El pastor y el chico de ciudad. II (El hijo)

Continúa la historia con el pastor y el joven chico de ciudad, pero esta vez se les une un tercero, el hijo del pastor.

Continúa la historia con el pastor y el joven chico de ciudad. Aconsejo leer antes El pastor y el chico de ciudad https://www.todorelatos.com/relato/152850/

Ambos nos pusimos camino a la casa del pastor, no sin antes guardar el rebaño hasta mañana. En ese trayecto el pastor, Manuel, me contó un poco de su vida. Enviudó muy joven, apenas llevaba pocos años de casado, dicho matrimonio había tenido un hijo. Hijo que vivía con su padre, pero que ahora no nos molestaría en casa ya que se encontraba con otro rebaño al otro lado del pueblo y llegaría entrada la madrugada.

Me había equivocado en su edad, tenía 45 años, y su hijo 18 y también se llamaba Manuel como el padre. Vivían en una casita de campo apartada del pueblo, allí tenían todo lo que necesitaban, huerto, gallinas y demás. Apenas iban por el pueblo.

Llegamos a la casa, abrió la puerta y me invitó a pasar. Un fuerte olor a queso salía de la cocina, por lo demás se veía muy acogedora. Tenía un amplio salón con una chimenea y a un lado un pasillo que supuse llevaba a las habitaciones.

Manuel me dijo que me pusiera cómodo, que iba a darse una ducha y volvía. Me senté en el sofá a esperarlo. Así fue, a la nada apareció tan solo con una toalla a la cintura y ya se le notaba marcada la polla.

  • Y bueno, cuéntame Javi, desde cuando tu con los hombres. Sentándose a mi lado.

  • Desde pequeño sabía que ya me atraían, pero hace como unos 5 años que estoy con alguno.

  • Vaya..desde jovencito ya agarrando pollas.

  • Si jeje

  • Así se te da tan bien.

No podía aguantar más, y le eche mano al bulto por encima, sobándolo.

  • Veo que le has cogido cariño a mi rabo.

  • Uuff es que me parece increíble.

  • Anda, aquí la tienes.

Acto seguido se apartó la toalla y lo dejó libre, no me lo pensé dos veces y agaché la cabeza para mamársela otra vez. No tardó mucho en coger buen tamaño, me encanta chupar una polla y que se vaya poniendo gorda mientras la chupo.

  • Un momento Javier, tu te tendrás que poner cómodo también. Desnúdate, vamos!

Me quité la camiseta que llevaba y me bajé rápidamente los pantalones junto con los boxer bajo la atenta mirada de Manuel. Nos quedamos los dos completamente desnudos, con ambas pollas tiesas, la suya por supuesto de mayor envergadura.

  • Tienes un bonito cuerpo, así que tu culo me confundió. Dijo entre risas.

Yo me tumbé boca abajo en el sofá, con la cabeza a la altura de su entrepierna, para así dejar a la vista mis nalgas y que Manuel se recreara. Él se recostó en el respaldo, estirazando sus piernas y abriéndolas, dejando libres sus huevos.Yo mientras seguía comiéndole el rabo y chupándole los huevos. Al rato noté su mano en mi culo, esta vez diferente, no iba tan brusco, me iba acariciando, suave, buscando mi rajita con sus dedos.

  • Uuuff que culo tienes Javier!. Dándome un pequeño cachetazo.

Seguía afanado en comerle el rabo, mientras él había conseguido colocar un dedo en mi entrada. Haciéndome que se me escapara un gemido.

  • Vaya vaya, con que esto te gusta.

Asentí con la cabeza con su polla metida en la boca. Vi que se llevaba los dedos a los labios y les escupía un par de lapos, llevándolos otra vez de vuelta a mi culo. Se había lubricado los dedos para poder metérmelos en el ojete. Sus dedos era gordos y ásperos, le costaron entran en mi agujerito, pero con su rudeza consiguió meterme uno y después otro. Los movía de arriba a bajo, yo gimoteaba jugando con su rabo duro. Me estaba dilatando la mar de bien, preparándome para su pollón.

  • Creo que mi culo necesita de tu polla Manuel, ¿probamos?

Manuel se levantó rápidamente.

  • Déjame probar antes una cosa, por favor.

No sabía exactamente que iba a hacer, me hizo levantarme y ponerme de rodillas en el sofá y apoyado de cara en el respaldo. Así mi culo quedaba expuesto para él. Veo que se agacha sobre mi culo y me abre los cachetes.

  • Menudo coño me voy a comer.

Hundiendo su cara entre mis nalgas, sacando su lengua y metiéndomela por mi ano, saboreándolo, lamiéndome el agujero  más que dilatado. Joder vaya comida de culo me está pegando el tío. Seguía jugando con la lengua mientras yo gemía de puro placer.

  • Manuel fóllame por favor! Mi culo lo necesita!

No se lo pensó, soltó un par de lapos en su polla, como si mi coño no estuviera ya bien lubricado, colocó su capullo en mi agujero y fue apretando poco a poco.

-Joder!! me vas a reventar!

  • Es lo que querías no?, ya no hay vuelta atrás.

Y de un empujón consiguió encajarla entera, De mis ojos cayeron dos lágrimas, aguantando gritar como una nena. Él seguía bombeando su polla en mi culo y yo deshaciéndome en dolor y placer. La sacaba y metía, ya con más facilidad, me tenía agarrado de las caderas, no me soltaba, de vez en cuando me arreaba algún guantazo en el culo poniéndome a mil. Notaba sus huevos cargados chocar en mi culito, mordía el sofá para evitar gemir mucho. Manuel jadeaba y jadeaba ensartándome con su mástil.

  • ¿¡PERO QUÉ ES ESTO PAPÁ?!

El hijo de Manuel nos había pillado, no tenía que haber llegado todavía pero allí estaba. Viendo a su padre follarse a un chaval. Dios mío y ahora qué, pensé.

  • Por esto me has mandado a la otra punta del pueblo papá?, preguntó el hijo.

-  No se si iba a resultar hijo.

  • Este es el chico del culazo?

  • Acaso no lo ves?

Todo esto mientras el pastor seguía con su polla clavada en mí y yo sin poderme mover y sin entender nada. Al parecer padre e hijo sabían de mi existencia.

  • Venga no te enfades, mira que buena hembra he conseguido. Dijo dándome una palmada en el culo.

  • Podías habérmelo dicho papá, si no quieres compartirlo.

  • Tú sabias que tu padre iba a intentar algo conmigo?, pregunté desconcertado.

  • Si claro, lleva hablando de ti varios días. Dijo el muchacho mientras se acercaba a nosotros.

  • Vamos desnúdate y únete a nosotros.

Allí estaba yo, siendo follado por un padre el cual invitaba a su hijo a unirse a nosotros. Que clase de gente eran, debían de estar muy aburridos y faltos de sexo. Pero mientras pensaba todo lo que estaba pasando, el hijo, Manu como le decía el padre, se había desnudado. Y vaya con el niño!, era un calco de su padre, algo más bajo, casi rapado, fuerte sin llegar a ser gordo, vello por todo el cuerpo, este de color rubio, marcaba unos buenos pectorales, y unas piernas fuertes y musculosas, se le notaba la marca del sol en los brazos. Y por no hablar de su polla, también gorda y grande, algo mas pequeña que la de su padre, de unos 19 cm. pero un poco doblada a la derecha cosa que la hacía muy apetitosa.

  • Y la sabe chupar bien papá?

  • De maravilla, me la ha chupado donde el río y me he corrido en su boca de gusto.

El chaval se subió al sofá y se colocó delante de mi cara, mientras el padre seguía encaramado a mi culo, sin disminuir las fuerzas, todo lo contrario, cada vez me daba con más ganas.

  • Abre la boca tío. Me decía.

Yo obediente la abrí y me preparé para recibir su polla. Me la metió hasta el fondo, no me dejó que la saborease bien antes, tenía como prisa por que se la chupara. Me agarró de la cabeza y me guiaba su mamada. Hacía que me asfixiara, sus huevos también se veían cargados. Le gustaba dejármela dentro de la garganta unos segundos, hasta que daba la arcada y me la sacaba llena de saliva. El chico también olía a macho sudado, como su padre por la tarde, además. juraría que en su polla había restos de alguna corrida que se había pegado.

  • Cuando me toca follarle el culo papi?

  • Venga ya puedes, te lo he dejado bien abierto. Javier, se comprensivo con mi hijo, va a ser su primera vez.

Me había convertido en el juguete sexual de esta familia. No me importaba, me lo estaban haciendo pasar muy bien, que sean padre e hijo me daba hasta más morbo.

Me incorporé, Manu se bajo del sofá y fue en busca de mi culo, me lo manoseó y me metió un par de dedos. El padre fue a la cocina a beber un poco de agua.

-Ven, échate sobre la mesa y abre las piernas.

Eso hice, me eché sobre la mesa y puse mi culo en pompa esperando ser ensartado por el hijo del pastor.

  • Tomaaa!! Hasta el fondo!!

El muy cabrón aprovechando que lo tenía muy dilatado por la polla de su padre me la metió hasta lo más profundo. Me agarro por los hombros y empezó a meterla y sacarla con fuerza. Me gustaba sentir sus piernas jóvenes y fuertes, era todo una bestia.

  • Tranquilo fiera, que no se acaba. Le dijo el padre, que volvía de la cocina.

  • Me encanta esta sensación papá, y creo que voy a explotar en breve.

  • Tráelo para acá, yo también me voy a correr.

El muchacho me cogió en volandas sin sacarme su polla de mi culo y me puso delante de su padre, que se había sentado en el sofá.

  • Quiero correrme otra vez en tu boquita, me ha encantado antes.

  • No hace falta que me lo pidas Manuel.

Me amorré sobre su polla, que no había perdido dureza con la intención de volver a dejarlo seco. Esta vez busqué con mis manos jugar con sus huevos y sin querer rocé su ano dándole un placer que explotó en mi boca. Gimió de placer soltando su leche en mi, yo lo limpiaba y no dejaba ninguna gota que desperdiciar.  Yo tenía la polla a tope, necesitaba pajearme, y así hice, apenas tocarme me corrí en mi mano salpicando a Manuel. El hijo no tardó mucho más en correrse, dando fuertes embestidas cuando le vino, rellenandome con su leche, cayó rendido junto a su padre y yo aproveché para limpiarle la polla a él también. Me recompuse y me senté sobre ellos.

  • Mira Javier, se te escapa algo de mí. Dijo Manu, alargando su mano a mis muslos y recogiendo su semen que salia de mi culo y dándomelo en la boca.

Continuará.