El novato.-

Hombre vulgar, medio, tímido, indeciso, sin expectativas.... Descubre un secreto que le llevará a un éxito imprevisto.

Siempre fuí tímido, de pequeño me escondía cuando había visitas en casa y no salia de mi escondite hasta estar seguro de que se habían marchado. No mejoré en la adolescencia: Espiaba a las chicas desde lejos pero sin acercarme a hablarles, ni siquiera a saludarlas. Me mayor....., bueno traté de enmascarar la situación cuanto pude y que mi vida no se viese tremendamente afectada por ello. Hice cursos, seminarios, y asistí a conferencias sobre la timidez y formas de combatirla. Mejoré claro está, pero no demasiado.

Hay que tener en cuenta que yo era un hombre muy corriente, que no destacaba en nada, ni fisica ni intelectualmente y que mi simpatía brillaba por su ausencia. Tenía una increíble facilidad para la imitación pero, al no mostrarla por la dichosa timidez, se quedaba en la más espantosa intimidad. O sea la del espejo y yo.

Terminado mis estudios (hice un peritaje)  pronto encontré trabajo, pero no de mi especialidad. Más bien de ninguna especialidad concreta y de muchas en pequeña escala. Trabajaba en mantenimiento de una red de edificios y lo mismo reponía una bombilla fundida, que arreglaba una cerradura... Un dia hubo un cortecircuito que dejo sin luz escalera y rellanos de un ala y, claro, tuve que arreglarlo. La avería tenía facíl solución, solo habia que empalmar dos cables y cubrirlos con cinta aislante, así que me subí a la escalera y me dispuse a ello. Era aún muy temprano y esto facilitaba las cosas ya que no habia inquilino alguno por el pasillo. Además en verano era preferible hacer las cosas cuanto antes. El caso es que estaba con los dos brazos en alto uniendo los cables cuando noté que se aflojada la cinta del pantalón, no quería parar porque habria que empezar de nuevo, así que seguí con la tarea aunque los pantalones estaban cada vez más bajos. No llevaba calzoncillos por el calor y mis partes íntimas empezaron a dejar de serlo... No me importó, hasta dentro de media hora no solian salir los vecinos a trabajar.... Y seguí.... De pronto oí que se abría una puerta.... Dudé... Faltaba tan poco para terminar... Si era un vecino (varón) pasaría sin más con la luz ya encendida. Pero..... ¿Y si era una mujer?.... intenté terminar anulando la cinta con rapidez.....

No sé quién fué quién lo propagó, pero quién lo hizo, lo hizo a conciencia: Subió una fotografia anónima a web de la Red de edificios donde se mostraba un sexo descomunal, largo y grueso como un salchichón de Jabugo, que empezaba con dos bolas a los lados semejantes a dos enormes albóndigas. A su lado un rótulo:  NUESTRO REPARADOR.

Si, todo eso era mío y la fotografía no exageraba. Mi tranquilidad voló..., nunca pensé que algo de tan poca belleza estética, tuviese un éxito tan clamoroso. Hasta una rubia modelo que miraba a todo el mundo por encima del hombro, vino a visitarme..... Y se arrodilló al verlo.

Ya les contaré otro día cuantos encuentros inauditos se produjeron y de que sorprendente variedad......

Paradojas de la vida: Por un cortacircuto dejé de ser tímido.

DELACH.-