El novio de mi prima II

Segunda parte...

Me tumbo en la cama de lado, desnudo, él detrás mío empieza a untarme el ano con su lubricante, tomándose su tiempo, noto su mano deslizarse por mi interior mientras me muerde la oreja, jugando:

  • (Él, susurrándome al oído): No sabes el tiempo que llevo detrás de tu prima para estrenarle el culo; ya pensaba que había comprado este lubricante para nada. Aunque tu culete dudo que sea de estreno creo que me valdrá.

Saca su mano de mi ano, yo estoy muy caliente después de haber tenido sus dedos lubricados jugueteando en mi culete. Me da una palmada en la nalga, riendo.

  • (Él): Hay que reconocer que de espaldas podrías confundirte con una tia.

Me giro y veo que se toca la polla, también lubricada y muy dura, me muerdo el labio inferior.

  • (Yo): Como quieres hacerlo? te apetece que me siente encima tuyo?
  • (Él): Ves como eres una zorra, jajaja. Pero no, prefiero que te tumbes boca abajo y follarte yo a mi ritmo; te aviso que me gusta follar duro.
  • (Yo, algo nervioso): Espera espera, no seas bruto que por mucho porno gay que hayas visto, si me das muy fuerte me vas a destrozar.
  • (Él, riendo): jaja, no te preocupes que no tardaré mucho estoy que reviento, además te he lubricado bastante. Tumbate boca abajo nene y saca culete.

Cojo un cojín y me lo pongo por debajo del estomago para que mi culete quede algo levantado.

  • (Él): Muy bien, joder se nota que no es la primera vez que te follan en esta postura.

Susurra mientras me pellizca una nalga; luego todo pasa muy deprisa; noto su polla en la entrada de mi culete y de golpe la noto que me la mete, yo creo que me la ha clavado entera porque se para un segundo, pero entonces noto que me la mete más profundo y me noto lleno, muerdo, se me escapa un gemido.

  • (Yo, medio suplicando): mmmm, con calma, no seas duro.
  • (Él): Calma mis cojones. Y no chilles si tienes que morder la almohada la muerdes, no será la primera vez.

Me dice mientras muy cerca del oído. Intento decir algo, pero empieza a bombear dentro de mi y me callo, de hecho sigo su consejo y muerdo la almohada, ahogando mis gemidos, medio dolor medio de excitación. He de reconocer que poco a poco el dolor pasa a ser calor, por la diltación de mi ano y empiezo incluso a disfrutarlo, aunque me da tan rápido y profundo que apenas puedo moverme, solo aguantar sus embestidas.

Me agarra la cabeza y me aprieta contra la almohada mientras me da alguna que otra palmada en las nalgas. Pero como había prometido enseguida noto que me preña; la saca demasiado rápido y noto que me moja las nalgas y la espalda.

-(Él): Joder, ha estado de puta madre. Pero te he dejado perdido, mejor que te des una ducha.

Comenta mientras veo que no solo me ha dejado perdido a mi, sino mi parte de la cama también, me sonríe percatándose y se limpia la polla con la sabana que me tengo que tapar.

  • (Yo): Me voy a pegar una ducha rápida, en el armario hay sabanas limpias.
  • (Él): Muy bien, pues mañanas las cambias. Cuando vuelvas a la cama no me despiertes.

Me voy al baño, me pego un agua rápida y vuelvo a la cama; decido no ponerme pijama, puesto que mi parte de la cama, donde hemos follado, esta húmeda y con restos de semen y prefiero no manchar el pijama. Va a ser una semana larga, pero interesante.