El panadero nunca llamaba
El panadero además de hacer pan también hacía otras cosas
_El Sr Membrado, panadero del pueblo, cuando el Carnicero del Ferrol dejo sin trigo ni pan blanco "a su pais'para enviarlo a los Fascistas del lll Reich, amigos íntimos a cambio de Armas, se le ocurrió una gran genialidad de las que tenía y tuvo en su larga vida, de
en vez de enviarles trigo les envío la Harina. Los despojos de este trigo, lo que llamaban
y aún hoy se llama Salvado. Lo empleo en hacer un pan tan negro como su alma, que ni las cabras querían. El otro tarado de la Historia un tal Hitler, agradecido como era le salió más económico, al Genial Franco le envío una Fotografía enmarcada con madera de Nogal. Aquello para el Genial Franco fue un Talismán. Como también lo sería el brazo incorrupto de una Santa Teresa, según recuerdan los que aún viven, aquel pan negro sabía a serrín. Por aquellos tiempos el Sr. Membrado además de panadero también era Alcalde de la Villa. No conforme con lo de hacer el pan negro, busco entre los ciudadanos de esta a un hombre de mucha confianza para que a escondidas y con dos muelas de piedra moler el poco trigo que guardaban escondido algunos labradores para poder hacer un pan blanco que necesitaban los que padecían enfermedades sin remedios, y algunas otras personas con dificultades para subsistir. lo de las muelas de piedra era una reedición de cientos de años atrás. El Sr. Membrado igual que hacía cuando aún no había llegado a la Alcaldía, en las madrugadas y con un pan blanco iba a las casas en donde les era necesario aquel blanco y crujiente pan. El ama de casa, como sabía de los peligros que podía tener con los del tricornio para agradecerle aquellos generosos obsequios lo esperaban tras la puerta de casa y allí mismo levantándose la larga falda lo obsequiaban con eso de allí abajo....que Uds. ya pueden imaginarse. El, comprensivo como era también les dejaba que tocasen su instrumento de volumen considerable. Había Viudas que lo tocaban con mucha maestría, aunque de este no saliese nota alguna. Para todas ellas aquel Panadero era un Santo Varón de los pocos que habían en aquellos tiempos de miserias extremas. De todas aquellas agradecidas Damas había una que al Sr. Membrado le gustaba un montón, no por que fuese bonita, que no lo era, pero sí que jodía como ninguna otra de aquella Villa. Daba la impresión de que había nacido para ello. Ella, que además de folladora era más lista que el hambre, al marido que tenía un rebaño a pocos km. del pueblo lo enviaba a dormir allí con las ovejas por si se presentase el Lobo. Aunque por allí lobos no habían visto ninguno desde hacía muchos años. De esta manera ella comía
el Pan blanco y también tocaba aquel instrumento que la volvía tarumba. Aquella madrugada sobre las tres el Panadero llegó a Casa de Lisa la mujer del Pastor, en la calle un Vendaval Huracanado llegaba a levantar las tejas de las casas tirandolas a la calle. En cuando el panadero entro ella cerro con llave la puerta, y no era por que pudieran entrar moscas. Pasa Membrado, te estaba esperando, sabes, la pasada noche tuve un Sueño más caliente que las Calderas del Infierno. Soñé que estaba con el Demonio ese y a guantazos me obligó a poner mi culo a su disposición, cosa que como tú sabes tengo el agujero estrecho, y este cabronazo que tiene un carajo como un mulo me lo clavo todo. Yo creí morirme de dolor pero después de unas cuantas embestidas pase de aquel dolor tan terrible a gozar como una pendeja. Es por eso que deseaba que vinieses para ver de sentir lo mismo, que con tu robusta polla seguro que lo sentiré mucho más,.Tienes algo para engrasarlo ? le pregunto el Panadero. Mantequilla no tengo pero podemos poner aceite, no te parece? Antes de que este contestase se fue a la cocina a buscar una tacita. El panadero mojo su dedo en ella y le lubrico su ano y para más seguro le metió su dedo dentro, después lo volvió a mojar y lubrico su tranca para que le entrase bien. Ella doblada encima de la mesa y con las faldas arriba del todo espero la embestida. El Panadero apunto con su polla el agujero y de un seco golpe lo mando al fondo. Los lamentos a tanto dolor se hubiesen podido oír desde la calle si no hubiese sido por aquel vendaval que azotaba las calles. Después ella empezó a gozar como una cerda borracha de lujuria. Llénamelo todo !! Y sacúdeme fuerte este culo insaciable !! Le fue repitiendo como si hubiese perdido el juicio. Cuando el Panadero abandonó la casa en la calle todo eran trozos de las tejas arrancadas por el viento. Al llegar a casa lo primero que hizo fue ir al baño a lavarse su polla con los restos del aceite, del semen, de las cacas de ella y algo de sangre que le hizo en el ano. Después al calor del horno se acostó encima de una pila de sacos vacíos y se durmió plácidamente. El despertador lo hizo levantar para sacar el pan del horno dos horas después. Cuando abrió la puerta al público conecto con su radio,Radio Francia Internacional, a aquella hora aún no vendrían clientes. La cantarina voz de la locutora fue desgranando con su peculiar acento afrancesado los logros y virtudes del Genial Franco, es un decir, ahora transformado en escritor. El libro Raza escrito por el ,dijo que en la Capital se vendía como los churros, y que incluso en una librería se hacían colas para adquirirlo. Solo unas semanas después era Radio Nacional daba la noticia que el Papa PioXll lo había Condecorado y nombrado hijo predilecto de aquella Iglesia Católica Apostólica y Romana. Corría el año de Gracia de 1.953
Al día siguiente fue otra vez Radio Francia Internacional quien informó que en el Campo de Concentración de Miranda de Ebro habían muerto de hambre y frío dos docenas de hombres. La misma Emisora comunicaba a los oyentes que el General y Jefe de Estado Argentino había "regalado" 1 barco con trigo y otro con leche en polvo y quesos para la chiquillería hambrienta que asolaba el país. La entrada de una clienta hizo que el panadero desconectase la Radio. Dos días después y a la misma hora de las tres de la madrugada el Panadero con un pan bajo el brazo y envuelto con una blanca tela se dirigía a la casa de Doña Encarnación, Viuda de Guerra. Doña Encarnación ya lo esperaba tras la puerta. Cada día rezo por ti querido Membrado. Este pueblo te debe mucho. Si no fuese por ti muchas personas ya no estarían con vida. El pan negro no pueden digerirlo por sus mejillas bajaban unos lagrimones como granos de trigo. No debes de ponerte así Encarnación, mientras yo pueda ayudar a quien me necesite. Te estaba esperando con impaciencia querido Membrado. Necesito tus besos y tus otras cosas. Doña Encarnación paso sus brazos por el cuello del querido Panadero y lo besó en los labios. El le devolvió el beso como si fuesen novios. Besarla no era un beso más, era como gozar de unos labios como la pulpa de Tamarindo, dulces, golosos y sensuales, muy sensuales. El panadero le fue subiendo la falda hasta que pudo meter su mano debajo y llegar a su caliente y húmedo chocho. Ella, al sentir sus dedos allí se abrió más de piernas para que le entrasen. Cuando ya estuvo encendida el panadero la tumbó en el suelo y le metió de un golpe su gruesa tranca. Ella jadeante de placer empezó a mover su esplendoroso culo que los llevarían a un virulento orgasmo. Cuando el panadero abandono aquella casa eran las 4 horas de un nuevo día. Cuando llegó al horno y como hacia
casi todos los días se tumbó encima de la pila de sacos vacíos y al cabo de un momento estaba roncando. El calor del horno le daba vida. Una vez más fue el despertador quien le indico que era la hora se sacar el pan del horno. Lo que no hizo aquella mañana fue sintonizar Radio Francia Internacional para saber lo que pasaba en su país, para él era algo descorazonador que fuesen las Emisoras de otros países quienes informasen de lo que allí sucedía. También que fuese está Iglesia Católica la que ensalzase a este Genocida sabiendo como sabían lo que allí pasaba. Esto solo podía entenderse por qué está Iglesia estaba más interesada en los bienes Terrenales y no en los otros que decían eran los de la Fe. Sus mentiras las contrarrestan los Registros de la Propiedad en donde estaban anotados todos los bienes de ellos un grandes Cantidades. A la mañana siguiente a las tres de la madrugada el Sr. Membrado se dirigió a casa de la Viuda de Guerra Sra. Enriqueta, ya no tuvo que llamar a la puerta por qué no estaba cerrada con llave. Doña Enriqueta lo recibió con dos besos en cada mejilla. Aunque algo sobrada de peso estaba más buena que el pan blanco que recibía. Su trasero era tan bello como si fuese el de una escultura griega, y sus pechos como Ánforas Fenicias. Cuando llegó el Panadero ya tenía la Chimenea encendida calentando la estancia, delante y en el suelo una manta extendida. Querido Membrado le dijo ella, seguro que no te acuerdas que hoy hace dos años que tal día como hoy en este mismo sitio pegamos un polvo de los que no se olvidan ? Pues me gustaría repetirlo.