El otro amor

Después de una larga noche, de desvelo, de rondar por las sabanas gastadas por el tiempo, ese tiempo que nunca vuelve.

Levante mi cuerpo inerte, cansado, destruido por el dolor, un dolor de alma, por que sí, no hay nada corporal, tal un anima sin vuelo, levante y traslade mi ser a un desayuno, el cual fue distintos y parecido a los demás, diferente por que mi apetito deseaba sasearse como si nunca lo hubiera echo, comí hasta el hartazgo, con el asombro de los que me rodeaban, saboree las tostadas con dulce como si no hubiera ingerido nunca tal manjar, parecía que al ingerir alimento estaba tratando de calmar otra clase de sed, y parecido, por que de mi no salía ni la mas mínima emoción, trataba de hablar lo necesario, como siempre, las palabras a la mañana me molestan, me abruman, me estorban.

Luego, deslice mi figura hacia el baño, evitando y esquivando cualquier muestra de amor que él pudiera darme, el solo echo de sentir su presencia ya me molestaba, gracias al resfrió que pude fingir él solo se limito a darme un beso en la mejilla, luego la ducha, reconfortante, no se por que, no se si a todos les pasa pero en los peores momentos de mi vida, termino en la ducha, pareciera que el solo echo de caerme agua tibia, y el enjabonarme sacara toda la suciedad de mi cuerpo y alma, el calor del agua recorriendo mi piel, y las suaves caricias que con los ojos cerrados dan mis manos es reconfortante a mi ser.

Alargue el baño lo mas que pude pero el clic en mi mente hizo recordar que hoy debería llegar temprano, que el solo saber que estaba él me iluminaba el día, era una transformación el solo acordarme que lo vería, aunque sea poco tiempo, por que tenia que viajar, viaje corto por un día, pero viaje al fin, después de un fin de semana sin verlo, sin tocarlo, sin besarlo, mi cuerpo tenia sed de él.

Apure mi paso, quería estar linda para mi amor, pero nada me conformaba, nada me quedaba bien, después de una noche de llanto y lamento, mis ojos por mas que los maquillara seguían denotando todos los surcos que habían dejado las malditas lagrimas, mi piel estaba reseca, parecía que los años se habían ensañado conmigo, no había tiempo, ni había cura, ma si no importa yo quería disfrutarlo aunque sea unos segundos, mimarlo, que me mime, solo mirarlo y amarlo aunque sea con la mirada.

Salí, despavorida como si algo urgente se me escapara, acondicione todo en casa y llegue, en el viaje a la fabrica nada ni nadie, me aparto de lo que yo estaba pensando, solo en él, en el momento en que lo viera.

Llegue, era tanta la emoción que sentí, cuando al llegar vi su auto, entre, ni podía poner la llave, de tanto apuro, cerré, no recuerdo si las cosas que tenia en las manos volaron, o las deposite, en cualquier rincón, camine , va casi corrí a su oficina, desesperada a encontrarlo, ni un minuto mas, y ahí estaba, sentado, en su sillón, como un gran hombre, como mi gran hombre, su hola retumbo en mis oídos como un eco de alegría, lo único que atine fue, a abrazarlo y decirle que lo amo.

¡Que alegría!.. explicándolo, es como cuando una planta esta seca, y el amo la riega, primero el alimento recorre las raíces, haciendo una ebullición que va subiendo lentamente, por sus fibras, que recorre todo los tallos, penetra hasta lo mas intimo, recupera la savia, se desliza por las ramas, choca entre las hojas, y llega hasta lo mas profundo, mas o menos así es como me sentí cuando su beso toco mis labios. Y sus palabras reconfortantes, y suplicantes, terminaron de alimentar mi destruido ser.

Las palabras no eran necesarias, todo se confundió en los besos, abrazos y caricias curadoras. El dolor ya pasaba, ya no era necesario recordar, era mejor el sentir el momento, era poco lo que teníamos, pero era nuestro, solo nuestro. ¡Que hermoso! ¡ Que placer! Es increíble pero no necesito hacerle el amor, para sentir un orgasmo figuradamente, besándolo, y acariciándolo.

Se fue, y solo quede, con su perfume y su alma, pareciera que se la hubiera robado, la presiento esta conmigo, por que lo amo.-