El padre y el hijo conmigo

Había cumplido dos de mis fantasías sexuales, estar con mi tío y con mi primo (su hijo). Estuve con cada uno por separado y creo que llegó el momento de juntarnos. (NO DEJÉIS DE LEER MIS OTROS RELATOS RELACIONADOS CON ESTE)

Había cumplido dos de mis fantasías sexuales, estar con mi tío y con mi primo (su hijo). Estuve con dada uno por separado y creo que llegó el momento de juntarnos.

Con mi tío ya tuve varias experiencias, es un hombre de unos 40 y pico años, alto 182 cm, rubio con pelo corto a lo militar, ojos marrones, labios carnosos, unos brazos fuertes por su trabajo. Tiene un cuerpo fuerte pero sin llegar a marcar abdominales. Y sobre todo un pene grande y gordo (20cm) y sin ningún vello, pues se los rasura, aunque es no es de tener mucho en general.

Por otro lado, mi primo es un jovencito de 175 cm con un cuerpo definido y duro, al ser delgado su cuerpo es todo musculo y fibra, pues desde muy joven siempre practicó deporte. Los rasgos son parecidos a los míos y a los de su padre, la verdad que somos los que más nos parecemos. También lleva el pelo corto como su padre. Su cuerpo lampiño lo hace muy sexy. Y aunque aún esta en desarrollo, ya tiene un pene gordo y sexy (16 cm). Una cosa para destacar es su culito redondito y duro.

Y por último, estoy yo, mido igual a mi tío, soy delgado y sin definir. También soy rubio y a diferencia de ellos yo llevo el pelo largo, tengo los ojos verdes con matices marrones. Como bien dije, los tres nos parecemos, también tengo unos labios carnosos. Lo que más me elogian es mi culo, un culo respingón y de pene, rozo los 19 cm y es más fina que las de ellos, pero sin despreciar tampoco.

Bueno espero no haberme liado mucho, pero quiero crear ambiente con los personajes. Empiezo…

Después del encuentro con mi primo, el tiempo paso sin más, llegaron las navidades, el fin de año y los reyes. En fin de año, fui con mi padre a casa de mi tío como cada año para felicitar las fiestas y desear que empezasen bien el año. Cuando llegamos le di un abrazo y un beso en la mejilla a mi tío y cuando me vio mi primo se abalanzó sobre mi, yo puse mis brazos por debajo de su culo y nos dimos un pico (a nadie le iba a extrañar pues desde siempre nos saludamos así) y luego se bajo y quedo abrazado a mi cintura.

Nos pusimos a hablar y fueron llegando más miembros de mi familia, en un momento quedamos apartados mi tío, mi primo y yo y aproveche para sacar nuestro tema caliente:

Yo: Bueno tío, ya te conté lo que paso con él – acaricie la cara a mi primo y le guiñé un ojo – y a él no nuestro, y ahora creo que tendríamos que estar los tres juntos.

Primo: Sí papá, quiero entrar en vuestros juegos – dijo entusiasmado.

Tío: A ver – se calla para pensar lo que iba a decir – no se si deberíamos hacer este tipo de cosas, ya esta mal que lo hiciese contigo y ahora también con mi hijo – se vuelve a quedar callado – además de que estoy engañando a mi mujer – se le nota la cara de preocupado.

Yo: No, si yo te entiendo – miro hacia mi primo – se que tiene ser complicado, yo no tengo problema porque estoy soltero, pero también te digo, el morbo es el morbo y sé que lo pasas bien – le pongo una sonrisa tímida para quitar hierro al asunto.

Primo: Eso es verdad – se acerca y pone su mano sobre el paquete de su padre y lo apretá un poco.

Mi tío da un pequeño salto ante esa acción y se le cambia un poco la cara.

Yo: También te digo, lo podemos hacer una vez y si quieres después lo dejamos ahí, pero por lo menos una vez por él – veo hacia mi primo – para que tenga una experiencia nueva. No sabes lo que daría por que me pasará a mi a su edad.

Mi tío se quedo pensativo, cambiaba su mirada entre mi primo y yo como un partido de tenis – bueno vale, lo haremos – acabo diciendo mientras veía la cara de emoción de mi primo.

Yo: No te vas a arrepentir tío – le echo una sonrisa picara.

Primo: Sí, lo vamos a pasar muy bien – dio un pequeño salto de alegría – ya se me puso dura de solo de pensarlo – diciendo esto entre susurros.

No pudimos evitar echar una contenida carcajada al escuchar ese ultimo comentario de mi primo. De pronto me llama mi padre para que me valla despidiendo de toda la familia para volver a nuestra casa pues nos estaban esperando para cenar.

Ya que estaba cerca de ellos, le doy un abrazo a mi tío y un beso en la mejilla, agarro a mi primo y nos fundimos en un gran abrazo donde el me rodea con sus piernas y brazos y nos damos un pico. Empiezo a despedirme de todos y nos vamos.

Pasaron las fiestas y le mando un mensaje a mi tío “ para la semana, el sábado, podemos hacer lo que habíamos dicho, si os viene bien ”. Al cabo de unos minutos “ creo que si, pero ahora no puedo hablar, luego te llamo ”. Paso la tarde y a eso de las 8pm me llaman al móvil:

Yo: Hola tío, que tal el día?, todo bien?

Tío: Hola sobrino, sí todo, bueno cuéntame que idea tienes – así al grano sin perder tiempo, pensé.

Yo: Pues mira, el sábado estaré solo en casa pues mis padres no estarán en toda la tarde y mi hermano tampoco. Entonces pensé en mandarle un mensaje al primo para que viniese a pasar la tarde a casa.

Tío: Pues sí, así me da una escusa a mi en casa.

Yo: Claro, esta todo pensado. Así lo traes y ya nos montamos la fiesta los tres.

Tío: Vale, perfecto. Preguntaré a la tía pero creo que para ese día no tenemos ningún plan. Cuando sepa te mando un mensaje para confirmar.

Yo: Okey tío, pues espero que podamos quedar, ya se me pone dura de solo de pensarlo – rio.

Tío: Si que eres un pervertido sobrino – él también se ríe – aunque no te voy a negar que yo también estoy algo excitado con la idea y la conversación.

Yo: Si es que viene de familia, esta claro – entre risas y cachondeo – bueno espero tu mensaje. Un beso.

Tío: Otro beso para ti, sobri.

Sobre las 10pm, me llega un mensaje con un concreto “ todo okey ”.

Al día siguiente, le mande el mensaje a mi primo para el sábado por la tarde se venga a mi casa, a lo que el me contesta obviamente con un sí. Los siguientes días pasaron aunque no tan rápido como quisiera y por fin llega el sábado.

Estaba solo en casa, y a las 4pm tocan el timbre. Voy hasta la puerta de casa y al abrir allí estaban mi primo, con una sonrisa de oreja a oreja, y mi tío. Los invito a pasar, charlamos un poco y los invito a ir al piso de arriba para estar más cómodos.

Allí había preparado unas mantas en el suelo y encima de ellas una sabana, para tener más espacio y estar más cómodo que en la cama.

Tío: Vaya lo que montaste aquí – posa su mano en mi culo y me da un beso en la mejilla.

Primo: Ya te digo, que bien lo vamos a pasar – se quito la camiseta y se quedo con su torso desnudo. Ya sabemos que es que esta más impaciente por la situación.

Yo: Sí, creo que vamos a estar más cómodos aquí que en mi habitación – agarro del brazo a mi primo acercándolo hacia mi y empiezo a acariciar su torso.

Tío: Pues vamos al lío, que no es que tenga prisa pero en un rato tengo que irme – mi tío pone su otra mano en el culo de mi primo y empieza a besarme.

Mientras nosotros nos fundíamos en un apasionado beso, mi primo aprovecho para bajarme el pantalón y el bóxer y acto seguido hizo lo mismo con su padre, con lo que dejo nuestros penes al aire algo ya despiertas. La agarró y empezó a hacernos una paja. Poco a poco, nuestros penes se fueron poniendo duros en sus manos.

Primo: Wow, que grande son – puso especial atención al de su padre – papá, espero que el mío llegue a ser igual de grande que el tuyo.

Tío: Seguro que si, como puedes ver viene de familia – apretó una de mis nalgas. Dios que morbo me da eso.

Mi primo acercó su cara hasta la entrepierna de su padre, sacó su lengua y la pasó por sus huevos. Mi tío puso una cara de placer al sentir la lengua de su hijo. Acto seguido abre la boca y los empieza a comer, metiéndoselos de uno en uno. Tras su trabajo en los huevos empieza a subir con la lengua por el pene de su padre, saboreando cada centímetro hasta llegar al grande, que primero lo rodea con su lengua y luego lo envuelve con sus labios.

Mi tío esta disfrutando del trabajo de su hijo, y se notaba por su manera de gemir y como apretaba mi nalga con su gran mano. Yo también me quería sumar a la fiesta, por lo que, me aparte de ellos cogí una silla la puse en frente de mi tío y me subí en ella. En esta posición mi pene quedó casi a la altura de la cara de mi tío, lleve mis manos a su cara y la acerque. Él entendió el mensaje y se metió mi pene en la boca.

Allí estábamos los tres, y yo lo veía desde las alturas, mi tío haciéndome una mamada, mientras a él se la hacía su hijo. La boca de mi tío se sentía muy caliente e intentaba meterselo lo más profundo posible y jugaba con su lengua por todo mi pene. Mientras por su parte mi primo también intentaba, aunque muy torpemente, todo el pene de su progenitor en su boca, el pobre se notaba que no tenia mucha experiencia.

Pasaron unos buenos minutos, mi tío saco mi pene de su boca y propuso cambiar de posiciones para que todos disfrutáramos de distintas mamadas. Esta vez mi tío tumbo a mi primo en la “cama improvisada” y él se tumbo a continuación teniendo a su disposición el pene de este. Muy despacio acerco su boca a su pene y abriéndola lo introdujo lentamente hasta tocar con su nariz los escasos vellos púbicos de mi primo. Se mantuvo un rato sin moverse, aunque por los gestos de mi primo y la boca de mi tío debía de estar moviendo la lengua al rededor de su grosor. Después de un rato empezó a sacarla para luego volverla a meter, y así hasta empezar a acelerar el ritmo.

Mi primo empezó a gemir y a gritar “si papá, que susto”. Yo estaba muy excitado viendo esa situación y no pude evitar llevarme la mano a mi pene y empezar a pajearme. En un rato, volví en mí y observé que el hermoso pene de mi tío estaba libre, me puse de rodillas lleve mi cabeza entre las piernas de él y empecé lamerla. No me cansaba del sabor, me creaba adicción, pasaba mi lengua por todo su esplendor desde la punta hasta sus huevos. Así estuvimos por un buen rato, mi primo y yo pasamos a hacer un 69 mientras mi tío empezó a pasar su lengua por mi raja y mi agujero.

Sentir su lengua pasar por mi raja e intentar entrar en mi interior, mi ano se abría para pedir que quería más a lo que mi tío llevó sus dedos a su boca los ensalivó un poco, acercó uno a mi agujero y tras unos pequeños movimientos en circulo lo metió hasta el fondo de una estocada. Yo no pude evitar emitir un sonoro gemido ahogado con en pene de mi primo en la boca. Lo empezó a mover en círculos y cuando notó que cedía metió el segundo, hasta llegar a un tercero. Sentía que tenia el ano muy abierto, después de un rato saco sus tres dedos para volverlos a substituir por su lengua. Y a todo esto sentía como mi primo trabajaba mi pene, se lo sacaba y metía en la boca, jugaba con su lengua por cada centímetro, estaba en el cielo.

Mientras tanto, yo tenia el pene de mi primo en la boca, lo lamia desde su glande hasta sus huevos, en el siguiente movimiento, volví desde su punta hasta sus huevos pero esta vez seguí por el perineo hasta llegar a su ano. Empecé a pasar mi lengua, no me gusta mucho comer culos, pero el de mi primo era distinto. Empece a reproducir lo que su padre me hacía a mí, para dilatarlo y prepararlo para lo que venia después. Volví a meter si pene en mi boca y a su vez un dedo en su ano, empezando a tocar su próstata. Mi primo gimió como un loco, moviendo su cadera, y tras un rato empezó a correrse en mi boca, llenándome de su dulce leche.

Quedo rendido, con los ojos cerrados y sus piernas y bazos abiertos. Aprovechando su “descanso” mi tío se incorporo, acercó su glande a mi agujero e introdujo de un golpe su polla hasta el fondo. Aunque estaba bastante dilatado, no pude evitar echar la cabeza para atrás, abrir los ojos como platos y soltar un gemido y sonoro gemido de placer, y sin más preámbulos empezó una brutal envestida.

Hacia que moviera mucho y al bajar un poco mis caderas, mi pene chocaba entre mi barriga y la cara de mi primo, que seguía tumbado inerte debajo miá. Tras unos buenos minutos, mi tío seguía metiendo y sacando su pene de dentro de mi hasta que siento como se tensa y sin dejar de moverse empieza a preñarme. Al sentir su cálida leche en mí, empecé a correrme sin tocarme cayendo todo por el increíble cuerpo de mi primo. Al tiempo apretaba mi esfínter y podía sentir todo el grosor del pene de mi tío.

Él dejó su pene dentro de mí, y cuando se le bajo el empalme salió sola y pude notar el vacío que quedo en mí. Se recostó hacia atrás dejando sus piernas abiertas, yo apoye mi espalda en su pecho y eché la cabeza hacia atrás, a lo que él contesto con un beso en la boca.

Mi primo por fin dio señales de vida y también se sentó apoyando su espalda en mi pecho. Allí estábamos los tres, descansando un poco y yo frotando el pecho de mi primo con mis manos.

Primo: Estuvo genial – alcanzó a decir – pero me quedé con ganas de más.

Yo: Pues cualquiera lo diría, hace un momento estabas exhausto.

Tío: En que estabas pensado?, hijo.

Primo: Pues en que quiero que me des por culo como al primo.

Yo: Claro, él también quiere sentir tu pedazo pene – seguía acariciando su torso.

Tío: Eso esta echo.

Pude sentir en mi espalda como el pene de mi tío ya volvía a estar duro. De echo los tres ya lo volvíamos a tener duro. Nos levantamos y mi tío se acostó boca arriba y ordeno a mi primo que se sentara en él.

Mi primo se quedó un poco extrañado de su petición, pues no entendió lo que quería que hiciese, yo lo lleve hasta mi tío, lo puse a la altura de su pene y le dije que se pusiese de cuclillas, agarré el pene de mi tío, para que se quedase firme, y fui sentando a mi primo en él. Cuando le entró la punta, le dije a mi primo en el odio que se lo fuese metiendo a su ritmo y dicho esto le comí el cuello.

Me puse enfrente de él, apoyando mi culo en el pecho de mi tío. Ver como iba bajando y poniendo caras de entre dolor y placer, me excito muchísimo, a lo que me lance a él para comerle la boca. Nos fundimos en un apasionado beso, que se entrecortaba para que de él saliesen unos gemidos. Mi tío también gemía al sentir como el estrecho culo de su hijo iba rodeando su pene.

Ya tenia toda la polla de su padre dentro, y no pude evitar fijarme que de sus ojos salían unas lagrimas, pobre no estaba acostumbrado a su grosor.

Yo:

Que tal cariño? Te duele mucho? - le acaricie la cara para limpiarle las lagrimas.

Primo: Pues la verdad que sí – trago saliva – pero me aguanto, quiero disfrutar como lo hiciste tú.

Yo: Tranquilo, al principio es normal. Tomate tu tiempo y cuando te sientes a gusto empieza a volvértela a sacar.

Tío: Si hijo tu tranquilo y no te preocupes, si tu apretado culo me esta dando un placer – suspira – y tu trae para aquí ese culito que te lo voy a volver a comer.

Obviamente obedezco sin rechistar me echo un poco para atrás y todo mi culo queda encima de su cara. Al poco siento ya su lengua jugar nuevamente con mi agujero. Veo a mi primo que empieza a moverse lentamente hacia arriba y su cara era un poema. Para evitarle algo el dolor se me ocurrió hacerle una mamada, por lo que me incline y me lo metí entero en la boca. Parece que la idea funciono pues acabó de sacarse el pene de su padre, excepto la punta, y volver a metersela hasta el fondo algo más rápido.

El tiempo iba pasando y cada vez mi primo se movía mejor, cosa que mi tío noto pues sus gemidos, ahogados por mi culo, se notaban cada vez más. Estuvimos un buen rato en esa posición, mi tío con su lengua en mi culo y su pene en el de mi primo y yo con el pene de mi primo en la boca.

De lo apretado que tenia el culo su hijo no paso mucho tiempo cuando mi tío empezó a tener espasmo y a correrse dentro de él. A lo que mi primo puso una cara de satisfacción al sentir el néctar caliente de su padre dentro de él. Cuando terminó su corrida mi primo se levantó, le dije que se pusiese a cuatro patas y pude observas que tenia el ano abierto y se le podía ver gotas de semen. No pude evitarlo y lleve mi lengua, recogí el semen de su padre a la vez que lo penetraba. Mi primo empezó a gemir como un desconsolado, pero no quería que se corriera pues aún tenía un plan para él.

Me puse a cuatro patas y le indique que metiese su pene dentro de mí. Él se quedó sorprendido pero accedió encantado. Me lo clavo de una estocada y empezó a follarme como si fuese un perro en celo. Yo mientras tanto, me acerco a mi tío y nos fundimos en un beso compartiendo su corrida que saque del culo de su hijo.

Mi primo no tardo mucho en venirse dentro de mi, sintiendo dos buenos trazados, que una vez que acabo se sentó en el suelo exhausto. Solo faltaba yo por correrme, por lo que me levante, acerque mi pene a la boca de mi primo y se la introduje dentro. Empece a follarle la boca y a los pocos minutos inunde su boca de mi corrida, que el iba tragando como podía pero aún así le salia un poco por fuera por las comisuras de su boca.

Nos quedamos los tres tumbados boca arriba cansados y con la respiración acelerada que poco a poco iba volviendo a la normalidad.

Primo: esto fue lo mejor que hice hasta ahora en mi vida.

Yo: Ya te digo primito. Estuvo genial, tu que piensas tío?

Tío: Si que estuvo bien – dijo mientras se levantaba – no me importaría repetir.

Yo: Si ya sabía yo que te iba a encantar.

Primo:

Pues cuando queráis.

Mi tío mientras hablábamos se estaba vistiendo.

Yo: No te quieres duchar antes de vestirte?

Tío: Me ducho al llegar a casa – acabo de acomodarse – ya es hora de irse, que sino va a parecer raro.

Yo: Tienes razón – me levanto y extiendo mi mano para ayudar a mi primo a levantarse.

Tío: Bueno, pasar buena tarde – pose su mano en mi nalga, me acerca a él y me planta un buen morreo de despedida – y ser buenos – esta vez sube a su hijo en el colo y se funden en un apasionado beso.

Yo: No te preocupes tío, que seguro que algo encontramos para hacer.

Primo: Seguro que si – le echa una sonrisa y vuelve a besar a su padre.

Mi tío se volvió a su casa y mi primo y yo quedamos desnudos y decidimos darnos una ducha…

Gracias por leerme, espero que os haya gustado este relato. Espero vuestros comentarios.