El Otro Rostro de la Vida Epilogo

Y cuando todo parece no tener salida,cuando las cosas parecen no tener una solución posible y cuando todo aquello que atormentaba a Jahíro se ve reducido a nada… Al fin y contra todo pronóstico se percata de algo que hasta el momento habia ignorado completamente y que cambiara las cosas una vez mas

Por que para mí lo prometido es deuda…  Hoy el Gran Final de… El Otro Rostro dela Vida…

Disfrútenlo de la misma manera que han venido haciéndolo capítulo a capítulo…

De igual manera de nueva cuenta ¡GRACIAS!... por compartir sus comentarios y sus diferentes puntos de vista… Me han demostrado que no hago tan mal las cosas jajaja…

Lando S. M

El Otro Rostro de la Vida

Una existencia desde una perspectiva diferente...

Epilogo

Escuche suaves y sutiles pasos a distancia… mis propios pasos resonar en una opresora oscuridad que rodeaba por doquier, como si estuviera en una inmensa y enorme bóveda donde cualquier sonido que se producía hacía un interminable eco en las inmensidades de aquel desconocido lugar… pero esta oscuridad era mucho más espesa, más densa  que en la que antes me había visto sumido, intente alejarme de ahí pero esta vez me fue rotundamente  imposible así que seguí ahí caminando quien sabe sobre qué y hacía donde… guiado por un desconocido instinto nacido de la nada absoluta… que me rodea y me abrigaba con una irónica gentileza… que no llegaba a comprender de todo como me hubiese gustado…

De pronto llegue a un punto en donde ya no pude seguir… donde ya no pude dar un paso más y ahí frente a mí, cómo si fuese una vieja película, mi vida corrió ante mis ojos en lo que pudo ser un fugaz segundo… y sin saber cómo me pude percatar de cada detalle de lo que en ataño había vivido: dolor…, sufrimiento…, alegría…, desgracia…, felicidad…, amor…, desilusión… y así, un sin fin de sentimientos y sucesos de los cuales muchos no recordaba y que tenía por nunca existidos pero que ahí estaban escondidos en el lugar más recóndito de mi alma y mi corazón, latentes y vivos, dispuestos a mostrarme que una vez había vivido cómo se debe vivir… una vez hace mucho pero mucho tiempo…

Cuando por fin todo acabo me percate que a unos cuantos pasos estaba una estrecha escalera de madera… donde en la cima una centellante y atrayente luz blanca brillaba cómo un diamante… encantando a cuanto le mirara… embelesando a cuando se atrevía a mirar sus rayos ebúrneos… cautivando a todos con una fascinación sorprendente que embriagaba los sentidos…

Subí unos cuantos peldaños lentamente… hechizado… completamente hipnotizado… por tan  bello, mágico e irreal espectáculo… que operaba en mi interior una fuerza magnética sorprendente, era cómo si un centenar de voces al otro lado de aquel haz de luz me llamaran, cómo si alguien me estuviese esperando al otro lado con los brazos abiertos, cómo yo una vez llegue a esperar a la muerta…

Pero mucho antes de llegar a lo más alto un viejo y difuso recuerdo golpeo mi memoria, un puñetazo de razón azotó lo que en ese momento  podía ser mi cuerpo así que me detuve en seco sopesando cuan oportuno podía ser el llegar ahí arriba… después retrocedí lentamente aún fascinado por aquellos destellos ebúrneos que a lo lejos parecían tan cálidos y reconfortantes…  cómo nunca podía llegar a ser mi vida… pero pese a tal fascinación otro instinto desconocido me susurró un secreto que no supe a ciencia a cierta cual era pero que me impulsó a alejarme de ahí…  con una no tan firme determinación como hubiese querido y que en cualquier instante podía flaquear.

Camine sin despegar la mirada de aquella hipnotizante luz, tan lentamente cómo me acerqué, hasta que por fin aquella fuente de luz se volvió un pequeño y diminuto punto en aquel oscuro manto, como una solitaria estrella en medio de un cielo oscuro… para luego desaparecer completamente de ese negro panorama que a cada segundo que pasaba se hacia menos denso, que a cada instante perdía un poco más de espesura… debilitándose lenta y apaciblemente…

Después a miles y miles de kilómetros de distancia un pequeño  e incesante latido comenzó a retumbar débilmente… un incesante latido lleno de vida, de una vigorosa vida que estaba a punto de comenzar nuevamente, un latido que era el de mí corazón mismo… después le siguió una tenue respiración inhalando y exhalando con suma tranquilidad, cómo si fuese la de un pequeño infante durmiendo sobre su cama con dosel, repleta de algodón y telas de seda… para que después aquella embriagadora y bella sensación de vida inundara mi cuerpo, reconfortando con su calidez cada tramo de mi piel, cada trozo de mi cuerpo, cada extremidad, cada rincón, cada parte de mi ser entero… para después oír voces amortiguadas… discretos susurros… movimiento a mis alrededores…

Nuevas sensaciones… nuevos sentimientos… nuevas oportunidades…

La oscuridad que me rodeaba se desaparecía lentamente, como si de algún lugar proviniera alguna luz que combatía aquellas férreas sombras que cedían sin poner oposición alguna… hasta cubrir con su brillo nacarado cada rincón de aquel lugar que ya no era tan desconocido cómo lo pudo llegar a ser en el pasado…

Hasta que por fin abrí nuevamente los ojos a una vida no tan mísera y desgraciada como pude haber creído… Tarde unos momentos en enfocar la mirada cuando lo hice miré el techo y las paredes de aquel lugar…

A mí alrededor era caos, desorden, alboroto, jubilo… todo a la vez…

Todo mundo corría de un lado a otro entre gritos ininteligibles, entre gritos ahogados… intente moverme pero no pude… intente hablar… pero de igual manera mi cuerpo no me lo permitió… todo mundo me miraba desconcertado, feliz…  pero yo no podía expresar nada de lo mucho que en aquellos momentos sentía…

Esperé paciente a que alguien hablara, a que alguien me aclarara lo que estaba pasando pero nadie se preocupaba de lo que sentía, de lo que quería y necesitaba saber… los doctores revisaban mis signos vitales… de que todo anduviera bien… mientras escribían datos y datos en sus enormes bitácoras… después volvían al ataque moviendo mis extremidades de arriba a bajo, masajeando mis músculos, tratando de que mi cuerpo ejecutara algún movimiento… hasta que por fin todo acabo y uno a uno de los médicos salió de aquella habitación sonrientes de que las cosas estuvieran bien…

El último de los doctores me explicó, sin que yo le respondiera la más mínima cosa, mi estado, los duros momento por los que tuve que pasar… y la larga y ardua recuperación a la que me iba a ver sometido… de la cual indudablemente no podía escapar… De momento no podía hablar, me iba ser difícil moverme con libertad pero después de algún tiempo todo volvería a la normalidad…

Después de todo lo dicho se alejó de mi cama y salio de ahí silenciosamente…

Miré como cerraba la puerta y como su silueta se dibuja en el opaco cristal que estaba en la pared para después perderse completamente en un largo pasillo que terminaba quien sabe diablos donde…

Permanecí ahí quieto y tranquilo sin saber que hacer o mejor dicho que pensar… oyendo el pitido del aparato que marcaba cada latido que mi corazón daba, que resonaba con fuerza en las blancas paredes del hospital…

Ya había transcurrido un largo rato desde que el último galeno había salido de la habitación cuando de nueva cuenta otra silueta se dibujó en el cristal de la ventana… la persona caminaba lentamente, cómo si cada paso le pesara toneladas… hasta que por fin se colocó tras la puerta…

El picaporte giró lentamente, después la puerta comenzó a ceder  a la fuerza que empujaba del otro lado…

Cuando al fin estuvo del todo abierta, bajo el marco Maite me miraba sorprendida, feliz, alegre… pero a la misma vez desconcertada  y aturdida por todo lo que pasaba… por el simple hecho de mirarme una vez más ahí con vida…

¡Vivo!… como jamás creyó volver a verme…

Nos miramos fijamente cómo si hace mucho tiempo no nos hubiésemos visto, después sin darme tiempo de reaccionar Maite se arrojó a mi lado y me llevó entre sus brazos… mientras murmuraba mi nombre como si lo que estaba pasando no fuese del todo verdad…

Jahíro, Jahíro, Jahíro…

La calidez que su cuerpo emanaba y me transmitía me reconforto como nada la había hecho… después deshizo aquel eterno abrazo, limpió todo rastro de llanto de su rostro… Y con un esfuerzo sobre humano sonreí sorprendido que aún lo pudiera hacer, era maravilloso ver que no había olvidado cómo hacerlo…

Maite feliz esbozo otra sonrisa en su bello rostro y con el corazón rebosante y justo en se momento hicimos una promesa en silencio: juntos los dos caminaríamos hacia un nuevo destino, a un nuevo lugar donde ambos esperábamos encontrar la felicidad perdida, donde estábamos seguros que pronto, mucho más de lo que imaginábamos seriamos inmensamente recompensados, donde  pronto todo cambiaría…


Tiempo  después…

En los últimos meses mi vida… había dado un giro de trescientos sesenta grados que dejó a mi pequeño y minúsculo  mundo de cabeza… Y quizá de alguna manera lo veía y lo sentía así hasta cierto punto, ¿y es que cuándo había estado todo en orden en mí alrededor?; así que después de analizar y asimilar las cosas con detenimiento, como jamás lo había hecho, llegue comprender que aquel cambio no era tan drástico como pude llegar a creerlo e imaginarlo… todo lo contrario ahora gracias a ello se abría para mí una nueva puerta hacia el horizonte…

Y después de mucho, pero muchísimo tiempo al fin acepte la vida que llevaba: no por que fuese ese tipo de cargas que no quieres y despreciara pero que no puedes dejar a un lado, ni nada que se le parezca… no me resigne a ella por que definitivamente sé yo soy el único autor de mi propia  historia y que di mí depende cuan feliz o desdichado puedo llegar a ser; le acogí con agrado por que de igual manera no era ningún mal regalo que se me hubiese obsequiado y no pudiese devolver… ni tampoco me conforme por que no es cualquier migaja que el destino me haya dado, así por que sí… todo lo contrario, sólo simplemente estoy viviendo la vida que me tocó vivir y nada más…

Una vida maravillosa y extraordinaria cómo no puede llegar a serlo ninguna otra en este inmenso y enigmático mundo lleno de vertientes y sinuosos caminos por andar…

Ahora ya no reprocho nada que venga sin el menor aviso por que: ¿qué sería de la vida sin el sobresalto de las sorpresas?… Ya no reniego de lo que tenga que enfrentar cuan duro y difícil llegue  o pudiese ser por que: ¿realmente sería vida, una vida sin obstáculos y barreras?… Ya no cuestiono nada que no deba cuestionar por que: ¿quién soy yo para así hacerlo?... Ya no culpo a quien no tiene nada que ver en esto o es que: ¿quién es más culpable ellos por ser parte de mi destino o yo por no hacer nada para hacerles frente?... Ya no incrimino a quien me causado daño por mínimo y minúsculo que parezca por que: ¿quién no nos ha hecho sufrir en esta vida?...

Ahora hago todo lo contrario a lo que una vez hice en el pasado, un pasado que parece a años luz de distancia desde donde le veo; ahora luchó por cambiar las cosas, peleó para que nada quede en un oscuro limbo cómo alguna vez llego a quedar, buscó que las cosas se decidan a mi favor o en mi contra, que sea lo que tenga que ser pero que de una vez su posición quede definida de una vez por todas y no me hagan dudar ni una vez más… Ya no me dejo por guiar por la culpa, ni los remordimientos… ahora sigo a mi corazón, que quizá erré de vez en cuando pero que cada error me hace ver lo maravilloso de ser hombre… Ahora afronto la verdad de la mejor manera posible  y dejó que ahora sea la vida la que decida el rumbo de mi existencia y de todo cuanto me rodea y no cualquier otra absurda estupidez como alguna vez llego a  serlo, por que ahora he aprendido a ser inmensamente feliz y ya nada ni nadie va a poder cambiarlo de ninguna manera posible, aunque así lo desearan morirían en el intento…

Hoy se cumplen tres largos años de que desperté de aquel deplorable estado del que por algunos momentos no creía hacerlo del todo; hoy, también, un largo tratamiento al que me tuve que ver sometido por fin acaba… para devolverme a la vida… a una vida que por algún momento odie y aborrecí de la peor manera existente… pero que hoy sin saber cómo amó como a nada en este mundo y por sobre todas las cosas; un largo tratamiento que después de muchos esfuerzos me recuperó maravillosamente, con la única finalidad de ponerme al frente de mí vida de nueva cuenta… listo para afrontar lo que venga… hasta el final de todo…

En un abrir y cerrar de ojos todo cuanto me rodeaba cambio así… sin más…

Al principio ese cambio tan inmenso fue drástico y sorprendente pero conforme transcurrieron los días, los meses e inclusive los mismísimos años me adapte a él de la mejor manera que pude hacerlo: sin el más mínimo problema, ni la más tonta adversidad… todo marchó viento en popa…

Por otro lado Catherine de la misma forma que un día tan lejano Daniel y Armando lo hicieron, partió de Villa Florencia, relativamente poco tiempo después de que recobré el conocimiento y que supo que estaría bien y que pronto saldría de aquel cruel estado, lo que era sólo cuestión de tiempo…

Llevaba  fuera del país poco más de dos años; dos años donde escasamente sabía nada de ella… lo que entendí en gran medida, por que tanto ella como yo era algo que deseábamos fervientemente olvidar…  poco de lo mucho que pude llegar a enterarme era que seguía siendo aquella bella joven entregada a la vida y a sus sinsabores, amante de la pasión y del amor mismo… y quien ya había encontrado a una nueva persona con quien era tan dichosa y feliz, cómo lo deseaba de corazón y cómo yo imploré que así fuera…

Mucho antes de que Cathy partiera y cuando al fin pude llegar a comprender gran parte de lo que sucedía a mí alrededor Maite me hizo entrega de una extensa carta que Cathy me escribió cuando se entero de todo lo que había tenido que pasar hasta ese momento… Una extensa carta de donde lo importante era  que me perdonaba de corazón por todo  el daño que le había causado en el pasado y que me deseaba la mejor y la más grande de las felicidades en cuanto me recuperara, deseo y perdón que sabía por algún motivo desconocido que salía de su corazón, de los más profundo de su ser y que era tan sincero cómo lo llego a ser un día nuestra amistad… Y en dónde también explicaba que pese a parecer que huía de Villa Florencia no era así de ninguna manera… por que ella al igual que yo, a lo largo de este extenuante trayecto que nos habíamos visto forzados a pasar, había comprendido un sin fin de cosas, cosas que nunca en la vida le habían pasado por la cabeza, cosas  que jamás creyó que pudiesen suceder y que le habían abierto los ojos aun nuevo horizonte como el mío, horizonte donde ahora había decidido buscar suerte, fortuna y por supuesto que el mejor de los amores… pero que a donde quiera que ella estuviera podía contar con su apoyo incondicional cómo siempre lo había sido en antaño, en un tiempo que nunca olvidaríamos ninguno de los dos por que esa amistad pese a estar mutilada y llena de recuerdos desagradables era el mejor recuerdo que ambos teníamos, el uno del otro…

Por su parte Daniel se había perdido de la misma manera que lo había hecho la primera vez… En días libres que tenía del tratamiento intente buscarlo, intente comunicarme de alguna forma con él, pero mis intentos resultaron en vano… nadie sabía absolutamente nada y nadie podía darme seña de su paradero, era como si la tierra se lo hubiese tragado… o cómo si ya no existiera en este planeta… no había rastro de él, no había un dirección donde localizarle, no había nada…

Maite insistió hasta el cansancio en que dejara las cosas por la paz y no complicara más la situación entre ambos, que si ya de por sí lo eran… No fue hasta hace unos meses que di por perdidos todos aquellos vanos e infructuosos intentos por lo que decidí dejar las cosas por la paz… con el único deseo que en donde quiera que estuviera fuera inmensamente feliz como yo lo había aprendido a ser en este tiempo…  que le perdonaba todo lo pasado entre nosotros dos y que encontrara lo que estaba buscando… por que hace mucho alguien a quien aún quiero con el alma me había enseñado a perdonar de corazón y a borrar de mi cabeza cuanto deseo de venganza cruzara por ella.

Mamá esta vez tampoco no había sido la excepción, de igual manera se había visto afectada por el cambio; nuestra ya estrecha relación de madre e hijo se fortaleció cómo ninguna relación lo ha hecho hasta este momento ahora parecía indestructible, tan fuerte cómo el más duro de los metales…  pero a ella de la misma forma que a Cathy y a mí, todo lo acontecido le había hecho ver nuevos horizontes; hace escasamente un año había conocido a Alberto un compañero de trabajo, un simpático y trabajador hombre con el que había entablado una amistad especial que a mis ojos lejos de ser eso: “una amistad especial” como ella solía llamar a su relación con él, era algo más, pero que Maite aún no estaba del todo convencida a aceptar, argumentando que no estaba preparada y que no era el momento indicado de así hacerlo... Pero que después de una pequeña y seria platica que sostuve con ella, donde le hice ver que sí estaba preparada como jamás lo había estado en toda su vida y que claro que era el momento indicado, por que era ahora que necesitaba a un pareja en donde desahogar todo lo que yo le hacia pasar, así que después de mucho al fin le dio el sí y así que para hoy ya casi cumplían un año de relación, lo que me sorprendió de sobremanera por que nunca la había visto tan feliz y emocionado cómo ahora lo estaba…

De él... de Armando no sabía nada… intente fingir que ya no me importaba, pero muy en el fondo no era así, sino lo buscaba era por que estaba seguro que el deseaba ya no verme nunca más en su vida… cómo alguna vez llegue a pedírselo y por la enorme pena que sentía; intente olvidarlo, pero era inevitable a cada día mi corazón lo seguí amando más y más. Claro no puedo mentir al decir que nunca lo busqué, que nunca trate saber algo de él, por que no fue así, les mentiría y me mentiría a mi mismo… hubo ocasiones que la tentación y las ganas de saber cualquier cosa por pequeña e insignificante que fuera, me habían ganado y había marcado su número un par de veces pero las llamadas era desviadas directamente al buzón, cómo de alguna forma inconciente me lo esperaba y lo sabía; unas otras veces me había acercado a su casa, pero seguía tal cual como la última vez que estuve ahí… ahora sólo la diferencia era que las ramas y las plagas de hormigas habían ganado terreno sobre aquella maravillosa casa, las hojas de los árboles  tapizaban el piso y los follajes de los árboles invadían las altas bardas que colindaban con las aceras. Pero después de un tiempo acepté las cosas y prometí jamás volver a ese lugar…

En cuanto a la escuela también era punto y a parte; después de que por diversas circunstancias mi educación se había visto interrumpida, al fin mi larga estancia en el Instituto había llego a su fin la semana pasada,  lo que implicaba de igual manera que había librado las clases de Jorge quien sabe cómo pero que lo había hecho quizá no de la mejor manera pero que había salido airoso de ello; por lo que después de que el curso finalizara, se acerco a mí y me ofreció una enorme disculpa por su actitud a lo largo de los cursos que había tenido la oportunidad de impartirme, que dicho sea de paso habían sido la mayoría que implicara matemáticas, o sea todos; pero que sí había sido así era por el simple motivo que veía en mí aptitudes para su materia y que sólo quería explotar mi potencial al máximo, palabras que no creí en lo más mínimo pero que sin embargo agradecí infinitamente por que de una manera u otra había hecho mostrar lo mejor de mí… para después estrecharnos en una abrazo que para ambos estoy seguro fue de lo más incómodo…

De los pocos que habíamos aprendido soportar las cargas de la escuela celebramos en grande… en un reconocido Hotel dela Ciudadhasta entrado el amanecer… Y es que era seguro que muchos de nosotros nunca más en nuestra vida nos volveríamos a ver… por los que nos deshicimos en fuertes abrazos y palabras de despedida, mientras otros lloraban a lágrima viva…  deseándonos lo mejor de la vida y los más grandes triunfos…


Después de un largo período de indecisión estas vacaciones las había decidido pasar en la casa en la playa… Por lo que  esta vez me dirigía a aquel lugar de ensueño que tanto amaba… y que tantos bellos recuerdos me traía…

Era de noche cuando a mitad de la carretera miré el inmenso mar donde la luna se reflejaba, petulante y altanera, regodeándose de su impresionante y blanca belleza, lejos mire una diminuta casa donde las luces estaban encendidas.

Tarde unos diez minutos en lo que llegue justo a mi destino…  cuando así lo hice miré desconcertado que ya había alguien en el interior de la casa. Me apure en entrar…  dentro Azucena y su esposo me esperaban para recibirme con los brazos abiertos y con un exquisito y delicioso menú de bienvenida. Sus dos pequeños en  tres años que no los había visto habían crecido considerablemente,  a ambos les agradecí inmensamente por tan grato recibimiento.

Después de una breve reseñaza de lo último que me había tocado vivir y un pequeño intercambio de lo que ellos habían vivido aquí, cenamos cómo una familia…

La comida era tan deliciosa que devoré tres platos de comida, hasta que sentí reventar… Por unos momentos no pude moverme mientras los pequeños de Azu reían de lo lindo…  Después de que Azucena término de lavar los platos se dispusieron a irse pero después de una batalla campal los lleve a casa.

Tarde a lo mucho veinte minutos en llegar a la puerta de su hogar y otro veinte de regreso… Cuando estuve frente a mi casa, miré a detalle el lugar, aquel lugar que tantos recuerdos me traía…

Con una sonrisa disimulada en mi rostro baje del auto; lentamente me adentre a la casa que ahora vacía era un mar de recuerdos… recorría la sala rápidamente tratando de evadir cuanto pudiese recordar… pero justo cuando llegue a la escalera, un murmullo que estaba en mí imaginación me detuvo antes de que pudiese huir y me hizo mirar todo lo que aquí había pasado…

¡¿Qué estás haciendo, tú… aquí?!....; Debí suponer que si intentabas averiguar mi paradero, lo lograrías…; Por momentos olvide tus irresistibles encantos….; Por que tú lo hiciste de la misma manera, por que tu indiferencia y tu ausencia en mi vida me causaron el mayor de los daños…; Y después de lo que  paso con Daniel, bueno era más que obvio que no querías saber nada más de mí y después, después ya no lo soporte como creí que podía hacerlo, y al no encontrar alguna solución decidí que el poner tierra de por medio  era la mejor…; ¿Qué?...; ¿Sólo eso?...; Si pero va olvídalo…; Debí suponerlo, ya eres un fan de ellos, ¿no?...; Me alegra…; ¿No lo parece?...; ¡Si!, soy feliz, inmensamente feliz…; ¿Tú y yo?...; ¿Por sobre todas las cosas?...; ¿Hasta las últimas consecuencias?...; ¿Hasta el final?...

Cuando al fin aquel torrente de recuerdos frenó, sonreí de lo lindo, feliz de que ya no dolieran, sino que me demostraran que hace mucho tiempo había vivido… vivido intensamente…

Sin más que hacer me dirigí a mi habitación… Dentro miré de hito en hito el lugar, meneé la cabeza de un lado a otro ahogando una sonrisa; sin esperar más me arrojé a mi cama que crujió ante mi peso… pegué la cabeza a la almohada y al instante que cerré los ojos caí en un sueño profundo…

De pronto desperté sobresaltado sin saber que hora eran, las espesas cortinas caían sobre las ventanas impidiendo que cualquier rayo de sol entrara, si es que era de mañana o tarde… no sabía cuantas horas, ni días había dormido… me levante silenciosamente temeroso a que hubiese pasado un tiempo considerable y todo mundo estuviese alarmado… intente encender la luz pero la bombilla se había fundido… ¡Vaya suerte! Pensé.

Me dirigí a la puerta a tientas hasta que llegue a las escaleras, descendí los escalones uno a uno hasta que toque tierra firme… me acerque a la puerta, busqué el picaporte hasta que lo encontré, gire la perrilla y de un golpe abrí la puerta…

Al instante la luz del atardecer maceró mi mirar.  Instintivamente cerré los ojos… después poco a poco, intente abrirlos hasta que   por fin se acostumbraron a la luz rojiza que despedía el sol que se ponía en el horizonte, reflejando sus rayos dorados en el mar inmenso que explayaba frente a mí… sus tonos rojizos, rosados y anaranjados desvaídos hacían contraste con un cielo azul intenso que se degradaba con sutileza sobre mí…

Miré embelesado aquel hermoso paisaje, tan sorprendido y aturdido de su belleza que camine como atraído por una fuerza magnética…   hasta que por fin llegue a la orilla del mar donde las colas de las olas llegaban… Estuve un largo tiempo ahí hasta que un pequeña ola arrojó a la orilla una diminuta  perla… aquella esfera jugó con el agua unos minutos hasta que por fin la húmeda arena le retuvo… Me agache para tomarla en mis manos y justo cuando mis dedos se lanzaban  en su búsqueda una conocida voz me llamó por mi nombre…

-¡Jahíro!- gritaron a lo lejos… por algunos momentos creía que aquella voz era el cruel  producto de mi aturdida cabeza por lo que la ignore olímpicamente…

Pero cuando volvió a hablar volví la vista en dirección a la casa…

-¡Jahíro!...-

Por instantes me quede congelado, ahí en cuclillas… con la sorpresa en mi rostro, después cómo en un acto reflejo me levante lentamente, mientras mi interlocutor camina en dirección hacia mí, con esa cautivadora sonrisa en su hermoso rostro donde los lánguidos rayos del amanecer caían con cierta gracia…

Me quede mudo y no, por no poder decir algo sino por no saber que decir y que hacer…

Hasta que por fin mi interlocutor se colocó frente a mí. Nos miramos un instante que duro toda una eternidad… mientras el aíre golpeaba mi rostro y agitaba mi cabello y el sol brillaba en sus cautivadores ojos…

Después de mucho al fin pude pronunciar su nombre:

-Armando…-

Espere respuesta, algo, lo que fuera pero en aquel momento… ya no hubo respuesta, ya no hubo palabras que explicaran el motivo de su presencia, por que estaba seguro que nada de ello importaba, sobraban sin lugar  a dudas, como muchas veces paso entre nosotros dos; nada más que su presencia ahí era suficiente, era una viva prueba de lo que ahí buscaba y de lo que quería… de lo que ambos queríamos…

Al momento que aquellos pensamientos cruzaban por mí cabeza el rió y al instante por mi mente cruzó un fugaz recuerdo:

“Hay ocasiones que lo que más sobra son las palabras y bueno esta es una…”

Y sin pensarlo un segundo más me arrojé a él que ya me esperaba con los brazos abiertos; al instante que nuestros cuerpos se sintieron el uno al otro, nuestras bocas se buscaron ávidas y deseosas de saciar un deseo guardado desde hace mucho tiempo y que ahora estaban dispuestas a satisfacer de cualquier manera…

Después de que aquella pasional caricia terminó nos separamos unos centímetros… para mirarnos y sonreír como dos niños….

Sin más rodeé su cuerpo con fuerza, con una fuerza sorprendente por que esta vez no lo dejaría ir, no permitiría que se alejara de mí por nada del mundo, por que hoy gracias a la vida y al destino mismo comprendía tantas cosas que en el pasado desconocía y que no tenía en cuenta…. ¿por ignorancia?, ¿por conformismo?, ¿por puro desinterés?... no lo sé lo ignoro y lo seguiré haciendo y es que ahora sabía, sin lugar a duda que, desde este momento, a diferencia del principio, estaba preparado, total y absolutamente preparado para lo que viniera…; sabía a lo que me atenía, a lo que pronto me afrontaría tarde o temprano y de lo que no podía huir por más que intentara correr para ponerme a salvo y es que ya había aprendido de cuan duro era  lo desconocido pero de igual manera aprendí a que atenerme, ya no estaba desprevenido, como pude llegarlo a estar en el pasado…; había entendido que esto era sólo el comienzo de algo nuevo, de algo que me deparaba el destino, algo totalmente desconocido…; Ahora sabía  que  esto era  eso: otra vida… una nueva vida donde todo sería diferente, donde las cosas cambiarían radicalmente a mi favor, donde amaría y seria amado tan intensamente que sentiría el corazón a punto de explotar, donde podría ser sumamente feliz, alegre, por que una vez  lo había sido, pero ésta, ésta era la vencida…

Pero por sobre todas las cosas había comprendido que se me había brindado una segunda oportunidad al igual que a todos se les brinda, una enorme oportunidad de ser al fin inmensamente feliz, de entregarme a la vida en cuerpo y alma sin miramientos, sin recelos, ni falso temores, sin sentirme defraudado conmigo mismo y sin sentir que estuviera traicionando o decepcionando a los seres que más amaba, donde todo seria posible e inclusive vería  realizados mis más inalcanzables sueños, aquellos que creí una vez creí inconquistables, lejanos como las distantes estrellas de la noche, donde pronto viviría dignamente, lleno de lo que aquí carecí en creces, donde pronto viviría una vida eterna, llena de felicidad, de amor, de dicha, de todo aquello que una vez no tuve, pero que ahora se me ofrecía así sin más…. Una segunda oportunidad de enmendar mis errores y rectificar mis aciertos, de ser completamente aquel incauto joven, tonto e ingenuo de pies a cabeza, que  tanto adoraba y a la misma vez odiaba… Una segunda oportunidad de vivir cuan intensamente fuera necesario…

Una segunda oportunidad donde pronto viviría nuevamente El Otro Rostro de la Vida…, Una existencia desde una perspectiva diferente…

¡Fin!

¡GRACIAS!...