El nacimiento de Betty

Hola, este fue mi primer encuentro como Betty, es mi primer relato espero y les guste (tiene fotos mias).

Hola, antes que nada les diré que pensé mucho escribirles este relato. Siempre e leído los relatos que aquí se publican y e leído muchos relatos bastante interesantes, así que espero que este relato que escribo les guste y sea de su agrado.

Mi nombre es Betty y soy travesti de closet. Soy de Monterrey N.L. México, mis inicios ni yo estoy seguro de cómo fue, lo que si recuerdo es que tenia a un amigo de mi trabajo que siempre me veía con mucha insistencia, hasta que un día de plano me lo soltó de golpe, me dijo que tenia un cuerpo y unas nalgas de vieja, que si yo gustaba el me haría el favor.

Este comentario creo que fue el que cambio el rumbo de mi vida, puesto que este amigo mío siempre que me miraba no quitaba el dedo del renglón y siempre tenía halagos para mi cuerpo, hasta un día de plano me dijo que me pagaba una lana por tener sexo conmigo.

De ahí en delante fue cuando puse mas atención en mi cuerpo, y en efecto tenia unas piernas estéticas y bien formadas puesto que siempre me a gustado hacer ejercicio, mis nalgas están paraditas y redonditas mi cintura es bastante delgada pues soy talla 27 en hombre, en ropa de mujer después supe que soy talla 3, mi cara tiene rasgos finos y muy femeninos, en fin todo mi cuerpo era más que perfecto para lo que después nació en mí.

Fue así como empecé a fantasear pensando en como me vería si me vestía de chica. Al principio reconozco que era un poco torpe y mala para lograr dicho cambio, por eso me llama mucho la atención de chicas travestís que escriben su relato y que en la primer vez que se visten conquistan a todo el mundo.

Yo empecé buscando fotos de chicas, modelos y travestís. Y después de mucho practicar perfeccioné la forma de maquillarme, al vestirme y maquillarme nace una chica que la verdad hasta a mi me gusta (muchos creo que les pasa lo mismo).

Mi segundo paso fue tomarme unas fotos y subirlas a comunidades de travestís para ver si tenía un buen impacto de mi persona, grande fue mi sorpresa al descubrir que a mucha gente le gustaba mi faceta de chica. De ahí empecé a tener más confianza en mi misma y me anime a chatear con personas, al verme en fotos la mayoría me invitaba a vernos para tener sexo, cosa que me gustaba y me ponía a mil. Asta que un día me animé y quede de verme con un chico al cual había conocido en el Chat.

Al hacer la cita me sentía sumamente excitada y debo de confesarles que sentía cierto temor, pero algo en mí quería tener esa experiencia que tanto había soñado lo que me dio confianza es que esta persona me había dicho que vivía solo y que no habría problemas, así que me decidí y fui a su encuentro. Me puse una mini sumamente chiquita y unas medias de malla y una blusita negra que se me ajustaba más a mi cuerpo, botas blancas de tacón alto y un maquillaje que demostraba que era una vampireza en busca de sexo.

Debo de confesar que sentí ganas de dar media vuelta y salir corriendo cuando toque a su puerta. Solo que me detuvo esa mirada y esa maravillosa sonrisa que nunca olvidare, al verme me dijo:

-Vaya no pensé que fueras tan hermosa Betty, pasa

Al pasar supe que ya no habría marcha atrás así que decidí que lo que tendría que pasar tarde o temprano pasaría, el siempre se comporto muy amable siempre y me dijo:

-Es tu primer vez que estas con alguien verdad? -Si. Le conteste.- y me dijo no te preocupes, todo esta bien. Esas palabras me daban mucha tranquilidad, ya de ahí fue mas fácil, tomamos unas cervezas que me relajaron, después de 6 cervezas mas o menos me dijo: -Vamos a mi recamara? –Si le conteste.

Ahí fue fantástico, debo de confesarles que no estaba dotado ni la tenia grande como a mi me hubiera gustado, pero su forma y su trato para conmigo me encanto, en realidad me trataba como a una chica, al estar en su recamara me pidió que le hiciera sexo oral; cosa que trate de hacerlo lo mejor posible. Metía su pene y lo mamaba con gran maestría, cosa que a el le encanto mientras el jugaba con mi ano, acariciándolo y metiendo uno de sus dedos y eso a mi me encantaba aunque me quitaba un poco de concentración en la mamada pues sentía riquísimo después de varios minutos de estársela mamando me dijo: -Ya no sigas, que así no quiero terminar. Se coloco un condón y me pregunto si estaba preparada para ser penetrada y le conteste que si que de veras lo deseaba.

La penetración se los juro no fue nada fácil, pues aunque lo deseaba, simplemente no entraba y cuando estaba a punto de entrar me dolía horrores. No se como muchas escriben que su primer vez fue fantástico y fácil y sobre todo sin dolor…..

Después de varios intentos fallados me dijo que se pondría crema y fue al tocador y trajo una crema que tomando un poco con su mano me la empezó a untar en mi culito, y mientras la untaba metía un dedo, después metió dos y siguió acariciando y metiendo los dedos en mi ano hasta que me dijo:

-Creo que ya estas lista mamacita ahora si te voy a meter mi verga.

-Si hazlo ya le conteste sin titubear.

Ahora si la penetración fue mas fácil, aunque el dolor si disminuyó seguía doliéndome pero ahora si ya no le dije nada dejé que la siguiera metiendo, y cuando estuvo dentro de mi, me sentí completa, feliz. El me había tratado con delicadeza y al mismo tiempo con fuerza, su ritmo de meter y sacar fue sincronizado, sublime diría yo ya que me sentía en las nubes. Sentía la embestida de su virilidad furiosa entrando en mi ano ahora hambriento de sexo. Besaba mi espalda y empujaba con más fuerza, por momentos pude sentir que su verga parecía inflamarse en la maraña de mis intestinos.

--¡Más, más, más! – era mi única palabra que se escuchaba dentro de su habitación.

Su par de bolas calientes se estrellaban en mis nalgas, partidas por esa verga recubiertas de venas gruesas como raíces de árbol. Lo mejor de todo fue su eyaculación. Me dijo que se vendría y aumento el ritmo haciéndolo mas violento y veloz, y cuando sentí que su esperma brotaba con una enorme presión, lanzó un grito que sintetizaba todo el placer que había encontrado y que sentía al estar penetrándome. Su cuerpo se agitaba como un toro moribundo sobre mi cuerpo. Sus estertores le hacían arquearse y más se enterraba en mi interior, como si quisiera exprimir hasta la última gota de placer que le quedaba.

Yo también me vine casi en ese mismo momento sin siquiera tocarme, aquella sesión fue memorable. Esa noche aprendí infinidad de formas y posiciones para ser penetrada pues el fue un maestro en cuestiones de hacer el sexo. Esto sucedió ya casi a un año y no lo busqué ni lo he vuelto a repetir, aunque me sigo vistiendo y sigo perfeccionando mis técnicas de maquillaje ya no he salido, espero hacerlo pronto pues a mis 41 años se que me queda poco para seguir con este juego que me encanta. Es mi primer relato espero que les haya gustado y si tengo otra experiencia similar se las escribiré de nuevo.