El papa de mi amiga y yo
Hola, mi nombre es Paola tengo 19 años y les quiero contar la caliente y cachonda historia con el papa de una amiga mía
Hola, mi nombre es Paola tengo 19 años y les quiero contar mi historia con el papa de una amiga mía, (Sandra)
El padre de mi amiga es un hombre de unos 45 años y tiene algo que siempre me atrajo, yo también sentía q él tenía un gusto especial hacia mí, pero nunca me puse a pensar mucho en eso a excepción en los momentos que me estaba cerca de él. Sandra y yo vivíamos muy cerca y por eso siempre iba a su casa o ella venía a la mía para conversar o hacer cualquier otra tontería.
Un día fui a la casa de Sandra (como siempre) para alistarnos para ir a una fiesta. Nos estábamos probando ropa y en eso la mama de Sandra la llamó para que la ayude en algo, y bueno, me quede sola en su dormitorio. Sandra dejo la puerta entreabierta y yo me sacaba y ponía la ropa para ver que prenda me quedaba mejor. En eso, me di cuenta que el padre de Sandra me estaba espiando desde el pasadizo, estaba viendo como me quedaba en ropa interior (llevaba una tanga color negro y un brassiere negro que realzaba mi enorme busto) y luego como me ponía unos vestiditos provocadores. Él no se dio cuenta que yo sabía que me estaba espiando, me di cuenta que me miraba con una cara de pervertido total, y también me di cuenta q su polla se ponía dura, de hecho me sorprendió mucho, pero a la vez me excitaba saber que me estaba mirando y que le gustaba mucho, sin pensar sentía mi concha mojada. Yo, a propósito hacia movimientos sensuales, me tocaba sola, todo para seducirlo. En ese momento me hubiera encantado follar con él, pero al poco rato escuche los pasos de Sandra que estaba de vuelta al dormitorio y obviamente nada de lo que mi imaginación maquinaba sucedería, su padre se fue rápidamente, pero desde ese momento siempre deseo fogosamente a ese señor.
Desde ese entonces las miradas entre el padre de Sandra y yo eran muy traviesas y calientes. Jugábamos a seducirnos sutilmente, eso me excitaba mucho, y estoy segura que a el también.
Pasaron unos días, y Sandra me debía dinero pero como iba a viajar con su mama y sus hermanos no iba a tener tiempo para que me lo de y tuvo la perfecta idea de dejarle el dinero a su papa en casa y yo lo iría a recoger cuando quiera. Un día decidí a recoger el dinero, me maquille y me puse muy bonita para El. Para mi mala suerte empezó a llover terriblemente, así que llegue a la casa de Sandra súper mojada. Toque la puerta, el padre de mi amiga la abrió y me dijo:
-Hola Paolita, como estas? Me imagino que viniste para recoger el dinero que mi hija te debe
-Sí señor, así es
-Pero mírate, estas empapada, te puedes resfriar, entra sácate esa ropa mojada.
Entré, mientras me sacaba la ropa en el dormitorio de Sandra, ocurrió lo mismo del día de la fiesta en que fui a alistarme a la casa de Sandra. Su padre me estaba espiando, y esta vez de la manera más descarada, claro, había más libertad, no había nadie en la casa. Saber que me estaba mirando con su cara de excitación me ponía más caliente, sentía que mi vagina chorreaba mis jugos, ansiaba que me folle, ansiaba comerme esa verga dura, deliciosa, quería que me meta el dedo a mi vagina, que juegue con mi culo, ahhh, cada vez me excitaba más.
Después de unos minutos, Salí del cuarto de Sandra envuelta en una toalla pequeña, su padre me comía con la mirada, y eso me gustaba mucho, me dijo:
-Paolita siéntate aquí a mi lado, mientras que seque tu ropa
Me senté a su lado, más caliente que nunca y me dijo:
-Aunque estas empapada te ves muy linda hoy
-Gracias señor
-No me digas señor, me haces sentir un poco viejo, llámame por mi nombre, Marco, así de simple
-jaja, está bien Marco, no hay problema, para entrar en confianza
-Paolita, la lluvia se puso más fuerte, creo que te tienes que quedar hasta que pase, te parece si llamas a tu casa y dices a tus padres que te quedaras aquí hasta que calme la lluvia?
-Mmmm, bueno, creo que sería una buena idea, si le digo a mama que estoy en la casa de Sandra esperando a que pase la lluvia, no habrá ningún problema.
Y así fue, llame a casa, dije que estaba en la casa de Sandra y que como no quiero coger un resfriado me quedaría en la casa de Sandra hasta que pase la lluvia. Me sentía muy a gusto con Marco, me atraía demasiado y mi libido subía cada vez más, no sabía cómo disimularlo, me sentía tan perra, tan sucia cuando me imaginaba mamándosela y luego saboreando su leche, ah que rico.
-Paolita, no quisieras algo de beber
-Mmmm claro gracias
-Quisieras beber refresco, agua, o quizás una copa de vino, para entrar más en confianza, jajaj total ya estas grandecita y estas en todo el derecho de tomar un poco de alcohol no??
Me puse un poco roja cuando me dijo eso
-mmm, Bueno Marco, Si, tienes razon, está bien, quiero una copa de vino
Tomamos unas cuantas copas de vino, y sentía que el alcohol ya corría por mis venas, eso hizo que me pusiera como una perra en celo, estaba mojadisima. Desde ese entonces nuestro comportamiento cambió, nos sentamos más de cerca, sutilmente me tocaba las piernas, yo le agarraba cariñosamente la cara nos hablábamos con más confianza, como si tuviéramos la misma edad, estábamos más cariñosos. Después de un momento me dijo:
-Paolita, te gustaría ver una película?
Como que me desanimó la idea de la película, de lo tan bien que la estábamos pasando, de pronto me sale con eso?? Y le dije:
-Una película? Pero si ahora la estamos pasando tan rico, porque justamente ahora una película?
-No Paolita, es que no es cualquier película, es una película bien rica, bien caliente, sé que te va a gustar.
-Mmm bueno, si es así, veamos la película
Accedí a ver la película, fuimos a su dormitorio, nos acomodamos en la cama, y empezamos a ver la película xxx. No pude contenerlo, esa película me estaba calentando más de lo que ya estaba. Sin pensar me empecé a tocar y a jugar con mi clítoris. Marco se dio cuenta y su pene estaba más duro que nunca, me empezó a besar y mientras me sacaba la tanga me decía cosas sucias al oído:
-Ay Paolita, sabía que eras una putita, por eso me gustas, me encanta tu culo, tus tetas, toodo, me encanta ver cómo te tocas, que rica que eres zorrita, quiero comer tu concha perrita
-Ay papi, tú también me gustas, quiero que me folles, quiero ser tu puta, méteme tu verga hasta el fondo papi.
Marco empezó a meterme el dedo a mi vagina, lo hacía muy rico, salía cualquier cantidad de jugo y me decía:
-mamita tu jugo me prende, me lo voy a tomar toditito
Y así, empezó a tocarme chuparme las tetas, y empezó a bajar más y llegó hasta mi concha, me la chupaba sabrosísimo, metía su lengua a mi vagina de una forma espectacular,
-papi quiero leche, mucha lechita
-Claro que si perrita, te daré toda mi leche
Excitados, hicimos un delicioso 69, el me chupaba deliciosamente mi vagina y mi culo, y yo me comía esa verga deliciosa tan dura, tan rígida y tan llena de lechita rica, le empecé a lamer los huevos también, era deliciosos. Después que lamio mi conchita decidí seducirlo más y me puse en pose perrito, abrí un poco las nalgas y le dije:
-Papi mira mis huequitos, te gustan? Te gusta lo deliciosos y apretaditos q se ven? Follame papi, por la vagina y por mi culo también, méteme tu polla dura, dame papi, quiero lechita, mucha lechita, soy tu perra, tu putita porno.
No aguantó mas y me metió un dedo al culo, empezó a jugar con él, y después me empezó a meter esa verga grandota y gruesa.
-Si papi, me gusta anal, sigue más, tu putita quiere más, ay que rico….
Luego, mientras yo tocaba mi clítoris, el metió su pene en mi vagina, y me bombeaba tan rico y que no paraba de gritar que quería más y mas
-Papi, si así, soy tu prostituta, que rica vergaa, quiero lechita papi, dame leche, quiero leche, mas leche, tanquéame de leche por favor
Empecé a sentir el orgasmo más rico de toda mi vida, mi cuerpo se estremecía, vibraba, mientras el me llenaba la vagina de su rica leche, y me dijo:
-Si putita, toma mi leche, tómatela, que tu vagina se trague toda mi leche sabrosa
Pasamos una tarde totalmente caliente. Después de ese día, tuvimos más encuentros apasionados y sucios a escondidas, veíamos muchas películas porno juntos, el sexo se convirtió en nuestro estilo de vida.
Espero que les haya gustado esta historia.