El Nacimiento de Melisa (Parte 1)
Hola mi nombre es Melisa, y les contare en esta primera parte acerca de mi vida, y como fue despertando en mi la Mujer que habitaba dentro de mi interior.
Mi nombre es Melisa, soy estudiante universitaria, tengo 30 años, soy de piel blanca, tengo cabello largo lacio hasta la cintura, y de color Negro, tengo 1.74 de altura, y mis medidas son 100 de busto, cadera 70, y cola 110, y Soy una Mujer Transgenero.
Yo nací, en el seno de una familia de clase media compuesta por mi Padre Raúl, mi Madre Mónica, y mis dos Hermanas Mayores Alejandra y Eugenia, y por ultimo Yo la más chica, y la más mimada.
Desde que tenía uso de razón, siempre fui diferente a todos los chicos de mi edad, era muy tímida y delicada, y no me gustaba jugar al Fútbol u otra clase de juegos brutos, donde me pudiera golpearme o ensuciarme.
Mi Papa era Policía, pero el dinero que el cobraba no alcanzaba, debido a que mi padre les salía de garante de alquiler a sus hermanos, y al no pagar la renta ellos, como mi papa era el garante, él debía pagar las deudas de sus hermanos, así que el salía a trabajar de Albañil para darnos de comer, así que él no estaba nunca en casa.
Por el lado de mi Mamá, ella era ama de casa, y tenía un problema de sobrepeso, producto de problemas que tenía ella en las glándulas tiroides, por lo cual le costaba bajar de peso, y aunque intento adelgazar nunca lo logro, ya que Ella siempre priorizo por encima de salud y cuidado de su apariencia física, que a nosotras nunca nos faltara nada, que, con el paso del tiempo, eso tuvo consecuencias graves.
En el caso de mis hermanas, primero esta Alejandra que tiene 41 años, y mi Hermana del medio que se llama Eugenia, que tiene 38 años. Alejandra está casada, y tiene un hijo, y ella es de un carácter fuerte, y que más adelante les contare una anécdota que me paso con ella, y en el caso de Eugenia, ella esta juntada y tiene una nena, y tiene un carácter más tranquilo y también tengo una anécdota con ella.
Las tres tenemos algo en común, el tema de la tiroides, solo que ellas se quejan de que engordan mucho en la cola y en las piernas, y Yo por mi parte estoy agradecida de la vida, porque sumando las pastillas que utilizo para el tratamiento, mi cuerpo se ha ido desarrollando bien, y que Yo luzca más femenina.
A continuación, ya sin más retraso, les contare mi primera experiencia con un hombre.
Cuando tenía más o menos 5 años, tenía un amigo de mi misma edad llamado Nahuel, él era un chico delgado y un poco alto para su edad, y yo en esa época era un poco gordita.
Un día Nahuel, me propuso jugar un juego nuevo llamado "La Casita", y solíamos jugar debajo de una mesa rectangular, que estaba en el patio de mi casa, y poníamos una manta o colcha encima, de forma que quedara colgando por los lados.
Cada uno tenía un rol asignado, donde Nahuel era el Papá, y a mí me tocaba desempeñar el rol de la Mamá cosa que no me gustaba, pero como Nahuel tenía una personalidad fuerte, el imponía su voluntad a la hora de que juegos debíamos jugar, y si no lo hacía, el amenazaba con irse y no volver a jugar más conmigo, por lo cual yo siempre hacia todo lo que él quería.
Al principio jugábamos al doctor, o a la Cocinita, como la habíamos visto en el programa mexicano “El Chavo del Ocho”, pero para darle más realismo, uno de esos días, a Nahuel se le ocurrió que debíamos Besarnos, cosa que el había visto hacer a sus padres, y Yo como era inocente, y tenía miedo que no jugara más conmigo, acepte hacerlo. Al principio comenzamos con piquitos inocentes, y con el paso del tiempo con besos de lengua, cosa que no me gustaba, porque el aliento de Nahuel era fatal, además de que Yo sentía en el profundo de mi ser que estaba mal, y también me daba miedo que alguien nos descubriera, pero con el paso de los meses me fui empezó a gustar, hasta que un día mi relación con Nahuel cambio.
Ese día, salí por la tarde a andar con mi bicicleta roja, y Yo daba un par de vueltas alrededor de predio de mi escuela primaria que está en la esquina de mi casa, y que ocupa una manzana, así que yo daba vueltas alrededor, hasta que justo en la esquina apareció Nahuel con una rama con espinas. Al principio pensé que estaba jugando, pero luego me di cuenta que intentaba lastimarme, así que daba la vuelta a la manzana, y me cortaba el paso, y Yo abre estado como media hora intentando llegar a mi casa, pero él no me dejaba. Luego de esperar casi media hora más, decidí volver a mi casa esperando que Nahuel se haya cansado de perseguirme, y el allá vuelto a su casa, así que mire si él estaba, y como no lo vi, decidí volver.
De repente ocultos detrás de unos árboles, un grupo de chicos como de 18 años de edad, me cortan el paso, y uno me golpea en la mejilla haciéndome caer de mi bici, y el que me golpea era el hermano mayor de Nahuel. Yo estaba en shock, llorando en el piso sin saber porque me hacían eso, cuando el Hermano de Nahuel me dice con un tono amenazante, y a los gritos
- ¡Vos no te acercas más a mi hermano, o te cago a trompadas, me Escuchaste bien!!
Luego ellos se fueron, y Yo me fui asustada, llorando a mi casa, y le conté a mi mama que me habían amenazado, por lo cual mi mama fue a quejarse a la madre de Nahuel, y desde ese día Nahuel y Yo, nunca más volvimos a jugar juntos .
Nunca supe porque nos peleamos, pero supongo que Nahuel le abra dicho cualquier mentira a los hermanos, sin decir la verdad de lo que paso entre nosotros, pero Yo nunca volví a ser la misma persona desde ese entonces, porque algo cambio en mi vida, y a mí me gustaba ese cambio.
Sé que esta página es de Relatos Eróticos pero, para mí, contar cosas que me han pasado en mi vida me hace bien.
Más adelante, subiré la segunda parte de mi historia, y espero que la hayan disfrutado, y les mando muchos Besos, ¡Melisa!