El objeto del placer
Te convertire en mi muñequita budú
El objeto del placer
Está noche de tu cuerpo yo haré,
el templo de la perdición y el placer
no dejará punto alguno sin tomar
mi lengua ácida las dedicas de tu ser
Que diez mil inferíos ardan
y todos los cielos se caigan.
De envidia las vírgenes lloraran
pidiendo a gritos estar en tu lugar.
Cabalgaré por tu cuerpo sin parar,
hurgare en cada rincón
clavando mis manos por toda tu piel
hasta hacerte gritar .
Olvida el amor, entrégate al dolor
que es un extremo placer,
Olvida el pudor, entrégate a mi ser
y sabrás cuanto se puede gozar.
Está noche te convertiré en mi muñequita budu.
Porque está noche el deseo del mundo serás
y veras que el dolor no es más que un placer
tan grande que la mente no puede entender.
Y sabrás disfrutar sin límites ni pudor
y ya no habrá más lugar a la conciencia
que sólo es un estorbo para la piel.
Rosas negras sentirás correr por tu piel
mientras mis dientes se clavan en ti
Y tu lo que quieras harás de mi
Qué está noche yo te conjuro mujer,
te haré despertar del letargo en el que
te han hecho dormir.
Olvida el amor, entrégate al dolor
que es un extremo placer,
Olvida el pudor, entrégate a mi ser
y sabrás cuanto se puede gozar.
Está noche te convertiré en mi muñequita budu.
No dudes entrégate al placer,
cierra los ojos y veras,
el camino que te conduce a la libertad.
El mundo te ha hecho creer,
que el pudor y el amor,
forman el alma del ser,
Yo te digo mujer que prefiero entregarme a ti,
antes que perderme casto y puro
por un dios que jamás me habrá de entender.
Nunca más volverás, al camino de la castidad.
Está noche beberás de mi el licor,
que te conduce a la lujuria y al a perversión.