El nuevo escuadrón de porristas 01

Gary se prepara para llevar a cabo su plan empezando con la víctima menos esperada

El maravilloso Anillo Umbreon: Primeras Pruebas.

Ya habían pasado algunos días desde que Gary realizó el descubrimiento del proyecto “Control Maestro”, y desde ese momento el chico comenzó a ejecutar un elaborado plan para poder apoderarse de este proyecto, aunque sin llamar la atención de nadie en el laboratorio.

Por lo que en primer lugar el chico empezó a realizar negociaciones con algunos de sus compañeros del trabajo para reemplazarlos en sus guardias nocturnas, todo con la finalidad de tener el mayor tiempo y privacidad posible para continuar investigando acerca de los componentes y la funcionalidad del aparato, las cuáles eran indispensables para su plan.

Una vez que el chico se aseguró de la ubicación de los artículos que necesitaba, procedió a dirigirse hacia la bóveda de evidencia, en donde tras varios días de conversar y engatusar a la oficial encargada de custodiar dicho lugar Gary descubrió que un par de zapatillas de diseñador podían darle un tiempo de 20 minutos para tomar varias cosas dentro de la bóveda, las cuales también desaparecían del registro de evidencia incautada.

—Fue un placer que vinieras a verme, guapo. Espero verte más seguido —se despidió alegremente aquella oficial, modelando felizmente su nuevo par de zapatillas negras, mientras que el chico correspondía su saludo con una cabezada, ya que en sus manos cargaba con una caja de planos y herramientas, la cual llevo a su laboratorio.

Una vez dentro, el chico no tardó en abrirla y dentro de ella encontró su tan ansiada recompensa: Ya que resguardado en el interior de otra caja más pequeña estaba lo que a simple vista parecía un sencillo aro plateado que tenía incrustado un brillante cristal de color magenta, el cual a pesar de su inofensiva y sencilla apariencia en realidad era el único prototipo funcional del Proyecto “Control Maestro” del Equipo Rocket, o por lo menos la unión de los componentes más importantes y difíciles de hallar.

De forma que tras observarlo un poco, Gary decidió guardarlo de nuevo antes de comenzar a revisar el resto de los planos y archivos que venían junto con aquel aro, no pudiendo disimular su emoción.

“¡Parece que alguien dentro del Equipo Rocket finalmente usó el cerebro!” pensó el chico con asombro, ya que la información de aquellos planos y registros realmente estaba bien investigada, lo cual contrastaba bastante con los “siniestros” planes de la organización que el estaba acostumbrado a ver; Por lo que la única explicación posible era que varios científicos de gran talento habían trabajado arduamente en ese ambicioso proyecto.

—De acuerdo con estos archivos, parece que todo lo que tengo que hacer para activar el Anillo de Control es colocarlo en un pokémon e indicarle que utilice cualquier ataque del tipo Psíquico sobre la víctima deseada —mencionó Gary una vez que terminó de revisar aquellos archivos, ya que en teoría, el cristal debía funcionar como un potente amplificador de las ondas psíquicas.

Por lo que varios días más tarde, en los que el ambicioso investigador ajusto los detalles técnicos de aquel anillo e hizo varios experimentos en pokémon salvajes, fue cuando el chico sostuvo en sus manos aquel aparato, que a pesar de su sencilla y casi inperceptible apariencia tenía el poder de hacer realidad sus más oscuras y perversas fantasías.

— ¡Finalmente lo he logrado! —exclamó un eufórico Gary al ver que sus sueños más pervertidos estaban a punto de hacerse realidad, ya que el Anillo de Control finalmente estaba terminado y frente a él estaban los objetivos de su deseo.

Ya que Misty, May, Dawn, Iris, Serena y Lilie estaban apoyadas en una pared mientras unos grilletes metálicos aprisionaban sus brazos y piernas, y un gang ball en forma de pokébola se encargaba de sellar sus labios, de forma que ninguna de ellas podía intentar escapar o pedir ayuda.

Y ellas lo sabían, ya que el terror se reflejaba en sus ojos y las lágrimas resbalaban por sus mejillas, a la vez que enternecedoras expresiones de dolor se dibujaban en sus hermosos rostros, sin duda tratando de suplicar por la piedad de su captor. Y aunque aquello hubiera bastado para conmover a cualquier otra persona, para Gary resultaba sumamente excitante tener a las chicas de sus sueños tan indefensas frente a él.

Por lo que después de deleitarse con aquella vista, el chico decidió pasar a la acción y activar su siniestro artilugio, el cual comenzó a emitir una tenue luz magenta que atacó directamente el cerebro de las chicas. Todo mientras las cámaras del laboratorio inmortalizaban para siempre el momento en que el miedo en sus miradas fue sustituido por amor, devoción y lujuria hacia su persona, a la vez que las expresiónes tristes de sus rostros se empezaban a convertirse en alegres y pacíficas sonrisas.

Una vez que él creyó que era suficiente presionó un botón, el cual libero las ataduras que mantenían cautivas a las chicas, quienes al tomar consciencia de que eran libres tranquilamente se quitaron las mordazas que silenciaban sus labios, y sin dudarlo se dirigieron hacia el chico.

—Estamos a su servicio y listas para obedecer, Amo Gary —dijeron las seis chicas al unísono, a la vez que se ponían de rodillas ante el, mirando con expectación e ilusión al nuevo dueño de sus vidas, por lo que no cabía duda de que el lavado de cerebro había sido todo un éxito.

—Así es como debe ser, preciosas. Después de todo yo soy su Amo, y de ahora en adelante ustedes vivirán para adorarme y para obedecer todas mis órdenes —anunció el chico con euforia, queriendo reforzar su control y estar completamente seguro del resultado.

—Por supuesto, Amo Gary. Adorarlo y servirlo son nuestros únicos propósitos —respondieron ellas alegremente, demostrando que entendían a la perfección cuál era su nuevo rol y que no podían estar más felices por ello, antes de preguntar — ¿Y en qué pueden servirlo sus humildes esclavas, Amo Gary?

—Muy bien, chicas. Porque no comienzan por cambiarse de ropa por algo mucho más adecuado —indicó el chico con una sonrisa mientras señalaba una mesa cercana, sobre la cual había seis paquetes de ropa.

—Sus deseos son nuestras órdenes, Amo —contestaron las chicas con devoción, antes de ponerse de pie y dirigirse hacia la mesa, tras lo cual y sin el más mínimo pudor comenzaron a desvestirse para tomar las ropas que su Amo les indico, las cuales consistían de una ajustada minifalda de cuero y un diminuto top con un impresionante escote.

— ¿Le gusta lo que ve, Amo? —preguntaron de forma sensual las hipnotizadas chicas una vez que terminaron de cambiarse, mientras posaban para su nuevo dueño, quien se tomó unos momentos para admirar el resultado de sus esfuerzos, y no era para menos ya que aquel era el momento de triunfo que tanto había soñado y que finalmente se había hecho real.

Y ese sueño se haría aún más dulce algunos meses después, al ver la abatida expresión que se dibujo en el rostro de Ash en cuanto esté vio a sus amigas apoyándolo mientras él se encargaba de conseguir el último lugar de la Clase Maestra, por lo que acababa de descalificar a su amigo del Torneo Mundial.

Y aquel triunfo tenía que celebrarse de forma adecuada y esa no podía ser otra que la de gozar de los eroticos cuerpos de sus esclavas, quienes vestían reveladores conjuntos de lencería y estaban de rodillas a sus pies, esperando con ansias su turno para ser atendidas por la verga de su nuevo Amo...

Después de dejar que su mente volará un poco con aquella estimulante fantasía, el deseo de Gary por ejecutar su plan y esclavizar a las antiguas compañeras de Ash aumentó aún más, sin embargo el investigador sabía muy bien que aún con el Anillo de Control su sueño no era tan sencillo de hacer realidad.

Ya que aún en el caso de que el Anillo de Control funcionará a la perfección, todavía quedaba el hecho de que sin duda llamaría la atención que de la noche a la mañana unas chicas que apenas lo conocían, y que en el mejor de los casos lo consideran como un amigo, de pronto decidieran abandonarlo todo y dedicar el resto de su vida para vitorearlo y adorarlo.

Razón por la que buscar la forma de solventar esa molesta dificultad era algo crucial para sus planes, así que tras pensarlo por un tiempo, Gary llegó a la conclusión de que disfrazarlas era la opción más viable. Sin embargo ¿Cuál sería el sentido de apoderarse de aquellas hermosas chicas si tendría que ocultarlas, en lugar de poder presumir al mundo que ellas eran suyas en cuerpo y alma?

Mientras pensaba en ello el chico seguía revisando la nueva información que tenía en sus manos, hasta que halló lo que a simple vista parecía otro par de “inútiles” proyectos del Equipo Rocket, pero que en realidad eran un descubrimiento casi tan grande como el Proyecto "Control Maestro”.

“Parece que el mismo Arceus desea que haga mis sueños realidad” pensó un emocionado Gary mientras examinaba la información sobre un un tinte nano-molecular desarrollado por el Equipo Rocket, el cual era capaz de cambiar el color del pelo de los pokémon y hacerlos pasar por sus versiones variocolor, todo con el propósito de obtener una ganancia mucho mayor.

—Debo admitir que este es un fraude bastante inteligente, y más tomando en cuenta que viene del Equipo Rocket... Aunque me pregunto que tal servirá esta lindura en humanos —mencionó el chico con calma mientras revisaba la lista de ingredientes.

Pero el descubrimiento que realmente sorprendió a Gary fue el unos lentes de contacto, los cuales en apariencia eran comunes y corrientes, pero que realmente permitían que su usuario pudiera cambiar el color de sus ojos a voluntad e incluso permitían cambiar completamente el mapa retinal, por lo que reconocer a sus reclutas por medio de reconocimientos de ese tipo sería prácticamente imposible para la policía.

Sin embargo el investigador aún continuaba algo escéptico, ya que aunque en teoría esos artilugios eran la solución a sus problemas, estos también le daban otro problema: Ya que el tenía que probar la eficacia de esos artículos con otras personas, y hacerlo en el laboratorio implicaba más problemas que beneficios.

“Si alguien del laboratorio llega a descubrir que estoy jugando con estas cosas no solo me despedirán, también me sacaran del Proyecto Mew e incluso podría ir a prisión” pensó el chico con calma, llegando a la conclusión de que su mejor opción era la de rentar algún lugar que pudiera usar como su laboratorio privado.

Por lo que encendió su computadora y comenzó a buscar alguna instalación en renta que pudiera serle de utilidad. Ya que lo que el requería era un sitio amplio y privado, lo suficientemente alejado de pueblos y ciudades para evitar a los vecinos entrometidos, pero que también contará con los servicios básicos y de preferencia con un sótano.

De forma que después de algunas horas de intensa búsqueda, un afortunado Gary por fin encontró lo que necesitaba. Ya que a unas pocas horas de distancia del laboratorio se encontraba una acogedora casa a las orillas de un bosque, la cual contaba con un amplio sótano en el que su dueño anterior había acondicionado un mini laboratorio, lo cual sumado a que la renta no era demasiado cara lo convertían en el sitio ideal.

Así que después de visitar el lugar y de realizar el pago por el alquiler del primer mes, el investigador pasó sus siguientes días meditando sobre cómo lidiar con su última y más problemática complicación: Encontrar un sujeto de prueba para para comprobar que el “Anillo Umbreon”, como el había rebautizado al proyecto “Control Maestro”, y que los demás productos realmente funcionarán.

— ¿Podría colocar un anuncio en el periódico o en Internet? —se preguntó el chico con fastidio, una semana después de haber alquilado su laboratorio, antes de sacudir su cabeza y pensar con ironía “Se busca un sujeto de prueba para un controvertido y nada ético experimento con invenciones de una organización criminal que podrían dejarlo en estado vegetal. Interesados favor de comunicarse con Gary Oak”.

“No, eso no funcionará... Lo que en verdad necesito es a alguien que sea un papel tapiz viviente... Alguien sin amigos ni familia... Alguien que no le importe a nadie, y al que nadie vaya a extrañar en caso de que desapareciera” pensó el chico con pesar, antes de voltear hacia su ventana y darse cuenta de que ya había caído la noche y que todos sus compañeros ya se habían ido a casa.

Por desgracia él no podía hacer lo mismo, ya que gracias a los acuerdos que había hecho con sus colegas él debía quedarse de guardia esa noche, así que después de salir al pasillo por un poco de café, el chico se dirigió a la sala de control para descansar un poco y seguir pensando en su dilema.

Durante algunas horas todo se mantuvo en perfecta calma, aunque poco después de la medianoche la alarma silenciosa del laboratorio se activó. Al principio un adormilado y molesto Gary revisó la pantalla que mostraba todas las cámaras del laboratorio, tras lo cual toda su molestia se esfumó de golpe y una sonrisa se dibujo en su rostro.

Ya que justo frente a él se encontraba justo lo que necesitaba, como si el mismo Arceus se lo hubiera enviado envuelto para regalo: Ya que tres integrantes del Equipo Rocket, que el conocía a la perfección, habían ingresado al laboratorio junto a lo que parecía una especie de máquina gachapon con el logotipo de la organización.

“Tengo el presentimiento de que esa máquina es más valiosa de lo que parece a simple vista” pensó el chico antes de ver como sus sospechas se hacían realidad al ver a los dos humanos sacar un par de pokebolas de su interior usando la moneda de Meowth, como si realmente se tratará de un gachapon, tras lo cual él dejó que ellos se alejaran un poco para ir tras esa máquina.

—Debo decir que esto es bastante impresionante para tratarse del Equipo Rocket —dijo el investigador después de derrotar al Pelipper que custodiaba la máquina, tras lo cual comenzó a analizarla y después de quitarle el chip de rastreo, Gary eligió a su Alakazam y le pidió teletrasportarla a su laboratorio privado, mientras que él y el resto de sus pokémon se encargaban de los intrusos.

Intuyendo que el Equipo Rocket debía de estar buscando la bóveda de evidencia, el investigador procedió a activar varias de las medidas de seguridad del laboratorio para retrasar el avance de los reclutas y obligarlos a separarse, tras lo cual comenzó a recorrer los pasillos del lugar acompañado por su Umbreon y su Blastoise.

Al poco tiempo, y antes de que ellos lo notarán, Gary descubrió a James y a Meowth, por lo que le ordenó a su Umbreon usar su ataque Psíquico para inmovilizarlos y dejarlos en charola de plata para que la poderosa Hidrobomba de su inicial los dejara fuera de combate. De forma que después de acercarse para tomar las dos pokébolas que James tenía en sus manos y de tomar las medidas de la moneda de Meowth, el investigador le pidió a su Blastoise usar Rayo de Hielo en los criminales para asegurarse que no le estorbarian más tarde.

Y con James y Meowth incapacitados, ahora sólo quedaban Gary y Jessie, y eso era precisamente lo que el chico deseaba, aunque tenía que darse prisa para encontrar a la mujer antes de ella pudiera hacer algo que alertara a las autoridades, de lo contrario él perdería a su valioso sujeto de pruebas.

Por lo que cuantos minutos después, y ajena a lo que le había sucedido a sus compañeros, Jessie finalmente había llegado a la bóveda de evidencia, la cual trató de forzar antes ser golpeada por una fuerte corriente de agua que la dejó inconsciente en el suelo.

— ¡Buen trabajo, Blastoise! —dijo Gary con una sonrisa mientras felicitaba a su pokémon inicial, antes de acercarse a la mujer y tomarse un breve momento para admirar la belleza y las increíbles curvas de la recluta del Equipo Rocket, quien no podía ser un mejor sujeto de pruebas.

Sin embargo, intuyendo que ya no contaba con mucho tiempo, el chico se apresuró a atarla de pies y manos a la vez que colocaba sobre su boca una mordaza que contenía un poco de esencia del ataque Somnifero, de forma que ella dormiría placenteramente por un largo rato, antes de envolverla con su bata y llevarla hacia la cajuela de su convertible rojo, el cual era uno de los pocos recuerdos de su trayecto como entrenador.

Tras asegurarse de que Jessie no escaparía, Gary se apresuró a volver a la sala de control del laboratorio para editar los videos de vigilancia y eliminar todo rastro de la presencia de su hermosa víctima en el lugar, y una vez que lo logró procedió a llamar a las autoridades, quienes llegaron al lugar en cuestión de minutos, acompañados del director del laboratorio.

Al ver a su investigador en jefe aparecer junto a la Oficial Jenny hizo que el chico pensará lo peor por un momento, sin embargo en cuanto el investigador comenzó a felicitarlo por su hazaña al detener a aquellos delincuentes, Gary se sintió mucho más aliviado.

—Sin duda usted es todo un héroe, joven Oak, y está hazaña merece una recompensa. Porque no va a casa y disfruta que mañana será el primer día de su mes de vacaciones pagadas —le comentó el investigador con tono paternal después de escuchar la versión de Gary y de ver los videos editados.

—Su superior tiene toda la razón, joven Oak. Además de que los reclutas que atrapaste eran buscados en varias regiones, así que no te sorprenda si en la semana recibes una buena cantidad de dinero en tu cuenta —mencionó la Oficial Jenny con una sonrisa, mientras que sus compañeros se encargaban de subir a los congelados criminales dentro de una patrulla.

—Muchas gracias, por sus halagos. Y con su permiso me retiro —dijo el joven investigador, tras escuchar las sugerencias de los adultos, tras lo cual se dirigió hacia su auto con una gran sonrisa, ya que no sólo había conseguido al conejillo de indias perfecto, sino que ahora tenía todo un mes para investigar a fondo e incluso una inesperada cantidad de dinero. Por lo que un alegre Gary comenzó a conducir alegremente hacia su laboratorio, en donde finalmente podría dar los primeros pasos para hacer sus sueños realidad.

Por lo que algunas horas después, una aturdida Jessie comenzó a despertar y de inmediato notó que estaba encerrada en lo que parecía ser la sala de un pequeño laboratorio, y al tratar de mover sus manos se percató de que estas estaban atadas con cuerdas, además de que ella estaba empapada de pies a cabeza.

— ¡Ahora lo recuerdo! —exclamó la mujer una vez que su mente se aclaró, ya que su equipo había sido encomendado por Giovanni en persona para recuperar algunos datos perdidos durante la última redada en contra del Equipo Rocket.

De forma que al llegar a las inmediaciones del Laboratorio de Ingeniería Avanzada Pokémon y de tomar dos pokébolas de la máquina gachapon del Equipo Rocket, ella se separó de James y Meowth para abarcar más terreno, así que después de infiltrarse con éxito y llegar a la bóveda de evidencia, ella trató de abrirla cuando una sorpresiva Hidrobomba la impactó por la espalda dejándola inconsciente.

— ¿En dónde diablos estoy? —se preguntó la mujer al mirar detenidamente su prisión y darse cuenta de que estaba atrapada en una especie de jaula de cristal transparente.

—Veo que finalmente despertaste, preciosa. Por un momento creí que el ataque de mi Blastoise fue demasiado fuerte, pero ahora que estas despierta no puedo esperar para que empecemos a divertirnos —dijo una voz masculina que no era capaz de ocultar su felicidad, por lo que Jessie levantó su cabeza en aquella dirección y vio a su captor por primera vez.

Ya que frente a ella se encontraba un joven de cabello castaño que acariciaba la cabeza del Umbreon que estaba sentado en sus rodillas, lo cual le recordó ligeramente a Giovanni haciendo lo mismo con su Persian, y que le dedicaba una mirada que ella reconocía a la perfección: Una mirada llena de deseo y lujuria.

—Reconozco que tienes un muy buen gusto, chico. Sin embargo siento decirte que estoy fuera de tu liga —mencionó la integrante del Equipo Rocket con una ligera nota de satisfacción en su voz, ya que ella estaba acostumbrada a ser deseada por los hombres, antes de decir —Sin embargo, me gustaría ver cuanto seguirás sonriendo en cuando vengan a rescatarme.

Sin embargo en lugar de mostrarse sorprendido o intimidado, Gary se limitó a activar un monitor en donde se podía ver la imagen de los congelados James y Meowth siendo subidos a la parte trasera de una patrulla.

— ¿Quienes decías que iban a salvarte? ¿No me digas que te referías a tu patético compañero de los comentarios divertidos? ¿O acaso estabas pensando en el débil Meowth parlante? —comentó Gary con sorna —Además seamos honestos, cariño. Aparte de esos dos no creo que haya nadie más a quién le importe lo que suceda contigo ¡Estás completamente sola y lo sabes!

— ¿Entonces por qué no me entregaste a mí también a la policía, maldito mocoso? —preguntó Jessie tratando de contener sin éxito la ira que le causaron las duras palabras de su captor, ya que nadie a excepción de ella insultaba a sus compañeros.

—La respuesta a tu pregunta es muy sencilla, querida. Ya que a diferencia de los inútiles a quienes llamas “tus compañeros” a ti te necesito para probar los resultados del nuevo experimento en el cual estoy trabajando... Necesitaba de una hermosa y rebelde mujer, y tú eres la candidata perfecta.

— ¿Y qué pretendes hacerme, chico? —preguntó Jessie, quien ya no podía disimular una nota de temor en su voz, tras oír aquella inquietante declaración.

—Podría aburrirte con un largo discurso sobre mi plan justo como tú y tus compañeros lo hacían... Pero eso le quitaría la diversión al juego, y ese no es mi estilo. Así que dejaré que seas tú misma quien descubra lo que haré contigo —mencionó Gary mientras acariciaba la cabeza de su Umbreon con tranquilidad y ajustaba un 25 en el medidor de poder del accesorio de su pokémon favorito.

Por su parte el pokémon oscuro miró a su dueño cuando éste habló y entendió cuál era su tarea, por lo que en ese momento sus ojos comenzaron a brillar mientras miraba a su objetivo y el aro plateado que tenía en su cuello comenzó a emitir un tenue aura blanca que era prácticamente imperceptible

Jessie se disponía a protestar, pero una poderosa fuerza de color morado con toques blancos inmovilizo por completo su cuerpo y le impidió emitir algún sonido. Al darse cuenta de esa la mujer trató de luchar, sin embargo una agradable y embriagante sensación comenzaba a invadir su mente y poco a poco le hacía perder el control sobre sus acciones.

Por su parte Gary veía atentamente a la mujer hasta que su pokémon lo llamó, dando a entender que el proceso ya había terminado y que era el momento de verificar si el Aro Umbreon había funcionando, por lo que con mucha cautela el investigador se acercó hacia donde se encontraba la mujer.

—Jessie ¿Puedes escucharme? —preguntó el chico con algo de duda y acompañado de su pokémon, en caso de que aquello no resultará y tuviera la necesidad de pelear.

Por su parte una ligeramente aturdida Jessie abrió los ojos al oír la voz de su captor, sin embargo y sin que ella lo notará había una mezcla de emociones en su mirada, en la cual podían distinguirse la furia, la molestia, la confusión y el temor, pero lo más impactante era que también había una pizca de paz y tranquilidad.

— ¡Claro, que puedo oírte niño! ¡¡¡Así que más te vale soltarme de una buena vez!!! —gritó furiosa la integrante del Equipo Rocket, aún tratando de soltarse de sus ataduras, mientras sacudía su cabeza.

“Parece que esto fue un pérdida de tiempo” pensó Gary con un poco de desilusión al ver que la actitud de la mujer parecia no haber cambiado en nada, aunque un científico como él sabía mejor que nadie que aún era muy pronto para sacar alguna conclusión fehaciente, de forma que era el momento de idear un nuevo plan de acción.

Sin embargo dicha tarea no era tan sencilla, no sólo porque aquello requería reflexionar las cosas con calma, sino por qué Jessie no dejaba de patear el cristal intentando romperlo y liberarse, lo que no permitía al chico pensar con claridad y poco a poco comenzaban a sacarlo de quicio.

— ¡Podrías quedarte quieta! ¡Intento pensar! —exclamó el chico con fuerza y volteo a ver a su prisionera, sin embargo la frustración que se podía apreciar en su rostro rápidamente fue sustituido por una genuina expresión de sorpresa ante lo que sucedía: Ya que Jessie se había quedado completamente inmóvil.

Y si la sorpresa de Gary era enorme la de Jessie era inmensa, ya que en cuando escuchó esa orden todo su cuerpo se detuvo de inmediato, y por más que lo intentaba ella no era capaz de moverse ni un milímetro.

“¡Por Arceus! ¡No puedo creerlo! ¡Esta cosa en verdad funciona!” pensó un emocionado Gary ante aquel evidente progreso, sin embargo en lugar de continuar de inmediato con el experimento el chico decidió tomarse un momento de respiro para tranquilizar sus ideas, ya que sería muy peligroso si se confiaba demasiado.

—Muy bien, preciosa. Ahora arrodíllate ante mí —ordenó el investigador con firmeza mientras recibía una mirada de odio de la pelirroja, ya que en definitiva eso era algo que ella no haría eso ante nadie y menos ante un mocoso engreído, sin embargo antes de darse cuenta ella ya estaba de rodillas en el suelo.

Al ver esa a esa hermosa y orgullosa mujer de rodillas a sus pies, Gary no pudo evitar sonreír y sentirse victorioso, y no solo por su avance, sino porque estando en esa sugerente posición los grandes pechos de la indefensa Jessie resaltaban mucho más.

Por lo que no era raro que su arrogancia natural junto con la excitación del momento, nublaran su juicio lo suficiente para detener el experimento y abrir la jaula que mantenía cautiva a la recluta del Equipo Rocket, ya que en ese momento Gary solo quisiera divertirse en grande con esa hermosa mujer.

—Ahora voy a desatarte, querida. Sin embargo te quedaras quieta en tu lugar, además de que a partir de ahora tendrás totalmente prohibido intentar huir o hacerme daño de cualquier forma —ordenó el chico con firmeza, ya que a pesar de su excitación aún era consciente de la situación en la que se encontraba, antes de acercarse lo más posible para sentir el cuerpo de la mujer mientras la liberaba de sus ataduras.

“Eso es, idiota... Ven aquí y déjame darte tu merecido” pensó una confiada Jessie al darse cuenta de lo que su captor pretendía, ya que en el momento en que ese adolescente pervertido se acercará ella le daría a probar el fruto del entrenamiento que para ella había sido perseguir al Pikachu del bobo por 8 regiones distintas.

“Te prometo que esto te dolerá mucho, imbecil... Y lamentarás el día en que te enamoraste de mí” pensó la mujer mientras decidía empezar con una fuerte patada en su entrepierna de su captor, sin embargo para su horror cuando llegó el momento indicado su cuerpo se quedó rígido como una estatua, sin duda obedeciendo la última instrucción de aquel chico, cuyas manos recorrían su cuerpo con descaro.

—Excelente, esto es mucho mejor de lo que imagine —dijo un extasiado Gary mientras sus manos recorrían el sensual cuerpo de Jessie, la cual no podía hacer nada para evitarlo a pesar de no desear otra cosa, antes de separarse de ella y mirarla con lujuria antes de decir —No cabe duda de que tu cuerpo es magnífico, querida Jessie. Sin embargo concordaras conmigo en que la mejor forma de apreciar su belleza será viéndolo en movimiento ¿Así que porque no me muestras de lo que eres capaz y me haces un striptease?

— ¡Ni siquiera lo sueñes, niño! ¡YO JAMÁS HARÉ ESO! —contestó una furiosa Jessie haciendo una mueca de desprecio hacia su captor, mientras una furia inconmensurable se reflejaba en sus ojos, aunque ella se levantó del suelo y sin poder hacer nada evitarlo sus caderas comenzaron a moverse de manera muy sensual.

“¡¿Qué clase de horrible pesadilla es esta?!” pensó la mujer con auténtico temor a la vez que comenzó a estirar sus brazos, como si fuera una bailarina, y comenzaba a quitarse sus guantes para jugar un poco con los delicados hilos de color carmesí de su mojado cabello.

— ¡NO SE QUE ES LO QUE ME HAS HECHO, NIÑO! ¡¡¡PERO TE JURO POR ARCEUS QUE TE MATARÉ!!! —gritó la mujer, presa del pánico de ser prisionera de su propio cuerpo y teniendo la vana esperanza de que alguien pudiera escucharla, mientras que sus manos bajaban hacia sus suculentos pechos y los recorrían lentamente, a la vez que los apretaba y comenzaba a levantar su diminuta camisa blanca.

— ¡YA BASTA! ¡DETENTE DE UNA BUENA VEZ! —gritó la mujer con auténtica desesperación, pero no solo para detener aquella tortura, sino también para ocultar la creciente excitación que sentía al tocar sus perfectos pechos. Ya que para cualquiera que la conociera un poco no era ningún secreto lo orgullosa que ella se sentía de su propio cuerpo.

Por lo que unas lágrimas de furia comenzaron a surcar el bello rostro de Jessie, mientras ella se despojaba de su camisa, y sus manos se dirigieron hacia sus bien torneadas piernas, acariciándolas de manera muy lenta y sensual.

Y muy a su pesar ella terminó volteandose un poco para mostrarle su redondo y bien formado trasero a su captor, mientras se desabrochaba sus botas lentamente hasta quedar descalza.

Al darse la vuelta de nuevo, una mirada de odio puro y un ceño fruncido era la expresión del rostro de la pelirroja, mientras que sus manos, que desobedecian todas sus órdenes y volvían a recorrer sus piernas hasta llegar a su abdomen, en donde levantaron su camisilla negra dejando libres unos espectaculares y redondos pechos talla 100, cuyos pezones ya se encontraban totalmente erectos.

La furia de Jessie, ahora convivia con la vergüenza de mostrarse desnuda ante la persona más despreciable que ella había conocido, junto a la ligera sensación de morbo que le daba que aquel chico no pudiera quitarle los ojos de encima. Mientras tanto sus brazos volvieron hacia su diminuta cintura para quitarse su minifalda y sus bragas de color negro con suma sensualidad y en un inesperado brote de excitación las arrojó en dirección al joven investigador.

— ¡ME DAS ASCO MALDITO PERVERTIDO! ¡CUANDO SE DESHAGA LO QUE SEA QUE ME HAGAS HECHO SIN DUDA ALGUNA ACABARÉ CONTIGO! —bramó Jessie intentando ocultar su desnudez, pero sus manos seguían sin obedecer sus órdenes y al terminar su sexy danza volvieron a una posición firme.

Gary quedó momentáneamente hipnotizado admirando el bello cuerpo desnudo de la mujer, ya que él ya sabía que Jessie era muy hermosa pero hasta ese momento se dio cuenta de lo sexy que era, por lo que se acercó a ella para permitirse admirar el fruto de su trabajo, dando varias vueltas a su alrededor para poder mirarla con lujo de detalle.

— No me creo que estas bellezas sean naturales— dijo Gary mientras acariciaba los pechos de Jessie, quien muy a su pesar dejó salir un suave gemido de satisfacción.

— Si pudiera moverme te borraría esa sonrisa pervertida de tu cara, maldito bastado — respondió la pelirroja con furia, pero en lugar de intimidar a Gary esas palabras lo alentó a bajar sus manos hacia su bien formado trasero y darle algunos pellizcos, lo cual la hizo gemir aún más —¡Para de una vez, asqueroso pervertido!

— ¿Porque lo haría, mi preciosa Jessie? —dijo el mientras le daba algunas suaves pero sonoras nalgadas, antes de continuar —¿Me preguntó cuántas veces este hermoso trasero salvo tu empleo?

— ¿A qué te refieres, mocoso? ¡En mi vida me he rebajado a ese nivel de vulgaridad! —respondió ella con furia mientras cerraba los ojos, ya que no quería darle a ese chico la satisfacción de ver placer en su mirada.

Sin embargo el chico no tardó en soltarla y alejarse un poco, ya que ahora que había soltado algo de tensión era el momento de continuar con la investigación, de forma que volvió hacia su escritorio y tomó una pluma para comenzar a anotar los resultados en una bitácora.

Prueba 1. Anillo Umbreon. Capacidad 25%

Resultados: Los resultados de las primeras pruebas son muy prometedores. Está confirmado que al usar el 25% del poder del Anillo Umbreon el sujeto de prueba Jessie fue incapaz de resistirse a cualquier orden que le dé, aunque cabe destacar que ella permanece consciente. Así que es muy aburrido y un poco extraño ver a una sensual mujer realizando un striptease mientras que te maldice y se queja.

El investigador anotó esos datos en una libreta de bolsillo que siempre llevaba con él, y que además estaba escrita en código, por lo que en caso de caer en otras manos no sería sencillo descifrar la información que contenía.

Así que después de anotar los resultados obtenidos el chico decidió seguir experimentando, y en esta ocasión aumentó el poder del anillo a un 30%. Sin embargo en el momento en que la mujer recibió el ataque ella se quedó totalmente inmóvil, justo como si fuera un maniquí.

—Muy bien, Jessie. Ahara levanta tu pierna derecha en un ángulo de noventa grados —indicó Gary con calma, pero totalmente atento a cual sería la reacción de la mujer.

Pero para su sorpresa ella no mencionó una sola palabra y se limitó a realizar la acción indicada sin la menor resistencia, lo cual sorprendió de nueva cuenta al investigador.

“No cabe duda de que ella es muy ágil y flexible” pensó el chico con lujuria antes de continuar con el experimento y anotar los resultados, de forma que varias horas después la libreta rezaba lo siguiente:

Prueba 2. Aro Umbreon. Capacidad 30%

Usar el 30% del poder del Anillo convirtió a Jessie en una zombie sin voluntad. En este estado el sujeto obedece cualquier indicación sin la menor vacilación o queja, aunque mirarla obedecer como si fuera una muñeca inflable no resulta tan atractivo como uno esperaría.

Mientras tomaba un descanso devolví a Jessie a su celda y puse un video de mi antiguo escuadrón de porristas, sin percatarme que la sujeto se encontraba mirando fijamente la pantalla,

Una vez que el video terminó decidí llevar a Jessie a una sección más amplia del sótano para realizar más pruebas físicas, ante lo cual me lleve una gran sorpresa. Ya que al mencionarle que ella sería una porrista perfecta, Jessie no sólo repitió mi indicación con un erotico tono robótico, sino que comenzó a repetir la rutina de mi antiguo escuadrón de porristas a la perfección.

Después de probar con otros videos, con rutinas cada vez más elaboradas, pude comprobar que Jessie era capaz de imitarlas a la perfección y sin mayor dificultad. Por lo que he llegado a la conclusión de que cuando la sujeto de pruebas se encuentra bajo el influjo del 30% del anillo, ella es capaz de absorber y asimilar cualquier tipo de información, la cual se almacena directamente en la memoria a largo plazo.

—No cabe duda de que el estado zombie tiene su utilidad, sin embargo lo que realmente deseo es empezar a controlarla y no tenerla como un maniquí viviente —comentó el investigador antes de dar un bostezo, tras lo cual cerró su bitácora y decidió ir a la cama lleno de expectativas, ya que aquel solo había sido el primer día de investigación.

“No puedo esperar a comenzar a jugar contigo, preciosa... A convertirte en una nueva y perfecta Jessie” pensó Gary antes de quedarse profundamente dormido, sabiendo que sólo era cuestión de tiempo para hacer su sueño una realidad.

Continuará...