El padre de mi amiga, mi amiga y yo
EL papi de mi amiga lindo muchacho.
Quizás era un sueño o una realidad. El caso es que aquel día sería muy especial para mí.
Como siempre. Solía jugar con mis amigas en aquella plaza. Todas reíamos, corríamos, en fin cosas típicas de nuestra edad.
Contaba por aquellos días con 15 años. Era la mayor de todas mis amiguitas. Nos conocíamos desde hace varios años.
Cierto día, una de ellas no estuvo. ¿Qué habría sucedido? Fui a su casa a buscarla. Salió su padre y me dijo que ella había salido de la ciudad, puesto que un familiar había fallecido y que había ido con su madre.
Le dije que lo sentía. Me despedí y volví a reunirme con mis otras amiguitas.
Al cabo de algunas horas ellas fueron llamadas por sus padres a estudiar y me quede sola en aquella plaza. Mis padres habían salido y ellos tenían las llaves de casa. Así que tuve que armarme de paciencia para esperarlos.
El cielo se había nublado, estaba próximo a llover. En esos momentos salió don Iván, papá de mi amiga que había viajado. Iba a comprar cigarrillos. Me miró y me saludó. Al retornar a su casa vio que yo aún me encontraba allí. Me preguntó si no me estaba mojando, ya que había empezado a caer una suave llovizna. Me preguntó si mis padres habían salido y le dije que sí, y que no sabía a que hora volverían. Me dijo que pasara a su casa para que los esperara, ya que la lluvia empezaba a arreciar.
El estaba trabajando en su computadora, haciendo algunos trabajos. Mientras tanto, me había encendido la TV para que me entretuviera. Los programas no eran muy buenos en esos momentos. Vio que estaba un poco aburrida y me dijo si quería ver películas que el tenía guardadas. Me entusiasmo un tanto la idea pero me dio un no se qué, ya que él estaba solo. Se acerco al vídeo e introdujo una película. Era de esas películas porno. La verdad es que no eran nuevas para mí, ya que había visto algunas que mi padre tenía escondidas en su cuarto. Pensé en que diría don Ivan. Pero él siguió trabajando como si nada y ni me miraba.
La película era bastante fuerte. Había una pareja haciéndose el amor en forma brutal. El hombre desnudaba completamente a la mujer y la abría de piernas para luego besar su sexo. Luego introducía su lengua entre los labios vaginales. Chupaba su clítoris e introducía uno de sus dedos por su ano.
Luego era ella la que lamía y chupaba su gran pene. Lo introducía totalmente entre sus labios para luego hacerlo aparecer y volver a hacerlo desaparecer.
Creo que le llegaba hasta su garganta.
A todo esto yo me estaba excitando de sobremanera. Sentía que mi cosita se me estaba mojando. Juntaba mis piernas tratando de aprisionar mi pequeño botoncito. De reojo miraba a don Ivan. Seguía imperturbable. Ya no podía más, quería sentir mis dedos como cada noche mientras me masturbaba.
El hombre de la película tomaba a la mujer y le introducía su miembro entre sus labios vaginales. La mujer estaba totalmente excitada, sus suspiros eran de placer y gozo.
De pronto sentí las manos de don Ivan en mis hombros. ¿Qué tal estála película? Me pregunto. ¡Buena! Le respondí.
¿Te excita ver estas películas? Me volvió a preguntar.
¡Sí! Le respondí.
¿Te sientes mojadita entre las piernas?
¡Un poquito!
¿Y si te paso la mano por tus senitos, no te enojas?
¡Mmmm, no sé! Le dije.
Y enseguida me rodeo con sus manos por detrás, tomando mis senos. Estaban duritos. Mis pezones ya reventaban.
Bajó sus manos, mientras yo miraba la película. Levantó mi blusa y acarició mis senos por encima de mi sostén. El ya había notado que mis piernas cada vez se juntaban más por lo excitada que me encontraba mirando la película.
Yo nada decía cuando él, levantó mi sostén y tomo mis senos con sus manos.
Con una de sus manos, tomo una de las mías y la llevo hacía su entrepierna para que tomara por sobre su pantalón su miembro. Era abultado y se notaba muy grande. Acercó su cabeza a la mía y me besaba por el pelo. Luego bajo sus labios y empezó a besar los lóbulos de mis oídos. Aquello sí que me excitó de sobremanera. Sentía el calor de su boca en mi nuca. Su lengua, se introducía en mis oídos. En realidad era bastante excitante el sentir aquello.
Me hizo levantar, y quedé mirando la película de pie. Luego el se arrodillo frente a mí y acercó su boca a mis senos. Los empezó a besar y a chuparme los pezones. En aquellos momentos estaba excitada a mil. Nunca ningún hombre me había hecho lo que me estaba haciendo don Ivan. Pero como ya había visto otras películas sabía de que se trataban aquellas caricias.
Mientras seguía chupando y lamiendo mis pezones sus manos bajaron a mi cintura y lentamente empezaron a bajar mi vestido. Luego de bajarlos completamente y estando yo solo con mis calzón bikini, me hizo separar las piernas y empezó a acariciarme entre mis piernas.
¡Que mojadita estás! Me decía.
¡Estas muy calentita! ¿Te gusta lo que te hago? Me preguntó.
Con mi voz un poco ronca a causa de la excitación le dije que sí.
¿Te saco tu calzoncito? Volvió a preguntarme.
¡Bueno! Le respondí.
Mi jugos corrían entre los labios de mi vagina. Ya sin mi calzón bikini, empezó a tocarme mi botoncito. Poseía muy pocos pelitos entre mis piernas, apenas si recién había empezado mi pubertad.
Bajó su cabeza y empezó a pasar su lengua por entre los labios de mi vagina, abriéndome con sus manos. Sentía que mi clítoris estaba a punto de estallar.
Quería sentir su lengua más profundamente. En esos momentos mis ojos se cerraban de deleite, casi ya no miraba la película.
Empezó a introducirme uno de sus dedos, muy suavemente. Sentía que entraba sin problema a causa de mis juguitos.
Ya no pudiendo soportar más, tome su cabeza y la acerqué hacia mi cosita, quería sentirlo muy profundamente... más y más. ¡Mmmmmm que rico!. Lo tomaba del pelo, se lo tiraba.... arqueando mi cuerpo le ofrecí totalmente mi sexo a su boca. Abría totalmente mis piernas para sentir su lengua. ¡Ooooohhhh... que riiiiicooo! ¡Dame más... más... más! ¡Uhhhggggggg! ¡Meteme más tu lenguita... más adentro... más. por favor... Dame más... Ayyy....mas... Y entonces tuve un gran y delicioso orgasmo. Su lengua lamió todos mis jugos los que tragó con deleite.
Luego me pidió que me arrodillara y tomara su miembro entre mis manos.
Era de un color pardusco. Su punta era roja de la cual sobresalía un liquido cristalino. ¡Bésamelo! Me pidió.
Acercando mis labios a su miembro, lo bese en la punta. Mis labios se mojaron con su liquido. ¡Abre los labios, mi amor! Me dijo. Y abriendo los labios, me introdujo su gran miembro. ¡Chupalo... chupalo! Me pedía. ¡Así... así....Mmmmmm....¡Que rico mi amor!
Cada vez engrosaba más y más entre mis labios.
¡Tómatela toda! ¡Tómatela toda! Al principio no le entendí pero luego me dijo que me tomara todo su semen, que me lo tragara, que así era el acto de amor.
Y con unos suaves movimientos más, soltó todo su semen en el interior de mi boca. ¡AAAaaahhhggggg ¡Tómatela...
tómatela....ahora...ahora...aaaaahhhggg!La tragué toda con delicioso deleite, sabiendo que así él sería feliz.
Luego de un breve descanso, me pregunto si quería que hiciéramos como en la película. Estaba en ese momento la mujer sentada sobre el hombre, con todo su miembro en la vagina. Yo le dije que nunca lo había hecho, y que además con su miembro tan grande me dolería montones. Él me replicó diciéndome que lo haríamos con sumo cuidado y que si me dolía, nos deteníamos en ese momento. Después de dudarlo un momento le dije que bueno.
Me sentó sobre una mesa y abriendo mis piernas se coloca entremedio, alzando mis piernas sobre sus hombros, tomo su miembro y acaricio mi clítoris.
Luego separo los labios de mi vagina e introdujo un poquito de su miembro, sentía temor al dolor. Me hizo tenderme en la mesa y agachó su cabeza hacia mis pezones. Los empezó a chupar dulcemente. De pronto acercó sus dientes a mis pezones y se dio a mordisquearlos. Su miembro seguía ingresando, afortunadamente sin dolor para mí. De pronto mordió un poco más fuerte uno de mis pezones, lo que me hizo saltar, para así acercar todo su cuerpo hacía mi y sentí que todo su miembro estaba dentro de mi vagina que se hallaba totalmente húmeda o mejor dicho mojada. Sus pelos púbicos rozaban mi sexo rasmillándolo. Luego empezó a moverse, y tomándome de mis caderas me acercaba hacia él. Sus movimientos eran de entrada y salida y a cada embestida sentía unas sensaciones cada vez más agradables. El calorcito de su miembro en mi interior era tan delicioso.
Nuestros movimientos eran cada vez más frenéticos. Con mis manos tomaba sus brazos y los arañaba.
¡Aaaaaahhhhgggg! ¡Más... dámelo...más...mas fuerte...más...uuuuhhhhmmm!
¡Rico...rico...más...más..dame más... mas adentro! ¡Aaaaayyyyyyy... ya... ya...
ya.....ahora...mas rico...mas rico...me voy...acabo..acabo Aaaaaahhhhgggg!
¡Que precioso orgasmo! ¡Que cosa más rica me dio en ese instante!
Luego de ello, me dio vuelta y me puso boca abajo en la mesa y abriendo mis nalgas, pasó su miembro por mi trasero.
¡Aquí te lo quiero meter preciosa, me dijo!
Me asusté, pero me calmó diciéndome que lo haríamos muy lentamente para que no me doliera.
Introdujo su miembro en mi vagina y luego de algunos movimientos, lo sacó y empezó a colocar la punta a la entrada de mi ano. Empujó suavemente e introdujo una pequeña parte de su punta. Me dolía de sobremanera, se lo dije, pero me dijo que solo era al principio, que ya pasaría.
Con su otra mano acariciaba mi clítoris y me introducía uno de sus dedos, hacía que me excitara con ello.
Al intentar moverme con sus caricias en mi vagina, su miembro se introducía más profundamente. Luego de ello separó con sus manos totalmente mis nalgas y tomándome por las caderas introdujo de un golpe su pene en el interior de mi ano. Lloraba de dolor. Pero él se empezó a mover, metiéndomelo y sacándomelo aferrado a mis caderas. Luego sus manos subieron a mis senos y apretaban mis pezones. Con sus movimientos entre a excitarme y el dolor ya disminuía en intensidad, de pronto sentí que me estaba llenando las entrañas de semen calentito. Lo sacó de allí y luego me hizo arrodillar para que se lo chupara. Abrí mi boca y terminó de darme su semen en mi lengua.
Luego nos vestimos y salí, a ver si habían llegado mis padres. Aún no habían llegado. Entonces me fui nuevamente a su casa y estuve con el hasta bien entrada la noche no sin antes haberle mamado y chupado su delicioso miembro por 3 o 4 veces más.
Me enseñó a masturbarme de manera diferente a como yo lo hacía. Y allí delante de él me masturbe en dos ocasiones mientras él se acariciaba su miembro y soltando su semen en mi boca.
Esto siguió así por bastante tiempo, ya que después lo hacíamos en su auto cuando no podíamos en su casa. Y otras en mi casa cuando mis padres salían.