El pandillero

Pense que este muchacho era mi amigo, pero con mentiras me llevo a un garage obcuro y abandomnado garaje. Saco un cuchillo y me fuerzo a.?

Hola soy, "Divertido" Soy un chico joven, que vive en los Estados Unidos. Tengo muchos amigos y amigas, y me la paso con ellos muy bien. En estos últimos días, he decidido escribir, algunas de mis vivencias. Que ya son muchas, para mi edad (21). Para los hispanos, que vivimos en USA. Sabemos, quien es un "CHOLO". Para los que no conocen ese termino. Este es el significado, un cholo es un pandillero, una persona violenta, y de muy mala reputación. Pero también son muy guapos, y con sus cabezas rapadas, tatuajes y sus ropas muy grandes. Y agregándoles una fachada de maldito les da un aspecto súper masculino. Como resultado, los convierte en machos irresistiblemente atractivos.

Esto ocurrió el 2002. Después de las clases del colegio, trabajaba en un restaurante de comida rápida en la Ciudad de Inglewood. Yo estaba asignado al mostrador, tomando y sirviendo ordenes. Por tanto yo estaba expuesto al público a todas horas. También podía, yo ver hacia la calle. Veía pasar los carros y a la gente. Aquí en el Estado de California, el clima es muy caluroso, y la gente usa ropa ligera. Pero lo que a mi me gusta es, que muchos muchachos, se quitan la camisa. Porque se sienten mas cómodos, y eso para mi es pura alegría. Porque me da la oportunidad de admirarlos, puedo ver sus tetillas, el ombligo y con un poco de suerte, los vellos de las axilas. Y por supuesto cuando entraban al restaurante, yo era quien los atendía. (Que bueno soy para trabajar). Cuando los chicos estaban ordenando yo aprovechaba toda oportunidad para hablar con ellos. Les preguntaba en que Gim hacían ejercicio, y las proporciones de su físico. Y con mucha discreción, les veía el bulto que tienen en medio de las piernas ¡que rico! Y así como entraban al restaurante, niños Guapos, entraban los Cholos. Muchos de ellos son muy atractivos, yo tenía que hacer esfuerzos sobrehumanos. Para no verlos y evitar problemas. Ese era un diario martirio, tener muchachos cerca y no poder admirarlos. Al pasar el tiempo, conocí algunos de estos cholos. Algunas beses llegaban en grupos los clientes del resaturant, se alejaban porque les atemorizaba su presencia. Y en otras ocasiones llegaban solos. Y hablaba con ellos y yo les hablaba de chicas, pretendiendo ser heterosexual. Claro también les sacaba yo mucha información de sus deslices sexuales. Y algunos se me hacían como que si y como que no, pudiesen ser gay.

Una tarde, fui a la parte posterior del restaurante a tirar la basura, Y uno de los Cholos estaba ahí, con las dos manos dentro del pantalón. Se estaba dando, una sabrosa rascada de huevos. Me acerque, y le pregunte: ¿Que paso compa esta acariciando al niño? El sonrió y dijo: Ase mucho calor, y lo estoy ventilando un poco. Y note que su verga estaba erecta. Y comencé a reír y el cholo respondió, con una amigable risa. Prudentemente riendo, me aleje al interior del restaurante. Y así pasaron los días y el Cholo siempre me buscaba, para ordenar su hamburger. Y desarrollamos una pequeña amistad. Y este muchacho tenía por hábito, rascarse los huevos Aunque estuviese en público, siempre se los rascaba por encima del pantalón. A mi no me molestaba en lo absoluto. Es mas me agradaba ver que se diera ¡¡una buena rascada de talegas!! Y el notaba la forma, en que yo lo veía, y no decía nada.

El Cholo no estaba guapo, pero si muy masculino. Me parecía un poco sucio y tenía muchos tatuajes. Tal vez tendría como 25 anos de edad con una voz ronca, barba de candado, y claro cabeza rapada. Sus brazos estaban gruesos y velludos y las manos descuidadas.

Una noche, al terminar mis labores en el restaurante. Monte en mi bicicleta, y pedalee por un par de calles. Y en eso encuentro, a el Cholo y me detuve para saludarlo. El enseguida me pregunto, que si le podría prestar un dollar. Le conteste que si, y el pensó un poco mas. Y dijo que lo que el quería era una cerveza. Yo accedí y fui con el, a comprarla y el entro a una tienda. Yo me quede afuera esperándolo, el salio y seguimos caminando. Como a dos calles mas adelante, el me dijo que fuéramos a su casa. A mi no me pareció una buena idea porque estaba cansado y quería dormir. Pero mucha era su insistencia y por fin accedí. Dijo: Que vivía solo y que su casa estaba, a una corta distancia. Y como yo lo consideraba un amigo me sentí con confianza. Acepte la invitación.

Caminamos un par de calles, y reíamos y hablábamos de chicas. Cuando de repente llegamos a una casa, con poca iluminación. Y me dijo que el vivía en el garaje en la parte trasera. Cuando llegamos al garaje, estaba muy obscuro. Y el me llevo a el interior de el garaje no había electricidad. En ese lugar había una veladora y el cholo la encendió.

Sentí un escalofrió en mi espalda sabia, que tal vez estaba en peligro. Con mis ojos recorrí el sucio garaje, y no parecía un lugar habitable, mas parecía como un lugar abandonado. Solo había una pequeña mesa y un sofá viejo. El cholo buscaba algo en las bolsas de su pantalón, yo solo lo observaba. Cuando encontró lo que buscaba, me di cuenta que era un cigarro de marihuana. El cual encendió, y tomaba grandes bocanadas de humo. Y por supuesto me ofreció, lo cual accedí pero solo pretendía. Yo tenía que jugar su juego, pasaron algunos minutos. Inesperadamente saco un cuchillo, yo sentí mucho miedo el cholo estaba mas grande y mas fuerte que yo. Y se me acerco amenazante. Y con una voz firme me dijo: NO INTENTES NADA, NO CORRAS, NO GRITES, NI MUCHO MENOS LLORES PORQUE TE MUERES. Y Dijo: Desde el principio me di cuenta que te gusta la verga. Y con voz autoritativa me ordeno: BAJATE LOS PANTALONES PINCHÉ JOTO. Yo me quede congelado, y no me movía. Y grito: ESTAS SORDO QUE TE BAJES LOS PANTALONES. Y me los baje, y el se acercó a mi con sus manos recorrió mis nalgas. Sus manos se sentían ásperas y duras. Escupió en su mano y mojo uno de sus dedos, y con ese dedo comenzó a buscar mi ano. Yo temblaba al sentir sus manos, sobre mi trasero. Sentía placer y miedo al mismo tiempo. Cuando de repente siento su dedo justo en la entrada de mi ano. Con mucha habilidad presionaba hasta que mi culito cedió. Introdujo todo el dedo yo sentía una extraña sensación de placer. El Cholo gemía parecía que estaba disfrutando y apretaba mis nalgas. Su dedo penetraba mi ano, muy adentro, y lo movía en todas direcciones. Las sensaciones que sentía en mi culito, eran como choques de electricidad. Y el individuó así paso un buen rato moviendo su dedo con mucha destreza

Se detuvo, y saco el dedo de mi ano y dijo: Te voy a meter la verga. Y procedió a bajarse los pantalones. Y se me ocurrió una idea tal vez me ayudaría a salir de este aprieto. Y le pregunte que si le mamaba la verga, el no lo pensó solo dijo: Esta bien. Ya con los pantalones abajo me ofreció su verga. Y yo temblaba no se si de miedo o de gusto pero el momento era electrizarte. Con mis manos agarre su verga estaba durísima como si fuese de hierro. Y me la metí toda en mi boca. Sentí un poco de asco y dolor cuando, llego lo más profundo mi garganta. Mi boca se lleno de los sabores de su larga verga. Sentía sus pelos pubicos junto a mi nariz, y podía oler su aroma a hombre. Y ya con su verga en mi boca, tenia que darle una mamada muy buena. Para que eyaculara lo más pronto posible. Y yo pudiese escapar del peligro en que me encontraba. Así que con mi boca en la cabeza de la verga, con una mano en la base. Lo chupaba y lo masturbaba al mismo tiempo. El cholo, empujaba sus caderas buscando mi húmeda boca, y gemía. Con sus manos agarro mi cabeza y la dirigía hacia su verga. Controlando el ritmo de mis movimientos. Y así recibía una buenísima mamada. Yo disfrutaba de su verga, pero aun sentía miedo. Y el Cholo cilindraba mi boca con desesperación. Se podía oír el ruido, que ase una verga cuando entra y sale de una boca. Yo casi no podía respirar, pero en esos momentos tenia que hacer lo que me exigía este individuo. Y el gemía y resoplaba de placer. Y así pasaron los minutos mamando y saboreando esa rica verga. Abruptamente me detuvo.

Me llevo hasta el sofá y se coloco atrás de mí, y rápidamente puso su boca sobre mis nalgas. Las mordía suavemente y les pasaba la lengua por todos lados. Y con su lengua, procedió a humedecer mi ano. Cuando sentí su húmeda lengua en mi culito, mi cuerpo temblaba. Y con mis ojos buscaba el cuchillo, pero no lo vi. Por ningún lado, eso me dio un poco de mas confianza y el miedo se disipo un poco. Este Cholo sabia como usar su lengua, con mucha habilidad pasaba una y otra vez sobre mi ano. Y con la punta, movía y presionaba la entrada de mi culito como si lo estuviese penetrando. Yo disfrutaba a lo grande esos lengüetazos.

Me estaban llevando, a una dimensión de placer no conocida por mí. Su tibia y húmeda lengua pasaba cada vez rápido. Yo asía esfuerzos sobrehumanos para no tocar mi verga y masturbarme. Fue tan bueno, el trabajo de lengua que el Cholo estaba ejecutando. Que eyacule de tanto placer y yo gemía y mis manos se aferraban fuertemente del sofá. Y así nos la pasamos, el disfrutando de mi culito y yo de su lengua por un largo rato

Se detuvo y se puso de pie, me miro y dijo: Quiero meterte la verga. Yo voltie mi cabeza, para verlo y dirigí mis ojos hacia su verga. Claramente vi., el ojo de su verga le salían unas pequeñas lágrimas ¡Que espectáculo! Su, verga amenazante apuntaba hacia mi, no era muy gruesa pero eso si muy larga. Con una mano, se masturbaba lentamente. Su prepucio se movía cubriendo y descubriendo esa rica cabeza de verga excitada. Yo sentía en mi estomago una extraña sensación yo no quería estar ahí. Y tenia mucho tiempo, que nadie me cogia. Pensé y me desesperaba, porque sabía que me dolería mucho. Pero una buena cogida era inminente. Mi culito no tenía escapatoria seria violado por este animal El cholo escupió en su mano y unto la saliva en su verga. Y así lo hizo varias veces. Y volvió a escupir y lo unto en mi ano.

Se coloco detrás de mi y comenzó, a pasar su verga por en medio de mis nalgas. Yo podía sentir su dura y húmeda verga pasar, justo por a la entrada de mi ano pero sin penetrarme. Solo, masajeaba la entrada mi culito, y con la punta presionaba suavemente. Yo sentía las rápidas palpitaciones de mi corazón. Y mi reparación estaba muy agitada. Y temblaba de placer y miedo sabiendo que seria poseído por este hombre. De repente sentí como esa verga de detenía exactamente en la entrada de mi ano. Y comenzó a empujar asía adentro lentamente. Esa verga sabia muy bien lo que quería. Asiendo presión abriéndose camino poco a poco, lentamente. Los músculos de mi culito ponían resistencia, pero ante la insistencia de esa verga comenzó a rendirse. Sentía un dolor agudo que invadía todo mi trasero. Sentía como la cabeza de esa embravecida verga lentamente entraba en mi ano. Y el dolor gradualmente aumentaba. El Cholo empujaba sus caderas buscando meter toda esa rica verga. Pero solo la cabeza entraba el resto de esa verga no. Estaba seca, necesitaba lubricación la saco de mi ano. Nuevamente escupió y la empampo con saliva. Y con su mano la dirigió a mi culito. Y puso la cabeza, justo en la entrada. Y comenzó a presionar entro la cabeza y poco a poco se fue deslizando lentamente, hasta lo mas profundo de mis entrañas. Esta verga, me estaba causando un dolor terrible. No podía escaparme quedo más que, relajarme y aguantar ese castigo

El me agarro con fuerza de la cintura y comenzó, a empujar lentamente. Buscando, la profundidad de mi culo. Podía sentir como su verga con coraje entraba y salía. El se movía con mucha agilidad, yo estaba temblando de dolor y placer. Cuando tenía la verga hasta el fondo. Mi mente reacciono, me di cuenta que estaba siendo violado. El Cholo deliberadamente asía pulsaciones con su verga. Como demostrándome quien tenia el control de la situación. Podía yo sentir las pulsaciones de las venas de esa verga, llenas de vigor masculino. Yo sentía mi culito, mas relajado y el dolor se había disipado un poco. Y comenzó el Cholo a mover las caderas, un poco más rápido. Llevándome a borde de la locura. El Cholo gemía y bufaba, como si fura un animal en celo. Cada embestida, era más profunda. Yo sentía dolor y placer, mi verga se puso muy dura. Y el Cholo disminuyo la velocidad, y comenzó a sacar su verga solo dejado la cabeza adentro. De pronto con mucha fuerza, embistió contra mis nalgas metiendo esa verga lo más profundo que pudo. Y así lo hizo una y otra vez. Nuca había yo experimentado algo así, cada embestida era como un regalo de placer erótico. Deliciosamente, sus piernas chocaban contra las mis. Sentía como esa verga entraba con velocidad llenándome de felicidad. Sentía yo una mezcla de dolor y placer. Que me llevaron a un increíble orgasmo. Este Cholo era todo un experto para coger. Y así no la pasamos el quería mas y yo también. Este macho me estaba dando una cogida, de esas que nunca se olvidan. ¡Que rico coge este pinché cholo! Me dijo: Tirate en medio del sofá. Y nos quitamos los dos los pantalones y los boxers. Porque aun los teníamos puestos, ya sin pantalones. Me levanto, las piernas y se empapo su verga con saliva. En esta posición, mi culito estaba a su completa disposición. Y procedió a penetrarme, entro su verga muy adentro de mi. Y comenzó, el mete y saca. Pero en esta posición, las penetraciones eran mas profundas. Y los dos disfrutábamos, el uno del otro levante mi cabeza un poco para ver como se movía y podía observar su pubis golpeando contra mis nalgas. Meneaba las caderas con energía. Se detuvo un poco, para escupir justo donde estaba mi culito y su verga y continuo con la cogida. Podía yo ver sus expresiones faciales, sus ojos se lo ponían en blanco de tanto placer. También podía sentir, sus huevos campaneando y golpeando contra mi culo.

Extendí una mano para tocarlos se sentían muy suaves. Y con mis dedos suavemente, los jalaba para sentirlos junto a mi culo. Se sentían, de lo más rico.

Un poco mas tarde se detuvo y dijo: Que quería tomar un pequeño descanso. Uno minutos más tarde dijo: Que quería orinar. Me pregunto: Que si, yo también tenía ganas. Y le conteste: Que si. Ahí junto a unos cuantos metros a un lado del sofá los dos orinamos, su verga estaba semierecta. Fue muy rico ver como este macho, soltaba un grueso chorro de orín. A caer al suelo evaporizaba, y yo podía oler el aroma de ese orín de macho y me puso mucho mas caliente. Y volvió, a encender el cigarrillo de marihuana. Después tomar unas buenas bocanadas de humo, me lo ofreció. Esta vez si que trate de ponerme, a la altura de el. Metí dentro de mis pulmones mucho de ese humo. Sin decir nada el me guió hasta el viejo sofá. Escupió mucha saliva en su mano y la unto en su verga. Yo también escupí mucha saliva y la unte en mi ano. Y procedió a acariciar mi interior con su rica verga. Podía sentir como sus caderas chocaban contra mis nalgas. Y su verga se deslizaba hasta lo más profundo de mí. Se detuvo y volvió a escupir sobre mi culito y su verga, y se movía muy rico y los dos gemíamos de placer. Y nuestros cuerpos estaban completamente mojados de sudor.

De repente, la luz de la veladora se apago, y nos quedamos en una completa obscuridad. Y ya sin luz el se movía, siempre buscando placer en las tibias profundidades de mi culito. Los dos uno a otro, nos dábamos mucho placer y gemíamos, y yo le pedía mas y el se movía complaciendo mis peticiones. Con maestría se apoyo sobre mis piernas levantadas. Y el apoyándose en sus pies comenzó a darle a mi culito una despiadada cogida. De tanto placer, yo podía ver estrellitas. Sentía que perdería el conocimiento. Y yo trataba de relajar mi culo para recibir esas brutales embestidas. Y yo con mi ano, buscaba su verga. Y el con su verga buscaba mi ano. Nos estábamos entendiendo muy bien, los dos nos estábamos dando mutuo placer. La cogida estaba resultando increíblemente riquísima. De pronto sentí que sus penetraciones eran más rápidas y desesperadas. Su verga pistoneaba como si fuera la última ves que poseería a un culo. Sus huevos estaban justo, a la entrada de mi ano. Y su desesperación iba en aumento y comenzó a dar aullidos y gemidos. Ansiosamente buscaba con su verga lo mas profundo de mi ser. Yo respondí agarrándolo de sus piernas y jalándolo contra mi culo. Y los dos dábamos suspiros, gemidos y aullidos. Yo desesperadamente buscaba meter todo su cuerpo dentro de mí. Y el con sus manos bajo mis hombros me jalaba con mucha fuerza. Sentía su embravecida verga dar grandes pulsaciones dentro de mi. Y el cholo comenzó a dar grandes aullidos. Y yo sentía como su tibio esperma llenaba mí interior. En cada pulsación de su verga. Sentía como, mas y mas su tibio semen invadía todo mi ser. Llenándolo de mucha felicidad yo pujaba y gemía. Esos momentos se me hicieron eternos. Quería que esa verga estuviese en mi culo para toda la vida. Tanto fue el placer que de mi verga soltó un gran chorro de semen. Y así permanecimos por algunos minutos, en ese abraso de lujuria. Un par de minutos más tarde. El cholo, poco a poco sacaba su larga verga. Sentí como se deslizaba, saliendo de mi culo.

La obscuridad se disipaba lentamente con la luz de un nuevo día. El inmediatamente se incorporo y se puso su ropa y yo hice lo mismo me puse mi pantalón. El sin decir nada, metió las manos en las bolsas de mi ropa y encontró mi cartera. Tomo los pocos dollares que traía. Me miro a los ojos y dijo: Si le cuentas a alguien lo que paso, vamos a tener tú y yo muchos problemas. Y añadió: Desde este día solo serás para mí. Cuídate si es que te veo con alguien. Sin decir mas tomo mi bicicleta y desapareció por la puerta de el abandonado garaje.

Amigo lector gracias por leer este relato, espero que haya sido de tu agrado.