El padrastro
La historia de un hombre que descrubre el secreto de su hija de 18 años y no puede evitar ser seducido por ella....
El padrastro
Esta es una historia imaginaria, que escribí hace ya más de 10 años, para esa época comencé una relación con una mujer divorciada que tenia 4 hijos, 3 varones y 1 hembra, 2 de los hijos varones (los mayores) vivían con su abuela, mientras que la hija (de 18 años) y el menor de los varones (de 2 años) vivían junto a su madre y su padrastro (yo).
Todo comenzó una mañana cuando la niña me pidió ayuda para resolver algunos ejercicios matemáticos que no entendía, para los cuales yo acepte explicarle, luego de esa tarde normal de tareas escolares, nuestra relación se fue estrechando mas, cada día que pasaba nos uníamos mas, había mucho respeto y amistad entre nosotros, jugábamos, leíamos, charlábamos hacíamos muchas cosas juntos, hasta que comencé a notar que la niña le molestaba que yo estuviese cerca de su madre que la besara y le hiciera cariños, cuando la veía acercarse a mi, decía de manera irónica "allí viene mi mama otra vez a buscarte ."
Pero una noche las cosas cambiaron . me encontraba en mi dormitorio viendo la tele a muy altas horas de la noche y me animo a salir a la cocina, en busca de un vaso con agua para calmar mi sed, decido dar una vuelta por la sala y veo que la tele de la habitación de "mi hija" esta encendida y se escuchan algunos sonidos muy peculiares, la intriga me incitó a averiguar de que se trataba el misterioso sonido, sin hacer ruidos salí hacia el patio y entre por un costado de la casa, que da a la habitación de "la niña" con la intención de espiar por la abertura de la ventana y miro con gran sorpresa, algo que jamás imagine que podría pasar por la mente de una joven de 18 años y que yo imaginaba tan inocente, desde la ventana se podía mirar en la tele una película pornográfica y en la cama el cuerpo completamente desnudo de la niña pasando su mano por lo que apenas eran capullos (sus senos) y la otra por su lampiña rajita los extraños ruidos no eran mas que los gemidos alcanzados por el espectacular orgasmo que ella estaba sintiendo en ese momento
Esa escena cambio mi vida para siempre, sin hacer ruidos volví a mi cama y me acosté con la imagen gravada en mi mente de todo lo que había visto esa noche. En la mañana siguiente todo continuo como si nada, su madre y yo salimos a nuestros trabajos yo deje a la niña en el colegio y la madre al niño en la guardería, todo aparentemente de lo más normal, solo que mi mente no dejaba de pensar en la escena de la noche anterior y así pasaron los meses.
Los días pasaban y la imagen no desaparecía de mi cabeza, empecé a imaginarme acariciando el cuerpecito de mi niña, haciéndole el amor y soñar tantas cosas que jamás se me habían ocurrido antes, hasta que un día no soporte mas y decidí hacer algo (una locura), esa noche su madre y yo salimos a tomar unos tragos y llegamos a casa un poco tarde (casi de madrugada), tenia deseos de hacer el amor y mi mujer estaba muy cansada y algo pasada de tragos, tanto así que se apenas se recostó a la cama se quedo dormida en prefundo sueño, las imágenes de aquella masturbación aparecieron en mi mente y salí a ver si podía volver a presenciarlas, pero solo pude observar por la ventana, el cuerpo dormido de mi hija, pero mis deseos de sexo los tenia a flor de piel y sin pensarlo dos veces decidí entrar a su cuarto, estando adentro reflexione sobre mi actitud y me quede inerte sin atreverme a nada e inmediatamente salí de su dormitorio.
Esa noche no pude conciliar el sueño, me levante nuevamente decidido hacer algo, entre nuevamente al dormitorio de la chica y sin pensarlo comencé a acariciar su cuerpo lo que sentía ese momento me llenaba de una lujuria indescriptible, pase mis manos suavemente por todo su cuerpo, por sus piernas, por sus pequeños senos, palpe toda su piel con mis manos debajo de su pijama, acaricie su conejito sin nada de pelos y la erección que tenia no la soporte mas y comencé a "pajearme" justo al frente de su rostro, de repente ocurrió algo que no estaba en mis planes, ella se ha despertado repentinamente, tal vez mis caricias en algún momento dejaron de ser suaves y pasaron a ser mas fuertes, la verdad no lo se, solo vi. el rostro sorprendido de mi niña que de repente me miro de pie a cabeza notando mi pene totalmente inflado y a medio cubrir por mi ropa interior, apenas se repuso me pregunto, que hacia yo en su habitación y en esas condiciones, sentí que me tragaba la tierra, no tenia respuesta a esa pregunta, solo me limite a decir que entre a mirar como estaba y que quería asegurarme que ella estaba bien y sin mas que decir, salí aterrorizado directo a mi cama, a esperar las consecuencias de mi locura.
La mañana siguiente comenzó con la misma rutina, la lleve al colegio y durante todo el camino no pronuncio palabra alguna, ese día paso con mucha "normalidad" al caer la noche no soporte "la tortura del que pasara", me acerque a ella y le pregunte como se sentía que la notaba un poco distraída y pensativa, me respondió "tu sabes muy bien lo que tengo . y eso no te lo voy a perdonar nunca" me invadió un miedo enorme y le respondí a modo de desconcierto ¿a que te refieres?, ella empezó a reclamarme el haber entrado a su cuarto y abusar de ella mientras dormía, pero la note un poco insegura y con algunas dudas ante mi actitud fría y tranquila, eso me calmo y aproveche el momento para decirle algo que le produciría aun mas dudas "tal vez solo tuviste una pesadilla eso fue es tan solo un mal sueño yo jamás entraría a tu habitación cálmate"
Los meses pasaron y volví a recobrar la confianza de mi hija, se acercaba el año nuevo y se hacían los preparativos para festejarlo en casa de la abuela con una tradicional cena de año nuevo. Llego el gran día todos estábamos muy alegres yo salí un momento en el carro a saludar a mi madre que vivía en el mismo vecindario que la abuela y por un inconveniente familiar me quede mas de la cuenta en casa de mi mama, llame a casa de la abuela para justificar mi retraso y pedirles disculpas por no poder cenar con ellos. Al resolver mi problema ya todos habían cenado, brindado por un mejor año para todos y dado los emotivos abrazos de buenos deseos por el nuevo año.
Ese comienzo de año trajo nuevas expectativas para mi, casualmente cuando regrese a casa de la abuela me recibió mi hija, se encontraba afuera de la casa sola esperando mi llegada, sin dejarme bajar del carro se lanzo por la ventanilla y me abrazo muy contenta me dio muchos besos, me deseo muchos éxitos y felicidades, estaba muy bonita con su vestidito rosa y un lazo enorme al final de su espada, al momento de salir del carro ella aun tenia su cara asomada dentro del carro, con la intención de besar nuevamente mi mejilla, pero al girar, el beso lo recibí justo en los labios, la mire fijamente y ella a mi, de repente echamos a reír sin ninguna explicación.
En ese momento sentí que las cosas serian diferente entre nosotros, ella paso toda la noche a mi lado no se separaba de mí ni por un segundo, entonces se dio la gran oportunidad, su tío me pidió, como favor, ir en busca de unas provisiones para la fiesta y le dijo a ella que me acompañara, me sentí muy complacido en ir ante tal situación, una vez solos en el carro le comencé a bromear con el beso que me había dado unas horas atrás, le decía que se había aprovechado del momento para besarme, ella reía y respondía que esa no fue su intención, pero yo la cuestionaba a manera de juego, hasta que de repente me pidió que detuviera el vehiculo, lo hice, y me dijo "mírame a la cara .¿ tu crees que ese beso fue intencional?" yo solo reía sin decir palabras, ella me tomo de las mejillas con ambas manos y me ha dado el beso mas apasionado que había sentido en mi vida y luego me dijo riendo a carcajadas esto si es un beso intencional, notaste la diferencia entre uno y otro, yo respondí de manera intencionada: "la verdad no ¿ me podrías explicar nuevamente?" ella sin dudar me propino inmediatamente, otro beso de igual magnitud y pregunto: ¿ahora si has notado la diferencia?. Le pregunte por que hacia todo eso, por que me besaba con tanta pasión, a lo que me respondió, que no me hiciera el desentendido, que ella sabia muy bien cuales eran mis intenciones, que desde hacia mucho tiempo notaba la manera en que yo la miraba, y que no olvidaba la vez que entre a su habitación y acaricie todo su cuerpo y me pregunto nuevamente por que lo había hecho, me exigió esta ves le fuera sincero, le conté la escena que presencie de su masturbación y le confesé que esa era la verdadera razón de mi cambio asía ella, la niña reía a carcajadas al saberse descubierta por mi y confeso que ese era un secreto que guardaba desde que tenia nueve años, nos besamos nuevamente y muchas veces mas lo repetimos, fue algo muy excitante, pero no podíamos tardar mas o despertaríamos muchas dudas y preguntas que no sabríamos dar respuestas, regresamos a la fiesta.
Ya las cosas estaban claras entre nosotros esa noche conversamos mucho de nuestra futura relación de cómo la llevaríamos sin despertar sospechas de su madre, sus hermanos y demás familiares, era algo realmente excitante, la sensación que solo da el placer de lo prohibido. Las semanas pasaron y se dio una nueva oportunidad de salir de casa solos, nunca habíamos tenido una oportunidad como esa, estando nuevamente en casa de la abuela, mi mujer me pidió llevar a la niña a casa de una de sus amigas del colegio donde había una reunión con motivo de celebrarse un cumpleaños, fiesta a la que nunca llegamos, pues en el camino nos topamos con un motel y decidimos hacer nuestra propia fiesta y sin mas invitados.
Una vez dentro de la habitación decidimos hacer nuestros sueños realidad, ella desde que descubrió su sexualidad fantaseaba con hacer el amor y yo por mi parte desde que descubrí como se masturbaba "mi hija" soñé con hacerla mía y esta oportunidad no la desperdiciaríamos por nada del mundo. Nos besamos muchas veces de manera muy apasionada y comenzamos a desvestirnos, muy lentamente nos acariciamos de pie a cabeza, le bese su cuello muy suavemente, fui bajando lentamente a sus capullos (senos), y aun mas abajo hasta sus entrepiernas, jamás había tenido tan cerca un coñito tan lindo, tan suave, tan limpio y tan excitante, no soporte mas y clave mi lengua hasta lo mas profundo que pude de su virginal coño y empecé a sentir como fluían por mis mejillas todos esos jugos vaginales que brotaban desde lo mas profundo de su abertura, escuchaba como música aquellos hermosos sonidos que meses atrás dieron origen a toda esta locura, la música no era otra que el gemir que le producía mi incansable lengua al rozar sus rosados labios vaginales y su pequeñito clítoris era el momento ideal de la embestida, me prepare psicológicamente para la penetración sabia de lo estrecho de su coñito y de la paciencia que debía tener para hacer de ese momento un momento placentero para ella y para mi, muy lentamente me incorpore, ella yacía de espaldas en la cama, con la piernas totalmente abiertas, ofreciéndome a plenitud lo mas puro de su ser su virginidad, con mi verga lista para la placentera batalla de dispuse acariciar sus entre piernas y cada ve que la pasaba por su rajita sin pelos, notaba como se estremecía todo su cuerpo, indicándome el momento justo para la penetración, poco a poco fui colocando mi palo entre sus piernas sin dejar de besar su boca (en la típica posición del misionero), sentí como poco a poco, milímetro a milímetro avanzaba mi verga por su canal extremadamente lubricado, por todos sus jugos naturales, la sensación era indescriptible, el placer inexplicable, con su coñito bañado en su propio jugo, la suavidad de sus paredes, la estreches de su interior, y la música que producían para mis oídos sus gemidos, así fui avanzando hasta lograr guardar en su ser, cada uno de mis 20 centímetros de palo. Así fue pasando el tiempo ya no había marcha atrás, hace rato que mi verga se paseaba, entrando y saliendo sin mayor problema de su coño Sus gemidos dejaron de ser leves para convertirse en gritos de placer con cada uno de los orgasmos que iba alcanzando hasta que llego mi momento máximo, quise explotar dentro de ella, pero no estábamos usando ningún tipo de protección, así que saque mi palo y lo apunte a su cara, ella instintivamente y sin dudarlo se metió casi en su totalidad mi enorme polla en la boca y con un ritmo muy armonioso empezó a chupármela y casi inmediatamente empezaron a salir chorros de semen de mi verga, hasta llenar toda su boca al punto que corría por sus mejillas y goteaba en su pecho . La verdad fue una experiencia increíble, hay que sentirla para poder conocerla por que no existen palabras para describirla .
Esta historia no termina acá aun tengo muchas cosas que contarles, como fue el regreso a casa, nuestras nuevas aventuras, y muchas otras mas, pero será en otra oportunidad, hasta entonces
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