El morbo de ser corneada

Ver a mi esposo ponerme los cuernos me enfurecio pero el morbo me pudo y folle con su jeje.

Hola a todos, he de deciros que me encanta leer vuestros relatos y creo que ha llegado el momento de que sea yo quien os cuente otra de mis vivencias. Me recordareis por mi anterior relato de ya hace algún tiempo "Mi primera infidelidad con dos hombres". Aunque he tenido alguna que otra aventurilla os voy a relatar lo que aconteció a finales de mayo.

Recordareis que mi esposo José es bombero en Valencia, bueno pues hacia unas semanas el jefe del grupo se había prejubilado y decidió invitar a la gente de su grupo con sus respectivas parejas a pasar un fin de semana en una finca que posee en el campo.

Federico que así se llama el jefe, tiene 60 años, de cuerpo atlético, pelo blanco y mide sobre 1,83. Era conocido en el grupo con el sobrenombre de caballo, después pude comprobar el motivo.

Este vivía con una chica de 25 años que hacia un par de meses había colocado en la central de avisos del parque de bomberos, y que bien sea dicho traía de cabeza a todo el cuerpo.

Llegamos a la finca el sábado a las 10,30 horas y nos recibió Ana (la chica cañón del jefe) la que nos indico nuestra habitación y nos hizo saber que el resto de gente se encontraban en la piscina climatizada bañándose y tomando unos aperitivos.

Nos colocamos los trajes de baño y bajamos a la piscina. A José le hacia ilusión que me pusiese un nuevo bikini que había comprado el cual estaba compuesto por un sujetador que cubría con bastantes apuros las aureolas de mis pechos y la parte de abajo era una minúscula tanga. Aunque no me hacia mucha ilusión debido a que había gente que no conocía y no sabia como podían reaccionar accedí. Al llegar a la piscina mi nerviosismo paso al ver que había alguna chica que también usaba tanga e incluso estaba tomando el sol en TOPLES.

Nos estuvimos bañando y tomando copas, nos íbamos mezclando charlando con unos y con otros entre alguna que otra miradita obscena y algún roce fortuito hasta que se nos aviso que la comida esta servida.

Después de comer algunos volvieron a la piscina y otros, ente ellos José y yo decidimos ir a nuestras habitaciones a echaron una siesta.

Sobre las 16,15 horas desperté y mi esposo no estaba en la habitación, abrí la puerta de acceso a la terraza, coloque una toalla sobre una hamaca y me dispuse a tomar el sol. Aprovechando que no había nadie solo llevaba puesto el tanga.

A los pocos minutos oí llantos y jadeos en alguna de las habitaciones contiguas que también dan a la misma terraza, la curiosidad me pudo y me busque de donde venían los llantos, cual fue mi sorpresa cuando vi a mi esposo acostado en la cama y a la zorra de Ana arrodillada comiéndole la polla.

Sé que yo le havia puesto los cuernos a Jose pero nunca pensé que me pudiese sentar tan mal que él mi los pusiese a mí. Iba a ir a la habitación a coger mis cosas y marcharme pero el morbo podía mas que mi cabreo,

Ahora era mi queridísimo quien estaba comiéndole la almeja a Ana que sé retorcía de placer.

Mis pezones se habían puesto duros y mi coño estaba empezando a mojar el tanga cuando desde atrás oí que me decían:

Que te parece como aprovechan el tiempo, perece que están disfrutando de lo lindo. Me di la vuelta y era Federico que no parecía darle demasiada importancia a que mi esposo estuviese trabajándose a su chica.

La voz se me corto y aunque quise decir algo las palabras no me salían.

Me cogió de la mano y tirando levemente de ella me dijo, ven acompañame.

Estaba confusa y bastante caliente, no sabia lo que pretendía pero le seguí.

Entramos en una habitación contigua me dijo que me sentase en la cama y puso en marcha una pantalla de televisor que había, con el mando iba pasando canales que realmente eran las habitaciones de la casa hasta que dio con la habitación en la que estaba José quien ahora estaba arrodillado ensartándole su polla a Ana que estaba a cuatro patas.- No pude ver mucho mas solo vi que Ana se daba la vuelta y mi esposo se vaciaba en la boca de esta que se relamía como un niño cuando come un helado.

Antes que me diese cuenta tenia tras de mi a Federico que me agarro los hombros y me masajeada, me sentía en la gloria ni siquiera hacia caso a lo que podía ver en la pantalla, Federico desde atrás fue bajando las manos hasta agarrar mis senos desnudos y acariciarlos de una manera especial, me di la vuelta y me agarro la cabeza acercándome a el. Me beso y no le hice ascuas no tardo en acostarme y emperezar a darme la mejor comida de coño que jamás me habían dado. Después fui yo quien tomo la iniciativa tras haberme dado cuenta del tamaño de su miembro tras sobarlo sobre el bañador. Le baje el bañador y apareció el motivo por el que le llamaban caballo. Jamás havia visto semejante polla, debería de medir unos 25 cm. pero su diámetro también era aterrador. Esto solo lo havia visto en alguna película x que traía mi esposo y siempre pensé que estaban aumentados los tamaños para este tipo de películas.

Como pude fui lamiéndole el falo e intentando ponérmelo en la boca hasta que al final lo conseguí, fui chupando e introduciéndolo en mi boca lo que podía.

Federico me hizo colocar a cuatro patas y desde atrás con mucho cuidado fue introduciéndome aquel trozo de carne, pensé que iba a ver las estrellas, que quizás no pudiese entrar en mi coño pero estaba tan mojado que la tarea resulto bastante fácil. Una vez me había ensartado todo el miembro en mi cavidad vaginal empezó a embestirme cada vez mas fuerte, mis entrañas ardían pero no quería que parase era tal el éxtasis que alcance que no tarde en tener mi primer orgasmo. Poco después me acostó en la cama boca arriba, coloco mis piernas sobre sus hombros y me volvió a embestir, su mete y saca se aceleraba y resoplaba como un toro, lo que me hizo intuir que se iba a correr pero no fue así, siguió dándole cada vez mas fuerte lo que puso al bode del orgasmo pero paro de empujar y se dedico a comerme el coño hasta que volví a venir. Para agradecerle su placentera labor le di una mamada (en la medida de lo que pude) le chupe sus grandes cojones le lamí el culo y me regó con una cantidad suculenta de leche que salpico mis senos cara y pelo, le limpie su polla con mi boca y nos quedamos acostados.

Mientras nos recuperábamos de la sesión de sexo me estuvo diciendo que hiciese caso omiso de lo que había visto hacer a mi esposo, que eso era ley de vida, que fuese una mujer inteligente y cuando me apeteciese hacer algo lo hiciese, que nunca me quede con las ganas de hacer algo que me apetezca. Me dijo que este era el picadero de el y algunos amigotes políticos de Valencia, que aquí montaban sus juergas y que Ana realmente no era su pareja, que era un caprichito del que disfrutaba el sus amigotes. Me estuvo diciendo que a Ana se la había follado media dotación de bomberos. Me dijo que no era la única esposa de sus compañeros que se había repasado, que de las seis que estábamos pasando el fin de semana solo le faltaba hacerlo con una, la cual el día siguiente pude saber quien era. Por ultimo me dijo que si alguna vez me apetecía ganarme una cantidad de dinero bastante sustancial se lo hiciese saber y me invitaría a una de sus fiesterillas.

El día siguiente transcurrió con normalidad solo que a mitad de mañana Federico desapareció durante cerca de dos horas y también echamos a faltar a Rocío que era la que quedaba por ser montada por caballo. A mitad de tarde nos despedimos y nos fuimos yendo a nuestros respectivos hogares.

Espero les haya sido de interés este relato, en pocos días les voy a contar lo que esta aconteciendo este mes de Julio que me encuentro de vacaciones en Cullera en la playa donde un chico de veinte años se ha hecho mí dueño y me esta dando a base de bien.