El negocio familiar (6)

Me abrió y me quedé de piedra...

Me abrió y me quedé de piedra, llevaba puesto un vestido con falda de vuelo cortita, con un escote que se le veían unas tetas preciosas, unos taconazos impresionantes, se había peinado bien el pelo estirándolo y se pintó un poco, estaba guapísima, para comérsela allí mismo.

YO (temblándome la voz): La madre que me parió Sonia, estás preciosa.

Ella reía de verme la cara.

SONIA: ¿Vas a entrar o cenamos en el pasillo?

YO: Entro, entro, coño que me has impresionado tía, no me esperaba esto.

SONIA: ¿Tú te crees que tienes a una cualquiera de compañera?

YO: No, no, ya lo veo.

Tenía la mesa preparada, saqué de la bolsa las velitas y las puse encendiéndolas con su mechero, le enseñé las botellas de vino y la de whisky.

YO: ¿Una copita mientras se hace la cena?

SONIA: Venga, a la cena le quedan cinco minutos.

Se metió en la cocina y sacó un sacacorchos, abrí el vino y lo serví en las copas, puse las sillas separadas de la mesa y me senté en una, me miró con la cara rara.

SONIA: ¿Y las sillas porque así?

YO: Para no perderme detalle de ti, estás tan guapa que quiero verte entera sin perderme detalle.

SONIA: Ya, ya, marrano, tú lo que quieres es verme las bragas con este vestidito tan corto.

YO: Si no te las veo ahora te las veré después, eso no me preocupa.

Nos reímos sentándonos, acerqué mi silla a la suya pasándole la copa de vino, brindamos y le di un beso en los labios.

YO: Buenas noches Sonia, todavía no te había saludado de lo tonto que me he quedado al verte.

Sonreía mirándome a los ojos, acercó su cara y me volvió a besar cogiéndonos los labios uno al otro durante un ratito.

SONIA: Buenas noches guapetón.

Le dimos el primer trago al vino, cenamos con una animada conversación y nos ventilamos casi las dos botellas de vino, después nos pusimos en el sofá, yo sentado y ella con su espalda apoyada en mi pecho, le pasaba la mano por encima acariciándole la barriga y nos tomábamos el whisky.

SONIA: Este whisky es muy caro.

YO: Me lo pasan unos amigos bastante bien de precio.

SONIA: Pues es muy bueno.

YO: Tú sí que eres buena Sonia, te mereces tener un poquito de suerte.

SONIA: Ya me siento afortunada, puedo criar a mi hija y vivir tranquila, soy feliz así.

YO: ¿No estás a gusto así como estamos ahora?

SONIA: Sí que lo estoy, pero ya sé por dónde vas, no creo que me compense intentar empezar una relación con alguien, pienso que lo único que hará será complicarme las cosas, estar contigo es diferente, por cierto, ¿cómo te va con la panadera?

YO: Buff, no lo sé, doy un pasito para adelante y tres para atrás, cuando consigo hablar con ella con soltura se echa para atrás y vuelta a empezar, cuando por fin consigo besarla, no puede acabar de hacerlo volviendo otra vez para atrás.

SONIA: ¿La has besado?

YO: Sí, una vez, me acerqué pensando que me rechazaría, le acaricié la cara y se acurrucó con ella, la besé suavemente aceptándome, con el segundo beso un poco más profundo aguantó un poco y se escabulló como alma que lleva el diablo.

SONIA: ¿Quieres que te dé un consejo?

YO: Sí claro.

SONIA: Piénsatelo, cuando te encuentres otra vez en esa oportunidad atácale con todo, nada de besitos cariñosos, cométela de golpe y no le dejes pensar, agárrala como hiciste conmigo en la bodega y a por ella, si te responde que es lo más probable es que siente algo por ti, si es capaz de controlarse y pararte, sinceramente olvídate de ella porque está jugando contigo y solo te va a hacer daño.

Me quedé pensando un rato.

YO: Eso quiere decir que como tú me correspondiste sientes algo por mí.

SONIA: No capullo, bueno sí, me caes de puta madre y follar contigo después de tanto tiempo ha sido de lo mejorcito que me ha pasado últimamente, para que negarlo, pero yo no quiero ninguna relación contigo, no ves que estoy intentando ayudarte a cazar a la panadera de una vez por todas.

YO: Ya, pero es que tiene novio.

SONIA: Ya lo sé, pero lo importante es si ella está enamorada de ti o no, del novio ya se cuidará ella cuando le convenga.

Me volví a quedar en silencio pensando, Sonia se giro mirándome a los ojos, le pasé una mano acariciándole la nuca y acercó sus labios a los míos besándonos, poco a poco se fue girando y sentando encima de mí, le fui pasando las manos por el exterior de las piernas subiendo por las caderas y la cintura, que bonita figura tenía la amiga Sonia, se levantaba apoyada en sus rodillas para pasarme los brazos por el cuello y besarme, yo levantaba la cabeza mirando al techo para sentir sus besos húmedos, con su lengua acariciando la mía mientras le pasaba las manos por la espalda, una la recorría hacía arriba acariciándole el cuello y el pelo, la otra iba para abajo pasando por las caderas agarrándole el culo que se le notaba firme, por encima del vestido notaba unas bonitas nalgas y en su parte de arriba la tela de un fino tanga, la mano del cuello la fui bajando para acabar acariciándole suavemente una teta, una buena teta como ya pude comprobar el día de la bodega sin sujetador, le aparté un poco el vestido de un lado, bajé los labios despegándolos de los suyos para pasarle la lengua por encima de un pezón a la vez que le acariciaba alrededor con la mano, Sonia suspiró profundamente mirándome con los ojos encendidos.

SONIA (susurrando): Vamos a mi cama.

YO (susurrando): Llévame a tu guarida.

Nos levantamos y agarrados por la cintura me llevó a su habitación, me paró al lado de su cama, me desabrochó en silencio y con paciencia uno a uno los botones de la camisa, cuando lo hizo con el último metió las palmas de sus manos acariciándome el pecho separándome la camisa hacia los lados, me miró el pecho, lo besó y me miró los ojos, yo le sonreía, desabrochó un puño y después el otro abriéndola y quitándomela lentamente, sin prisas, disfrutando cada momento, me besó los labios cerrando los ojos acariciándome la cara, al separarlos me volvió a mirar los ojos pasándome un dedo por encima de la boca, un dedo que fue bajando por la barbilla, el cuello, pasando por el pecho y los abdominales llegando al inicio del pantalón, se arrodilló y con cuidado me quitó un zapato y el calcetín, luego el otro, me subió las manos por las piernas hasta llegar al cinturón que fue desabrochando con las dos manos, hizo lo mismo con el botón y bajó la cremallera agarrándolos por los lados acompañándolos hasta abajo, levanté un pie y después el otro para que pudiera quitármelos del todo, a esas alturas tenía la polla morcillona pero me sentía tranquilo y relajado, a la vez que cierta excitación por el momento me recorría el cuerpo, volvió a subir sus manos ahora por mis piernas desnudas, se incorporó apoyada en sus rodillas quedando su cabeza a la altura de mi paquete, sus manos las tenía apoyadas una en cada muslo, me miraba la polla que se marcaba de lado dentro de los boxes, levantó suavemente la cabeza para fijar su vista en mis ojos.

YO (susurrando): Me encanta lo que me estás haciendo.

Sonrió y fijó la vista otra vez en mi polla, acercó despacio la cabeza y me la besó por encima de la tela pasando sus manos por detrás agarrándome suavemente las nalgas, metió los dedos separando la tela, me fue bajando los boxes despacio haciendo hueco por delante para que pudiera salir la polla, que a esas alturas ya se aguantaba apuntando para delante, acompañó la ropa interior hasta abajo ayudándome a quitarla, me besó un muslo volviendo a rodearme con sus brazos agarrándome con un poco más de fuerza los glúteos, me besaba el muslo y sacaba la lengüecita pasándomela por encima, subía poco a poco, yo apoyé una mano encima de su cabeza acariciándole el pelo, la excitación empezaba a apoderarse de mí, Sonia me estaba dando una lección de cómo sentir cada momento, cada gesto, sin prisas. Su boquita se acercaba lentamente a mi polla desde un lateral, me la besó por la base en un lado, subió un poco y la volvió a besar pasándole despacio la lengua, me acabó de crecer quedando tiesa y dura, Sonia seguía subiendo la lengua por el lado del tronco y una mano por entre mis piernas, las separé un poco para que pudiera llegar a los huevos que los acarició pasándole un dedo, llegó a la punta, le pasó la lengua por encima, entonces con la otra mano me la agarró con firmeza, se metió el capullo en la boca a la vez que me pajeaba lentamente y me agarraba los huevos apretándolos, me hizo levantar la cabeza soplando mirando el techo, como me estaba poniendo y acababa de empezar, dejó de pajear metiéndose la mitad en la boca volviendo a sacarla hasta la punta, lo repitió varias veces y un par de veces finales succionando que me hizo levantar los talones, la siguiente se la metió hasta la garganta engulléndola toda sacándola lentamente, lo volvió hacer varias veces y de nuevo succionó desde abajo hasta arriba, me tenía loco, separó los labios de la polla que la había dejado totalmente ensalivada, un hilito de saliva le colgaba del labio entreabierto haciendo una curva enganchado a la punta del cipote, me miró a los ojos y le pegó un lametazo a la punta.

SONIA: ¿Te gusta?

Me tenía que podía ni hablar, me mordí un labio moviendo la cabeza para confirmárselo, Sonia sonrió y me levantó la polla bajando con la lengua por el tronco para llegar a los huevos que besó, lamió y chupó a la vez que con una mano me acariciaba el culo y el ojete. Separó la cabeza y se levantó dándome un leve empujoncito para que me sentara en la cama, me miraba con una sonrisa, la cara excitada y la boquita mojada de saliva. Se llevó las manos a la espalda y se bajó la cremallera del vestido que se fue bajando muy despacio, me dejó a la vista unas tetas de buen tamaño que se le aguantaban de puta madre, una cintura y una barriga plana con unas marcadas caderas que le hacían un tipazo, ¿cómo podía haber parido y amamantado a una criatura y seguir con ese cuerpazo?, seguramente no era el mejor momento para pensar en ello y me olvidé de mis dudas, se acabó de quitar el vestido quedándose quieta delante de mí, en tanga negro a juego con unos zapatos muy finos con un taconazo importante, me dejaba unos instantes para que la mirara, muy despacio se fue dando la vuelta completamente para que viera lo que tenía delante con detalle, que culo más bonito y que bien puesto, con la telita del tanga por el medio que se abría en la parte de arriba dándole la vuelta a sus caderas, se sentó a mi lado en la cama y me puso una mano en la nuca acariciándomela, nos besamos con mi mano tocándole la cara.

SONIA: Ahora te toca a ti.

La volví a besar acompañando nuestros cuerpos para estirarnos con el mío encima, le pasé una mano por debajo del culo levantándola para meterla más adentro de la cama, a la vez que yo me impulsaba y subíamos los pies, le besé los labios con toda la ternura y el cariño que pude, mi mano le acariciaba un muslo por la parte de afuera y fue subiendo lentamente, pasó rozando la telita del tanga, las caderas, luego la cintura y acabó en una teta pasándole un dedo suavemente por el lado y por la parte de abajo, el pezón se le puso duro, le di un piquito y bajé mi boca para pasarle la lengua por donde antes había pasado el dedo acabando chupándole el pezón, la otra mano se encargaba de una teta mientras mi lengua lamía y chupaba otra, la respiración de Sonia se hizo más profunda, cerró los ojos y apretó los labios, lo que le hacía, le gustaba, fui bajando la lengua pasándola por el ombligo llegando a la altura del tanga, deslicé mi cuerpo para dejarlo en medio de sus piernas abiertas y le besé encima de los pelitos que podía notar al través de la tela, le di un par de besos más en el inicio de la rajita y encima del agujerito oliendo su coño con la tela del tanga mojada, metí un dedo por cada lado que pasaba por las caderas estirando bajándoselo despacio, descubriendo el vello púbico y un coño grande y bonito, o eso me pareció a mi por lo menos, Sonia levantó un pie para que pudiera quitarle el tanga y después el otro, abrió las piernas y quedé delante con la vista en primer plano de su coño, le pasé la lengua alrededor por los labios mayores y suavemente le fui lamiendo los menores, dejó ir un suspiro y un gemido apoyando sus manos en mi cabeza, le pasaba la lengua desde el agujerito hasta el clítoris subiendo y bajando, con dos dedos le abrí el chichi dándole vueltas con la lengua en la entrada de la vagina metiéndosela un poco, ella gemía fuerte agarrándome el pelo con más fuerza, subí presionando con la lengua y llegué al clítoris dándole vueltas alrededor lamiendo, Sonia empezaba a mover las piernas de un lado para el otro dándome señales que le gustaba lo que le hacía, fui haciendo los círculos más pequeños hasta acabar encima del botoncito lamiéndolo despacio, su respiración se aceleraba y sus gemidos se iban convirtiendo en pequeños gritos de placer, coloqué mis labios alrededor presionando y succioné un par de veces con la lengua encima haciéndole pegar un par de gritos dándole el cuerpo un espasmo.

SONIA: ¡Dioooosss!

Apoyó los codos en la cama levantando la cabeza, le miré los ojos y me incorporé para besarla con pasión cambiando la lengua por un dedo encima del clítoris, me agarró la polla con fuerza.

YO: ¿Te quieres correr?, dime que te quieres correr.

Me miró con los ojos encendidos y me besó con fuerza sin parar de pajearme.

SONIA: Me quiero correr, pero será follándote.

Me empujó por un hombro dejándome boca arriba, pasó una pierna por encima y se sentó en mi polla frotándola con su coño mojado, me volvió a besar y mis manos se posaron en su bonito culo, apoyó una mano en mi pecho y con la otra me agarró la polla colocando su agujero encima metiéndosela lentamente dejándose caer, suspiramos los dos del gustito y empezó a mover sus caderas mirándome intensamente.

SONIA: Me voy a pegar una corrida que vas a alucinar.

Subía y bajaba su culo metiéndosela y sacándosela, después cambiaba adelante y atrás, frotándose con mi pubis volviendo a la primera maniobra, iba cambiando acelerando sus movimientos de caderas y sus gemidos que cada vez eran más fuertes, sus ojos miraban los míos sin pestañear, su cuerpo se tensaba por momentos, se le ponían los mofletes colorados y de pronto se le pusieron los ojos en blanco, le empezaron a dar espasmos y pegó un grito enorme corriéndose de una manera bestial saliéndole del coño un chorro de no sé qué, que me dejó la barriga mojada, poco a poco se dejó caer encima de mí todavía con temblores, la abracé con su carita en mi cuello respirando fuerte, no entendía que había pasado, aquel chorro que salió de un liquido transparente no lo había visto nunca en mi vida. Sonia se fue tranquilizando.

SONIA: ¿Qué te ha parecido?

YO: Me has dicho que iba a alucinar y te prometo que lo he hecho. Ya sé que soy un pipiolo, pero, ¿podrías explicarme que ha pasado exactamente para que saliera ese chorro que no sé lo que es?

Sonia se moría de risa acariciándome la cara.

SONIA: Es que eres tan joven y con tanta buena fe que me encantas, le llaman eyaculación femenina, se ve que algunas mujeres tenemos más facilidad para tenerla que otras, en el momento del orgasmo es como si nos meáramos, aunque no es exactamente pis lo que sale. Más o menos es eso.

YO: Es que no lo había visto nunca.

Me agarró la polla pajeándomela despacio.

SONIA: ¿Quieres correrte cielo?

YO: No tengo prisa, me gustaría jugar un poco más si no te importa, y si puede ser volver a ver esa corrida tuya tan chula.

SONIA: ¿Si no me importa, tú sabes las ganas que tengo de follar contigo con el tiempo que hace que no lo hago?

Le besé los labios.

YO: Pues no lo sé, pero seguro que tú me lo dices.

SONIA: Menudo pedazo de cabrón estas hecho Rafita.

Levantó la cabeza y me besó metiéndome la lengua hasta la garganta, nos dimos la vuelta y le quité los zapatos para que estuviera más cómoda, le acaricié el coño con la palma de la mano comprobando que todavía lo tenía mojado, me fui estirando encima metiéndole la polla despacio hasta el fondo, Sonia suspiró poniéndome una mano en el pelo y otra en la parte baja de la espalda, yo empezaba con mis movimientos de cadera adentro y afuera moviéndome en círculos de vez en cuando, ella jadeaba y gemía suavemente, la mano que tenía en mi cabeza se la llevó a la boca mojándose un par de dedos que llevó a mi culo, me abrió una nalga con una mano y los dedos mojados los puso encima del ojete lubricándolo, yo abrí los ojos imaginando lo que me quería hacer.

SONIA: ¿No te lo han hecho nunca?

YO: Creo que me acordaría.

Le entró la risa y siguió pasándome un dedo por encima del agujero, yo seguía a lo mío y de pronto me metió la punta dentro, de la impresión di un golpe de cadera metiéndosela de un golpe fuerte y seco que le hizo dar un grito, lo sacó y lo volvió a meter dándole otro pollazo seco hasta el fondo pegando ella un grito más fuerte, cogimos el ritmo, ella follándome el culo con su dedo y yo metiéndosela con fuerza, los gritos que pegábamos eran para tirar la casa abajo, me aguantaba con las manos apoyadas en la cama, a Sonia le empezaron a subir los colores a la cara y a ponerse tensa, con la boca abierta de los gritos que daba estaba preciosa, esas señales ya las conocía de la primer vez y sabía que estaba a punto de correrse, me sacó el dedo del culo y pasó la mano encima de su chocho frotándose el clítoris.

SONIA (entre gritos): Rafa que voy, otra vez, que viene, que viene, me corrooo.

Se le volvieron a poner los ojos en blanco y le vinieron los temblores al cuerpo corriéndose otra vez, le salió otro chorro del coño chocando contra mi pubis esparciéndose por su cuerpo y la cama, me apoyó la mano en la cintura sin fuerza empujando un poco para que se la sacara y se acurrucó siguiendo con los espasmos, me estiré a su lado y la abracé, parecía tan indefensa en aquella situación que me apetecía abrazarla y que se sintiera protegida, me rodeaba con sus brazos acabando con los últimos espasmos.

SONIA: No te has corrido sinvergüenza, me vas a matar.

YO: No quiero correrme, quiero seguir así toda la vida, que no se acabe nunca.

Me abrazó más fuerte y se quedó en silencio, al cabo de un ratito bajó una mano agarrándome la polla pajeándola.

SONIA: Y con esto que haremos, porque así no creo que la quieras dejar.

YO: Está bien, me corro si me prometes que mañana estaremos juntos todo el día.

SONIA: Le dije a mi madre que pasaría a buscar a la niña por la tarde.

YO: Pues mañana la llamas y le dices que pasarás el domingo por la mañana.

SONIA: Si hombre, que cara tienes tío.

YO: Pues no me corro.

SONIA: Que tonto eres.

YO: Y tampoco respiro.

Levantó la cabeza para mirarme y yo cerré los labios con fuerza mirándole con los ojos muy abiertos, me dio con la mano en la frente riéndose.

SONIA: ¿Quieres dejar de hacer el crio?, que digo, si es que eres un crio, ¿qué vas a hacer?, va córrete como quieras y mañana ya decidiré que haré contigo.

YO: Vale, si me das un poquito de esperanza ya está bien.

Sonreía girando la cabeza de lado a lado.

SONIA: Hay Dios mío que tío, como quieres hacerlo.

YO: A cuatro patas, me quiero correr dentro de ti mirándote ese culito tan bonito que tienes.

Me dio un beso rápido en los labios.

SONIA: Venga va.

Me salí de la cama poniéndome en el borde y ella se giró levantando el culo en pompa acercándolo a mi polla, cuando estaba a punto de llegar me miró, se giró y me agarró la polla metiéndosela en la boca pegándole unas chupadas y succiones que me hicieron temblar las piernas, se la sacó y me miró descojonándose de risa de verme la cara que me había dejado, la agarré con fuerza por las caderas, puse la punta en la entrada del agujerito del coño entrándola un poco comprobando que estaba lubricada, se la metí de un pollazo tremendo chocando contra su culo, pegó un alarido girando la cabeza con una carita de cachonda tremenda, se lo volví a repetir y grito de nuevo apoyando la cabeza en la cama levantando un poco más el culo, perdí la cabeza y mi cintura se volvieron locas dando golpes adelante y atrás, sus gritos se juntaban con los míos, estábamos desatados y desbocados, notaba como el gusto se apoderaba de mí subiéndome por los huevos acercándose a la polla, ella gritaba, gritaba y…

SONIA: Otra vez, otra vez, me corro, me corro.

Noté como las piernas le empezaban a temblar y el cuerpo se le retorcía con espasmos, yo la sujetaba fuerte por las caderas corriéndome como un animal, al pegarle el primer lechazo en el coño Sonia dio un grito tremendo sacando un chorro directo a la cama, al que le siguieron uno por cada vez que yo descargaba un cañonazo de semen, cuando acabé perdí la fuerza, su cuerpo cayó a un lado saliéndole del coño una cantidad de leche tremenda, temblaba de gusto con los ojos cerrados, la volví a abrazar, ella no podía casi ni hablar, bajó una mano cogiéndome la polla pringada.

SONIA: Ahora está mejor.

YO: Ahora está en la gloria como yo.

Rió y se apretó mas fuerte contra mi cuerpo descansando, que mujer, la lección de aquella noche era impagable. Al rato ya descansados Sonia me hizo levantar.

SONIA: Vamos a cambiar la ropa de la cama que así no hay manera de dormir.

YO: Claro, como vas haciendo la ducha encima de la cama no veas como la pones.

Me dio un sonoro pescozón que me tiró la cabeza para adelante.

SONIA: Idiota.

Cambiamos la cama entre los dos riendo, me cogió de la mano y me llevó al cuarto de baño, puso la ducha en marcha y nos metimos los dos, me enjabonó todo el cuerpo y luego yo enjaboné el suyo, nos aclaramos y nos secamos volviendo a la cama, nos metimos tapándonos y ella se junto a mí apoyando su cabeza en mi hombro.

YO: Sabes Sonia que con tanto jaboncito por aquí y por allá se me está poniendo dura otra vez.

Levantó la cabeza mirándome a los ojos.

SONIA: Pues te esperas a mañana que yo no cambio ninguna cama más esta noche.

YO: Vale mamá.

SONIA: Calla idiota.

Cenamos con las velitas en plan romántico y volvimos a la habitación. Colocó su cabeza en mi hombro y nos dormimos con unas risillas que se iban perdiendo en la noche.