El origen de mis fantasías 4

En esta ocasión contaré cosas comiquísimas que llegaron a pasarme en la vida, otras no tan buenas, y además contaré de la vez que me masturbé y acabé por primera vez, todo gracias al porno. Contiene una temática cómica, dramática, depravada y morbosa en cierto aspecto, además de decisiones y actos vergonzosos y estúpidos que cometí de chico.

Hola queridos integrantes de Todo relatos, un día después de mi cumpleaños, aquí traigo otra confesión personal.

En esta ocasión contaré cosas comiquísimas que llegaron a pasarme en la vida, otras no tan buenas, y  además contaré de la vez que me masturbé y acabé por primera vez, todo gracias al porno. Contiene una temática cómica, dramática, depravada y morbosa en cierto aspecto, además de decisiones y actos vergonzosos y estúpidos que cometí de chico.

Para entender mejor los hechos y el motivo de estas confesiones, recomiendo leer los capítulos anteriores “El origen de mis fantasías 1, 2 ,3”. Pueden encontrarlas en mi perfil.

Es 100% real, al menos de lo que mi memoria me deja recordar, disfruten.

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Como expliqué antes una infidelidad de parte de mi padre fue el motivo que nos hizo mudarnos en el 2005 creo a Maracay. Los Teques, al ser una ciudad tan pequeña, prácticamente te cruzabas a la persona y tanta cercanía facilitaba aún más la situación (además de malos consejos por parte de la familia) con el resultado de que se enemistaran, hubieran maltratos, peleas y demás. Uno de las partes más balurdas fue estar por salir mi madre de su tienda y al subirnos todos al carro (mis padres, mi hermano y yo) un salió no sé de dónde y le lanzó un golpe a mi padre que hasta se clavó la esquina de la puerta en la espalda cortándose, aunque él tampoco se quedó atrás y con la misma se impulsó con el carro y de un golpe en el pecho el otro se frenó un pelo al ver que no iba tan fácil, pero entonces le “echó la paja” como decimos nosotros, de que la mujer del tipo andaba con mi padre.

No tengo que explicar mucho algo que pasa con normalidad y en cualquier sitio, aunque sé que muchos tienen esa fantasía del engaño les confesaré que si en realidad no lo han vivido ni lo intenten. No es lo mismo hacer eso cuando se anda de novios o un recién matrimonio de conocerse muy poco tiempo, a hacerlo ya con una familia formada y con responsabilidades, mucho menos involucrarte con una persona que apenas conoces y no sabes de qué sería capaz, llegando al punto de atentar no contra ti que te enredaste con ella, sino contra tus hijos, tu familia o el círculo que los rodea.

En fin, el cambio de ciudad (primero la casa) mientras aún trabajaban allá y yo estudiaba aún sexto grado, me hacía viajar diariamente desde las 6:00 am desde Maracay a Los Teques un viaje de autopista de una hora o menos dependiendo del tráfico, a 120 Km/h. Y para sólo ver clase desde las 7:30 y salir al medio día. Luego dos o tres horas más de trabajo en la tienda y hacíamos de nuevo todo el viaje de regreso.

El resto del año escolar transcurrió así, donde tuve el incidente levemente incestuoso con mi prima (leer relato “El origen de mis fantasías 3”) hasta que me inscribieron en el liceo en Aragua.

¡Coño de su madre pana!, ¡qué ladilla! Después de toda una vida entrando en la mañana, en un lugar montañoso y frío, tener que intercambiar turnos de estudio a la tarde en un estado donde la temperatura casi siempre está por encima de los 33 grados, donde no hay ni un cerro cerca en toda esta verga, donde la pepa e ‘sol te tuesta la piel (si me llegan a ver tengo los brazos morenos y justo en los bíceps se separa la sombra de la camisa como si fuera un helado de vainilla y chocolate), haber sido siempre gordito y sudar como un desgraciado hasta manchar siempre las camisas a la altura de las axilas, y aparte del sol, estar en un hueco cerca del nivel del mar donde cada vez que llueve las mismas calles son las vías de desague y se inundan de tal forma que los caucheros ociosos inflan las tripas de llantas de gandolas y se lanzan con ellas calle abajo a dejar que la corriente los lleve, SE LOS JURO!!!.

Corría el año 2007 o 2008, no recuerdo bien. Lo cierto es que en el liceo empezó el denbow del porno. Petardas.com, pequeños videos en formato 3gp o fotos. Celulares aún de vieja generación llenos de mensajes de amor (de mierda), el puto sonido del Pin de BlackBerry (Venezuela llegó a ser el país con más BlackBerrys comprados en relación a la población total del país), y apenas estaban empezando a despuntar los celulares pantalla táctil pero de vieja generación (no eran Android). Además de tener tu celular al que le cabían no sé cuántas canciones, te matabas por tener un reproductor mp3 o alguno de los Ipods (en mi ignorancia recuerdo comprar uno y resulta que no era más que un mini radiecito muy muy pequeño jajaja, aunque igual lo exploté de uso). Las cámaras digitales empezaron a morir debido al máximo logro de la KODAK: cámaras en celulares. Curiosamente, la empresa le dio una maravilla tecnológica al mundo, y paralelamente crear ese invento fue un suicidio (quebró con su invento pues apenas salió las cámaras digitales y de rollos junto con las videograbadoras se volvieron obsoletas).

En el liceo no todo fue tan fácil, puede ayudar un poco cuando está toda la vida en un mismo instituto y el círculo social es casi siempre el mismo, pero a diferencia de las chicas que son más simpatizantes entre ellas al hombre se le hace más jodido integrarse a la primera y más si se nota que estás tan re mamado del calor que pareciera que estás así por nervios. Empezar el año con el profe usándote de chiste tampoco te ayuda mucho XD y más salir de un colegio privado a uno público y en construcción.

Y después fueron todas tonterías y comprendí que es la misma vaina pero con diferente empaque, aunque claro en estructura una cosa no tenía nada que ver con la otra. De una escuela con cancha propia, actividades extracurriculares como música y demás, área de computación con un buen internet (y eso que ni siquiera se mencionaba nada del 2G o 3G de generación) y una buena cantina repleta y programaban viajes y excursiones buenos. En este liceo ni siquiera tenían aún el Ciclo Diversificado (4 to y 5 to año) y mucho menos las diferentes especialidades para ser bachiller en ciencias o humanidades. La cancha era el patio donde más sol daba y en lugar de internet, habían era salones sin electricidad (m@/&#o Chávez). Por lo demás la comida en la cantina no era muy saludable pero cómo nos caíamos a coñazos por llegar a tener parte y comprar los pocos perros calientes que se ofrecían al día o empanadas que no fueran sólo de jamón y queso (que te dejaban el aliento en modo bestia)  Pedazo de instituto chimbo, pero igual de amado y donde me jodí pero también aprendí, con profesores que sí se entregaban a enseñar con vocación y que trabajaban con las uñas y me siento orgulloso de ser parte de una de las primeras promociones de graduación cuando se pudo inaugurar el ciclo diversificado.

A veces nos robábamos el Tv del depósito para ver los partidos de mundial en un salón.

Mi madre empezó a trabajar cerca del mismo instituto, haciendo cercanía con las otras tiendas de por ahí y encontrando gente  buena que ayudaba y poco a poco comenzamos de nuevo. Entre esas tiendas había un electro auto (QEPD el dueño), una cauchera, lunchería y otras tienditas. En una de las tiendas trabajaba un señor reparando celulares y algunos otros aparatos. Este señor muy amigable y jodedor, era el papá de uno de mis compañeros de salón. Como yo no tenía mucho que hacer y me tocaba estar cerca del trabajo, me iba a las tiendas o al taller a ver parte del trabajo (viendo aprendí muchas cosas que me han servido ya de adulto, por ejemplo mecánica, algún que otro mantenimiento, etc.)

Este señor de los celulares, era morboso al extremo, tanto que todo si la más mínima oportunidad se lo daba siempre ponía algo porno o con referencia sexual. El don adaptó su taller  (tienda que conocía yo con anterioridad pues mi madre la había alquilado antes de que él lo hiciera), anteriormente hubo un cyber… ¡ah! la puta ma…, casi lo olvido…

En ése cyber fue donde se acrecentó el gusto por el porno. Además de los pocos videos que podíamos ver en el salón en el mini Sony Ericcsson de un compañero (alias cara e’ pizza jajaja) donde eran cortitos de uno o dos minutos y todos parados como un muro de pingüinos tapando al puerta, en ése cyber era donde empecé a agarrarle el gusto. Antes de que mi madre alquilara el local, al salir del liceo a las 6:00 pm o antes nos pasábamos por ahí. La mayoría para jugar Counter Strike (antes de que Chávez lo mandara borrar, el sapo ese…) y el que quedaba regado a lo último de las cabinas, al lado del baño, tenía vía libre pues todavía no se usaba mucho el cortafuego ni el control parental.

Un día unos tres panas y yo salimos a darnos una vuelta por el cyber, íbamos pelando bola, sin nada de plata, pero ya era costumbre ir a ver jugar a los demás y yo porque jugaba una chica, que vivía justo enfrente del local, y no es porque me juzguen al decirlo, pero al parecer ella cumplió a la perfección el estereotipo de la chica que se vuelve lesbiana al juntarse en grupos masculinos o hacer actividades que normalmente haríamos nosotros. No era marimacho ni nada, solamente la única chica que frecuentaba el cyber para jugar también Counter Strike (y a todos les daba coquero). Pero ella también conocía el ruedo de la última máquina y se acercaba con nosotros a ver el porno e incluso ella misma pedía que pusieran alguno de los que salía en los cuadritos de la pantalla, la mayoría de mujeres masturbándose solas o de lesbianas. Al final más adelante se declaró a pesar de que nunca había estado con ninguna hasta que una chica más experimentada que vivía en otra cuadra, se enteró de su existencia y fue por ella. Yo lo supe porque yo trabajaba con celulares, era el testigo secreto de ese amor. La tipa se acercaba a llamar en el puesto, alquilaba uno de los celulares y al rato la del cyber salía y sólo se daban un abrazo. Más adelante se separaron porque la relación al parecer era un poco tóxica y peligrosa sobre todo por parte de la otra mujer.

Ella debía tener unos dieciséis y la otra ya era casi graduada universitaria. Por las llamadas (era inevitable escucharlas) peleaban, del control que ésta mayor quería tener sobre la otra, que era una familia completa de lesbianas (algo que me impresionó) y buscaban agregarla a una especie de círculo, parece de película pero es cierto, todas tenían como identificativo usar un sombrero de pescador, el cabello corto como Miley Cyrus, y unos enormes lentes oscuros cuadrados, una extraña mezcla de la ropa de mujer que terminaba dando un aspecto hombruno, el estilo con maquillaje era totalmente femenino (algunas lo usaban) pero al mismo tiempo las que no lo usaban su expresión cambiaba radicalmente, viéndose como marimachos aunque fueran vestidas igual, el maquillaje y la expresión de cada una hacía notar la diferencia. Aunque todas usaban los mismos lentes, el sombrero y el cabello corto lo usaban las más marimachos.

Del grupo de siete mujeres (a veces pasaban todas juntas) habían dos o tres que parecían dominar o asumir el papel masculino. Una de esas sedujo a la chica del cyber, y al principio todo lindo y llegaban a llamar  y se iban contentas pero poco a poco las conversaciones fueron cambiando y eran problemáticas, la mujer llegaba enojada y se sentaba a mi lado y por teléfono eran más órdenes forzadas que pedidos inocentes. Cosas como: “te quiero aquí en la esquina en cinco minutos”, o “no me importa que no me quieras ver, yo sí quiero verte y vine y te tienes que venir conmigo”, y otras, “con ella te dije que no y no me hiciste caso”, etc…

La crisis peligrosa llegó cuando las llamadas empezaron a incluir el sexo y el mismo lesbianismo como intento de dominar la relación. Claramente escuché que si le daba la gana la haría sangrar otra vez, le sacó en cara la primera vez, y que si la veía por ahí se iba a meter en un problema, que le prometió no dejarla, que ella estaba para que las otras se la cogieran, no para ser ella la que cogiera a otra, que le iba a decir el padre de la chica (hombre muy serio y criador de gallos) que se la había cogido como Dios manda, que la hija era una buga coñoesumadre cachapera que se tragaba la leche de su cuca cuando a ella le saliera del forro, etc. Cosas traumáticas.

Un día al parecer la chama decidió soltarse y fue cuando se declaró, mandó a la mierda al grupo y ella mismo se forjó su estilo, se cortó el cabello en forma de erizo, y le confesó al papá, a todo el mundo. Se fue y por el sobrino amigo mío me enteré que ya tiene años viviendo con otra mujer en otro estado. Tal vez aparte de lo tóxico de la otra relación, a ella le gustaba más ser quien tuviera el rol dominante, y no ser tan femenina como sí lo eran las otras, y al parecer como se le estaba yendo de las manos a la tipa (recuerden que la chica siempre hizo actividades que normalmente hace un chico) no le gustaba ver a la muchacha con la capacidad de ser ella quien saliera a buscar por ahí.

Volviendo al cyber, un día estábamos los cuatro viendo una porno y no tengo ni idea de cuándo o en qué momento, uno del grupo se separó y se perdió de vista. Tptal que nos quedamos viendo jugar Counter Strike, el otro cabrón aprovechó los últimos minutos para ver porno y al rato nos fuimos.

En la calle, andábamos un chamo llamado José Daniel, otro Reynis y el último José Miguel (QEPD).

Debido al calor, me acostumbré al llevar una botella de refresco con agua congelada al lado del bolso donde están las mallitas que éste trae. Lo cierto es que nos encontramos a la mamá de José Daniel, el “pana” José Miguel se había quedado en el cyber. Cuando íbamos mucho más de hacer camino a la casa me dispongo a agarrar el pote de agua para tomar un poco, antes de llevármelo a la boca, la mamá de José Daniel me pide un poquito. Yo se lo doy y ella toma como si nada y fino, no quedaba mucha agua y dejé que se lo bebiera todo y después dejaría que se derritiera el resto del hielo, cuando José Daniel me ve el pote en la mano se empieza a reír.

Yo le digo:

-Ah pues gafo, ¿de qué te ríes ahora?-

-Marico bota ese pote chamo, no te pegues esa vaina-

-¿Porqué?-

-Chamo este José Miguel, cuando estábamos viendo el porno allá en el cyber éste te jodió agarrando tu pote del bolso y se metió escondido al baño y se estaba haciendo la paja con la boquilla del pote- dijo cagándose de la risa.

-¿Tú eres marico chamo?- le dije yo - Reyni ve lo que está diciendo este chamo-

-Jejeje, Irvin (siempre soy IrviN en vez de IrviC) –si es verdad loco, este José Miguel aprovechó que estabas embobado viendo la porno esa y el vino y te sacó el pote agua pero así tan boleta y tú ni cuenta te diste-

-Me están cayendo a coba, sean serios vale-

-NO Irvic de verdad, el loco se metió en el baño y le metió el guevo al pote-

-No marico, peor. Se hizo la pajita y acabó en el pote, lo llenó y todo por los lados y lo lavó en el tobo, asco marico, bota esa vaina-

-¿Chamo y son tan ratas para morir callados?, ¡Muchacho gafo, tu mamá se tomó esa agua!-le dije.

-¡Ay Daniel… puaj! ¡Coño!, eres una mierda, Daniel… ¡AGGG!, ¿eres tonto hijo? Por Dios José Daniel hijo, yo me tomé toda esa vaina. ¡El abusador aquel…, es tremendo abusador! Mañana vengo y se lo digo, y lo voy a rayar… ¡Qué abuso vale! Mañana te vienes conmigo Daniel, y Reyni vale, tú también y me estás viendo y todo, ¿y te quedas callado?-

-No seño…- todo asustado y lo interrumpió.

-¿Cómo que no?, eso es un abuso, una cochinada, eso no se hace… ¿No es amigo tuyo pues? ¡Quisieron joderlo a él y mira a quién le cayó la bromita Daniel! ¡Tú José Daniel y tú Reyni mañana mismo yo voy al liceo y le voy a caer a José Miguel, eso es una maldad, pero tan cochina… y los quiero los dos ahí nojoda-

-Señora Indira disculpe de verdad yo no tenía ni idea mire que incluso casi me pego yo ese pote de agua- dije y lo lancé a un monte por la acera.

-¡No, no lo botes! ¡Dame acá eso!, que mañana mismo así se lo llevo que estoy que lo agarro y lo obligo a que se la tome… pa’ verle la cara a él a ver si es tan machito y malote-

Mientras estuvo el peo armado, yo me despedí de ellos y me fui caminando a la casa, arrecho por la maldad y al mismo tiempo con cierta risita oculta porque la más pendeja fue la que salió jodida (con el perdón de la señora). Al día siguiente se armó el problema, yo me mantuve al margen porque la cosa llegó a dirección. Y fue cierto, la mamá llevó el pote al día siguiente y le dijo de todo al chamo hasta lo humilló:

-¿Muy hombre y machote no? A ver explícame que tan machote eres, porque la boca de este pote es chiquitica. ¿Pudiste meter el guevo en este huequito? ¿Tienes un maní por pipí o qué?...-

Total que eso quedó como una raya, y lamentablemente me salpicó un poquito porque aunque se habló claro el chisme siempre tergiversa todo y nacen miles de versiones y todas son ciertas el que elija alguna. En cuanto a lo J. Miguel fue vetado del cyber, y yo, más nunca llevé agua ni pote ni nada.

Donde quiera que estés José Miguel, todo fino, pero te pasaste de mamaguevo esa vez…

Esa historia la había olvidado, porque vista desde afuera es divertida, pero no fue tan divertido en realidad.

En fin, tiempo después el auge del internet en los móviles y la prohibición del gobierno en cuanto a algunos juegos de video y computarizados, contribuyó a que ese cyber desapareciera junto con muchos otros. Mi madre alquiló por un tiempo el local montando una papelería, pero no le fue muy bien y después lo dejó. El siguiente alquiler lo tomó como ya les conté, un señor que montó un servicio técnico celular. Esto formó una parte de mi vida importante que me marcó, una escena que remató mis gustos lésbicos.

Este señor, aunque muy bueno en su chamba (bastante veces me salvó el celular incluso después de caer desde alturas tremendas y en pocetas llenas de meados y mierda qué vergüenza), tenía una adicción al porno muy marcada. Poco a poco fue adaptando la entrada del local, de forma que sólo los que teníamos cierta confianza con él  sabíamos lo que había justo detrás del paredón donde se atendía al cliente. Llevabas tu celular o cualquier otra cosa a reparar y eras atendido con toda la cordialidad y seriedad posible, sin saber que al otro lado del paredón donde muchos se recostaban mientras hablaban había un televisor con DVD reproduciendo una porno hardcore potente con el volumen bajo.

Mientras ibas a hablar con él cualquier vaina era muy común conseguirte a los trabajadores del electro auto y los caucheros parados en fila india, recostados de la pared ya que ese era el ángulo perfecto donde se podía ver todo. La gente pensaría obviamente que ahí habría algo que llamara la atención de todos, pero no creo que se imaginaran que se tratara de algo así jejejeje.

La costumbre del porno me llamaba la atención a mí también y en las noches le asaltaba el celular a mi padre y me ponía a navegar (hasta donde el aparato me dejaba) normalmente todo eran imágenes, inconscientemente siempre caía directo al lésbico, ya me gustaba como tal. Con las hormonas alborotadas lo único que hacía era manosearme el pito un rato (nunca había acabado) curiosamente mi primer orgasmo fue por autosatisfacción, con porno lésbico.

Como no tenía la oportunidad de quedarme solo en casa tal vez por eso no me di cuenta de mi desarrollo hasta el día en que la libido pudo más y me orilló a hacer el robo más vergonzoso del mundo: robarme una porno.

Un día que estaba en el taller de celulares, mientras el señor estaba atendiendo o salía un momento, yo me escabullía y entre el montón de CDs. Todos eran porno de todo tipo, hasta arreglar un DVD era probado con una porno XD. Tenía yo la costumbre de usar bermudas por el calor y éstos traían unos bolsillos grandes y anchos con cinta y seguro a la altura de las pantorrillas, mi mente cochambrosa me hizo tomar como 4 CDs y meter un par en cada bolsillo a contra cara para evitar que se rayaran. Quedaban perfectos, ni siquiera se le veía forma.

Cuando llegué a casa los escondí en un lugar y al día siguiente. Iba a tener una de las glorias de todo hombre en desarrollo: ver porno no en grupo, sino solo.

Como si una jeva me estuviera esperando en la cama húmeda para irla a matar, así salí del liceo directo a la casa que en ese momento estaba sola, mis padres fuera y mi hermano en preescolar. Llegué y cerré todas las ventanas ya que el único DVD estaba en la sala, prendí el televisor, procedimiento ceremonioso, encendí la planta de sonido moviéndola sólo unas milésimas a la derecha, y me dispuse a darle play.

Sentado en el sofá, tuve la casualidad de que el DVD que me robé, era una porno de un tema muy tétrico: una morgue. Estas no eran tonterías de porno amateur que encontrabas en internet, era una porno buena de la industria, “original”. Con buenos actores y actrices.

La cosa empezaba con un cuerpo en una mesa de autopsias tapado con una sábana. De pronto se ve una sombra en un pasillo y se oyen unos pasos. Sale un tipo vestido de guardia de seguridad que comienza a caminar alrededor de la mesa antes de irse comienza a ver para todos lados, acercándose en silencio y tira de la sábana que cubre el cuerpo revelando una mujer desnuda que se supone está muerta. El ambiente sube y el tipo poco a poco se acerca y comienza a manosear con suavidad el cuerpo de la mujer, unos minutos de caricias y de pronto en la entrada del pasillo aparece una mujer hermosa, de cabello negro y pálida, con una bata de doctora y entra con una rostro serio dejando que sus tacones retumben al caminar. El tipo se detiene y pensando yo que se va armar un problema, el guardia y la doctora se miran con un rostro de complicidad y comienzan a morrearse frente cadáver. No me causaba tanta excitación la escena, más que admirar el cuerpo de las dos chicas después que estuvieron desnudas, la muerta yacía ahí, inmóvil, era una rubia blanca muy linda, con un buen maquillaje de forma que parecía más bien un trabajo de Spielberg en lugar de un Torbe casero.

Mientras la doctora era follada por detrás por aquel tipo, ésta se acerca poco a poco y comienza a manosear a la mujer. Algo en mí se encendió, una presión y molestia que me obligó a aflojarme el pantalón del uniforme (aún lo tenía puesto) y empezar a manosearme el guebo.

Poco a poco la doctora se iba acercando hacia el cadáver, que estaba acostado con los brazos a los lados y las piernas cerradas, se subió sobre ella a cuatro patas mientras el tipo lo hacía también para seguir cogiéndose a la doctora, el toque de esa mujer sobre la otra me estaba encendiendo, con sus dedos rozaba la piel de la muerta y tocaba sus tetas, le chupaba los pezones y se los halaba. De pronto el hombre se detiene y la doctora se quita, para que el tipo, con ayuda de la doctora, proceda a penetrar a la mujer.

Esta se coloca encima de la cara de la mujer y empieza a frotarse contra la cara de la muerta y el tipo levanta las piernas de la mujer hacia atrás para que la doctora las sostenga, en un rápido movimiento la cámara muestra como el pene entra en una cuca con pocos vellos dorados. La excitación me estaba llevando, sobretodo cada vez que la cámara enfocaba el roce de la vagina de la doctora en la boca y nariz de la muerta, pero algo no me gustaba, precisamente al ser un cadáver me hacía sentir un poco mal, luego de unos minutos de penetrada el hombre se quita y se baja de la mesa.

La doctora se quita y bajando se da la vuelta hasta a quedar cara a cara con la muerta, comienza a besarla e ir bajando poco a poco pasando por su cuello y lamiendo los senos, con sus unas rasgaba suavemente la tersa piel de la joven, mientras el hombre se masturbaba a un lado de la mesa observando el espectáculo, la doctora siguió su camino hasta ir acercándose, poco a poco, hasta la vagina de la mujer. Con sus labios lamía los vellos del pubis de la rubia y mi excitación se acrecentó, ya estaba muy cerca, con el subidón me bajé los pantalones hasta los tobillos y mi pene estaba erecto al máximo, tuve un impulso primario al comenzar a ver el video de subir y bajar el cuero, pero el prepucio me dolía y el glande también, antes me dolió el roce pero ahora minutos después de mi pene salió un líquido transparente que me facilitó la masturbación y disminuyó el roce, ya no me molestaba pajearme, la lengua de la doctora se paseaba por el contorno de los labios vaginales y le daba leves toques, se veía el rosa de los labios antes penetrados por la enorme verga del hombre, y sucedió, al ver la lengua de esa doctora acercarse a la vagina de esa rubia empecé a darme mano como nunca, inconscientemente, deseando que la lengua de esa morena al fin tocara el punto álgido de placer de una mujer que no respondía para nada y entonces…

-AGGGG- un grito largo y desgarrador salió de la rubia que se levantó como un rayo encontrándose con la lengua de la morena dentro de su coño y el guardia asustado a un lado. Me empezaron a venir ciertas sensaciones que nunca había tenido y un impulso extraño de querer expulsar algo por el pene, la cintura se me levantó haciéndome empujar hacia adelante y las piernas me fallaron, creyendo que iba a orinarme me asusté y me tapé el pene doblándome hacia adelante y sentí cómo empezaron a salir varios chorros de algo blanco y desconocido para mí, que me excitaban más entre el miedo de que no sabía cómo hacer que parara de salir y al mismo tiempo una sensación muy placentera que me hacía desear que saliera más. Cuando recuperé mi respiración dejé de prestarle atención a la porno y caí en cuenta que en el piso, mi pantalón, la camisa del liceo y en una buena parte de mi mano derecha estaba la primera acabada de mi vida.

Tuve la oportunidad de días después probar las otras películas, y descubrí que sólo las escenas lésbicas de cualquier tipo me generaban esa sensación placentera. El mito también es cierto, la primera novia de un hombre “La Manuela”, todos tenemos una en la mente que nos domina y usa nuestra mano como si fuera ella jajaja.

Me impactó en especial una película francesa de un prostíbulo donde se ofrecía shows sexuales y servicios privados, adelantaba las escenas hasta encontrar a dos mujeres dándose placer. En esta una mujer muy linda que tenía un vestido blanco largo parecido al de una doncella desnudaba poco a poco a una mujer con cabello recogido dentro de un pequeño sombrero de cuero y que tenía un aspecto muy similar a Olga Tañón, una famosa cantante puertorriqueña. Con esta película presencié por primera vez unas tijeras, en especial una de las tomas en la que la mujer dl aspecto de la cantante llevaba la iniciativa y ponía a la otra en posición y le indicaba cómo quedarse y hacer, tenía un piercing en el clítoris que empujaba y estimulaba a la chica del vestido cada vez que ésta se afincaba. La porno fue muy buena, de la vagina de la chica del vestido salió un chorro transparente de líquido y de la otra un flujo blanco y cremoso, chocando cada uno en la vagina de la otra y terminando la escena con un beso y una torsión de cuerpo espectacular que permitió chocar tetas manteniendo la posición de tijereta mientras el público aplaudía.

Un día me llamaron a mi celular:

-¿Aló?-

-¡Mira chamo! ¿Dónde están las películas que te llevaste de mi local?-

Me quedé de piedra.

“Coñodelamadre” – pensé- “qué cagada pana, ahora sí puse la torta enterita (Nota: poner la torta es cometer un error grande).

-Ehhhh….-

-Mira chamo, nada. Agarra, y me traes las películas que yo sé que fuiste tú, pero óyeme una vaina… Yo sé que a esta edad ya te entran las ganas de coger culo, pero no te confundas. Si tú quieres ver una me pides calladito y te la presto, que como hombre te entiendo que yo también fui joven, pero estas vainas son caras (en realidad lo agarró de cliente fijo un guajiro que vendía películas piratas y empezó a pasear seguido por su local), te tengo en video maricón, llevándote los DVDs – pensé ¿Cómo coño…? – Así que me traes mi vaina-

No tuve tiempo de pasar por su local en varios días, en realidad me daba pena ir, pero también tenía el pique de no poder verlas todas. Terminé paseando con ellas pa’ arriba y pa’ abajo en el carro de mi mamá. La última locura que cometí, antes de entregarlas, fue estar sólo en un estacionamiento mientras ella compraba unas cosas y opté por ponerlas a bajo volumen en el reproductor del carro y verlas en la pantallita que éste traía jajaja. Un radio reproductor con DVD/USB y pantalla incorporada en una vieja  camioneta Century ranchera de los años 80.

Poco tiempo después me aficioné a los relatos eróticos, en especial los de temática lésbica. Me gustaba leerlos en cualquier sitio. En casa o en el trabajo. Conozco Todorelatos desde hace muchos años pero nunca me había decidido a hacerme un usuario hasta el año pasado, tal vez por el tiempo y el cambio de vida que se dio con la enfermedad de mi madre desde hace tres años.

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Bueno, hasta aquí una de mis confesiones más morbosas y extrañas, espero que les haya gustado y sean un poco comprensivos, sé que hay cosas peores jejeje, pero lo que les puse es 100% real.

Gracias a Gatacolorada, tus relatos y confesiones me encantan y me animan a contar mis experiencias sin pena alguna.

Próximamente seguiré con mis historias.

Una vez más gracias, me siguen llegando al correo mensajes referentes a mi serie “Víctimas de las hormonas”, me gusta que haya tenido tanto gusto entre los hombres y mujeres de la página. Saben que como dije la temática es muy fuerte y si no se atreven a comentar en la página pueden hacerlo al correo que está en mi perfil.