El padre de mi amiga
Viví una experiencia única con el cabrón del padre de mi mejor amiga.
El padre de mi amiga
Hola me llamo Jordi tengo 20 años y os quiero contar una experiencia que viví que marco mi vida. Soy un chico normal, tranquilo y me gustan muchos los deportes. Vivo en un barrio del extrarradio de Barcelona donde no abunda el dinero precisamente. Pasaba mas tiempo en la calle haciendo perrerías que en colegio.
La vida en aquel barrio no era nada fácil, no había mucho dinero ni trabajo y estaba lleno de inmigrantes, aunque para mi eso último no era ningún problema porque mi mejor amiga Paula era brasileña. Éramos vecinos y nos habíamos criado juntos. Era una chica especial, no era como otra cualquiera, le gustaba estar con los chicos, haciendo todo tipo de cosas que ninguna otra chica haría, os lo aseguro y no hablo precisamente de sexo. Me molaba pasar tiempo con ella, era casi como una hermana. Paula era mayor que yo, tenía 25 años y todos los chicos del barrio querían tener un rollete con ella.
Vivíamos en el mismo bloque, yo pasaba mucho tiempo en su casa y conocía a sus padres como si fueran los mismos.
Su madre, Eloisa, era encantadora y muy trabajadora casi todas las tardes me preparaba la merienda y se portaba genial conmigo, me trataba como si fuera el hijo que nunca tubo. Su padre se llamaba Braulio, de él no puedo decir tantas cosas buenas como he dicho de la madre. El padre era un golfo y un vividor, le gustaba mucho beber y fumar, siempre iba desaliñado con un chándal azul marino y unas viejas deportivas. Llevaba mucho oro y la primera impresión que te daba al verle era miedo. Imponía mucho respeto con una voz grave, mirada penetrante, muy moreno de piel, los rasgos de la cara muy marcados, y un tatuaje muy antiguo casi de tinta azul en el antebrazo. Luego una vez que le conocías era un cachondo mental y muy divertido pero cuando estaba enfadado se volvía muy agresivo. Su olor y su forma de moverse, bueno todo él en general, era muy varonil. Yo la verdad es que tampoco tenia mucho trato con él porque tenía una forma de hablar muy chulesca y siempre he pensado de él que era un putero, eso me molestaba mucho porque quería mucho a su mujer y a su hija.
Un sábado por la tarde me fui a casa de mi vecina a jugar a la videoconsola, yo no tenia en mi casa y en la suya tenia libertad para hacer lo que quisiera. Cuando me presente allí estaban preparándose como locas madre e hija para ir a una despedida de soltera de la prima de Paula, estaba nerviosas yo me imaginaba que era por la de rabos que iban a estar viendo toda la noche. Braulio, su padre estaba en el bar con los amigos dándole al alpiste, y fue para mí un placer disfrutar de la televisión del salón para poder conectar la videoconsola.
Coloque todos los cables y me puse a jugar a un juego de carreras de formula 1 que era la ostia. Ellas estaban ya a punto de irse, no pusieron ningún problema en que me quedara solo en su casa, además hasta les venia bien que le abriera la puerta a Braulio porque seguro que luego mas tarde no encontraría ni las llaves.
Ellas se fueron y yo me quede tan a gusto, solito en su casa. A las dos horas llego su padre, tampoco debería de venir tan borracho porque abrió la puerta el solito je,je.
-"Hola jordito", me dijo, yo odiaba que me llamara así."ya estas enganchado a la videoconsola".
-"Aquí estoy echando unas partidas al juego este de coches".
Según entro se quito la camiseta, era delgado pero todo su cuerpo era pura fibra, aunque ya la edad no perdonaba y algunas partes eran mas flácidas, eso si tenia unos brazos enormes muy musculosos, venia sudado entero por el calor que hacia en la calle y las gotas de sudor le recorrían el pecho llegando hasta la zona abdominal que la tenia muy marcada hacia afuera. Se sentó a mi lado y me desprendió una ráfaga de olor corporal, alcohol y tabaco que despertó en mí una sensación extraña. La verdad es que nunca la había notado pero era una sensación de atracción sexual la que me despertó, se me puso un poco dura, pero nada se me paso a los 2 segundos de seguir jugando con el videojuego.
-"venga que te voy a echar una partidita, haber quien es el que gana".
-"vale pero espera que termine este campeonato y jugamos".le dije.
-"Bueno pues voy a preparar unos cubatitas ¿no?".
-"Vale" le dije sin apartar la vista de la tele, tenia la boca seca de estar ahí dos horas jugando sin haberme levantado. Los preparo y los dejo en la mesita de cristal que teníamos enfrente. Yo me lo bebí de dos tragos, estaba totalmente seco.
-"Joder pues si que tenias sed, será mejor que traiga la botella y la deje aquí".
Cada vez que se levantaba y se sentaba me venia esa ráfaga de hedor que cada vez me gustaba mas, era incompresible pero tampoco repare en prestar atención a ese detalle.
Empezamos a jugar, la verdad es que yo ya me había bebido dos whiskies pero aun así le seguía ganando, era un poco malo jugando. Cada vez se enfadaba más y no dejaba de quejarse y de gritar joder porque perdía contra mí.
El ambiente estaba muy caldeado pero al rato nos estábamos aburriendo los dos. Él de estar todo el rato perdiendo y yo de estar todo el rato ganando.
-"Vamos a quitar esta mierda y vamos a poner una cosa de hombres" me dijo cabreado, se levanto y de un cajón del armario saco un cinta de video, la puso y se volvió a sentar a mi lado. Cojio el mando a distancia y pulso el play al cabo de unos segundos empezó a aparecer en la tele unos subtítulos "Las gatitas tragan mucha leche". Había puesto una película porno.
Yo empecé a quedarme bloqueado había puesto la película x como si tal cosa, yo estaba intimidado por la situación porque no me imaginaba que fuera hacer eso. La película era mazo de guarra, salían unas pollas enormes y como las chicas de la peli se tragaban la leche que le echaban los maromos por toda la cara. Yo me empecé a poner muy pero que muy cachondo. El olor, al que antes no prestaba atención y el alcohol estaba empezado a surgir efecto. Me notaba el culo sudoroso por el calor que hacia y esa humedad que yo notaba me ponía muy nervioso. El cipote lo tenia muy duro, como si pidiera paso para salir del vaquero y poder coger aire, es muy incomodo cuando estas sentado y te pones muy cachondo porque notas como te aprieta el pantalón en el paquete, me daban ganas de sacármela y ponerme ha cascarmela pero claro tampoco iba hacer eso delante de él.
Braulio sin en cambio tenia la mirada completamente absorbida en la pantalla, su cara reflejaba un aire un tanto viciosa si apartar la vista, estaba completamente empapado de sudor y embelesado por la película sin prestar atención de mi presencia, como si yo no existiera. Estaba sentado con una postura un tanto excitante, con los dos brazos apoyados en la parte de atrás de sofá y con las piernas abiertas con actitud pasota, como pidiendo guerra, su aroma se hacia cada vez mas fuerte sobretodo en esa posición con los brazos en alto.
-"Voy a fumarme un purito, ¿quieres uno? aquellas palabras rompieron un silencio con el que llevábamos media hora, solo se escuchaba el gemir de aquellas perritas follando en la peli.
-"no, gracias" le respondí.
Cuando se levanto aprecie un bulto enorme que se movía dentro de su pantalón, no debía de estar del todo dura pero si la debería de tener muy grande, el bulto era muy redondito como una pelota de tenis y estaba como a un palmo de la rodilla, era impresionante, del bultazo hasta arriba se iba marcado levemente el tronco del pene, yo no imaginaba que la fuera ha tener tan grande. Cogio el puro y cuando regreso al sofá le mire disimuladamente al paquete de frente, la polla se balanceaba dentro de su pantalón según andaba, era como si tuviera metido una barra de chorizo blando dentro de él. Se sentó otra vez y se puso con las piernas estiradas y con los brazos detrás de la cabeza y aguantando el puro encendido en la boca.
Yo estaba muy cachondo pero después de estar una hora viendo la película, se me estaba bajando ya el pedo del aburrimiento, tenia ganas de irme de allí y hacerme un pajote la tenia a punto de explotar pero tampoco me quería ir para no tener que levantarme, la tenia dura como una piedra y no me quería que me viera con la tienda de campaña puesta. Me acurruque de lado con las piernas encima de la mesita de cristal a punto de quedarme dormido. Cuando de pronto quito la vista de la tele, me miro y me dijo con su voz:
-"Como te pongas así vamos a tener un problema".
Sin darme cuenta me había tumbado de lado y se asomaba por encima del pantalón un poquito de la raja del culo.
-"¿por?"Le dije.
-"Porque estoy muy cachondo y cuando estoy así no atiendo a riesgos".
La verdad es que no entendí lo que me quiso decir, o si, pero no me podía creer que me lo dijera, pero algo raro en su voz ronca y temblorosa, como si se estuviera quedándose sin saliva en la boca, me hacia presagiar lo que allí pasaría. Me incorpore y cuando me quise dar cuenta se estaba sacando la verga del pantalón.
-"Toma es toda tuya, disfrútala bien" me susurro gimiendo.
Yo no me lo pensé dos veces, era mi primera experiencia con otro hombre pero tampoco me opuse, me tenia demasiado cachondo y me dispuse a comérsela entera, ahora si que puedo confirmar que era enorme. La sujeto con la mano inclinándomela en dirección a mi boca y yo no pude resistirme a la tentación, la carga sexual que habíamos tenido durante una hora viendo la peli tenia que descargarse como fuera. Pero justo cuando tenía los labios rozando su capullo, se levanto y se fue.
Me quede sin palabras pensaba que el muy hijo de puta había echo esto para sacarme del armario, o algo así, o para ridiculizarme, menuda vergüenza pasaría como se enteraran Paula y su madre, no dejaba de pensar en lo que pasaría, me levante corriendo sin saber lo que hacer. Él llego y al verme levantado me empujo contra el sofá y se abalanzo encima de mi cabeza bajándose los pantalones y metiéndome todo el rabo en la boca.
-"Tranquilo he ido a echar el seguro por si viene alguien" me dijo, yo me relaje y seguí mamandosela sin parar. Era muy gorda y me costaba mucho tragármela toda, la tenia muy dura y notaba con mis labios las venas que se le marcaban. Él no quitaba ojo a la película, de vez en cuando me miraba para ver como se la estaba comiendo y me decía:
-"Buen chico, sigue así" acariciándome la cabeza como si de un perro me tratara. Se la estuve chupando un buen rato hasta que no pude más, y sin dejar de comerme aquella polla me empecé a hurgar en el culo para aliviarme ese picor que tenía desde un principio por el sudor, cuando el se percato de mi gesto me dijo:
- "Joder quieres guerra ehh"
Se levanto y como si fuera un muñeco de trapo me puso a cuatro patas en el sofá, bajándome los pantalones de golpes sin darme tiempo a poder desabrochármelos, mi polla salio disparada y empecé a cascarmela cuando de pronto empecé a sentir una presión en el culo muy fuerte como si me lo fueran a romper. Su polla era tan grande que tubo que echarme mucha crema para que me la pudiera meter. El olor que me había atraído tanto durante toda la noche le estaba sirviendo ahora para hacer conmigo todo lo que él quería sin poner resistencia. Es mas estaba disfrutando mucho de aquella situación, no podía dejar de pensar en lo que estaba haciendo al padre de mi amiga, pero cuando ya definitivamente note como tenia todo su cipote bailando dentro de mi, se me olvido por completo, y entre en una especie de trance. Todo lo que me estaba pasado era como si no fuera nada realidad. Siguió follandome el culo con fuerza haciendo chocar sus huevos contra mis nalgas, la crema producía un sonido de fuelle cada vez que me penetraba, sus gotas de sudor caían en mi espalda y me agarraba fuertemente los pechos, eso era señal de que estaba disfrutando como un enano, Yo seguía pajeándome y, alucinado por el gran rabo que tenia dentro del culo empujaba hacia atrás, porque aun así necesitaba mas polla dentro de mi. Cuando de repente, me aparto bruscamente sacando todo el rabo del culo y tirándome al sofá, se acerco corriendo a mi cara meneándosela para empezar a echarme borbotones de lefa. Empezó a gemir como un loco fuerte y prolongadamente, aquella explosión de semen lleno toda mi boca de un líquido caliente. Nunca imagine que me gustara tanto aquella leche, estaba muy rica y empecé a relamerme toda la cara y cuando termine me la metió entera en la boca:
-"Venga déjamela bien limpita" cuando me dijo estas palabras yo empecé soltar mi volcán de semen, menuda corrida estaba teniendo. Mi polla no paraba de palpitar escupiendo leche por todos lados.
-"Joder te ha gustado mi polla ¿no?" me dijo
-"Si mucho" le dije extasiado.
-"Pues no le digas a nadie esto y te follare siempre que quieras" me respondió.
Nunca había estado con un hombre, ni me atraían hasta el momento, pero esa era una oferta que no podia rechazar.