El pasante -cap III-

Se tiró aceite en las tetas, empezó a esparcirlo con las manos, como caía parecía semen caliente...

  • Vení Gastón.

Me lo dijo casi ronroneando como una gata en celo. Me quería tirar encima de ella, pero me acerque despacio, no podía creer tenerla así delante mío después de tenerme caliente estos días y más la calentura de hoy. Solo quería cogérmela como la puta que es.

La bese con lujuria y respondió con la misma pasión, lleve mis manos a sus caderas para por fin tocar y nalguear ese culo, pero las levanto poniéndolas en su cintura mientras de alejaba de a poco sin romper el beso. De pronto siento que choco contra algo, ella me empuja del pecho y me dice:

-Sentate.

Me siento y miro alrededor, estaba en otro cuarto, negro con diferentes tonos de rojos, me dio algo de miedo pensé que estaba loca, pero me corto el pensamiento con sus palabras:

  • Me gustas mucho Gastón, quiero hacerte una propuesta.

Mientras hablaba en tono provocador, movía su cuerpo y pasaba, lo que reconocí como una fusta, por el medio de sus tetas y por mis brazos mientras seguía hablando seductoramente.

No podía concentrarme en sus palabras, solo sé que quiero coger y eso me estaba proponiendo, pero debía seguir sus condiciones.

-Mira cómo me tenes! ¡todo el día con la pija dura! pensas que te voy a decir que no?

  • Esa era la idea...esperemos que puedas seguir mis exigencias

  • ¡Si melina, quiero coger!

-Señorita meli. -

me corrigió mientras me dio un azote con la fusta en el muslo casi llegando a mi entre pierna.

-Aashhh

Me queje, pero inmediatamente comenzó a sobarme con su mano.

Dejo la fusta en una mesita y se sentó en mis rodillas y comenzó a besarme suavemente, quise tocarla, pero tiro de mi pelo hacia atrás

-No te di permiso de tocarme, parece que te voy a tener que educar.

Se levantó, tomo la fusta, me pidió que me pare y comenzó a caminar alrededor mío. Me desabotonó la camisa y paso su lengua por toda la línea media de mi pecho sin vellos, cerré los ojos y de pronto ¡zas! un azote con la fusta cerca del ombligo, me cosquilleaba la piel al estar mojada con su saliva. Puso sus manos sobre la piel de mi pecho y se deshizo de mi camisa tirándola hacia atrás.

-Sacatela.

Su voz es firme pero la mezcla de nerviosismo con excitación me tiene más caliente que nunca en mi vida.

Desprendo un botón y ¡zaz! otro azote, pero en la espalda, seguido por un beso en el lugar, me acaricia y cada tanto siento una pequeña mordida, eso me calienta mucho.

Siento sus enormes tetas apoyadas en mi espalda y veo como sus manos se van hacia el frente a sacar mi cinturón, quise ayudarla, pero me mordió el hombro, creo que estoy entendiendo, solo soy su juguete, pero eso me calienta, nunca estuve con una mujer que lleve la iniciativa y realmente me está gustando, así que entrego al placer.

Me dejo en bóxer, al que se le veía la humedad de mi pija y cuando se puso frente a mi lo notó.

-Cerrá los ojos.

Paso su mano bien abierta por fuera y luego la introdujo tocándome la pija. ¡Uf! sentir su mano me calentó, quería ya sacar mi pene y cogérmela, pero no, solo me pajeo muy suave haciendo me gemir muy despacio, sacó su mano y siento sus labios, los voy a besar, pero siento sus dedos húmedos en mis labios y lengua, recién ahora me da un beso corto

-Te gusta tu propio sabor?

No podía creerlo, nunca lo había probado, pero en la situación me excito mucho hacerlo.

-Más me gustas vos Meli...Señorita melina.

-Probalo bien! -Me pajeo con ganas, pero con sutileza era una experta en pajear, me estaba imaginando todo lo que me esperaba y me daban inaguantables ganas de cogerla.

Agarro más preseminal con dos de sus dedos, ese roce se sentía muy suave, me encantaban las manos que tenía, los puso muy mojados para sentir ese sabor un poco salado en mi boca y me calentó más.

-Creo que estas preparado nene, ¿no?

-Si señorita Meli no puedo más.!

Me arrodilló frente a ella me mostro su vagina con algo de pelitos que era muy atractivo visualmente y me puso su concha en la boca, cuando la quise lamer me azoto en el hombro.

-Solo vas a lamer cuando ¡yo! te diga, ahora solo busca mi clítoris con tu nariz pendejo.

Mi bóxer ya era una mancha en toda la forma de la cabeza de mi pija, pero yo la seguí a pesar de no aguantar. Le busque el clítoris hundiendo más y más mi boca en su concha húmeda, movía la cabeza buscando de un lado al otro, abriendo paso con mi nariz en esa preciosa concha.

Mmm seguí así nene me decía, me tomo el pelo y empezó a frotarme con más rudeza su concha en mi cara.

En los momentos que notaba que ella disfrutaba de mi ahí abajo, sacaba un poco de mi lengua para saborear sus jugos, ella me tiraba más fuerte del pelo, pero a mí no me importaba quería disfrutar de esa hermosura.

De pronto me tiro del pelo, pero alejándome hacia afuera de ella, me hizo parar mirando cada centímetro de mi cara.

  • Por ser la primera vez tenes bastante flujo en la cara, vas bien pendejo.

Y lamio todo mi cachete hasta mis labios, sacando todo su flujo tibio que embarraba mi cara.

De los pelos, pero ya sin tanta fuerza me llevo a la cama y me hizo acostar ahí, era una cama sin almohadas. Después de tanto porno y cosas raras imaginaba lo que se podría venir así que estaba un poco más tranquilo deduciendo que al fin se me iba a sentar arriba y cogeríamos.

Me ató a la cama con los pies juntos y las manos separadas a la cabecera de la cama, agarro la fusta recorriendo mi pierna haciendo que su camino termine con un golpe seco y doloroso pero placentero sobre mi cadera muy cerca de mi pija ya muy parada. Se arrodillo al lado de la cama, se acercó a mi oido y me dijo con vos de puta:

-Que pensas que me voy a sentar arriba de esto para que vos tengas placer? -agarrando mi pija con toda su mano bien fuerte.

  • ¡No nene, primero disfruto yo!

-Mmmmm me encanta tener un juguete nuevo...

Pude ver que se giraba y agarró un frasco, cuando volvió a mí ya tenía un líquido en sus manos las comenzó a frotar muy despacio sobre toda mi pija y mis huevos. Se puso al lado de la cama sacándose muy sensualmente la poca ropa que le quedaba.

Agarró otra vez el frasco y se sentó sobre mis piernas dejándome sentir todo el calor y la humedad de su concha en mis muslos.

Se tiro aceite en las tetas, empezó a esparcirlo con las manos, como caía parecía semen caliente, yo no daba más por acabarle esas enormes tetas. Era tanta mi calentura que ya mi pija se movía sola,

cuando lo notó se inclinó sensualmente sobre mí, haciéndome sentir sus pezones duros y resbalosos, aceitando mi cuerpo con sus senos llevándolos de a poco hacia mi pija, estaba tan duro que encajaba justo entre esos dos melones. Las apretó con sus manos alrededor de mi miembro y empezó a hacerme una paja con ellos.

El calor de sus tetas, mi pija, la humedad y la temperatura elevándose por la fricción con el aceite me hacían sentir como si estuviera penetrándole la concha, estaba a punto de dejarme llevar y llenarla de leche, pero paro en seco y me dijo con voz firme:

-Si acabas antes que yo, estas fuera del estudio. No te olvides de nuestro trato. Sos mío.

No podía creerlo, me tenía entre la espada y la pared, trate de pensar en otra cosa mientras seguía pajeándome.

-Si esta pija se baja igual date por acabado pendejo-

y siguió pajeándome más rápido.

Ya se estaba convirtiendo en una tortura, quería soltarme para agarrarla ponerla en cuatro y mientras le azoto el culo penetrarla sin parar, pero me ató tan fuerte que, aunque me moviera no podía.

Su cara era la de toda una puta, me pajeo rápido hasta que vio que no daba más y paro en seco, se froto en mi cuerpo llegando a mi boca intentando besarme, pero corrí la cara, me la agarro con una mano obligándome a besarla, no pude resistirme mucho y la besé con toda la calentura acumulada

-Vas bien pendejo!

. Acercándose a mi oido mientras con la mano agarro todo el tronco de mi pija y con la voz más puta que tenía dijo:

-A ver como sale la leche de mi juguetito nuevo.

Y me pajeo hasta que los chorros de leche salían de la punta de mi pija, cayendo en la cama, mi abdomen y piernas. Pero donde más había caído haciendo que el placer sea mayor, fue en su mano...