El paso y desarrollo de jovencita a Mujer

La vida se desarrollla en todo ser humano, pero ver a mi prima crecer... es lo mas maravilloso.

El paso y desarrollo de jovencita a Mujer "Incesto"

Esta historia comienza en la casa de mi tía. La misma se encuentra ubicada en la misma cuadra donde esta la casa de mis padres.

Es en esta casa que desde los 13 años yo visitaba diariamente a mis tíos y primos (entre ellos estaba mi prima Valeria; una niña adolescente de apenas 12 años de edad). Se hizo costumbre ir todas las tardes a jugar al fútbol con mis primos y seguidamente a merendar con ellos y a ver TV, pero en ocasiones me quedaba a dormir allí... para ese entonces yo ya tenia 16 años.

Pero al pasar el tiempo observe a Valeria como crecía diariamente, y en primavera del ‘97, en un día nada particular, volví de jugar al fútbol muy cansado, me recosté en su cama y me quede dormido hasta que un llamado me hizo despertar para ir a cenar. Al regreso de la cena nos pusimos a ver una película de amor y consuelo. Y con juegos de cosquillas y risas de por medio me anime a rozar mis manos sobre sus pequeñas curvaturas corporales que iban haciendo un traspaso de una niña a una jovencita (todo ello teniendo como excusa el juego de hacer cosquillas).

Desde ese día caluroso de primavera se me hizo cotidiano volver al juego del cosquilleo con mi prima. Así, dos días mas tarde, volví a quedarme a ver películas acostado en su cama junto a ella.

Y volvimos a los mismos juegos, pero esta vez ya no solo eran roces sobre su cuerpecito en pleno desarrollo, sino que mis manos se quedaban tiesas en sus pequeños pechos un momento mas pronunciado y también mi cuerpo se apoyaba fuertemente contra el de ella. Y ella el primer día se hacia la indiferente a todo esto, pero al correr de los días ella también empezó a ingresar en este juego prohibido de roces intencionales poniendo como excusa el juego.

Así iban pasando los días... con estas relaciones mas frecuentes a medida que pasaban el tiempo. Y ya casi al cumplir un mes de estas rutinas y juegos de por medio, me anime a más; y ya no solo quería los roces sino me encontraba ansioso de poder llegar al fruto bello que tiene el ser humano, y contemplar la morfología corporal que tiene una niña- joven.

Una vez mas en su cama, empece a rozar mis manos con las suyas (pequeñas, suaves y tiernas), y ella respondiendo a mi llamado entrecruzándonos los dedos. Y luego de un momento prolongado, mi mano derecha empezó a escabullirse y acariciar sus pequeños pechos por sobre su remera y ella se ponía en una posición cómoda para que yo acariciara ambos pechos. En ese instante se me empezaba a poner erecto mi pene pero ella me acariciaba mis rasgos faciales (aún no se animaba a atreverse a más).

Después de un momento mis manos se introducían debajo de su remera y del sostén; por fin empece a sentir la dulce piel de sus bellos pechos pero aun sus pezones eran ínfimos; pero muy duritos. Empece a deslizar mis manos por estos jovencitos pechos y mientras ella empezaba a cerrar sus ojos y sentir mis caricias sobre su cuerpo.

De allí en más ella pasaba sus pequeñas manos sobre mis pectorales y yo allí una y otra ves juntando sus pechos unos con otros...

Caracias a caricias empece a subir su remera y dejar al descubierto sus pechos y me apresure a chuparselos como si fueran los últimos pezones en succionar en mi vida.

Mientras ella experimentaba las primeras exitaciones (que producía mis manos y labios sobre su pecho) cerrando sus ojos y presionando sus labios, además de moverlos de un lado a otro.

Empece a escabullir mi mano por su cuerpo hasta llegar a su cintura y acariciar su ombligo pequeño... y rápidamente deslice mi mano sobre su hermosa y pequeña cola. Es aquí donde me freno con su mano para que no siguiera el rumbo, pero mi astucia pudo mas y con la otra mano acaricie sus piernas pronunciadas y fuertes... y seguí acariciando sus muslos, hasta llegar a posar mis manos entre sus piernas que las tenia presionada.

Haciendo unos movimientos de vaivén con mi mano sobre su parte femenina, y mientras ella ya no presionaba ambas piernas; sino más bien deslizaba y desplegaba suavemente sus piernas hacia ambos lados, yo introducía suavemente mi mano en su pantalón y acariciaba la morfología corporal sobre la bombachita. Y ella también sumaba atrevimiento para acariciar sobre mi pantalón mi pene, suavemente con unos movimientos de una principiante en masturbación.

Un lugar mas se sumaba a la exploración de su cuerpo...empece a acariciar sobre su ropa interior su parte femenina, presionando aun más mi mano sobre la misma y poco a poco introducí mi mano. Y empece a sentir y a acariciar sus escasos bellos púbico que estaban en pleno crecimiento... y ya empezaba a sentir lo más hermoso de una inocente jovencita; era su pequeña y virgen vagina que aun no había experimentado nada igual hasta ese día.

Así cada día yo iba explorando su cuerpo paso a paso, centímetro a centímetro y mientras ella experimentaba nuevas sensaciones en su cuerpo y mente.

Pasaban los días y esta relación era más frecuente, es decir, nos recostábamos en su cama y ya ella empezaba a desabotonarse su camisa y pantalón para poder gozar mas pronto.

Y así faltando un mes para que ella cumpla los 13 años, nuevamente volvimos a estos encuentros de "primos muy cercanos". Pero en esta ocasión era el día que tanto yo esperaba... y entre caricias, ella se ponía en una posición boca arriba y yo empezaba a acariciar su hermoso cuerpo y empece a bajarle el pantalón y la bombachita hasta las rodillas y de allí ella se lo saco y quedo realmente desnuda bajo las sabanas y empezó la fogosidad a correr por nuestro ser... acariciaba sus pechos, además de acariciar una y otra vez sus labios vaginales y a introducir mis dedos. Llegaba un momento en que ella retrocedía por que sentía el dolor que le producía. Y una ves que la masturbe y dilate su preciosa vagina (y ella a mí también me masturbaba, estabamos muy exitados) empece a introducir mi pene en la virgen y pequeña vagina... todo mi miembro estaba aprisionado en la pequeña concavidad diametral de su vagina y ella respiraba sobre mis hombro emitiendo sus primeros gemidos con un sonido... pero poniendo y presionando sus manos sobre mis pectorales cuando ella sentía los dolores de desvirgue...

Hasta que por fin ingreso muy despacio mi pene y ella con su gemidos delicados me murmuraba a mi cuello: No Más, Me Hace Doler. Pero yo como estaba sobre excitado no hice caso y la penetre toda y de ella brotaban lagrimas de sus ojos y también sangre de su vagina, recién iniciada en relaciones sexuales y también el traspaso de niña a mujer.

Y luego de un descanso iniciamos nuevamente pero ahora era el turno del sexo anal... y en donde ella lloró en un principio pero después solo eran gemidos tiernos... por ser el ano virgen como solo a mi me gustan las jovencitas.

Y me dijo que no le inserte todo mi miembro y por eso ella tenia una de sus manos agarrando mi pene hasta donde ella quería que llegue y así fue. Una ves que estaba dilatado el ano por la lubricación y excitación corporal, saco su mano... y allí realice la penetración total de mi miembro y con los movimientos de vaivén terminamos juntos... una y otra ves toda la hermosa noche.

Así siguió estos encuentros pero cada vez más osados, más traviesos, en distintas posiciones, en el cuarto en donde mis primos dormían, en la ducha de su casa, en la camioneta de mis viejos... etc. hasta que empece a estudiar en la universidad. Y en vacaciones, a mi regreso, ya nada es igual... por que no encuentro mi niña- joven... sino a una Mujer ajena y prohibida para mí que solo se entrecruzan miradas y nada más.

Javier G.