El morbo es un placer (1)

Habiamos ido de campamento y jorge se hizo un corte... inmediatamente le pedi a sus dos amigos que le llevasen a la tienda y le desnudaran para ponerle una inyeccion antitetanica.

Relato: "El Morbo es un placer por Juanfra"

La historia que viene a continuación me la contó un amigo que tuve cuando íbamos de campamentos, pero la contare como si me hubiera sucedido a mi. Me da mas morbo.

Habíamos salido de campamento tres monitores y llevábamos aproximadamente 10 chicos entre los 18 y 19 años. Montamos el campamento en una montaña que conocíamos bien, cerca del pueblo de Cercedilla que tenia un rio cerca y con el pueblo a 2 horas de camino por si hiciera falta comprar algo.

Ese día todos se habían bajado a Cercedilla y yo me quede vigilando el campamento, y también se quedaron tres chicos porque no les apetecía ir.

Yo estaba arreglando el botiquín cuando entro Luis.

  • Juanfra ven corriendo que Jorge se ha caído y se ha echo sangre.
  • (se le notaba un poco nervioso) tranquilízate, venga llévame donde esta.

Llegue donde estaba Jorge y revise la herida, no se había echo gran cosa pero el chico estaba muy mareado de ver su sangre, la verdad es que era un poco cagueta. Le limpie la herida y le puse una compresa y un esparadrapo.

  • Bueno, esto no es nada les dije. Lo único es que tendré que ponerte la antitetánica por si acaso.

Jorge se puso a llorar y a decir que no quería que le pincharan.

  • Vamos chico es un pinchacito nada mas (le dije para tranquilizarle)
  • Vosotros le lleváis a su tienda y le preparáis una cama con los sacos de dormir y yo voy a por la inyección.

Deje que se lo llevaran a la tienda mientras yo buscaba la inyección , el alcohol, la jeringa y demás.

Cuando llegue a la tienda me quede un poco sorprendido. Entre Luis y José habían puesto varios sacos de dormir doblados. Habían tumbado a Jorge boca a bajo sobre los sacos que le llegaban hasta la cintura y el resto del cuerpo caía fuera, le habían bajado los pantalones y los calzoncillos hasta las rodillas para que yo le pusiera la inyección y con una postura medio arrodillado y con el culo ligeramente en pompa . También observe que José y Luis se habían quitado la camiseta, los dos estaban como sujetándole para que no se resistiera a la inyección, Uno estaba en la cabecera y pasaba un brazo por la espalda de Jorge. Me estaba dando la sensación.... si , tenia el pene muy cerca de la espalda del chico. Y Luis le sujetaba las piernas pasando un brazo por debajo, y tenia que estar rozando el pene de su amigo.

Pero este parece que no se enteraba de nada, estaba como mareado. Y entonces me quite yo también la camiseta (uf que calor, les dije) y comencé a ponerle la inyección. Saque el algodón y lo moje en alcohol, acto seguido empece a limpiar la parte superior de la nalga derecha. Cuando iba a clavarle la aguja, Jorge se retorció un poquito y dijo. - Me vas ha hacer daño, no quiero que me la pongas.

Note que los chicos sujetaban a Jorge mas fuerte, José apoyándose contra la espalda del herido y Luis apretando las piernas con sus brazos, los dos estaban colorados como un tomate y se les notaba que estaban super nerviosos.

En ese momento se me ocurrió una idea que me hizo ponerme nervioso también a mi de excitación.

  • Quieres que te de un relajante muscular Jorge, y a si no te dolerá nada.

Me dijo que si inmediatamente, me acerque a su oreja y le susurre.

  • Te han puesto alguna vez un supositorio ( le dije al oído , pero lo suficiente fuerte para que lo oyera José que estaba a mi lado).
  • No, nunca.
  • Bueno no se siente nada, no te preocupes, y hará que no te duela la inyección.
  • Esta ....bien, no quiero que me duela.

Salí de la tienda y en la puerta oí como José le decía a Luis.

  • Le va a poner un supositorio, tron. y los dos lanzaban risitas histéricas.

Ante de irme al botiquín les dije desde la puerta:

  • relajarle un poco y... le preparáis.

Me estaba imaginando a los dos, preparando a Jorge para que yo le pusiera un supositorio y me estaba poniendo malo de la excitación que me estaba produciendo todo.

Volví a la tienda con la caja de supositorios Rovi que siempre llevábamos, y la deje en el suelo mientras observaba. A Jorge le habían bajado los pantalones y los calzoncillos hasta los pies y le habían quitado la camiseta con lo que parecía estar totalmente en pelotas y con el culito en pompa, solamente esta visión me hizo ponerme a temblar.

Enseguida me percate que los dos se habían quedado en bañador (lo llevaban debajo del pantalón, por si íbamos al río) José estaba muy empalmado y se tapaba con un saco para que no le viéramos, y Luis hacia verdaderos esfuerzos con las

manos delante para tapar la tienda de campaña que le estaba provocando su pene erecto dentro del bañador.

  • Haaa...ace un calor horrible. dijo Luis cuando observo que le miraba.
  • Tu....., no tienes, .... calor.

  • Si, la verdad es que hace mucho calor aquí dentro. Conteste

Y me saque la camiseta, me quite las zapatillas de deporte. y cuando fui a coger la caja de los supositorios Luis volvió a decir.

  • ¿No te quitas los...?. ( No le salían las palabras de lo nervioso y cortado que estaba).
  • Si claro, hace mucho calor.

Y me baje los pantaloncitos cortos que llevaba, yo tenia puesto un bañador largo que disimulaban bastante bien que mi pene estaba como el acero, pero note las miradas de ambos sobre mi , y luego como se pusieron de colorados cuando levante la vista y les vi.

Yo, ya había decidido que iba a entra en su juego.

  • Ya veras como no te va a doler nada. Le dije a Jorge pero el estaba tan mareado que no contesto.

  • Le abres un poco las piernas, Luis para el supositorio.

Yo me dispuse a sacar un supositorio de la cajita y observe a Luis como abría las piernas de Jorge, como no podía, porque los pantalones bajados se lo impedían, me miro y yo hice un movimiento de asentimiento con la cabeza. Entonces el, le quito completamente los pantalones y los calzoncillos y dejo a Jorge totalmente en pelotas (Jorge no se había puesto debajo el bañador). Temblando como una hoja le abrió las piernas, y en ese momento los tres mirábamos el culito del chico y vimos aparecer su ano, creo que nos dio un vuelco al corazón a la vez.

Quite el envoltorio del supo y lo chupe para que se deslizara mejor, deslice mi mano izquierda por la rajita hasta el ano y con dos dedos lo abrí un poco, mis manos estaban temblando, enseguida introduje la punta del supositorio medio centímetro, y le dije.

  • Relaja un poco el culito Jorge, así entrara mejor.

Luis que no hacia mas que aproximarse, le paso otra vez el brazo por debajo de las piernas, mientras le decía casi sin que le salieran las palabras.

  • Re....lájate, relaja el culo.

Note que subía el brazo hasta el pubis de Jorge. y luego lo bajaba, le estaba rozando el pene el muy listo.

Entonces, seguí introduciendo el supositorio y ... detrás de el, mi dedo índice hasta el fondo y lo deje un rato en esa posición.

  • Hay que taponar un rato para que no se salga. Les dije y ellos asintieron.

Los tres estabamos temblando.

Ahora notaba que el bañador de José exhibía una manchita donde acababa su pene, ya no se ocultaba tanto. y la tienda de campaña de Luis también mostraba signos de estar húmeda.

Saque el dedo del culito de Jorge y le vi revolverse un poco.

  • Ya veras como enseguida te hace efecto, y luego no notaras la inyección.

Y a continuación en una súbita inspiración dije:

  • Bueno, en realidad... todos deberíais poneros la antitetánica por si acaso.

Casi al unísono dijeron:

  • Si, si, si pónnosla a nosotros también... por si acaso ( esto ultimo lo dijeron casi sin palabras). Pero se notaba la excitación que mi nueva propuesta les hacia.

  • Bueno mientras le hace efecto el calmante a Jorge te la puedo poner a ti

  • Vale dijo José sonriendo y colorado como un tomate

Se tumbo y se bajo el bañador hasta los pies

Entonces moje un algodoncito en alcohol y mientras le limpiaba el culito dijo.

  • Pero...

Casi no podía hablar, estaba temblando como una hoja

  • Duele mucho esta inyección? ... yo... yo.... yo también quiero un relajante como a Jorge.
  • Vale de acuerdo.

Quería que el juego siguiera y les dije:

  • Mientras veo como esta Jorge...Luis... haz el favor, ponle tu el supositorio

Note como Luis asentía y alargaba una mano temblorosa hacia la cajita de supos. que estaba al lado de José y como estaba tumbado se revolvió en el suelo para hacercarsela y en ese momento nos mostró por un momentito su pene tieso como un palo y pudimos ver el liquidito que colgaba, de lo excitado que estaba.

No pude dejar de mirar como le abría el culito y nos mostraba su ano sonrosadito y luego chupaba el supo y se lo metía despacito

  • Manténlo un rato dentro como ha dicho Juanfra.... Luego, te lo pongo yo a ti. vale?. dijo José.
  • Luis soltó una risita histérica y solo dijo, Si..si,si.

Me dispuse a poner la inyección a Jorge que seguía allí tumbado sobre los sacos de dormir, aparentemente ajeno a todo.

Mientras le clavaba la aguja vi que Luis se bajaba el bañador y que José no se subía el suyo, sino que empezó a quitar el envoltorio al supositorio, así en pelotas como estaba.

Luis se puso a cuatro patas con el culito en pompa esperando que le metieran el supositorio.

Me quede un rato contemplando la escena, mi pene parecía una maza dando golpes sobre un tambor, se había puesto a palpitar y notaba mi bañador empapado.

Puse la jeringa contra la aguja y empece a inyectar el liquido, estaba de lado sobre él y empece a notar que su pene también estaba como un palo y que un hilillo de liquido bajaba hasta el suelo de la colchoneta.

¡¡¡Así que... Jorge también estaba gozando con todo aquello!!!.

Mire hacia atrás y vi ante mi a José con un dedito dentro del culo de Luis que se había erguido y estaba de rodillas, sus dos penes daban pequeños espasmos mientras miraban como ponía la inyección a Jorge.

  • Ahora... ahora...nos pinchas a nosotros, soltó Luis.

Acabé de poner la inyección y les dije.

  • Bueno voy a por mas inyecciones, ahora vuelvo

Desde la puerta oí una risita nerviosa, y a uno de ellos que le preguntaba a Jorge:

  • Te ha dolido cuando te clavaba la aguja.
  • No, (dijo Jorge) lo que mas duele es el liquido. ahora casi no me puedo sentar, ha sido la hostia, tíos, casi me corro.

Cuando volví, estaban los tres sentados sobre el suelo de la tienda y se habían puesto todos el bañador.

  • Bueno quién va a ser el siguiente. pregunté.

Como no contestaba nadie dije:

  • Bueno José ve preparando el culete.
  • No... primero Luis, venga Luis tú primero.
  • No,no no quiero que me pinchen.

Vaya,vaya aparecía un nuevo juego

Como vi que Luis no se decidía les dije.

  • Bueno vosotros, preparar a Luis para la inyección.

Parecía que a los tres le molaba el nuevo juego de.... resistirse, y a mi... me ponía a cien.

Los dos amigos se pusieron inmediatamente de acuerdo, uno cogió a Luis de la cintura y otro de lo pies. y aunque Luis se resistía un poco lograron ponerlo sobre los sacos de dormir. El chico siguió un poco mas con el juego de resistirse, diciendo que no quería que le pusieran la inyección, medio lloriqueando y vi a Jorge abrazándole por

la cintura y mirando extasiado como su compañero le bajaba el bañador. Luis se resistía y se lo volvía a subir y volvía a lloriquear y a revolverse y a decir que le iban a hacer mucho daño, pero José era implacable y le volvía a bajar el bañador y se daba el lote rozando el pene tieso de Luis. Al final José se sentó en el suelo y puso a Luis encima suyo sujetándole las piernas y poniéndole una mano sobre el culo.

Yo, ya tenia la inyección en una mano y el algodón mojado en alcohol en la otra. y le dije a José.

  • Quitaté tu también el bañador y a si te pincho después.

No se lo pensaron ni un momento y Luis apoyo las manos en el suelo y levanto el culo para que José que estaba debajo se quitara el bañador. Ahora la postura que mantenían me ponía a 100. El chico estaba en pelotas sentado en el suelo con las piernas extendidas y con su amigo también en pelotas, encima suyo y boca abajo, sus dos penes estaban en contacto y las caras de los dos chicos estaban rojas de placer.

  • Sujétale fuerte que no se mueva.

Muy despacio, limpie completamente la nalga derecha del muchacho, blanca como la nieve y sin un solo pelo. El reaccionaba a los movimientos de mi mano moviendo suavemente el culito y a veces poniéndolo un poquito en pompa. No podía evitarlo mis pulsaciones habían subido al limite y le hubiera lamido todo el cuerpo, pero quería prolongarlo, pensando en que no volvería a tener una situación así en la vida.

  • Te voy a dar un pequeño masaje para que te relajes un poco Luis.

Deje el algodón a un lado y mis manos empezaron a rozar casi levemente ese culito tan rico. Me producía un gran placer empezar en una nalga, atravesar su rajita y continuar por la otra nalga, después subía hasta su columna vertebral y muy despacio iba bajando hasta encontrarme con su ano todavía muy cerradito. En ese momento Luis emitía un gemidito y levantaba ligeramente el culito introduciéndose el mismo mi dedo unos centímetros. Continúe ese juego hasta que los gemidos de Luis nos contagiaron a todos y los demás chicos me bajaban el bañador dejándome en pelotas. La siguiente vez que repetí el juego de bajar por la columna vertebral hasta su ano, Luis se irguió con el culo en pompa de tal manera que se metió los cuatro dedos que acariciaban su ano, y emitió un gemido enorme. Saque los dedos de su ano le di tres cachetitos en el culo y le clave la aguja rápidamente, me dispuse a introducirle el liquido él se puso tenso.

  • Sabes Luis hay una forma de que duela menos.

  • Cuuuuaaallll . Me contesto casi sin que le entendiera. por los gemiditos que emitía.

  • Bueno... si te masturbas a la vez..., no solo no te duele si no que... te da un gran placer.
  • Vaaaale. Empezó a meneársela y le dije.

  • Espera... espera un poco. Ponte a 4 patas Luis.

Y susurre algo al oído de José.

José sin pensárselo, se deslizo hacia abajo hasta dejar su boca a la altura del pene de Luis. con su mano derecha le cogió el pene y le bajo la piel dejando al descubierto el glande sonrosadito del que salía un pequeño hilillo de un liquido transparente.

A continuación, saco su lenguecita y empezó a lamer el pene de su amigo.

Luis ya se había desbaratado por completo en gemidos y al contacto de la lengua de José sobre su pene se puso a temblar como un flan .

En ese momento empece a inyectarle el liquido. el chico siguió jadeando

Yo estaba de rodillas y ligeramente inclinado hacia delante cuando note a Jorge a mi espalda, su pene había golpeado mi nalga derecha y en seguida había resbalado hacia la nalga izquierda de lo mojado que estaba.

Yo se lo que buscaba, pero el chico, era novato.

Luego note sus manos que buscaban mi ano, lo encontraban y lo exploraban. Yo casi no podía seguir poniendo la inyección, pero seguí apretando la jeringa.

De repente note que su pene había encontrado el camino y con lo húmedo que estaba se abría paso hasta lo mas hondo de mi culo.

Nunca he vuelto a sentir unas culadas como las que me propino aquel chaval, parecía que cabalgaba sobre mi, la sacaba muy despacio para que no se le saliera y acto seguido pegaba un espasmo y me la clavaba otra vez, sintiendo sus dos pelotitas sobre mi culo. Joder, me voy a volver a correr de recordarlo.

Termine como pude de poner la inyección a Luis, se había corrido dos veces el tío sobre la boca de su amigo y aún seguía con el pene tieso.

  • Aaahooorra te toto...ca a ti José, ve preparando el culo.
  • Siiiiiii, pin chaaaaa meee a mi tamm bieeeen.

Se estaba corriendo el solito sin que nadie le tocara.

Yo seguía con el pene de Jorge dentro, había parado un minuto para coger fuerzas.

Ahora era José el que se ponía a 4 patas con el culo tan en pompa que no pude evitar llevar mi lenguecita a su ano y probar aquello. El chico jadeaba y volvió a empalmarse otra vez, aunque ya Luis se estaba encargando de ello con su lenguita.

Joder este chico si que era un experto, con una mano le bajaba la piel del pene mientras con la otra le apretaba los huevecitos. y lamía el glande de una forma que José quería huir elevando el culo y metiéndose mi lenguecita mas.

Me erguí mientras recibía mi culo una embestida, y cogí otra inyección, yo también estaba frenético le limpiaba todo el culito con el algodón o le metía un dedito en el culo o le daba un cachete fuerte en una nalga. los 4 jadeábamos.

Le clave la aguja y le introduje el liquido y en ese momento se corrió y nos contagio a todos, note el semen caliente de Jorge en mi culo, vi la cara de Luis chorreando semen. Desclave la aguja rápidamente y metí mi polla entera al primer culo que vi, todavía sentía un pene en mi culo y empece a correrme y a gritar.... todos gritábamos.

No se que paso después, creo que estabamos todos roncando. o desmayados quien lo sabe.

Que el destino nos dé otra experiencia igual.