El novio de la maestra

Él vino a mi casa... yo no lo busqué.... fue algo que nunca imaginé porque la relación era de trabajo, sin embargo....mejor lean. Aprendí dos cosas muy importantes sobre todo para quienes nos preocupamos por el tamaño de la verga...

EL NOVIO DE LA MAESTRA

Otra de mis actividades es el diseño gráfico por computadora, eso lo hago en casa en mis "horas libres", por lo general me desvelo un buen número de horas pero disfruto lo que hago alternadamente con la lectura de relatos eróticos y la atención a todas las personas que me favorecen con sus correos para felicitarme, criticarme o citarme para tener un encuentro en la cama. Esta ocasión viví algo inesperado.

Ocurrió alrededor de las siete de la noche que vino a mi casa un hombre atractivo, inquietante a primera vista, no precisamente un galán de cine ni un modelo de televisión pero sí una personalidad atrayente..... Llegó a buscarme para recoger el trabajo de invitaciones para la escuela de su novia, una maestra cliente mía desde hace dos años. Yo estaba solo en la casa y en short y sin camisa como acostumbro..... ví por la mirilla de la puerta, me di cuenta que era un hombre y no me preocupé por ponerme la playera.

Entró el tipo, empezó a hacerme preguntas del trabajo, le iba a explicar y me dice que le urge entrar al baño. Le indiqué dónde estaba, (atrás de la cocina, es una casa antigua y no está bien planeada), fue al baño, yo fui a sacar una cerveza del refrigerador, Abiel, que es su nombre, no cerró la puerta; al escucharme cerca, desde su sitio me pregunta si en el patio de atrás (que se vé desde la ventana del baño) hay perros..... le digo que sí, pero entonces me dice como llamándome: "Es raro que en el centro haya patios tan grandes.... ¿Aquel árbol es del mismo terreno?", entonces me asomé y pude ver que el cabrón tenía la verga bien parada....Le contesté que sí, y que había mezquites, huizaches, un limonero y varios naranjos..... y el cabrón seguía moviendo su "palanca".....

Salió del baño con el pantalón abierto y se estuvo fajando frente a mí, le ofrecí una cerveza y la aceptó, me preguntó que si yo no salía de farra, que cómo le hacía para desahogarme estando solo..... le contesté que tenía mis mañas y de vez en cuando me daba mis escapadas.....

Me preguntó que qué tipo de "mañas", porque él era bien "mañoso", tocándose sobre el pantalón me dijo: "Nomás date cuenta cómo traigo de dura la verga, tengo ganas de una mamada y de coger.....¿Quieres tocarla?" y sin decir más se abrió el pantalón y asomó la cabezota "llore y llore", es decir dejando escapar gotitas transparentes que eran indicio de la tremenda calentura que se cargaba.

Sinceramente, no me pude resistir, se la agarré y sentí un miembro durísimo, calculo que de unos quince centímetros, delgado, cabeza puntiaguda y sin circuncidar...... Se bajó el pantalón hasta las rodillas con todo y calzón y entonces le di una mamada formidable, el cabrón pujaba y gemía con una cachondez invitante.....

Me preguntó si tenía condones, le dije que sí, le pasé uno, se lo puso y me empinó enfrente de mi escritorio.... me ha dado una cogida tan rica que me dejó bien satisfecho. Él en ningún momento tocó mi verga ni mis nalgas, sólo para abrírmelas y meterme su rica tranca. Un experto para hacer sentir bien, para dar placer; dueño de una capacidad y un dominio sorprendentes para aguantar la corrida....

Me estuvo cogiendo en la misma posición como veinte minutos y luego nos fuimos al sofá de la sala y me levantó las piernas poniendo mis tobillos sobre sus hombros y volvió a ensartarme unos quince minutos más hasta soltar dentro de mi intestino su carga lechosa..... al retirarle el condón me sorprendí del volumen de semen acumulado.

Le ayudé a asearse, limpié mi satisfecho y rebosante culo, le entregué el trabajo de la maestra, quedó de volver a "visitarme" y lo despedí.

Al quedar solo reflexioné en dos detalles que no había considerado en su justo valor: Para disfrutar una sesión de placer sexual con un hombre, no siempre es necesario ir a la calle a buscarlo y algo que me agrada reconocer es que cuando el hombre es dueño de habilidad, autodominio, capaz de excitarse y excitar, el tamaño de su verga es lo que menos importa. Yo he probado muchas y he expresado mi preferencia por las vergas grandes, gruesas, cabezonas y sin circuncidar, cuanto más gordas, mejor..... sin embargo.. si Abiel se convirtiese en mi compañero sexual permanente, no tendría necesidad de buscar nada más.

El único detalle que no me gustó fue que no me tocara y que no se preocupara por mi desahogo..... cuando él se fue tuve qué masturbarme en solitario y creo que eso va en detrimento del placer experimentado.

Julián

Como siempre, quedo en espera de sus correos con sus críticas, comentarios, observaciones y sugerencias en:

Hermes_2003@hotmail.com