El negro del bar de Nueva York
Esta es la historia que viví en mis vacaciones con un negro maravilloso.
Me encontraba sola en Nueva York, con sólo 20 años, curiosa y deseosa de aventuras caliente. Fue por esto, que decidí ir a parar a un bar, me senté en la barra, esperando por mi aventura. Luego inquieta, decidí dar una vuelta por el lugar, con mi tequila en mano. En eso, mi mirada se cruzó con las de un negro de rasgos salvajes, y muy sensuales. Volví a la barra, y me giré, para observarlo. Mi mirada fue tan evidente, que el me observó fijamente, y bosquejó una sonrisa un tanto malévola en su rostro. Mi cuerpo se tensa al sentir que sus pasos se dirigen hacia mi.
Comienza a hablarme, me cuenta que es de Nigeria , y que está con un amigo, jugando pool. Me ha invitado a bailar a un club cercano, y yo he aceptado, pero la verdad que el miedo me invade, y no quiero más que arrancar. Pido otro tequila, y decido que lo mejor es volar de aquel lugar, no pude escapar, justo ha llegado.
El miedo y el temblor de mi cuerpo me estremece, pero los tequilas de más , me hacen estar deseosa, y muy ardiente. Una vez en el club, su amigo se retira, nosotros, Steven y yo, bajamos a la pista de baile.
El comienza a bailarme provocativamente, y me mira con unos ojos de que me quiere comer, y yo por mi parte, no lo hago mal, bailo muy sensual. El me empuja, como si me estuviese penetrando, y simulamos un juego sexual con ropa, frente a todos.
Nos vamos a un rincón un poco oscuro, a sentar, el abre sus piernas fuertes , y yo me siento sobre una de ellas, atrapándolo con fuerza con mis dos piernas, y mirándolo fijamente. Nuestras frentes se juntan, y comenzamos a besarnos, con una de sus grandes manos, toca mi culo con fuerza, y con la otra, comienza a bajarme el escote, introduce su mano bajo mi sostén y toca uno de mis pesones, que se pone duro de excitación. Comienzo a sentirme mojada.
Decidimos ir a mi hotel, pues a esa altura, ambos estamos muy caliente, y yo no quiero mas que ver ese miembro, de ese negro, que creo será inimaginable.
Una vez en la habitación, Steven apaga la luz, y en la cama, me saca mi blusa, mi sostén y comienza a succionar mis pesones, con fuerza y eso me calienta. Se desprende de toda mi ropa, y yo le saco, su polera, y puedo sentir su cuerpo duro y fibroso, desabrocho su pantalón, y comienzo a jugar con su pene bajo su boxer. Lo acaricio, y no puedo creer lo enorme que es. Hasta que le bajo el boxer. Guau!!! Mmmmm, comienzo a lamerlo como si fuese mi helado favorito, juego con la punta suave y gorda de ese pene, con movimientos circulares de mi lengua,
luego llego a sus coquitos, y paso mi lengua desde allí hasta la punta , una y otra vez, siento como ese miembro sigue creciendo, y cada vez se pone más duro. Ma caliento más, en eso, el baja, a mi chocha, e introduce su lengua con piercing dentro, y con sus movimientos, me hace gritar de placer, mi cuerpo se contrae, y tiene mis piernas pegadas a mis hombros, por lo que no me da movimiento, y me caliento, aah. En eso, se recuesta sobre la cama, y me hace sentar sobre su pene grande y grueso, yo grito de placer y dolor. El me dice: "a que nunca habías tenido uno así de grande" y yo le respondo gritando, " no, mi negro, primera vez!!!" Ayyyyy, asi, cojimos toda la noche, en todas las posiciones imaginables, gozamos de lo lindo, y el resto de ´mis días en Nueva York, fueron maravillosos, no paramos de follar!