El Otro Rostro de la Vida... Cap. 17º

Y después de que una verdad que se ha tratado de callar de todas las formas posibles surge… Una nueva verdad, una más terrorífica y siniestra amenaza con emerger de entre las sombras… Una verdad que Jahíro debe enfrentar… pero sobre todo aceptar y asimilar pese a todo

Chicos pues ya falta poco para el Gran Final de El Otro Rostro de la Vida… así que de nueva cuenta muchas gracias por sus maravillosos comentarios…  Y bueno pues aquí está este nuevo capítulo disfrútenlo mucho…

Lando S. M

Saludos…

El Otro Rostro de la Vida

Una existencia desde una perspectiva diferente…

Capitulo 17º

Y justo en aquellos minutos que parecían interminables y eternos,  de alguna manera que estaba fuera de mi total entendimiento, pude percatarme de cuan cierto era de cuanto se dice a media voz… “En esta vida, tarde o temprano, todo tiene su debido momento. De ninguna manera posible podemos escapar a lo que la vida y el mismo destino nos tienen reservado, por que eso es parte de nuestra existencia de lo que no toca vivir, por lo que si negamos todo lo que puede pasar, a la misma vez negamos que vivimos…”

Hoy de alguna u otra forma el mío, mi momento ya había llegado…. después de un largo naufragio  arribaba a un puerto seguro, incitado por el viento de la desgracia, en donde después haber anclado con fuerza ya comenzaba a desembarcar.

Aquella hora que tanto había implorado, suplicante y deseoso que jamás, que nunca en la vida llegara… la hora de enfrentar mis peores y más inimaginables temores no parecía lejana desde donde le veía, estaba cerca, demasiado cerca pese a mi obstinada actitud que me hacía creer de que no era así. Era sólo cuestión de tiempo y de resignación…

Aquella guerra que había estallado desde hace mucho tiempo en mi interior, la que sabía que tenía perdida desde mucho antes del comienzo y que prefería ignorar por fin terminaba; la última batalla interna contra mis propios demonios  había alcanzado límites insospechados; estaba perdiendo y debía pagar las consecuencias a un precio muy alto ahora que todo acabara y terminara siendo el irrisorio perdedor en esta contienda…

Miré fijamente a Cathy, sin pestañar una vez siquiera, con la culpa, con el dolor y con el remordimiento que parecían no cesar en  ningún momento, brotando a raudales de mis ojos; una simple ojeada era una suplica de perdón, cada lágrima que  de ahora en adelante derramara sería un sutil murmullo de arrepentimiento, de dolor y de todo aquello que sentía que abrumaba a mi corazón, sin piedad…

Lo más sorprendente de todo lo que pasaba a mi alrededor era que no flaqueé pese al miedo, a la duda, a la incertidumbre pese a todo; y es que muy, pero muy en el fondo sabía y estaba conciente que tenía que ser valiente… tenía que afrontar las cosas de la mejor manera y buscar una solución para que todo no terminara tan mal como lo podía llegar a terminar…

En mí pecho, mí corazón latía enfebrecido, de una manera enardecida que percibía, con suma precisión, el correr mi sangre bajo mi piel perlada por un fino sudor. Mi respiración se volvió dificultosa, había ocasiones me faltaba el aire, el estomago me daba vueltas, sentía como si el mundo se derrumbaba sobre mí y me aplastaba entre sus polvorientos escombros… sentía las mejillas encendidas por quien sabe que motivo… y las piernas faltas de fuerza…

Me quede plantado ahí, a la mitad de la sala  sin hablar, sin pronunciar palabra alguna, sin el más mínimo gesto en mí rostro que denotara poco de lo mucho que estaba sintiendo, estaba impasible; era como una fría estatua del más frío mármol, sin mostrar amago alguno de que una parte de mi corazón  deseaba revelar la verdad, mientras la otra lucha por hacerme callar de todas la manera existentes posibles; a unos cuantos metros las brazas de la chimenea crepitaban débilmente, lanzado diminutas y encendidas chispas por doquier, como una lluvia de estrellas fugaces mientras las flamas tiritaban cada que algún soplo del frío aire que lograba colarse al interior de aquel lugar….

El hosco silencio, el mismo silencio de la muerte, aquel que precede a la tormenta y a la desgracia se cernía sobre nosotros, amenazador e intimidante. Gobernaba por doquier, con una fuerza poderosa e invisible que mantenía todo a raya, demostrándote tácitamente que el que manda aquí era él y nadie más. Imponía, como nunca lo había hecho en mí vida… era de la peor manera que pude llegar a ser…

Esto dolía, dolía demasiado mucho más aun que al principio, mucho más ahora que todo se había salido de mi control, de que se había escapado de mis manos en contra de mi voluntad sin siquiera darme cuenta y que sin saber como ya estaba ahí listo para hacer acto de presencia, frente a una de las personas que más amó y quiero en esta vida…

¡Sí! dolía intensamente pero de alguna manera supe sobrellevarlo… o es que hasta quizá tan desconcertado y temerosos estaba que no podía ni siquiera sentirlo…

Por un instante intente hablar, decir algunas cuantas palabras para romper el hielo, pero mi boca no respondió a ninguna señal que mi cerebro le mando y ni siquiera aún alguna de mi propio corazón; hoy hasta mi cuerpo parecía intuir la magnitud de los hechos y el alcance de lo que pudiese suceder de ahora en adelante, así que se reveló, protestó ofendido, diciéndome que guardara silencio, que me callara cuanto tenía y quería decir, que saliera corriendo y que jamás volviera a mirarle a  los ojos a Cathy, por que yo no merecía la compasión, ni mucho menos el perdón de la que un día fue mi mejor amiga a quien había traicionado de la peor manera, vilmente, como sólo yo podía hacerlo…. No merecía nada de nadie más, así que lo mejor era huir de ahí como lo que realmente era… ese estúpido cobarde que tanto daño había causado…

Pero ¡No! esto ya había sido suficiente, estaba harto, cansado y a punto de explotar, era una bomba de tiempo que en cualquier momento estallaría, sin el menor aviso. Engañaba a cuantos me rodeaban y lo peor de todo esto era que yo también me veía involucrado: me engañaba cruelmente a mi mismo y sino me daba cuenta a tiempo de mi enorme error y no hacía algo por remediar la situación el único que saldría lastimado aquí era yo… y de la peor manera… así que era eso: hablar o callar… En mis manos estaba la decisión… no había más… era el momento de decidir, por que para bien o para mal el momento había llegado y ya no podía huir de él como hace mucho lo venía haciendo…

Así que me acerque a Cathy, a ella… mi mejor amiga con pasos fuertes, con valor y con la única y firme determinación de acabar, por fin con la enorme y ruin mentira en lo que se había visto convertida mi vida, a lo largo de todo este tiempo y que ya era como un viejo castillo en ruinas que en cualquier momento caería…

Ya no había vuelta atrás, no ahora que había decidido hablar con la verdad…

Quedamos frente a frente, ambos sosteníamos la mirada con fuerza, tratando ninguno de los dos de bajarla… había tanto que decir, había tanto por hablar, había tanto por aclarar que no podíamos disimular que ya nada pasaba, que ya nada sucedía entre nosotros; ninguno de los dos podía pasar por alto lo que teníamos y debíamos hacer…

Pasé saliva con dificultad sintiendo mi garganta reseca. Intente levantar un brazo ejecutar algún movimiento pero ni eso pude y antes de que cualquier cosa pasara, antes de que mi boca dijera la verdad Cathy se adelanto: habló con voz trémula, con voz frágil y llena de temor…

-Jahíro… por lo que más quieras… por lo que más ames en este mundo… dime que no es verdad… - dijo arrastrando las palabras con pesadumbre…- dime que todo es mentira…

Miré sus ojos claros y vi en ellos temor… un temor inmenso que crecía conforme mi silencio se prolongaba y callaba la verdad… Dejándome desconcertado y aturdido… por que justo en ese momento supe que Cathy estaba al tanto… Daniel no había cumplido su promesa, había hablado con Catherine, algo le había dicho y ahora su veneno comenzaba a hacer efecto de la peor manera.

-No me hagas esto, no a mí Jahíro por lo que más quieras… dime que no… ¡Por favor!, ¡Dime que no es verdad!- continuó suplicando meneando la cabeza de un lado a otro.- Tú… mi hermano… no puedo creerlo… Jahíro…

Quede mudo ante lo que veía, ante lo que mis ojos miraban sin descanso justo en esos momentos… La escena me dolía hasta el alma… Y lo único que atine en decir fue:

-¿Quién Cathy?..., ¿quién fue?..., ¿quién te dijo lo que estaba pasando?...- pregunté para confirmar mis sospechas y ver la magnitud de la situación, el grado que todo había alcanzado y así idear alguna solución acorde a mis expectativas…

Sus ojos se desorbitaron a la simple mención de mis palabras… Intento hablar pero era ahora ella quien ya no podía hablar la impresión de mi respuesta la dejó paralizada de la sorpresa, como si con mi simple pregunta hubiese  confirmado todo lo que ella había preguntado…

Y sin esperar más su llanto comenzó a inundar sus ojos, con fuerza, como si le hubiesen acertado el más duro de los golpes… en donde más le dolía. Y cómo si estuviéramos conectados en uno sólo pude escuchar lo que en esos momentos pensaba, oí cuanto pensamiento cruzaba por su cabeza que era una vorágine de ideas y de sentimientos tan confusos y desgarradores…

Tú Jahíro el mejor amigo que había tenido… traicionaste una amistad sincera… un amor de hermanos… una confianza que tan firme y sólida como nunca lo había sido ninguna otra

Esperé paciente a que respondiera a que me confirmara que había sido Daniel quien había encendido la mecha de aquella bomba que estaba a punto de estallar… Sus sollozos  comenzaron débilmente pero conforme se percataba de cuan cierto y real era ese momento… fueron en aumento hasta que inundaron la sala de hito en hito…  impregnado el lugar de un dolor que ya no sólo se sentí en carne propia, como ambos lo estábamos sintiendo, sino ahora se veía representado en su rostro descompuesto y en el mío que expresaba cuanto sentía, se respiraba en el ambiente, se olía como un desagradable efluvio… estaba por doquier como un gas letal que flotaba ingrávido y silencioso en el aíre, listo para hacer efecto en cualquier momento.

Y después de que pudo al fin pronunciar unas palabras confirme lo que mi corazón intuía.

-Daniel… fue Daniel quien se percató de todo, fue él quien me puso al tanto de lo que estaba pasando…-  dejándose derrumbar sobre el mullido sillón, donde oculto el rostro entre las rodillas para continuar con su llanto que parecía que nunca iba a parar.- Tú Jahíro… ¿cómo pudiste?...

Verla ahí dolida, con una herida que parecía que jamás en la vida iba a cicatrizar, me hizo estremecerme hasta el alma, hasta los mismos huesos…  y para no quedarme a tras le hice compañía en su inmenso dolor, en su profunda pérdida que no podía ya reparar… llorando junto a ella, tratando de que viera y comprobara que yo sufría de las misma manera que ella e inclusive más y es que yo a parte de haberla traicionado, a parte de haberle falto y robado al más grande sus amores ahora ya nada me quedaba… ya nada tenía… había perdido su amistad y la llama de la esperanza en mí vida se había extinguido…

Intente acercarme a ella, intente tocarla demostrarle que lo sentía, que me dolía… pero seguí ahí impávido, sin mover un músculo… estaba pegado al suelo, de donde no me moví un centímetro siquiera… Aturdido por su dolor, un inmenso dolor que parecía no poder soportar por mucho tiempo, pero que aún así hacia lo posible…

-Cathy por favor antes que nada escúchame…- intente decir pero su brusca reacción, me impidió seguir, su mirada llena de cólera, su furia contenida me dejaron sin palabra…

-¿Y qué quieres que escuche?… ¡¿qué quieres?!...- grito con fuerza, mientras las manos y su cuerpo entero le temblaban de enojo.- Qué supiste que Armando salía con otra persona y que preferiste callarlo, preferiste guardártelo para ti y no decirme nada… Jahíro por favor…-dijo con cruel ironía- Nada te justifica que hayas hecho lo que hiciste, sabías que yo lo amaba realmente con el corazón y aún así preferiste callar y verme sufrir en silencio conforme me daba cuenta de que lo perdía… de qué se alejaba de mi lado a cada día que transcurría…

Eso es lo que quieres que escuche… justificaciones sin sentido… palabras vacías que no tienen una explicación lógica aunque quieres vérsela…-

Y justo de la misma manera… otro golpe de razón me golpeo con fuerza… mirando el quid de la cuestión…

-Un momento Cathy… ¿qué fue lo que Daniel te dijo?- pregunté desconcertado a la espera de su respuesta para atar los cabos sueltos que estaban pendientes y que le darían un sentido lógico a lo que estaba pasando y lo llevara un lugar, quizá no mucho mejor pero por lo menos despejaría cuanta duda había…

Catherine se levanto de sillón donde había caído hace sólo unos cuantos minutos, para ponerse frente a mí…

-Que tú sabes de la relación que sostenía Armando con otra persona desde el momento que ellos comenzaron a salir mientras yo me encontraba en Canadá, que sabes quien es esa persona que me arrebato el amor que Armando  profesaba y decía sentir por mí…- y después de todo lo dicho al fin las piezas de aquel rompecabezas embonaron a la perfección. Y un nuevo panorama nada alentador quedo frente a mí: Daniel sólo le había dicho a Cathy una parte de todo lo que había sucedido… una parte que no era tan grave como lo era la otra… Y que de alguna manera ahora sería yo quien debía revelarla…

Esa había sido su mejor venganza… el que yo tuviera decir quien era esa persona, quien había sido quien le había arrebatado un amor que adoraba con el alma…

Debí suponerlo e imaginarlo desde un principio… que esa sería la manera en que se cobraría cada desplante que le había propinado… por que no había otra mejor manera de hacerlo… en verdad que no la había, ésta había sido la mejor de todas de eso no había duda…

Ahora la incertidumbre que las palabras de Daniel habían ocasionado en Cathy sería suficiente para que ella no me dejara en paz… al menos no hasta que le dijera todo cuanto sabía… de que era yo quién se había interpuesto entre ella y Armando… que había sido yo el que los había separado sin importarme que fuera el novio de mi mejor amiga…

-Dime que no es así como aparentan las cosas… dime que fue sólo un arranque de celos de Daniel y que intentaba desquitarse de ti de la mejor manera… dime que no es cierto… dime que no es verdad… que ignorabas todo cuanto sucedía… que no sabes quien es esa persona que ahora tiene el amor de Armando…- imploró con fuerza, para que le respondiera con un rotundo no, para que negara todo lo dicho por Daniel…- Jahíro si dices quererme como siempre lo hacías dime que no, por favor…, por piedad… por esa amistad que ha perdurado pese al tiempo…

Miré su rostro lleno de miedo, de terror de todo cuanto sentimiento desapacible existe… pero en sus ojos claros vi esperanza, vi la llamada de esperanza que aún estaba encendida… y que esperaba que dijera que no… que me librara de cuanta acusación se había hecho en mí contra y que me degradaba considerablemente… pero conforme transcurrían los minutos se iba apagando lentamente, a una muerte segura… que mi silencio le propinaba…

Hasta que por fin se extinguió después de que al fin hable…

-Si lo sabía… lo supe desde el principio… desde que todo comenzó Cathy…- murmuré, con altibajos, con voz trémula y queda…

Cathy desorbito la mirada tremendamente… como si ello le doliera más que la misma traición de Armando… Llevó la mano derecha a la boca y ahogó un gemido de dolor… que pese a todo se pudo escuchar claramente y que la hizo derrumbar sobre la alfombra del piso…

Se quedo ahí quieta, tranquila, mi confesión la había dejado aturdida… embotada… como si se hallara fuera de este mundo, a kilómetros y kilómetros de distancia a años luz de este lugar…

Me miró sin realmente verme… Aun no lo creía… aun no lo entendía a precisión… aún no lograba asimilarlo del todo… algo como eso… algo de esa magnitud no podía superarse de un momento a otro, al menos no para ella que siempre había sido… tan… tan débil… y tan vulnerable a cosas con esas…

Sus largos y constantes sollozos le impedían hablar, le impedían decir algo lo que fuera…

Me arrodille junto a ella para hacerle entender que no había sido esa mi intención, que no buscaba dañarla como la situación lo estaba aparentando… en vedad que yo no deseaba dañarla de ninguna manera, pero las cosas se habían dado de una manera que quizá no entendería completamente y que me había visto forzado a ello…  y que por mucho que intentara… por mucho que me esforzara en explicárselo no lo comprendía, al menos no como yo realmente desea y quería que fuera… y es que no había tenido otra opción que callar, que ser egoísta y sufrir a la par que ella lo estaba haciendo: en silencio y guardándome para mis adentros  todo lo que le pude haber dicho como consuelo, como apoyo… que poco de lo mucho que pudiese haber hecho no iba a servir de mucho…

Pero mis palabras eran en vano, nada de lo mucho que dije la hizo reaccionar… seguía ahí perdida, aturdida por todo lo que decía, por cuanta palabra salía de mi boca… mientras espesas lágrimas corrían por sus mejillas humedeciendo su tersa piel… corriendo su maquillaje… y surcando su rostro que ya no era como un día que parece muy lejano lo fue…

En esos momentos nada servía, ya nada de lo que pudiese decir remediaría las cosas… todo estaba fuera de control y como lo sospeche desde inició  las cosas en algún punto de aquel largo y casi eterno camino se habían salido de mi control y de la peor manera… Y que por más que intentara o hiciera ya no había que hacer… ya no había por que luchar… ya no… todo se había ido a la basura… aún maldito abismo de donde ya nada se podía recuperar pese a que el arrepentimiento fuese tan grande e inmenso… ya no había más opción que afrontar la realidad cuan cruda fuese…

Tomé el delicado rostro de Cathy entre mis manos, para hacer que me mirara, para hacer que sus ojos vieran los míos pero todo esfuerzo fue inútil… nada servía estaba perdida quien sabe donde… su cuerpo en un acto reflejo la había hecho alejarse de tanto dolor… de tan inmensa decepción…  por que otro golpe ya no lo habría aguantado…

La estreche entre mis brazos sin que ella siquiera respondiera…

-Cathy… Cathy… Cathy….- murmuraba su nombre  mientras lágrimas y lágrimas resbalaban por mis mejillas e iban a para sobre su liso cabello…-Cathy… por favor perdóname… nunca fue mi intensión… no quise que esto pasara… deseba que las cosas llegaran a esta situación pero llego un momento en que por más que lo intente ya no pude más… - decía sin cansancio.

Pasamos así un largo rato meciéndonos como dos infantes… sollozando en silencio, sufriendo en silencio e implorando perdón en silencio…

Sobre nuestras cabezas la tormenta se acercaba lentamente… el cielo bramaba como fiera enjaulada que buscaba liberación, como estaba seguro que lo hacía el corazón de Cathy que aunque lo disimulaba de la mejor manera no podía ser de otra forma…

-¿Quién Jahíro?..., ¿quién es esa otra persona?...- preguntó Cathy… con cierta indiferencia… con cierto rencor y recelo…

Sopesé su pregunta… unos instantes a sabiendas que era ya algo inevitable…

Una pregunta que formularía de una u otra manera… algo a lo que me tenía que ver visto forzado a responder y que ya no podía huir…

Dejé que mi mano recorriera su lisa cabellera…  tratando de atrasar más aquel momento… tratando de que no llegara y no tuviera que hablar…

Hasta que ella se aparto de mí y poso sus ojos en los míos buscado respuesta a su pregunta… a esa inquietud que la venía atormentando… y que sabía que de un momento a otra iba a formular…

-¿Quién… Jahíro?... ¿Quién fue la persona que me arrebato el amor de Armando?..., ¿quién fue?...- pregunto con fuerza, con la escasa esfuerza que aún tenía…  y que había recaudado con el único fin de tener a alguien a quien culpar, a quien achacarle todos sus males… a quien odiar por el resto de su vida…

Pese a que estaba completamente seguro de que preguntaría ello… mi reacción no fue tan tranquila y serena, como pudo llegar a serla… El simple hecho de que Catherine la mencionara me dejó aturdido por algunos largos momentos…

No despegue la mirada de la suya por que sabía que si lo hacía, que si mostraba un mísero ápice de duda e incertidumbre sería suficiente para no hablar, para no revelar lo que estaba a punto de hacer y diría cualquier otra estúpida mentira que terminaría haciendo más daño de lo que estaba a punto de hacer y volvería a caer en ese circulo vicioso en el que había caído y del cual me había sido difícil salir… Así que mis ojos negros no se despegaron de los de ellas… Ya  no había lugar para el arrepentimiento ni para la duda… sólo única y exclusivamente para la verdad…

Suspiré profundamente… y antes de que alguna palabra saliera de mí boca el llanto volvió con fuerza y más ímpetu…

-Lo siento tanto Cathy… quise que no pasara… deseé con toda el alma que no fuera así… me aleje… intente no sentir… lo que estoy sintiendo… intente no hacer lo que hice y lo que hoy te causa tanto daño… creí que podía luchar contra ello… pero el tiro me salio por la culata y caí inconcientemente en mí propia mentira… intente alejarme… intente poner tierra de por medio pero fue inevitable, no puedo olvidar y ni dejar de sentir lo que estoy sintiendo… fui un estúpido imbécil que se dejó embaucar por lo que su corazón le decía, por lo que su corazón sentía- murmuré con voz clara, con una voz en la que llevaba dolor… sufrimiento… arrepentimiento… culpa… mientras Cathy desorbitaba la mirada a cada palabra que mi boca pronunciaba imaginando a donde se dirigían las cosas a donde terminarían…

-¿Quién maldita sea?, ¿quién Jahíro?..., ¡¿quién?!...- gritó con fuerza… con una fuerza impresionante que no supe de donde sacó pero que lo había hecho…

Después ambos guardamos silencio… esperando lo que ya sabíamos… lo que ambos estábamos al corriente, lo que ambos intuíamos pero que por diversas circunstancias habíamos preferido ignorar, pasar por alto…; quizá por no querer dañarnos… quizá por no querer  enfrentar algo como lo de esta magnitud y que sabíamos que nos iba a costar mucho afrontar y superar… pero en esos momentos ya no había justificación, ya no había más por hacer…

Mis manos que temblaban se posaron sobre las suyas con fuerza tratando de demostrarle que la amaba, que la quería como desde el principio y que pese a todo lo acontecido lo seguiría haciendo… Sus ojos buscaban mi respuesta, su rostro esperaba impaciente… su corazón latía acelerado inundando el lugar de un agitado latir que era como el de alguna ave herida en pleno vuelo y que esta viviendo los últimos minutos de su vida…

-Yo Catherine…-

Solté sin más, mientras su rostro se contraía en un gesto de un dolor inmenso… que no supe como pudo aguantar pero que así lo hizo…

Mis manos temblaron junto a las suyas… mi corazón latió a su compás… mi sangre corrió con fuerza por mis venas…

-Soy quién se inmiscuyo entre tú y Armando… fui yo de quien enamoró perdidamente al punto de que te olvido así sin más… fue por mí que su vida cambio radicalmente… fui yo el motivo por el que ahora sufres como lo estas haciendo… yo soy el motivo por el que lo que había entre ustedes acabo por que estábamos dispuesto a enfrentar a la vida y al mundo mismo antes de que le engañara de que no lo amaba, de no lo quería y que todo lo que había dicho era mentira…

Soy yo… Jahíro Vallejo por el quien hoy estás sufriendo…

Lo que paso en esos momento fue confusión total… no supe por donde comenzaron las cosas, ni el por que terminaron…

Catherine y yo nos levantamos de un golpe hasta quedar de nueva cuenta frente a frente…  Con la mira uno sobre el otro…

Y sin menor aviso comenzó a golpearme sobre el pecho con sus pequeños puños murmurando palabras con dolor, con sufrimiento pero con algo que me dolió hasta el alma… palabras llenas de odio… de rencor… de decepción…

-¿Cómo pudiste, Jahíro?, ¿cómo fuiste capaz de algo que yo lo hubiese pensado cien mil veces antes de hacerlo?..., ¿es qué no tienes corazón?, ¿dime que te hice para que me pagaras de esa manera?, ¿qué hice?, dímelo, necesito saberlo… necesito que me lo digas por lo que más quieras… ¿en qué fallé?, ¿qué hice mal?... cualquier otra cosa, ¡lo que fuera! te lo hubiese perdonado  pero esto Jahíro… esto jamás…-gritaba mientras su puños iban a parar sobre mi pecho… que aguantaba valientemente por el daño físico no me importaba… por que nada de lo que sus manos me pudiesen hacer me dolería como lo estaban haciendo sus palabras…

-Te odio como jamás lo he hecho con nadie… te desprecio como jamás había despreciado a nadie…- continuó diciendo ya con la voz ronca… ya con cada golpe más falto de fuerza…

Sus lágrimas seguían cayendo sobre su pecho, que ya estaba húmedo de tanto llanto que aquella noche había derramado hasta que por fin los golpes y la palabras denigrantes cesaron…

Cuando todo pareció acabar me percate de que nos habíamos recorrido unos cuantos centímetros de donde estábamos… No despegue la mirada de la suya, por que seguía teniendo temor a que me tomara por un cobarde… por un ruin y mísero cobarde… que no podía afrontar poco de lo mucho que había causado… pero ella, ya no me miraba, ya no buscaba lo que tanto buscaba en mis ojos… ya no… nada…

Después de un largo tiempo alzó la vista… su rostro… era el rostro del sufrimiento, del dolor mismo… sus ojos claros habían pasado de una tono claro a uno rojizo, el maquillaje estaba corrido… lo párpados hinchados… su respiración era dificultosa, la vena de su sien palpitaba amenazadoramente, como si en cualquier momento pudiese explotar…

Y ahora que estaba, hasta cierto punto se hallaba conciente, intente justificarme, intente que entendiera poco de lo mucho que yo había sufrido… que comprendiera una parte de todos mis esfuerzos que hice por que las cosas no se dieran como se habían dado… que entendiera a cabalidad que nunca fue mi intención ocasionarle tanto daño como al final de cuentas le cause…

Intente buscar su compasión… su cariño que había perdido… pero sobre todo su amor inmenso….

-Nunca fue mi intensión enamorarme de Armando… cuando menos me di cuenta ya estaba encantado de su persona y de todo lo que él era y representaba… quise huir de lo que estaba a  punto de  suceder… intente callar a mi corazón de todas las manera posibles, pero no me lo permitió… intente alejarme de él pero siempre estaba ahí salido de quien sabe donde diablos… hice lo humanamente posible por que no lo viera, por no saber nada de él, pero siempre mi mala suerte me llevaba al lugar donde él estaba, me hacía saber detalles de su vida… fingí que no existía pero nunca pude hacerlo… creí que era algún demente sueño de mi colérica cabeza pero después caí en la cuenta que lo único que era un sueño era la vida  junto a él… Pero  al fin, quizá para mi suerte, quizá para mi desgracia después de mucho me di cuenta que todo cuanto hiciera, todo cuanto intentara… no serviría de nada… por que mi destino y el de él estaban unidos, entrelazados… estaba escrito que pasara lo que entre ambos paso… que ese amor inmenso que se dio entre nosotros dos floreciera cómo lo llego hacer un día… que disfrutáramos cada momento cómo lo hicimos…

Si había o hubo algo  que estuviera en nuestras manos  para frenar y detener todo lo que paso entre nosotros dos, quizá no nos dimos cuenta a tiempo… quizá nunca existió como tal y era cuestión de buscar y no lo hicimos…  no lo sé… lo ignoró como tantas cosas que ignoró de esta vida…-

Cathy escucho atenta  cada una de mis palabras, cada una de mis débiles justificaciones, oyó atenta todo cuanto tenía y debía decirle, ella no dijo nada, no murmuró, no reprochó, sólo escucho atenta cuanto decía. Cuando al fin hube terminado, cuando termine de decir cuanto me había atormentado en los últimos meses sin cansancio… El lugar se quedo en silencio, en un prolongado y sutil silencio que entorpecía los  sentidos hasta embotarlos, hasta adormecerlos…

Después de un largo rato se irguió frente a mente, recupero la postura, hecho su cabello liso para a tras y limpio todo rastro de llanto de su rostro… con fuerza, como di eso de alguna manera ahuyentara el dolor que su corazón estaba sintiendo por dentro…

Cuando estuvo lista y sin darme tiempo de reaccionar su mano surco el aíre de la habitación y se estrecho con una fuerza impresionante en mi rostro que se movió unos centímetros a causa del golpe e hizo que mi cabello se agitara…

Al instante… un leve ardor comenzó a hacer efecto sobre mi mejilla… por unos momentos mi mano indecisa intento menguar en dolor pero supe aguantar…

Permanecí así sin moverme pese al golpe… pero cuando mi rostro volvió a su posición original Cathy me miraba con furia, con ira, con desprecio y muchos otros desagradables sentimientos que eran tan notorios y tan claros que no era necesario mencionarlos por que ahí se podían ver claramente… como jamás en mi vida los había visto…

-Sabía que algo pasaba… sentía que algo me estaban ocultando tú y Armando… que algo traía entre manos… lo que nunca supe era qué… No, lo creí de ninguno de los dos… por que ustedes eran las personas que más he amado en este mundo…- comenzó a decir en voz alta hasta que todo lo que decía se volvió un sutil murmullo, que lejos de escuchar leía en sus delgados labios- ¿Jahíro y Armando?... no puedo, no quiero creerlo y ni imaginarlo…

Me das asco…-

Termino diciendo con desprecio… con un profundo desprecio que fue lo que más me dolía, que era lo que más sentía en esos momentos y que era a lo que tanto temía…

Pero ya no dije nada… no hable… ya no traté de justificarme ante sus ojos… ante ella… por que sabía que todo estaba perdido… por que desde el momento que había decidido venir y hablar con la maldita y dolorosa verdad sabía sin lugar a dudas que podía esperarme… tenía en cuenta de cuanto podía pasar…

-Vete… aléjate de mí… olvida que existo… haz como si estuviera muerta desde hace mucho tiempo… como si estuviera sepultada metros y metros bajo tierra… y me estuviera pudriendo en el maldito infierno…- continuó diciendo con esa voz que no era ni la mitad de lo que un día muy lejano había sido…-No intentes buscar mi perdón por que de una vez te digo que algo cómo esto no se perdona así de fácil…  No intentes aclarar algo que ambos sabemos que ya no se puede aclarar… No intentes justificar algo que es injustificable… Desaparece de mí vida… de la misma manera que le pediste Daniel que lo hiciera de la tuya…

Y ojala nunca más en lo que resta de nuestras vidas… nos volvamos  a encontrar por que de ser así no sé que sería capaz de hacer…- terminó diciendo… con ese desprecio que seguía doliéndome hasta el alma misma…

Camine hacia tras sin dejar de mirarla… sorprendido del odio y rencor que mi traición habían operado en ella. De cuanto habían cambiado las cosas después de que al fin la verdad saliera a luz…

Y justo en el mismo momento que me coloque en el pasillo que conduce a la salida hable por última vez antes de que nunca más en la vida nos volviéramos a ver…:

-Deseo con toda el alma… cómo no tienes la más remota idea… de que algún día, cuando sea y después de tanto tiempo como sea necesario, llegues a comprender que nunca fue mi intención hacerte y ni causarte daño alguno… que no era mi intención arrebatarte al amor de tu vida… que fue  una mala jugada que  el destino nos tenía reservada… y que por más que intente sobrellevarla termine cediendo ante ella… que sólo fui una victima más en esta cruel historia que no tiene un final feliz…

Pero sobre todo ello que comprendas y sepas que te sigo queriendo como siempre ha sido y seguirá siendo… que para mí eres esa loca adorada que siempre estuvo a mi lado, esa hermana del alma que la vida nunca me dio… pero sobre todo que si hubiese estado en mis manos alguna otra solución para  todo esto… la hubiera tomado sin pensarlo con tal de no causarte ningún daño como ahora lo estoy haciendo…-

Dicho esto gire sobre mis talones y emprendí el camino de regreso… Me recargue sobre la pared, por que sentía que la fuerza estaba a punto de abandonarme, sentía que el mundo se me venía encima en grandes trozos con el único afán de aplastarme. Miraba todo nublado… no lograba enfocar el contorno de cuanto me rodeaba, mi cerebro estaba bloqueado… aturdido… Pero como pude llegue a mi destino final… la puerta parecía tan distante desde donde estaba, que por alguno momentos sentí desfallecer pero como pude me dirigí a ella, hasta que mi mano se poso sobre el picaporte y antes de que pudiese salir de aquella casa una voz me detuvo a mis espaldas…

-Lo único bueno de esta situación…lo mejor de todo esto que paso… es que Armando… supo huir antes de que le lastimaras como lo hiciste conmigo…- dijo Cathy bajo el marco de la muerta.

Gire para mirarla y contemplar su rostro a precisión, para que ninguno de sus gestos lo pasara por alto y pudiera hallar el significado de lo que estaba diciendo. Pero la sorpresa de sus palabras me dejó aturdido, situación que Catherine no paso por alto un instante siquiera…

-Vaya al parecer no sabes que Armando hizo lo mismo que Daniel…-comentó, mientras trataba de sonreír, pero su rostro era tan candido que pese a todo no pudo hacerlo.- Pues si Jahíro… así es: Armando se fue hoy de Villa Florencia y antes de hacerlo  hablo conmigo…

Y justo en esos momentos todo lo que había dicho la última vez que le vi cobro sentido ante mi horror…

Es tu última oportunidad, la última que tienes de tu respuesta dependen tan cosas que en estos momentos están en juego…; Después de que haga lo que estoy apunto de hacer dime que no me amas, dime que jamás existió lo que tanto me decías, dime que me aleje, que me marche de tu vida, que te olvide para siempre y que jamás vuelva a cruzarme en tu camino, que me desaparezca, que no deje huella de mi existencia por tu vida, ¡Es tu última oportunidad!,  piénsalo y haz lo que tu corazón sienta…; Sólo esperó que algún día encuentres lo que buscas con quien quiera que sea…;  Y ojala nunca, jamás en tú vida te arrepientas de lo que estas haciendo… por que de ser así vas a ser muy, pero muy tarde…; Y ten por seguro que jamás volverás a saber nada de mí, es una promesa que aunque me duele hasta el alma cumpliré…

Después de que comprendiera poco de lo mucho que estaba pasando volví la vista a Catherine, deseaba buscar en sus ojos una mentira… esa mentira con la cual se estaba cobrando el daño que le había ocasionado… pero en sus ojos sólo vi una verdad… una terrorífica y siniestra verdad…

No pregunte nada… no dije nada… no hable me quede ahí como un idiota hasta por un largo tiempo mirando el alcance de mis estúpidas palabras que no habían llevado las cosas a nada nuevo… Hasta que un bramido del cielo me devolvió a la vida nuevamente…

Crucé otra fugaz mirada con Cathy…, para después salir rápidamente de aquel lugar, para comprobar lo dicho por ella, mientras en mi interior, en mí corazón comenzaba a anidar un miedo desgarrador…

CONTINUARA…

¡PRÓXIMAMENTE GRAN FINAL!