El monaguillo me enseña disciplina animal (2)

la tía mientras tenia ambos capullos frotándose uno contra otro, se inclino sobre ambos rabos y comenzo a chuparlos a turnos, primero a Don que parecía estar levitando del gusto, apretaba los labios contra el tronco y ascendía lamiendo la pegajosa crema del nabo., su boca se abría hasta encajarse semejante tranca hasta el fondo.

Las Ferias de ganado no era lo que me había imaginado, las cuadras estaban alineadas a ambos lados de una gran carpa de toldo azul.

En su interior el conocido olor de los animales no parecía molestar a ninguno de los visitantes. Decenas de pequeños rediles se extendían por todo el interior, con los más finos ejemplares de Caballos, cerdos, ovejas, bueyes, vacas, toros y todo tipo de animales de corral.

Los perros pastores estaban apartados en el exterior, esa tarde se celebraba un concurso de perros pastores donde Luis participaría con la vieja Chispa, así que con nuestros animales en nuestro redil nos dispusimos a pasar el día los mas provechosamente posible.

Cabezón el borrico de la tía, parecía tranquilo comiendo heno recién recogido, nosotras mientras aprovechábamos para vender el resto de lo recolectado en la granja ese verano.

Quesos, huevos frescos y algún que otro dulce hecho por la tía.

La gente parecía sorprenderse de todo a su alrededor, pronto todo lo que habíamos llevado a vender desapareció tras un grupo de ancianos excursionistas. Con el puesto vacío no quedaba gran cosa que hacer, a media mañana la tía agarro a Cabezón sacándolo del redil.

-- Sara, te dejo que hagas números de lo vendido, tengo que llevar a Cabezón al cobertizo de cría, Puede que tarde, si aparece Luis puedes volverte con el a casa. Llegare bien entrada la noche.

-- De acuerdo tía,--Y dicho esto desapareció tras la tela azul del toldo arrastrando al borrico.

Liquidar las cuentas me sirvió para olvidarme de todo, concentrada en las filas de números conseguí terminar antes de lo esperado, acabado esto, me dedique a guardar el pequeño tenderete para cargarlo en la furgoneta de la Iglesia, ese fue el momento de aparecer de un Luis sonriente.

-- Hola, Te acuerdas de mi?

-- Si creo que si, el Maestro de Mates, no?.

-- Si de eso y otras cosas.- dijo sobándome el culo en un descuido mío.

-- Para, o te vera alguien!.

-- Con las ganas que llevó!. Mfffff me daría igual.

-- Pero a mi no, a si que , manos quietas ¡.

-- Por ahora!, veo que habéis vendido todo, buen trabajo. Por cierto, donde esta tu tía? Dijo estirando la cabeza, o tenemos espías vigilándonos.

-- Ha llevado a Cabezón al cobertizo de cría, a un negocio de venta dijo.

-- Ahhhh, va vender el semen de Cabezón, que interesante.

-- Ha dicho que volvería muy tarde, puedes acompañarme a casa si quieres.

-- Sabes, este año creo que no voy a participar en el concurso de pastoreo, mas tiempo libre , yaaa sabes, podemos hacer algo juntos como el otro día.

O si no, mejor te llevare a ver una cosa como nunca veras.

-- El que?

-- Paciencia, nos reunimos en 5 minutos delante del tenderete de comidas.

Y me dejo allí sola para marcharse por donde había entrado, reconozco que me pico la curiosidad, pocas cosas interesantes habían sucedido desde que llegara, y tenia ganas de pasarlo bien.

Con suma rapidez acabe de limpiar el sitio donde habíamos dejado nuestras cosas, intentando no levantar sospechas de mi vecina, me fui acercando al puesto de comidas para comprar un bocadillo.

Sentí una mano estirando de mi, Luis me guiaba entre la multitud agolpada por todos lados, casi al final del estrecho camino una pendiente conducía a un gigantesco granero.

-- Esto es el cobertizo?, es enorme.

-- Ya lo creo, viene mucha gente a cubrir sus yeguas, mira por aquí,- guiándome hacia los laterales del granero pudimos ver una vieja y oxidada escalera que conducía a un falso techo, con mucho cuidado intentamos subir sin hacer mucho ruido, la puerta parecía estar algo oxidada, de un fuerte empujón consiguió abrirla para poder entrar con mucho cuidado.

El sitio parecía un almacén de heno fresco, las balas parecían almacenarse en bloques, llegaban hasta el techo cubriendo cada centímetro, la paja seca estaba esparcida por el suelo, un magnifico colchón donde nos echamos a espiar a lo que sucedía abajo.

--Mira, dijo Luis señalando.

Allí abajo había 3 grandes rediles, en uno las yeguas permanecían esperando junto a sus dueños, en el otro los sementales ya con el pene colgando montaban en turnos a las yeguas, desde la cerca los propietarios observaban el espectáculo en silencio. Era algo digno de ver.

El semental relinchaba persiguiendo a la yegua que intentaba escapar , este se alzaba sobre las patas asustando y arrinconando a la yegua e intentando morderla, a cada intento el caballo la acorralaba mas y mas en la cerca, cuando esta se cansaba de correr, el caballo se ponía justo al lado para olisquearla y mordisquear las crines, si la yegua estaba quieta era la señal para ponerse justo detrás , alzaba las patas delanteras y la montaba.

El semental ahora a dos patas se subía casi a la grupa bufando y mordiendo de nuevo el cuello de la pobre yegua que totalmente sumisa se de jaba montar de una vez.

Al principio algo torpe, se asentaba sobre la grupa para acomodarse en el culo de la yegua, bufaba como loco deseando terminar de una vez.

El pene descomunal colgaba como una viga blanca, a simple vista era como una columna de piedra, incluso la cabeza del tamaño de un puño, parecía grandiosa.

-- Es enorme verdad?, me susurro Luis.- Mira la yegua esta deseosa de que se la meta.

La yegua había dejado atrás su actitud luchadora, y parecía someterse con una facilidad pasmosa, agitaba la cola dejando al descubierto una vagina rosada, los labios abiertos e hinchados como dispuesta a recibir toda aquella tranca con más ganas que el pobre caballo.

Con un torpe corcovear, el pobre caballo no atinaba a metérsela al principio, se movía nervioso, tras 2 intentos resbalando semejante rabo por todos lados, en el tercer intento, consiguió hincársela de un profundo empujón, el ruido del Pollon metiéndose en la rosada carne llego hasta donde nosotros estábamos tendidos.

La yegua lanzo un sonoro relincho que se oyó en todos lados, mientras el caballo totalmente empalmado bufaba sin control , comenzó a atravesar el coño de la yegua totalmente sumisa, la succión del rabo penetrando cada vez mas violentamente sin detenerse fue mas de lo esperado para mi.

Me sentía extraña, de mi coño los fluidos parecían embadurnar mis bragas, era algo muy cachondo.

Allá abajo el semental seguía erguido sobre la yegua encajando su gigantesco rabo en la rosada vagina de la yegua. Fueron solo 9 envestidas cuando el caballo pareció agitarse sobre sus patas delanteras inquieto , relinchaba, has que pareció tranquilizarse, la pobre yegua seguía estando quieta hasta ese momento, pareció recobrar su anterior espíritu ya que se desacoplo sin ninguna dificultad, el caballo se alejo algo con el pene ya caído aun goteando y rezumando semen de la copulación.

La yegua avanzaba hasta su amo .

-- Buena chica, buena chica.- dijo palmeando la cabeza, acariciaba su flanco aun algo magullado por las mordeduras, y observaba como aun tenia la vagina rebozada de semen.

Poco a poco su dueño fue conduciéndola al redil con el resto de las yeguas.

Me gire para ver a Luis.

-- Madre mía, ese caballo tiene que cubrir a todas las yeguas?

-- No ,el solo no, hay 4 sementales mas, pero después de cada cubrimiento necesitan algo de tiempo para recuperar el tono, luego se les vuelve a llevar al criadero y vuelta a empezar.

-- Pero si hay 12 yeguas, acabaran destrozados.

-- Se les quiere para eso, para procrear, están acostumbrados.

Se les ayuda a empinársela, para ellos es como el respirar.

-- Pero solo en las ferias?.

-- No , también se vende su semilla a compradores de fuera, si se tiene un buen ejemplar se puede sacar un buen partido.

Ves a esa gente de allí, -asenti, han pagado casi 3 millones para que el semental de ahí cubra a sus yeguas.

El caballo era magnifico, negro como el carbón, con una sola mancha blanca en el hocico, patas largos, flancos fuertes su estampa era la de un magnifico ejemplar.

-- Ese es Satán, el semental mas productivo , sus crías se venden en Inglaterra y en Alemania por millones, mira ahora le toca a él.

Su propietario lo llevo a la tercera cuadra, la más apartada de todas. El mozo lo dejo atado y pareció largarse dejándolo solo, todos los compradores y ganaderos volvieron la atención hacia el siguiente cubrimiento. No podía apartar la vista del magnifico ejemplar de allá abajo. Se movía como una pantera negra, nervioso.

-- Y ahora? Que?.

-- Espera y veras.- por un costado del redil entro la tía acercándose con cuidado, Satán olisqueo con arrogancia agitándose, levantándose sobre las patas traseras, se veía que no le gustaba ser molestado.

-- Quieto, quieto, sooo!, la tía se acerco adelantando la mano que fue olisqueada por el semental, aquello pareció calmarlo algo, dejando acercarse a la tía hasta su flanco izquierdo, relinchaba pateando el suelo moviéndose inquieto hacia todos lados, primero con mucha lentitud la tía empezó a cepillarle el cuello, le hablaba y continuaba espillándolo con lentitud hasta la tripa, le susurraba muy flojito tratando de tranquilizarlo.

Tras diez minutos de cepillado Satán volvía a estar sereno. – Que bonito eres, le decía la tía,-- Estas preparado verdad?, se agacho palmeando las patas.

--Eso es bonito, tranquilo. Aprovecho para sentarse en un pequeño taburete de ordeñar vacas mientras seguía cepillando la tripa, un momento después dejo atrás el cepillo y siguió acariciando al caballo totalmente inmóvil.

-- Mira , dije dándole un codazo a Luis, lo ha tranquilizado!.

-- Si contesto él, sigue mirando.

Sus caricias parecían amansarlo, ella seguía acariciándolo pero cada vez mas abajo, hacia el bajo vientre, su mano se paraba sobre la funda de pelo que guardaba su pene, al principio no parecía suceder nada pero poco a poco, de la funda de pelo colgando empezaba a sobresalir un pene pene rosado, primero la cabeza del tamaño de un puño y luego el resto de lo mas parecido a una viga de acero, Satán parecía volver a recobrar su brío, pues intento apartarse de nuevo nervioso, pateaba el suelo ansioso.

La tía pareció darse cuenta, se levanto dejando la barra colgando y volvió a tranquilizarle acariciándole el hocico susurrándole palabras, -- Buen chico, ya esta, ya esta. Tienes ganas, eh?—Si lo sabré yo, Ya,ya., palmeaba las crines volviendo a dirigirse a él como una persona.

Las palabras de la tía parecieron calmarlo, y ella siguió con lo que había dejado entre las manos.

-- Mira dijo Luis, la tranca otra vez esta casi escondida, deberá esforzarse al máximo, a fuera los relinchos de los caballos copulando eran demasiado evidentes para él.

La tía no espero mas, volvió a sentarse en aquel taburete enano y siguió a lo suyo, uso la mano para estimularlo de nuevo, pero seguía inquieto, no podía manejarlo sin que se moviese, a si que se levanto retrocedió algo y ante mi asombro se bajo las bragas de un Tiron.

Cubierta solo con la falda de trabajar, sujeto las bragas sobre el hocico del caballo con un cordón del zapato. Satán ahora para estar olisqueando con ansias, cosa que aprovecho mi tía para meterse de nuevo bajo su cuerpo, sujeto la cabeza del pene y empezó a sobar con maestría el impresionante cabezón.

Pronto volvió a surtir efecto la friega pues Satán se parecía haberse excitado lo suficiente para tener media tranca fuera.

Afuera se oía como alguien se aproximaba, El mozo del granero asomo la cabeza.—Satán es el siguiente, le falta mucho?, -- Aun queda, puedes pasar a otro?.

-- Si , esta bien pero los extranjeros se ponen nerviosos, date prisa de acuerdo?. Y dicho esto desapareció dejándolos solos de nuevo.

-- Bueno, vamos a tener que ser duros caballito.

Se acomodo de nuevo entre los cuartos traseros, volvió a manipular el pollon, mitad caído mitad empinado, uso las dos manos para rodearlo, pero el grosor era desproporcionado. El falo parecía crecer más y más extendiendose en toda su amplitud, el resultado era morbosamente excitante, o por lo menos me lo pareció a mí.

Debía estar cansada pues tomo un descanso de las sacudidas, debía de medir casi 40 cm., el grosor era el de un brazo adulto.

Me notaba cada vez más y más caliente, sin ni siquiera notarlo mi mano se había recreado jugando con lo que veía abajo, con lentitud mi dedo se metía entre los labios dentro- fuera.

La tía también parecía exhausta pero no parecía darse por vencida, la erección de Satán era considerable pero no lo suficiente para cubrir a ninguna yegua, seguía algo inquieto removiéndose ante las caricias de la tía, con semejante carajo rozando el suelo debía notar lo que se aproximaba.

-- Ves casi esta oí a mi espada, y ve que tu también. A que te pone a cien?- cuchicheo, -- Mmmmm siiiii estassss muyyyy cachonda.

El mozo volvió a aparecer de nuevo para avisarle que en 10 minutos debía estar fuera, exhibiéndolo.—la tía algo nerviosa lo despidió a gritos.

Satán parecía ajeno a todo, con su vara colgando del suelo parecía estar manso como un corderillo, pero aun no esta a punto.

-- Va a tener que utilizar lo que mejor sepa o los millones volaran, dijo Luis.

-- Pero si el caballo no es suyo.

-- Pero va a comisión, ella se lleva una parte del negocio.

-- Ah si? Y eso?.

-- Tu tía es la mejor desbravadora de la región,. Los dueños de las cuadras más selectas están ahí fuera, y ella cobra comisión por cada cubrimiento.

Veras los sementales son muy temperamentales, los has visto no?, pues tu tía es una de las pocas personas que consigue que se crucen fuera de sus fincas. Fíjate va a hacer algo que me pone a cien!!!.

Satán quieto con semejante Barra semicaida parecía estar atento a todos los movimientos de la tía, sus orejillas lo mantenían en alerta. –Bueno Satán, tenemos que ayudarte, dijo la tía.

Agachándose entre sus patas agarro semejante badajo con ambas manos, acerco la cabeza al tremendo tronco y acaricio con la lengua el glande descomunal, parecía gustarle pues el semental empezó a resollar con fuerza.

Disfrutaba de ello , estaba quieto como un muerto, la tía lamía con mas ímpetu, antes de darme cuenta se había tragado todo el capullo con tantas ganas que parecía hambrienta de aquella carne, el ruido de los chupetones me ponía cada vez mas cachonda, Chooop, chooop, chooop, chooop, cuando parecía que iba a dejar al pobre caballo correrse en su garganta se saco la tranca de la boca, se levanto y desato las bragas de su hocico.

Increíble, allí estaba dura como un barrote, tiesa y brillante empalmada para enfilar a cualquier yegua que se le pusiese por delante.

Fue sacado en último lugar y todo volvió a empezar, siguió a la maravillosa potranca blanca y la monto de un solo intento.

Note como Luis también se montaba sobre mi espalda.

-- No puedo aguantar masss, notas mi verga, esta dura como la de Satán.

Yo casi sin poder respirar me sentía aplastada bajo el peso de Luis que había subido la falda por encima del culo.

-- Luis para, hace solo 2 días, me duele, espera! Dije inentando girarme.

Me apretaba tan fuerte que me fue imposible, retuve el aliento. Sus palmas se acercaban hacia las braguitas trazando contornos juguetones por encima.

Sin poder gritar, estaba a la merced de lo que el quisiera hacerme, con las manos apresadas tras mi espada imposible delatar mi posición sin llama la atención. Lo sabia, él lo sabia , desde el principio. Me sentí furiosa por la revelación, todo había sido planeado, una trampa, me revolví de un lado a otro intentando sacarlo de encima mío.

-- Pelea gruño el, me gusta que seas como esa yegua! Mírala.

Intentando de escapar de lo inevitable, -Se acerco restregando su erección contra el culo,

-- En el fondo sabes que pasara, te gustara , y me suplicaras como ella!

-- Intente patear el suelo para hacerme oír, pero fue inútil.

-- Estate quieta! O nos oirán, - me vi lanzada hacia delante, cayendo de nuevo de rodillas con todo su peso encima.

Esta vez no fue tan paciente, sentí su mano toqueteando nervioso el borde de las bragas. Tras unos segundos la impaciencia lo cegaba rajo las bragas sin miramientos.—Eso es, fuera estorbos.

Aplastada como estaba, cubierta de de paja maloliente, a metro y medio de mi tía sentí hervir la sangre de furia, Luis uso sus poderosas piernas par abrir mis muslos, antes de que pudiese darme cuenta, hundió su enorme polla dentro de mi coño empalándome con un profundo empujón, podía oír abajo el sonido de los caballos copulando mientras el se retiraba lentamente para envestir de nuevo, era como si mi coño no pudiera dejarlo escapar, clavándose hasta las entrañas.

Me veía invadida en todos los sentidos , una mano intentaba acallarme, pues de mi boca los gemidos de placer no paraban de salir – Ahhhh, ahhhh, mmmmmmmmffff.

Luis hundía una y otra vez, dentro y fuera, una y otra vez. Me monto como a una yegua, empalándome el coño con profundas estocadas.

El sonido de la carne entrando en mi dilatado coño era una locura.

-- Oh siiii, mmmmmm, ahhhhhhh, Luis que buenooooo ¡.

-- Oyes a los caballos abajo? Eh…? Como enfilan a la hembra, sin piedad, marcando a su coño con su olor.

-- Asíiiiiiii, siiiiiiiiiiiiií, siiiiii , Tu quieres esta Barra? Verdaddddd

-- Ooooooohhhhh, mmmmmmm, me estas llenando el coño, masss, masss.

Como respuesta la listonada de sus riñones se volvió mas profunda, mas dura, cabalgándome como si de una yegua se tratase, su polla me inundaba en rápidos golpes, mas y mas rápidas . Las caderas arremetieron como locas esperando la liberación.

-- Siiiiiii, gemía yo, lléname de tu lecheeee , notaba los muslos temblando de la excitación cuando la punta se clavaba hasta la matriz.

-- Este coño me pertenece, para follarlo, comerlo cuanto quiera, entiendes?, dijo amarrándome del pelo, Suplicame que te bañe el culo con mi leche,. Suplicame,- dijo tirandome de nuevo.

-- Báñame el culoooo , oooohhh siiiiii, Diooossss sigue así, asiiiiii , no podía creer lo que decía, pero ya no tenia control de nada, sentía los labios de mi coño resbalar con el rabo de Luis dentro.

-- Luis echo una ultima embestida, -- Dime que te joda mas fuerte, dímelo.

Que te rompa las entrañas, voyyyy a romperte el coño!

-- Jódeme Cerdo, riégame con tu lecheee!, maaaas durooooo, masssss

Este ultimo envite me hizo ver una niebla roja alrededor, a este ultimo envite se unieron 3 dedos, el agujero de mi coño abierto a tal invasión se cerraba como un bebe hambriento. Sentí subir el placer en oleadas, desde todas las partes de mi cuerpo, liberándome me corrí como nunca antes lo había hecho.

Luis estaba tenso intentando no chillar como un loco, jadeando.

-- Ohhhhh Diooossss , ohhhh diiiiiiioooooossss , no puedo masssss ….

Me empalo de una fuerte riñonada bombeando mi coño con un potente caño de semen, sacando la enorme polla de mi coño para regarme el culo con su jugo salado.

Sentía fluir los chorros entre mi culo, en un alarde de potencia, sentía el agujero del culo inundado, resbalando por entre los cachetes cayendo sobre la paja.

Respirábamos con dificultad, vencida por las ultimas oleadas del orgasmo me sentía tan bien allí que no hubiera abandonado para nada el sitio.

-- Cada vez lo hacemos mejor, ehh!, su mano repasaba la nalga de donde aun rezumaba la lefa.

En la cuadra de abajo la tía tenia de nuevo otro cliente, Un semental bayo muy distinto a Satán, este era algo mas grande de envergadura mas espectacular.

El pene le colgaba fláccido entre las patas, era tan descomunal que arrastra el capullo sobre la paja seca del suelo.

Fuera todos los criadores parecían haberse marchado, y solo permanecían media docena encerrados en la oficina de ventas.

-- Esos son los compradores del semen, esperaran hasta que tu tía lo ordeñe. Mira ya ha empezado.

En efecto la tía usaba las manos para poner algo a tono al semental, este al igual que Satán, se excito levantando las patas traseras, la barre de carne crecía por momentos, pero ni las palabras de la tía, ni sus bragas en el hocico le hicieron desistir en intentarla cocear, ante eso sabiendo lo que se jugaba, desapareció para buscar algo al fondo de la cuadra.

-- Que hace ahora?

-- No tengo ni idea, pero déjala ella sabe lo que hace.

Cuando volvió arrastraba el carrito de las medicinas, lo coloco justo frente al caballo, guardo los frasco y los ungüentos en el interior, sentándose sobre la balda superior.

El Caballo presentía algo, se acerco a hociquearla pues ahora esta a su altura, la tía le cepillo las crines, mirándolo a los ojos directamente, le soplaba en el hocico, en un tono muy suave le hablaba como a un niño travieso.

-- Eres un caballo muy travieso, Que quieres tu, ehhh!!, que precioso eres!!!.

El caballo bajaba el hocico para olisquear a la tía, esta se bajo de un salto para intentar seguir pajeándolo , pero el cipote seguía sin erguirse, ni siquiera un poco, y volvía a notarse nervioso .

Volvió a levantarse de entre sus patas, para volver a subirse al carrito, el contacto visual era primordial , había que calmarlo ante todo.

Un ejemplar nervioso es una de las características que lo diferencian del resto, su resistencia e inteligencia, la elegancia de los movimientos. Por eso la autoridad a la hora de tratarlos llegaba a la tía a hacerles cosas realmente extrañas.- pensé.

Don apareció por la esquina de la cuadra interesándose ante lo que sucedía.

-- Menudo ejemplar. Pero que, no hay manera…?

-- Nada…, parece demasiado nervioso, pero supongo que podré tranquilizarlo lo suficiente.

-- Has intentado pajearlo?.

Ese lenguaje en los labios de un cura era algo vicioso, excitante, Luis también parecía algo cachondo, allí sobre ellos nos sentíamos perversos, el cipote de Luis volvía a levantarse en pie de guerra.

-- Es que no te cansas, como puedes?

-- Me pongo a cien casi todo el día, susurro. Si vieras las pajas que hago

Don seguía hablándole a la tía.

-- Quieres que le ayude a eyacular? – dijo Don .

-- Si mira, el bote esta ahí, cuando te haga la señal, te arrodillas sobre sus patas le agarras la verga y sacúdesela como si te estuvieras haciendo una paja , de acuerdo?

-- Esta bien, allá voy . Se sentó en el pequeño taburete bajo las patas traseras esperando la señal de la tía.

La tía volvió a subirse al carrito, volviendo a dirigirle tiernas caricias,lo suficientemente suaves para hacerlo acercarse como un corderito.

-- Ahora, dijo la tia.

Don sujeto la tranca con una mano y moviéndose como un experta comenzó a deslizar sus dedos por toda la barra, de la base hasta la cabeza, los golpes de muñeca eran rápidos y potentes.

-- Como va? Pregunto la tía tras 5 minutos, esta dura?.

-- Ohhhh siiii, ssiii, muyyy humeda, jadeaba Don , pero no parece tener ganas de correrse.!

La tía se acomodo mejor sobre su incomodo asiento, se levanto su falda de trabajo hasta las caderas, abriéndose de piernas como una jovencita, dejo expuesto un recortadísimo coño a la vista. Se acomodo un poco hacia atrás y empezó a masturbarse con tres dedos.

Se hundía los dedos hasta los nudillos, sin dejar de pellizcar el clítoris, de una longitud alucinante. Sus gemidos parecían enloquecer a Don que ahora había deja do una mano suelta para abrir sus sotana y sacarse una polla gigantesca de entre los pliegues, siguiendo el ritmo que los gemidos de la tía marcaban.

Era increíble verlo pajear al caballo, una mano en una polla de gigante otra mano pelándose su rabo.

-- Mmmmffff, mfffffffffff, oooohhhhh , que dura, sí, pronto las dos poyas parecían querer tocarse, pues los capullos de ambas se rozaban humedos, capullo contra capullo.

-- Que tranca tan fuerte, mira que carne mas prieta…. Gemía Don , su polla empezaba a mostrar signos de liberación, pues las venas del tronco se marcaban como cables a la corriente.

La tía seguía con su meneo particular, cuando parecía no poder aguantar más, hundió otro dedo hasta casi el útero, y le siguió el último.

Todo su puño estaba dentro de aquella raja prodigiosa, seguía resoplando, contoneándose ante las acometidas de su propio puño.

-- Mmmmmmm, mmmmm, mmmm,,, aahhhhh, aaaaaaaa,.

El ultimo avance fue como la bomba estallando , un salvaje grito de liberación salio de su garganta como poseída por el diablo, como una fuente regando todo el aire de un caliente olor a sexo húmedo.

Algo mas tranquila la tía acerco sus manos hacia el caballo que se aproximo hasta poder oler su corrida aun resbalando entre los dedos.

Tímidamente lamió sus dedos de una sola pasada, pareció gustarle, continuo lamiendo la otra para aproximarse hasta donde la tía aun estaba sentada, bajo algo la cabeza y comenzó a lamer el reguero de flujo esparcido por todos lados, primero algo tímido hinco la lengua por todo el conejo de la tía, haciendo arquearse a la tía hacia atrás.

-- Mmmmfffff, sigue caballito, lameee con todo, .

La lengua enorme parecía hambrienta de la corrida que bañaba todos los labios mayores, subía con torpeza hasta querer limpiarlo de una lengüeteada.

-- Bebe, bebe!

Era sensacional verla retorcerse con la cabeza del caballo entre los muslos,- pronto un alarido, por parte de Don y dio un ronco grito—Se le empina, se le empina, un poco masss, maaaasss, oooohhhh gemía también.

Tenía la raja del coño rezumando líquidos, la follada anterior aun esta caliente cuando volví a sentir la cabeza de la polla queriendo entrar de nuevo en casa.

-- Mmmffff, sigue asiiiii siiii, me gustaaaaaa!

-- Serás guarrrilla! Tienes el coño inundado de mi leche, voy a lamerte el culo!. Veras como nos lo pasamos.

-- Noooooo! Por el culo nooo! Me harás demasiado daño, dije intentando revolverme.

--Ni lo notaras, veras con algo de paciencia me suplicaras que te lo rompa siempre.

-- Suéltame! Intente sacarlo de un empujón, pero me tenia aplastada bajo su peso, peleo sujetándome las manos, atándomelas con una vieja cuera sospechosamente cerca.

Abajo la tía seguía abierta sobre el carrito con la lengua del caballo hundida hasta el útero, el caballo seguía haciéndole una mamada en toda regla, justo cuando la tía alcanzaba otro orgasmo, Don , el cura la aviso-

-- Ya viene, ya vieneeeee …, la tía bajo de un salto hasta el suelo agarro el pequeño bote preparado para ordeñarlo y poniéndose bajo el caballo se preparo.

No conseguía oír bien lo que decían porque Luis trajinaba dándome las manos a la espalda, pero cuando parecía una eternidad la tía volvió a levantarse bastante enfadada,

-- El esperma que retiene le va a hacer daño; Don con su polla apuntando al cielo parecía estar muy ocupado pelándose el grueso plátano.

-- Ayúdame a terminar o reventare, tengo los huevos hinchados de tanto sobar el cipote del caballito.

La tía se tendió, con mucho cuidado de no espantar al caballo, se coloco estirada bajo una manta entre los machos en celo.

Al cura lo acerco hasta tener las dos pollas rozándose una con otra, Don aullaba como poseído, la tía mientras tenia ambos capullos frotándose un contra otro , se inclino sobre ambos rabos y comenzó a chuparlos a turnos, primero a Don que parecía estar levitando del gusto, apretaba los labios contra el tronco y ascendía lamiendo la pegajosa crema del nabo del cura, su boca se abría hasta encajarse semejante tranca hasta el fondo, lo pajeaba subiendo y bajando 3 veces y volvía a la tranca de acero del semental.

El capullo mas grande que el del cura ya le llenaba la boca, haciéndola casi desencajar las mandíbulas, eso era lo máximo que tragaba, pues después de sacarla lamía con la lengua todo el tronco hasta la base, Don gemía casi corriéndose, cuando pareció una eternidad descargo una andanada de leche contra la tía tendida y con la tranca del caballo encajada..

-- Mmmm siiiii, siii, que bieeeen yaaaaa, y cayo de espaldas agotado.

El caballo empezaba a dar síntomas de acabar de un momento a otro pues la tranca se mantenía tiesa como un mástil mientras la tía la comía entre suspiros, paso un minuto cuando la tía alargo la mano para agarrar el pote del semen.

Un relincho muyyy alto esa fue la señal del final, pues la tía se desencajo la barra para poco a poco ordeñarle la tranca, uní dos fuertes sacudidas y el caballo empezó a soltar poderosos chorros de semen, casi tardo 5 minutos en descargar semejante cipote, al final el recipiente estaba repleto, pero lo ultimo que vi fue como la tía abría la boca y depositaba la reserva de crema escapando por su garganta.

No pude ver más pues lo que me esperaba centro toda mi atención, solo oímos a Don y a la tía, arreglándose para acudir al encuentro de los compradores, dejándonos totalmente solos.

Yo atada no podía nada mas que girar la cabeza ver lo que Luis tramaba, nada bueno.

El mientras apilaba balas de heno una encima de otra, preparando el escenario de esta tortura.

Pero esta ve las cosas no saldrían como esperaba