El pasillo del infierno

Fruto del amor propio y la provocación el primer encuentro furtivo con un fortachón de película me dejó con un revuelo de sensaciones... me evacuo dudas y me dejó más ganas.

Para ponerles un poco en contexto, tengo 25 años y este es mi primer relato por aqui, soy una lectora empedernida ya que hace muchos años los relatos aqui son mi compañia para dormir. gran parte de lo que voy a contar es verdad y espero asi sean los proximos relatos que me anime a contar.

Eran las 23:30 y yo salía de la ducha, con mi pelo morocho por los hombros todo mojado y mis pechos aun firmes por el frio de la noche, decidí capturar ese momento solo para tentar los demonios que tenia alrededor y el demonio que mas esperaba mordió el anzuelo, siendo instagram mi gran aliado para completar mi travesura, nos texteamos efusivamente hasta que tras varios minutos de intriga el musculoso sujeto pidio mi direccion para venir a nuestro encuentro.

ÉL, midiendo 1,90 con el cuerpo envestido de tatuajes y músculos que solo había visto en paginas fitness.

El hombre que aparentaba no solamente tener una cara bonita estaba ante mi y me parecia de locos que esto estuviera pasando, hace bastante tiempo veníamos en un juego de enviarnos alguna foto o video efímero para subir temperatura a las charlas pero por problemas (siempre míos) no podia concretar semejante azaña.

Pues hoy seria el día y nada me lo iba a arrebatar (o eso creia). termino de acondicionar la habitación para lo que seria una noche de altas temperaturas y escándalo, puesto que habíamos advertido que no éramos nada silenciosos en esto, me suena el celular y leo que estaba afuera esperando. Bajo las escaleras mas rápido que deprisa y me encuentro con que la cerradura de mi casa estaba rota, la puerta completamente trancada, mi vecino se encontraba junto a su cita en el techo continuo y solo atino a pedirle ayuda, en vano porque tampoco logra abrirla entonces me dispongo a lo único que me quedaba, salir desde mi ventana, atravesar su techo y correr hacia la calle para avisarle a mi perfecto semi desconocido que nuestra cita no se concretaría tal cual la esperábamos, al llegar a la puerta me encuentro con una sonrisa picara y un cuerpo mas que moldeado, él se encuentra con que yo solo llevaba puesta una remera larga totalmente translucida y una camisa corta por arriba, nos fundimos en un beso tan cómodo que me hizo olvidar completamente que no podíamos entrar, hasta que junte todas mis fuerzas y le dije que para variar mis picardías siempre terminan truncadas por algo, cuando le dije que estaba trancada afuera y le comente como pude salir pero que difícil seria entrar ambos con el mismo método, al principio me dijo que si le hubiera avisado no se enojaba, pero le tuve que explicar que todo eso fue noticia para mi a los pocos minutos de que el ya estaba esperándome afuera

Así que entre risas comprendió que de verdad no podíamos entrar pero de todas formas continuó besándome con una pasión interminable, acariciándome y presionando cada parte de mi contra su cuerpo, inmediatamente pude notar su ereccion y él mis pezones punzantes ante su estomago, comenzamos un morreo tan intenso que nos hizo olvidar que estábamos casi en la via publica, en un par de giros ya estábamos mas escondidos y a obscuras que antes, pero no menos calientes, el morreo paso de solo tener nuestros cuerpos como cercanos a manos que subían y bajaban buscando nuestra intimidad para poder saciar nuestra lujuria.

En un momento de respiro le insisto la propuesta de entrar por la travesía de los techos y me dice que no, que sera mucho… mucho ya era lo que estábamos haciendo para un primer encuentro pero nada nos importaba, seguimos en esa sintonía de pasión y de desenfreno, saco su pene de toda la investidura que lo cubría y me quedo con un instrumento ya erecto de un tamaño muy considerable, se me hace agua la boca y solo atino a masturbarlo con mi mano hábil, salivo para lubricarlo y ayudar a mi tarea, él no se queda atrás puesto que sus manos tocaban mi clitoris como un expertiz en eso, aumento la tension sobre mis movimientos y  tras varios minutos comienzo a sentir que se esta por venir en mis manos, en mi pecho, continuo mas lento pero no menos suave mis movimientos hasta que logro sentir la tension maxima y la descarga…. sobre mis pechos y por debajo de la ropa,

Nos distendemos y nos reímos por lo veloz del encuentro, nos despedimos prometiendo que la próxima sera una sesión mas completa.

Vuelvo a casa entrando por una ventana de la cocina, me dirijo al baño de inmediato y aun con su aroma en mi ropa me sumerjo en la ducha para camuflar el momento tan candente que acabo de vivir, sin dudas la primer experiencia tan explicita de sexo en publico, pero seguro que no la ultima.

Espero atenta sus comentarios, sean piadosos pero no benevolentes.