El novio de la hija de la portera
A veces es mejor no repetir las cosas porque puden salir mal y eso es lo que me pasó con El novio de la hija de la portera, pensé que la segunda vez iba a ser mejor que la primera y esto que narraré es lo que pasó en esa oportunidad.
EL NOVIO DE LA HIJA DE LA PORTERA
En esa época yo frecuentaba mucho el depto. que mi amigo Xavier poseía en Ciudadela entre San José y Soriano, las fiestas que organizaba son inolvidables a pesar de que han transcurrido casi 25 años de haberlas disfrutado.
Algún día escribiré sobre los episodios vivido en esas fiestas, pero hoy quiero relatar lo que sucedió con Carmelo el novio de Eugenia la hija de la portera.
Cuando iba a visitar a Xavier o cuando me prestaba el depto. para llevar a alguien para encamarme muchas veces veía a Eugenia pero para mí era una chiquilina y a su novio también lo tenía visto pero nunca había hablado con él hasta esa tarde en que muy calientes los vi en la plaza.
Esa noche en que lo desvirgué me di cuenta de que tenía una hermosa verga de tamaño excelente y para mi pesar no pude disfrutar más de ella por el estado etílico que los dos habían adquirido al tomar tanto vodka y luego de la llegada de mi "novia" se pudrió todo por eso me quedó ese deseo oculto de obtener sus favores.
Con Eugenia no había problema le había gustado mi pija y había disfrutado mucho con ella, pero fui yo el que la rechazó porque no quería meterme en problemas con una chica con novio.
En cambio podía sentir la mirada de odio que me expresaban los ojos de Carmelo las pocas veces en que lo crucé por esa zona, sin siquiera dirigirnos la palabra.
Eugenia me dijo que a pesar de que Carmelo estaba borracho no me perdonaba que me había aprovechado de él mandándole mi verga por el culo hasta hacerlo acabar y para peor él había gozado con esa eyaculación más que cuando la cogía a ella.
Seguí yendo a lo de Xavier hasta que una tarde de invierno casi me lo llevé por delante chocado con él y con su mirada de odio, por eso tuvimos que detenernos acto que aproveché para decirle:
-Todavía me odias por tan poca cosa!
Carmelo me miró con más odio y me respondió:
-Sos un puto de mierda que te aprovechaste de que estaba borracho para romperme el culo y todavía querés que te ame?!
-Si es por eso, ahora estás sobrio y podemos ir al depto. para que te lo rompa de nuevo sin estar borracho.
Casi me dio una trompada, pero por suerte esquivé el puñetazo que me largó, luego agregó.
-Si querés te lo rompo yo a vos, aunque no sé que te voy a romper si lo tendrás deshecho.
Acepté inmediatamente no fuese cosa que se arrepintiese y no pudiese gozar con su verga como lo había deseado en todos esos meses.
Cuando subimos al depto. nos abrió Xavier el cual se extrañó de vernos juntos ya que él conocía a Carmelo y sabía del odio que me tenía, le pedí que se fuese porque teníamos cosas que hacer y por suerte aceptó sin insinuar de compartir ese bocado con él como había sucedido con otros amigos que había llevado hasta allí en otras ocasiones.
Inmediatamente después de entrar Carmelo me dijo:
-Dame un trago, porque quiero romperte el culo como vos me lo hiciste a mí delante de mi novia y ...fresco no creo que lo pueda lograr porque me da mucho asco metértela por el culo.
-Y si te da asco para que lo querés hacer?
-Porque quiero cobrarme lo que me hiciste y hacerte doler ya que perdí a mí novia por culpa tuya, porque la hiciste gozar más que yo...
Con sus palabras y la furia que puso al decirlas me di cuenta de que no iba a pasarla bien con este muchacho, pero su verga me había gustado mucho la primera vez que la vi y aunque tuviese mis temores me quería disfrutar con ella.
Se tomó dos vodkas de un trago y luego se bajo la cremallera extrayendo con su mano su verga que estaba hecha una calamidad por lo mustia en que se encontraba.
-Y con eso me vas a hacer pasar una buena noche.
Le dije burlándome de él.
-Cuando me la chupés lo suficiente vas a ver que se pone dura... se agrandará tanto que no te va a caber en el orto.
Me dediqué a hacerle unas lamidas por el pedazo de glande que sobresalía de la abertura de su pantalón porque Carmelo ni siquiera pensaría sacarse la ropa, porque muy calmado agarraba su verga con sus dedos y me la ofrecía allí parado en el living de Xavier.
Cuando su verga respondió a los estímulos que mi lengua le prodigaba, dándome a entender con sus corcoveos y con lo grande que se iba poniendo cada vez que mi lengua succionaba el glande interrumpí la mamada par decirle:
-Mejor vayamos al dormitorio así sobre la cama te podré hacer todos lo necesario para que disfrutes de esta noche.
Carmelo no dijo ni una palabra, simplemente muy sumiso me siguió al dormitorio, sobándose la verga para que no perdiese la erección que mi boca había logrado producirle.
Allí comencé a desnudarme ante su atenta mirada, su mano seguía apretándole la pija y él parecía no responder a ningún otro estímulo tuve que decirle que se quitase la ropa porque si pensaba metérmela no podría ponerla toda porque la tela gruesa del jean que llevaba le iba a impedir que me entrase en su totalidad.
Finalmente soltó su verga la cual estaba muy jugosa por el precum que iba manando con la paja que se había estado haciendo mientras miraba como yo me desnudaba, al soltarla comenzó a quitarse la ropa y pude comprobar efectivamente que esos centímetros de tela le quitaban un buen pedazo de verga que mi vista ahora sí podía disfrutar en todo su tamaño esplendoroso.
Me acosté sobre la cama boca arriba y le dije que se montase sobre mí porque quería chupársela un rato más antes de llegar a hechos mayores.
Carmelo puso sus rodillas a mis lados y fue acercando su verga a mi boca para que se la mamase a mi gusto.
Así vista desde abajo parecía mucho más larga que el recuerdo que tenía de la primera vez que había disfrutado con su pija, pero no me iba andar con temores, me puse a lamer todo ese trozo de carne desde el glande hasta las bolas pero cuando quise llegar más allá o sea a su orificio anal (como la otra vez) Camelo me dio un cachetazo que me hizo ver las estrellas y luego me dijo:
-El culo no!! Yo no soy puto como vos... seguí chupando que después te la voy a clavar...
El cachetazo me dolió bastante por eso comencé a chupársela fuertemente y a mordérsela, pero cuando el dolor de mis mordidas lo molestó bastante Carmelo comenzó a metérmela y a sacármela de la boca a toda velocidad para no darme tiempo a apretarla entre mis dientes pero su frenillo fue alcanzado por mi lengua logrando con esa acción darle el placer que no esperaba porque él pensaba clavármela por el orto parta satisfacer su sed de revancha por lo que había sucedido el día que había venido con su novia.
Cuando la eyaculación no pudo ser contenida por más tiempo, Carmelo me la metió hasta el fondo golpeándome las amígdalas con su glande latiente y allí comenzó su descarga seminal, que supongo que fue muy abundante porque casi me ahogó haciéndome llorar y toser por el impacto tremendo que produjo en mi garganta ese torrente descendiente de líquido el cual se deslizó muy cómodamente por mi esófago para detenerse únicamente en mi estómago que lo estaba esperando ansiosamente.
Cuando todo hubo pasado mi mano que no había dejado de manipular mi pija terminó de hacer salir mi semen, el cual quedó depositado sobre mi estómago ante la atónita mirada de Carmelo que refunfuñaba:
-Me hiciste acabar antes de tiempo... Yo quería romperte el culo. !!
Descansé un poco para tomar aire, porque realmente estaba atragantado por tanto líquido que su verga había depositado en mi garganta y cuando me recuperé un poco le dije:
-Que apuro tenés! ¿ Hacemos segunda vuelta?
-Apuro no tengo, pero quería terminar para irme...
Se dio cuenta de que su propósito o su deseo no había sido cumplido y por eso decidió quedarse un rato más pero antes de hacer algo me pidió otro trago para darse valor.
Bebimos y fumamos tirados sobre la cama hasta que luego de un tiempo prudencial Carmelo comenzó a apretarse la verga con una mano y a descapullarla como para que se pusiese nuevamente dura, cuando ésta comenzó a reaccionar y sin que me lo pidiese comencé a chuparla nuevamente para poder saborear el riquísimo sabor de su néctar mezclado con el precum que de allí manaba.
Él estaba de espaldas sobre las sábanas y por eso le fue fácil apretar mi cabeza sobre su pija, hasta hacérmela tragar toda mientras crecía dentro de mi boca.
Gemía bajito para que yo no notase que lo estaba disfrutando y en uno de esos gemidos exclamó:
-Pará!! No sigas... me vas a hacer acabar de nuevo y ya es tiempo de clavártela toda.
Me empujó hasta sacar su verga de mi boca y me hizo señas de que me pusiese boca abajo, luego puse una almohada bajo mi vientre, separé las piernas y le dije:
-Poneme algo de crema así se va a deslizar mas fácilmente.
No me contestó nada mientras de reojo miraba como se ponía un condón y luego sentí una escupida en mi agujero y al instante su verga tocó mi apretado esfínter.
De una sola estocada me la clavó íntegramente cosa que nos hizo gritar de dolor a los dos y luego sentí un líquido caliente que se deslizaba hacia dentro de mi ano al mismo tiempo que Carmelo sacaba su verga gimiendo mucho.
Me di cuenta de que su leche no era porque todo había sido muy rápido y era otra textura que se deslizaba por mi recto.
Mi culo quedó ardiendo por el dolor y al tenerlo vacío giré para ver por qué seguía gritando de dolor mi ansioso amante y allí lo vi con la verga ensangrentada en su mano y el condón roto cubriéndola aún.
Por suerte mi culo no había sido roto, simplemente fue lastimado pero la pija de Carmelo haba quedado hecha una calamidad, me la había metido tan rápidamente y sin la lubricación necesaria que ese impacto rompió el condón y también le rompió su frenillo.
A pesar de que me dolía mucho el culo tuve que hacer de enfermero y curarle esa pija de la cual manaba mucha sangre, me costó mucho detener la hemorragia, porque no quiso que lo llevase a un médico porque le daba vergüenza.
Como pude lo curé y cuando la hemorragia y el dolor cesaron se vistió y se fue maldiciendo y puteándome sin siquiera darme tiempo para poder explicarle que la culpa había sido suya por ser tan impulsivo.
Inmediatamente después de que se retiró me fui a refrescar al bidet y me hice un gran lavado para quitarme toda la sangre que había quedado en mi canal rectal acompañada por uan gran inflamación a la cual le apliqué unas pomadas que tenía Xavier en su botiquín
Algunas veces más lo encontré por la calle, pero cada vez que me veía escupía en la vereda demostrándome el asco que yo le daba, por eso no tengo la menor idea de cómo fue el proceso de recuperación de su pija herida y si tuvo que ser tratado por un doctor.
Mi ano se recuperó y cuando a Xavier le conté lo sucedido se rió de mí y me hizo una mamada de esa que él sabía hacer muy bien
OMAR
Como siempre espero comentarios en: omarkiwi@yahoo.com