El Otro. Parte 1

Él es Agustin, luego de un día de trabajo se disponía a descansar, pero, el sexo llama y no queda más que ser "el otro" para satisfacer a sus amantes, conócelo.

Hola, espero estén bien, este relato lo pensaba publicar en un sólo capítulo de corrido, pero Todo relatos me impidió hacerlo, no me explico el porque, creo debe ser porque lo estoy enviando desde una tableta; estaría agradecido si alguno me puede asesorar en cómo enviar un relato largo en uno sólo o si existe un limite en la página, sin más por el momento, les dejo con esta historia esperando les guste, son bien recibidos sus puntos de vista y valoraciones, me ayudan a mejorar, gracias, buen día.

=El Otro.=

Capítulo Único.

"Satisfacción sexual discreta hasta el amanecer" (Parte I)

Un largo día en la cafetería, mucha gente y muchos pedidos a domicilio; son las 11 de la noche, voy rumbo al cuarto que rento; al fin podré descansar un rato; pero antes de ponerme a holgazanear, lavaré mi ropa, esperando a que al amanecer, se seque pronto; es el uniforme de la cafetería y solamente tengo uno.

Soy Agustin, tengo 24 años y familia no tengo; bueno si tengo, pero me despreciaron una vez que supieron que era gay; hace ya casi seis años; desde entonces hasta ahora, me la vivo trabajando en diferentes cosas; soy chamba; le entro a todo, cuando digo todo es, es... Bueno... es casi todo; he sido chambelan, animador de fiestas, forista barman y recientemente incursioné como mesero en una famosa Cafeteria de la Ciudad de México; procuro rentar cuartos sencillos, pues no gano mucho dinero y únicamente cursé un año en ciencias de la comunicación; prácticamente no soy nada, sólo un gay más que debe rascarse con sus propias uñas en esta vida tan difícil y complicada en la Ciudad de México.

Mido 1.70, soy de piel blanca, ojos grandes color miel, cabello color negro chino, un poco largo, bueno no tan largo, pero se me ve abundante; lampiño de cuerpo delgado; peso 57 kilos; calzo del siete y trató de vestirme "normal". (Sonido de celular en repetidas ocasiones); — ¡Oh esperen un momento!, veré quien me manda whats a esta hora.

— "Tengo unos 45 minutos, ando caliente, te pasó a ver".

(Sonrojado responde). — "Bien, dame unos minutos en lo que llegó al cuarto, estoy a tres estaciones de bajarme".

(Suena de nuevo). — "Bien, estare ahí, te espero dentro, ando cargado".

(Sonríe sin sentirse a gusto con lo que pasará). — "Ya sabes, la llave está tras el ladrillo flojo de la pared entre la ventana del vecino y mi puerta".

(Guarda el celular y observa por la ventanilla, pensando) — "Otra vez me busca para desahogarse y aliviarse".

Minutos después y caminando pensativo, entraba él a la vecindad donde vive y despacio ingresaba al cuarto, donde ahí ya estaba ese hombre.

— Hola, ¿cómo estás?

— ¡Qué onda!, pues ya sabes, ando jarioso, vine a que me la mamaras.

— Pues dame unos segundos y me lavo la boca.

— ¡No wey, ni madres!, ¡Mamamela así como traigas esa boquita mamadora!, total los besos no son de mi agrado, eso ya es de putos.

Agustin se quitaba la camisa, su camiseta, se desabrochaba el pantalón y se quedaba en bóxer de licra amarillo con azúl; en lo que ese hombre se sube la camisa, desabrocha su pantalón, baja su trusa y le muestra su miembro de unos 16 centímetros, gruesa y peluda; oliendo a sudor con orines.

— Vamos putito, es toda tuya, dale unas mamadas hasta que mi leche espesa y rica salga.

— Te huele a sudor con orines, pero aun así te la mamaré.

Agustin respiraba profundo y disfrutaba el olor, mientras ese miembro lo introducía en su boca; su lengua se percataba de que estaba realmente excitado con mucho preseminal en la punta.

— ¡Oh si, oh si, no mames!, ¡Así trágatela toda, eso, eso, así!

— Amm... Amm... Uff... Sabe rica, me gusta.

— ¡¿Te gusta puto?!, ¿¡Te gusta, eh?!

— Amm, Amm, ammm, si, si... Si... ¡está rica!

— ¡No mames, neta, no mames, la chupas mejor que mi vieja!, ¡Sigue, sigue, sigue, dale, dale, dale toda adentro, vamos, eso, eso, así, así, así chiquita, así!, ¡Sácale brillo, déjala seca y limpia!

El hombre le tomaba de la cabeza y le metía de golpe su pene; Agustin succionaba y jugaba con sus manos los testículos de él, respirando por la boca.

— Tienes práctica puta, eres toda una mamadora, te encanta la verga, te reencanta la pinche verga.

El hombre le daba descanso de unos segundos a él, en lo que se sentaba en la cama.

— ¡Casi me vengo, aún hay tiempo, me recostaré en la cama!

— ¿Te gusta?, ¿Dónde me los quieres tirar?

— Eres una golosa putita, ya sabes dónde me gusta dártelos, anda ponte a mamar que ya van a salir.

El hombre ya acomodado en la cama, se jugaba su pene y Agustin sin dejarle de ver a los ojos, se lo metía a la boca para continuar el acto.

— Eso, eso, así, chupa todo, chupa, así, así, qué rica lengüita,es toda tuya, eso sí que rico mamas wey, así.

— ¿Ya te vas a correr?

— Ya casi, sigue... ah... Ah... ¡Quiero que te los tragues!

— Si, lo haré David, sabes que para eso estoy.

— ¡Chupale, que ya debo irme!

"David" tomaba con una mano la cabeza de Agustin, para dirigirla mientras que con su otra mano se tocaba sus testículos.

— ¡Su puta madre, no mames wey!, ¡qué pinche rico la mamas!, ¡hasta dentro, hasta dentro métela, eso, eso, así, chupala!, ¿quieres mocos?

— Sí, sí, dame.

— Ten, ahí te van... Uff...Uff... Ah, ah, ah, ah... ¡Aaahhh no mames, qué pinche rico cabrón, la mamas rico!, ah, ah, ah, así, así límpialo bien.

"David", eyaculaba en la garganta de Agustin, él saboreaba el semen un poco salado y muy espeso, para luego tragarlo junto con más saliva; "David" pasaba al baño, se enjuagaba su pene y salía ya bien vestido.

— Qué rico estuvo, estaba cargado, tenía como una semana o dos sin coger; mi vieja anda en cuarentena por el bebé.

— ¡Ya eres papá, felicidades!

— Gracias cabrón, si es mi primer hijo, un niño.

— ¡Qué bueno, cuídalo mucho!

— Si wey, lo haré... Bueno, recuerda no mandes whats a ese número, sólo cuando yo lo haga contestas.

— Sí lo sé bien, descuida, soy discreto.

— Lo sé chavo, por eso me gusta venir a verte y que me la mames; si puedo y puedes, en la semana próxima vengo para cogerte y me des leches con tu rica boquita.

— Sale, estaré esperando, pasa buena noche.

— Va wey, hasta después y pasa buena noche también.

Discreto y con mucho cuidado, " David " salía del cuarto y se iba; Agustin se metía a bañar, para después, muy cansado lavar su uniforme.

Bueno el hombre que acaba de venir, lo conocí en un chat de aqui de la ciudad; me dijo que se llama "David"; no sé si sea su nomire real; tiene 30 años, es casado y pues es papá primerizo. En los dos años que llevamos haciendo esto, una vez lo he visto desnudo totalmente, fue porque había corriedodo un maratón y estaba muy sudado, se bañó en mi baño y me pidió que lo viera ducharse; admire su miembro rico, su estatura de 1.77, su cuerpo semivelludo, decorado con un tatuaje en la espalda y otro más en la pierna derecha; fue tan excitante verlo enjuagarse, recorriendo el agua ese rico ser; me excité tanto, que me masturbé en lo que olía su ropa interior sudada.

Sólamente una vez he podido verle desnudo; de ahí en fuera, puro sexo oral; nada de besos o penetracion; pues según él no es gay ni bisexual; únicamente le gusta satisfacer su instinto sexual sin caer más allá de lo que él mismo se permite; sea como sea, no lo voy a juzgar, ni ponerlo en duda; al fin y al cabo, yo vengo siendo "el otro" que lo complace de vez en cuando y también cada que él pueda o tenga tiempo; y si quiere coger, sería la primera vez y ojalá haya besos, pues tiene ricos labios. Bien pues; estoy muy cansado, terminé de lavar, ahora sí, me iré a dormir, hasta después.

Siendo la 1:45 am un mensaje le interrumpe su sueño, él atiende.

— "Acabo de salir de una cirugía, ando con ganas; ¿estás disponible?"

Tengo mucho sueño, pero igual tengo ganas, así que le escribiré que venga, total sólo será un rapidin.

"Si claro, puedes venir, ya sabes, tocas o me marcas para que te abra; TODO DISCRETO".

— "Perfecto, estoy a 10 minutos de distancia, busco donde estacionarme".

Bien lo esperaré, bueno a este si lo conozco, se lama Jorge, es un doctor de 40 años y por lo regular casi siempre va a la cafetería donde trabajo; pide su café americano para llevar y pastel de cajeta; no tiene mucho que su esposa lo acompañó al café; creo su mujer sospecha que le está siendo infiel; pero cree que es con una mujer; si supiera que está en un gran error, ja ja ja ja ja ja ja... Suena mi celular; es él, ya está aquí.

Agustin abre la puerta y entra presuroso el doctor; le sonríe, él también, cierra la puerta y se comienzan a besar de una forma muy efusiva; ambos se comienzan a desnudar y pasan a la cama directo al acto sexual.

CONTINUARÁ...