneamente o nos conectáramos al mismo instante; lo cierto es que sin percatarnos, un día nos descubrimos enamorados; si, resultará increíble, pero así fue. Desde el principio quisimos convencernos que no, que era imposible, ella muy enamorada de su esposo que de acuerdo a lo que expresa de él no dudo que tiene que ser una persona muy especial y merecedora de todo su amor, yo aunque con muchas vivencias, enamorado y mucho de mi mujer y mis hijos que son mi mayor tesoro.

Nada, aquello era un absurdo y simplemente habíamos confundido todo de una manera estúpida, los conflictos internos comenzaron a aflorar y ella los expresaba con cierta frecuencia, llegó hasta a maldecir el momento en que decidió escribirme por primera vez, se sentía asquerosa por sentir aquello que negaba pero que a veces se le escapaba en un "te amo Gordo" o en un "nunca creí que llegaría a decírtelo…"; aquello la aterraba y a mí, no menos, aunque yo no lo exteriorizaba tanto. Llegamos a celarnos hasta de nuestras propias parejas por lo maravillosas personas que son, nos molestaba no ser parte de una sola vida juntos y hasta amar a otros o amarnos el uno al otro, que situación tan inmanejable para ella y paradójicamente, hasta para mí que he vivido tanto; como era posible que ella se hubiera enamorado de un tipo que casi le dobla la edad, como era posible que él, marino de siete mares se hubiese enamorado de aquella "carajita" (expresión muy venezolana) cuando había tenido tantas y hasta más jóvenes e igualmente muy bellas; mira que venir a enamorarnos habiéndonos conocido en una página de relatos eróticos, cuando mucho un revolcón y punto, si nos gustó repetimos, de lo contrario, si te he visto ni me acuerdo (mi eterna filosofía) y ella, ni por asomo, nada de amor, todo había sido provocado por la curiosidad, por la búsqueda de emociones nuevas pero sin comprometerse ni involucrarse con nadie, de donde salió eso?, mi esposo es mi gran amor y punto

Pero a pesar de los conflictos internos de cada uno, de los demonios que nos asaltaban a ambos y de los frecuentes rompimientos propuestos por ella (es comprensible), las llamadas y el chateo seguían con mayor frecuencia y durante más tiempo cada día y los "te amo" recíprocos eran ya más frecuentes; los de ella todavía con miedo de aceptarlo, los de él con mayor seguridad porque a esa edad no te engañan los sentimientos.

Incluso había llegado a pedirme que escribiera una fantasía para nosotros y quiero compartirla con los lectores haciendo la aclaratoria que si esto llega a publicarse, será solo si ella lo aprueba, esa fue la condición para que yo escribiera esto

Apenas llegaste a Caracas y te hospedaste en el hotel, me llamaste al celular para avisarme del número de tu habitación y la hora en que te encontrarías allí, sola y esperando ansiosa a tu Gordo como me llamas con frecuencia.

Puntual como siempre he sido, llegué 10 segundos antes de lo convenido, no había dado tres golpes en la puerta cuando la abriste presurosa; me dio la impresión de que estabas con la mano en el pomo esperando mi llamada.

Apenas nos vimos, nuestras bocas se unieron en un beso profundo, intenso, húmedo y muy ardiente como somos los dos mientras yo pensaba que no hay una sola foto que te haga justicia; inmediatamente nuestras manos comenzaron a explorar los ansiosos cuerpos, uno a uno los botones de tu vestido, totalmente cerrado por delante (porque así te lo había pedido) fueron dejando su respectivo ojal mientras nuestras bocas permanecían unidas y tus manos soltaban mi camisa.

Antes de soltar todo tu vestido, mis manos se apoderaron de tus turgentes senos que ya dejaban ver dos hermosos pezones erectos a través de la tela de tu brassiere, te lo había enviado semanas antes, recuerdas?, sencillo y sin adornos igual que la tanga del conjunto (eres conservadora en muchas cosas y no te gustan los hilos), porque como adornas la belleza?; abarqué tus senos en mis manos y después de amasarlos con firmeza, pellizqué tus pezones por encima de la tela; nuestras respiraciones se entremezclaban con fuertes resoplidos nasales pues nuestras bocas se negaban a separarse, queríamos saborear nuestras salivas, conocer cada papila, sentir cada comisura labial; en ese momento emitiste un leve quejido que delataba el placer que estabas experimentando con mis caricias.

Ya mi erección se pegaba con fuerza a tu delicioso y palpitante vientre mientras tus manos se enredaban con los vellos de mi pecho y yo bajé mis manos para seguir descubriendo el preciado tesoro que es tu cuerpo. Tus manos buscaron ansiosas mi cinturón para liberarme del pantalón que te impedía tener entre tus manos tu objeto de deseo y placer mientras ya una de mis manos había apresado tu delicioso monte, lo apreté con firmeza y luego halé suavemente los abultados labios que ocultan tu ardiente gruta; separé tus labios íntimos para acariciar tu hinchado clítoris y tu estremecimiento fue tal, que casi pierdes el equilibrio, aferraste tus manos a mi cuello y yo te sujeté por la cintura, entonces nos calmamos un poco y poniendo tus pies sobre los míos, caminamos hasta la cama donde te quise depositar, pero tu me halaste haciendo que mi cuerpo quedara sobre el tuyo, casi me caigo pues mi pantalón me estorbaba para caminar.

Largué mis zapatos mientras tú terminabas de despojarte de tu vaporoso vestido y te quedaste ansiosa viendo como me despojaba de mis medias; volví a estar sobre ti y volvimos a fundirnos en un beso. Tú tratabas de quitarme el calzoncillo y yo soltaba tu brassiere dejando aquellas dos hermosas masas de carne a merced de mi boca y manos; pegué mis labios a uno de tus pezones mientras halaba la diminuta tanga por tus torneados muslos; ya me habías despojado del calzoncillo y me urgiste a que te penetrara…; "Házmelo ya mi Rey!!, penétrame ahora Gordo!!"; "Espera princesa!, yo también estoy ansioso, pero quiero que nos deseemos al máximo antes de tenernos totalmente…".

En ese momento no entendiste a que me refería, me deseabas dentro de ti con la misma fuerza como yo te deseaba, pero alguien debe tener el control de la situación; bajé por tu abdomen besando cada milímetro de piel que quedaba al alcance de mis labios, introduje mi lengua en tu bello ombliguito y seguí hacia abajo después de unos segundos; tu sexo me esperaba ansioso al presentir el contacto de mi boca, pero yo apenas besé los bordes externos de tus labios, justo donde convergen con esos hermosos y firmes muslos que sostienen tu cuerpo; bajé besándote las caras internas de esas dos bellas columnas de carne y así continué hasta llegar a tus pies.

Estabas desesperada, pidiéndome a gritos que te poseyera, pero yo solo sostenía una de tus divinas tetas morenas y tres de mis dedos silenciaron tu súplica; entendiste mi mensaje y comenzaste a succionar desesperadamente.

Solté tu hermoso seno y con esa mano atraje uno de tus delicados pies hasta mi boca para morder tu planta hasta que tu cuerpo se arqueó como accionada por un poderoso mecanismo; estabas mas que ansiosa, casi molesta porque yo no escuchaba tus súplicas de ser penetrada, pero tu deseo se hacía mayor a cada segundo al igual que el mío. Busqué tus dedos y los fui lamiendo y chupando uno a uno metiendo mi lengua en el espacio que los separa. Aquello te puso frenética; nuestra posición permitía que mi hinchado glande rozara justo la entrada de tu vagina y pensaste que la penetración era inminente, pero todavía faltaba algo que te haría desearme mas; me hundí con la cara entre tus muslos y separando tus labios con ambas manos, busqué ese botoncito mágico que se exponía hinchado de sangre y sujetándolo suavemente entre mis dientes, lo halé levemente hacia fuera mientras lo azotaba con mi ávida lengua.

Sendas lágrimas rodaron por tus mejillas y me suplicaste que te penetrara de inmediato; había llegado el ansiado momento, me hinqué entre tus piernas y luego de frotar mi erección contra tu clítoris mientras nos mirábamos fijamente, entré en esa estrecha, húmeda y ardiente cueva que me recibió ansiosa y me alojó por completo.

Tus ojos brillaron de un modo inolvidable, indescriptible diría yo, tu expresión de sorpresa, placer y un poco de dolor, me llevaron al máximo punto de excitación, entonces posé todo mi peso sobre tu adorado cuerpo y mientras volvíamos a unir nuestras bocas comenzamos esa hermosa y salvaje danza erótica con nuestros cuerpos.

No hay cuenta de cuantos orgasmos lograste mientras me pedías que te inundara con mi semen, pero ya sabías por el Chat y el teléfono que no suelo terminar tan rápido; cruzábamos expresiones de todo tipo, tiernas a veces, violentas otras, algunas deliciosamente groseras, pero definitivamente, todas muy intensas, todas frases ardientes que expresaban nuestra naturaleza a plenitud.

Por fin, al cabo de no sé cuantos orgasmos, te pedí uno más para unirme a ti en ese preciso instante del clímax

Aquello fue la apoteosis del placer consumado; el deseo satisfecho después de tantos obstáculos que nos tocó vencer.

Todavía estuvimos unidos durante varios minutos sintiendo las contracciones de nuestros sexos después del demoledor orgasmo que habíamos compartido; ahora nuestros besos eran tiernos, pero nos transmitían todo el placer, toda la entrega, toda la pasión ardiente que nos consumía y toda la espera que habíamos sufrido antes de poder hacer realidad ese hermoso sueño. Lo que tantas veces habíamos tratado de negar, hoy no podíamos dejar de aceptarlo, definitivamente era amor y no otra cosa, ya no era tu curiosidad o mi constante búsqueda de nuevas aventuras; no tu necesidad de sentir esas cosas que con él te están vedadas quizá por su formación religiosa, no mi anhelo de tener una más para mi disfrute; esto es amor y ambos estuvimos de acuerdo en eso aún cuando también estuvimos de acuerdo que no tenemos derecho a mantenernos unidos por siempre como quisiéramos pues el amor por nuestras parejas es primero que el nuestro.

Luego de varios minutos me insinuaste muy sutilmente que querías experimentar lo que él nunca te ha permitido por cuestiones religiosas o no se que cosa; aquello me hizo reaccionar inmediatamente y tus ojos brillaron de felicidad anteponiéndose al gozo.

Luego de una nueva sesión de prolongadas caricias, esta vez por tu espalda, dediqué especial interés a acariciar tu virginal reducto con mi lengua metiéndola suavemente una y otra vez para prepararte física y mentalmente para tan ansiado momento. Te lubriqué suficientemente e introduje un dedo en aquel preciado tesoro hasta ahora inexplorado y fui dilatando suavemente tu esfínter; ya cuando te sentí ansiosa como sueles ser, te coloqué boca arriba y puse tus amadas piernas sobre mis hombros…; "Contén tu respiración y no dejes de mirarme, voy a entrar en ti despacio pero continuo suspiraste profundo y me indicaste con un gesto afirmativo que ya estabas más que dispuesta. Hice presión suficiente para que mi glande traspasara tu apretado esfínter y apenas se cerró alrededor de mi tronco, me deslicé hasta el fondo con firmeza pero sin violencia; jamás olvidaré la expresión de tu rostro, fue más que un poema, fue sublime, bello, indescriptible; y cuando lograste por primera vez tu orgasmo invadida deliciosamente en tu más recóndito e íntimo lugar, no pude contenerme de tanto placer y me uní a ti inundando tu ser con mi esencia que aún hoy debe navegar en lo más íntimo de tu ser

Lo anterior es solo una forma de anticiparme a lo que viviremos el día que estemos juntos; no soy amigo de las fantasías ni es mi fuerte, pero tú inspiras eso y más, si es que es posible.

No pienso publicarlo porque es solo para ti y como ya te dije no me gusta fantasear, pero que quieres? Tu me has llevado a eso. Solo si tú lo deseas, entonces lo mandaría aclarando siempre que hasta ahora no es realidad y si algún día logramos estar juntos y tú lo deseas, entonces narraría con lujo de detalles todo lo que juntos experimentemos

Mil besos apasionados en todo tu ser de tu Gordo para Mi Muchachita Adorada.

Lo cierto es que tres meses más tarde, sonó la puerta del hotel donde yo me había hospedado (fui yo quien viajó), había llegado hacía apenas cinco minutos y me disponía a darme un baño para refrescarme pues pensaba darle una sorpresa a Eva; pensando que se trataba del servicio de habitación para ofrecerme cualquier cosa que me hiciera falta (5 estrellas, bello y muy lujoso que más puedes pedir si ella misma lo escogió…), miré por el visor de la puerta y allí estaba ella!, la sorpresa fue mía y mayúscula, estaba en calzoncillos y por muy liberal que he sido, no era la forma de recibir a mi adorada muchachita pero no podía dejarla fuera a la vista de cualquier persona que pudiera reconocerla, estaba en su ciudad y eso era muy peligroso; alcancé a ponerme los pantalones y abrí la puerta descalzo y sin camisa.

Ambos estábamos extasiados, sin decir palabras, recuerdo que nos abrazamos en silencio sintiendo el calor de nuestros cuerpos; nos dimos un primer beso con los ojos, luego uno en la mejilla como dos buenos amigos para, casi enseguida, fundirnos en un amoroso beso que nos dijera de todo el tiempo y los obstáculos que tuvimos que vencer para lograr vernos por primera vez…; "eres tú, muchachita divina!!", recuerdo haberle dicho al oído y ella solo atinó a responder: "no puedo quedarme mucho!", mientras mis brazos la apretaban con fuerza contra mi pecho y ella se repegaba contra mi buscando sentirme mejor; fue un encuentro fugaz, no debe haber durado más de diez minutos; ella tenía ocupaciones ineludibles, pero había querido sorprenderme apenas llegara yo al hotel, ahora se debatía entre dejarse llevar por el deseo o cumplir con su trabajo, al final su sentido de responsabilidad la alejó de mi lado pero durante todo el resto de su jornada se mantuvo en contacto telefónico, recuerdo que legando a su oficina sonó mi celular y apenas respondí lo único que me dijo fue: "huelo a ti, espérame Gordo…"

Ya en la tarde volvió como habíamos acordado y entonces todo el largo trayecto de un 17 de Junio de 2004 (bendita fecha) hasta el 17 de septiembre, se convirtió en la materialización de un amor que hasta ese día había sido solo un Chat, un teléfono; dudas, temores, conflictos, todo lo que nos había costado, ahora era vencido por nuestro amor y nuestras ansias de sentirnos como algo material.

Cuanto de lo anterior se hizo realidad?, esta vez pido disculpas por ser egoísta en ese aspecto, solo quiero decirles, que el amor que surgió entre nosotros convirtió nuestro encuentro en algo inenarrable, sublime, excelso, solo parangonado con los escritos de Shakespeare, Homero o cualquiera de nuestros insignes autores venezolanos en los cuales el amor se ve rodeado de los más encontrados sentimientos humanos, de los mas feroces conflictos internos entre lo que puede y lo que no debe ser

Esta vez amigos lectores, imaginen por unos segundos la más bella relación que mortales algunos hayan logrado materializar y entonces agréguenle un poco más de su propia creatividad y tal vez entonces se habrán acercado al real acontecer de nuestro bello encuentro, solo por tratar de hacerlos entender, además del sexo, que lo hubo y muy bueno, hubo momentos en los cuales solo nos contemplábamos rozando apenas nuestros dedos, comunicándonos ese amor tan bello que surgió entre nosotros y contra el cual hemos querido lucha negándolo o disfrazándolo con el nombre de pasión. Cuantas cosas nos dijimos solo con mirarnos!, cuantos sentimientos nos transmitimos con un simple roce de nuestras manos o compartiendo un pedazo de pan en el desayuno o la cena, cuanto amor nos transmitimos a través de nuestros ojos llenos de lágrimas el día que nos despedimos con la promesa de vernos de nuevo pero concientes que debemos ponernos freno para no lastimar a esas otras personas tan especiales a quienes también amamos. Si se necesita coraje para llegar a lo que llegamos, más se necesita para renunciar al cielo después de haberlo tocado con las manos.

Fuimos amantes un fin de semana, si, pero también fuimos pareja, marido y mujer, Helena y Paris, Julieta y Romeo, Marisela y Santos Luzardo; en resumidas cuentas, fuimos y seguimos siendo amor aún cuando hoy tratemos de negarlo, yo por respetar su decisión, ella por el temor de aceptar que solo el amor puede hacer que nos sintamos como nos sentimos a pesar de las limitaciones que nos hemos impuesto.

Yo descubrí ese volcán que ella misma no sabía que existía, peco de inmodesto si digo que yo provoqué su erupción y me siento humildemente orgulloso e inmerecidamente honrado por ello, pero es la verdad y ella lo sabe; si el volcán volvió a dormir ha sido por su fidelidad y rectitud, por su dignidad y su coraje para ponerse un límite buscando que no lastimemos a quienes tanto amamos.

Por esa misma dignidad que pocos logran captar en ella, creo que jamás repetirá con otro lo que hizo conmigo, pero no niego que albergo la esperanza constante de estar cerca el día que vuelva a hacer erupción para de nuevo quemarme en su ardiente lava, porque los volcanes duermen pero no mueren

Por la otra parte, solo me resta pedir disculpas por lo extenso, pero creo que Eva merece mucho más que estas pocas líneas y luego, agradecer a Todorelatos por existir y haberle dado cabida a los relatos de mis experiencias, de otra forma jamás hubiera aparecido en mi vida una criatura tan deliciosamente especial como ella que llegó a convertirse en algo más que un nombre para llegar a ser un grande, bello e inolvidable amor

Un beso que te cubra toda Eva!

Tu Gordo