El morbo del topless (epílogo)

Cuando tu novia hace topless se producen una serie de sensaciones que desatan tus más locas fantasías

DAVID

Han pasado ya tres meses desde el verano más morboso de nuestra vida. Las cosas no han cambiado en nuestra vida de pareja. Lo de Raúl fue algo que pasó y que nos ha servido para estar aún más unidos. Las primeras semanas después de aquello fue un morbo constante. En cuanto teníamos un momento acabábamos follando. Siempre recordando aquella noche en la casa de la playa con Raúl. Eso y todos los momentos vividos en esas vacaciones

Como todo, con el paso del tiempo, se empieza a enfriar y aunque sigue presente en todas nuestras relaciones sexuales parece que poco a poco van perdiendo intensidad aquellos recuerdos. Le he planteado muchas veces a Ana hacer algo parecido pero siempre dice que ni hablar. Lo que pasó estuvo muy bien pero no quiere repetir.

Ana lleva ya un par de meses trabajando para Raúl. Como siempre le pasa parece haberse hecho imprescindible en su nuevo trabajo. Últimamente llega bastante tarde ya que está montando ella sola todo el departamento y debido a eso nuestras relaciones han bajado dejándolo solo en los fines de semana que ella está más descansada.

Por mi parte estoy deseando repetir y vivir alguna aventura más como la del verano pero le haré caso a Ana con eso de que esas cosas hechas habitualmente solo traen problemas. Me paso casi todo el día solo en casa a excepción de las horas del trabajo pero siempre al regresar me encuentro la casa vacía. Me alegro por Ana que disfruta en su nuevo trabajo pero tengo demasiadas horas para mí solo. A la vuelta del trabajo voy al gimnasio pero al llegar a casa no tengo mucho que hacer y casi siempre acabo delante del ordenador viendo porno o chateando con desconocidos y fantaseando contándoles lo que hizo en vacaciones. Fue demasiado morboso y cada vez que viene a mi cabeza acabo masturbándome si estoy solo. Algunas veces incluso cojo las braguitas que se quita cada mañana al ducharse y me masturbo mientras las huelo. Ese olor íntimo de Ana me pone cachondísimo y en esos momentos sería capaz de cualquier cosa.

Ahora mismo las tengo en la mano. Las acerco a mi nariz e inmediatamente mi polla reacción poniéndose durísima. Empiezo a masturbarme con una mano mientras que con la otra las sostengo en mi mano. Mi mente vuela a esa imagen de ana dejándose comer el coño y el culo por Raúl. Como le miraba. Como me miraba, Como le apretaba la cabeza dentro de ella y como se corrió para que yo la viese mientras nos mirábamos. De repente un mensaje interrumpe mi paja

- “Nuria Playa: Hola David, cuánto tiempo. ¿Cómo te va la vida cielo?....

ANA

Llevo dos meses incorporada a la empresa de Raúl. Creo que ha sido la mejor decisión de mi vida. Después de todo lo que pasó en vacaciones he de reconocer que tuve dudas. Recuerdo que la mañana siguiente a nuestra noche con Raúl me encontraba nerviosa. Hasta que no nos fuimos de allí no me relaje. No quería encontrarme a nadie. Menos mal que salimos temprano con la primera parada en la farmacia para comprar la dichosa píldora. Me pasé todo el viaje de vuelta pensando si debía o no aceptar este trabajo. No fui capaz de decidirme hasta dos semanas después que me bajó por fin la regla. Justo ese día recibí la llamada de Raúl donde me propuso ir a una entrevista con el resto de socios de su empresa. No me dejó mucha opción para decir que no y ahora se lo agradezco.

Acudí quizás un poco nerviosa a aquella cita. Raúl me había citado en una cafetería cercana y desde el primer momento me dejó claro que en la empresa era otro mucho más serio de lo que habíamos conocido. Recuerdo que me dijo. Le noté bastante más frío de lo que yo le recordaba. Ni siquiera hizo mención a nada de lo que pasó, cosa que por mi parte agradecí. Cuando subimos me presento al resto de socios. José, director de contabilidad y con el que tendría que trabajar conjuntamente. Pedro, director del área financiera. Javier, del área comercial y por último Luis, que ya debería haberse jubilado, pero como dueño de la empresa seguía dirigiéndola y además era el más encantador de todos.

Finalmente decidí incorporarme y creo que ha sido la mejor decisión de mi vida. Trabajo muchísimas horas, sobre todo ahora al principio ya que tengo que montar todo el departamento que tenían externalizado pero poco a poco va avanzando y creo que dentro de poco podré relajarme un poco más.

Con Raúl las cosas han sido fáciles. El no ha hecho mención alguna a lo que pasó y por mi parte prefiero que quede en el olvido. En el trabajo se comporta mucho más serio y es un profesional en toda regla. Lleva todo el departamento legal. Por mi parte agradezco no haber tenido ni que hablar del tema. Quedará como la persona que hasta la fecha me ha echado el mejor polvo de mi vida, no sé si por el o por la situación pero desde luego fue el mejor. A raíz de eso acudí al ginecólogo y he empezado a tomar la píldora. Este fin de semana ya podré tener relaciones sin protección con David. Se llevará una sorpresa porque no sabe nada.