El momento tan deseado, pero inesperado.
Una chica que deseaba tanto tener sexo y al final lo consiguió.
NOTA:
Esto no es un relato rebuscado ni mucho menos, solo escribí mi experiencia, se que a algun@s les gustan las cosas trabajadas, casi guiones teatrales, este no es de esos.
Debo confesar que desde que tuve sexo por primera vez me hice casi una adicta, y cada oportunidad que se me presentaba con mi novio para tener sexo,yo las aprovechaba, pero no fue hasta hace unas semanas que me di cuenta que lo que mi deseo de sexo me hacían capaz.
Era un martes por la tarde, yo me dirigía de la universidad a mi casa, y como la mayoría de las personas utilizo el Metro, la línea azul que va a Tasqueña para ser exactos, habían pasado unos meses desde que terminé con mi novio y eso me tenía un tanto mal, no por los sentimientos, si no por la falta de sexo, como lo he dicho antes me he hecho una adicta, tuve que recurrir a masturbarme alunas noches por que ya no aguantaba el deseo, en la escuela varios chicos se me acercaban para ligarme, pero no pasaba a mucho y terminaban por aburrirme, ese martes por la tarde no era diferente a otros días y me encontraba más que ansiosa por sentir una verga dentro de mi todo el día me la pase imaginando fantasías y yendo al W.C. de la escuela a masturbarme un poco, ese día el vagón del metro estaba a reventar como pudimos las chicas y señoras que esperábamos en el anden nos hicimos caber dentro del vagón y conforme entraba y salía la gente me empujaban más y más hasta que llegue a una la parte donde se unen los vagones hiva tan apretada que hasta mover mi brazo me era difícil pero como no podía hacer nada solo me quede ahí parada, todo pasaba como de costumbre hasta que empecé a sentir que algo me rozaba mis nalgas al principio pensé que era cosa del movimiento del metro y lo apretados que íbamos pero ese roze cada vez era más y más intenso, entonces supe que no era un accidente, giré un poco mi cabeza lo más que se pude entre tanta gente y de re-ojo pude distinguir la silueta de un hombre un poco más alto que yo, entonces volví mi mirada al suelo, no hice escandalo por que me gustaba eso, siempre me gusto provocar un poco a los hombres, desde los 15 años que me di cuenta que mi cuerpo era algo que a los hombres les gustaba no soy muy alta, mido 1.65 soy de piel apiñonada, delgada, cabello negro y lacio, mis pechos estan bien de tamaño mediano por asi decirlo, pero lo que si tengo grande y bien formado es mi culito redondo y paradito aunque no soy afecta al ejercicio cada mañana hago unas rutinas para fortalecer mis glúteos y así evitar que se me hagan feos y a mis 19 años era mi pequeña arma secreta para conseguir ciertas cosas, entonces no me era extraño que aquel hombre lo acariciará, yo misma sabia que era irresistible hasta para las chicas, así avanzamos dos estaciones con solo caricias y yo ya muy excitada decidí actuar y ponerle un poco de emoción a la situación y pegue mi culito contra su verga que ya la tenia muy durita y comenze a meneralo suavemente para no llamar la atención eso me excitaba mucho y de vez en cuando dejaba de menerlo para empujarlo más contra su verga yo llevaba puesto un short corto entonces él aprovechó eso y metió su mano por debajo de mi short e intentó acariciar mi culito y pellizcarlo pero era casi imposible por que mi culito lo llenaba por completo, entonces aquel hombre se acerco a mi oído y me dijo casi en un susurro "estas muy rica putita, esas nalguitas que tienes me pusieron muy caliente, ¿cuánto me cobras por cogerte?", esa pregunta me sorprendió muchísimo porque a pesar de mi deseo de sexo yo jamás había intentado prostituirme ni nada por el estilo pero al contrario de lo que muchas pensarian no me sentí ofendida y lo tome muy normal como no podía girarme del todo para contestarle sin que la señora que iba delante de mi me escuchara opte por meter mi mano dentro de mi bolsa y sacar una pluma y escribí sobre un folleto que me habian dado: "Si quieres me bajo en tu estación o donde me digas y ahí nos ponemos de acuerdo." y se lo di discretamente, nos bajamos en Pino Suarez y yo caminé sin voltear a verlo pero con la intención de que me siguiera y así fue que nos dirigimos a las escaleras de salida, fue entonces cuando pude verlo de frente, era un hombre masomenos de 1.70 moreno y de unos 30-35 años,de complexión media, tenia unos brazos que se veían fuertes, pero no por el gimnasio si no de esos brazos del tipico hombre que arregla todo con peleas, llevaba un brazo tatuado con cosas que no pude distinguir y una playera blanca de tirantes, su atuendo de hombre rudo me excito entonces me volvió a preguntar "¿Cuánto me cobras perrita?" entonces le acaricié su brazo tatuado y le dije que yo no era una prostituta pero que ese día andaba de suerte porque yo andaba tan deseosa como él, que primero buscáramos algún lugar y que luego discutiamos el precio, entonces el me dijo que vivia cerca de ahí y nos dirigimos en pecera hasta su casa, con sorpresa vi que tenía novia y una hija por una foto que tenia en la pared, era una casa muy pequeña, un poco descuidada y pintada con colores verdes, para ese momento yo ya no estaba tan excitada como en el metro y comencé a tocarme un poco,mientras lo hacía se acercó a mi y me dijo que le mostrara mis tetas y así lo hice me quite la blusa y baje mi bra sin desabrocharlo dejando al descubierto mis tetas, el fumaba y las acariciaba, las apretaba, entonces dejó la pipa a un lado y se quito su playera pude ver su cuerpo moreno, yo me desabroché mi bra por completo y me quite el short dejandome solo mi tanga y mis zapatillas entonces el se paró frente a mi y se saco la verga que empezaba a ponerse dura y se la mamé antes de que dijera algo, le chupaba su tronco, su cabeza y cada vez su verga le crecia y se le endurecía más hasta que estuvo completamente erecta, estaba delicosamente grande, tenía una cabeza grande y rosada, las venas de su tronco hacian que se su verga se le viera más ancha y me incitaba a mamarsela muy rico mientras con mi dedo empecé a masturbarme frotando mi clítoris y dandole pequeñas palmaditas, él se desnudo por completo y se sento en el sillón yo ya deseaba montarme en esa verga y follarme ríquísimo a ese hombre, pero el me pidio que le bailara y así lo hice me movía muy rico para él primera de frente para que pudiera ver mis tetas meneandose frente a él estuve así unos minutos y luego me giré para matarlo con mi culito, mi arma mortal, lo meneava suavemente y de vez en cuando con mis manos separaba mis nalgas y hacía a un lado mi tanga para que el pudiera verme toda y cuando terminé aquel baile improvisado para el me quite la tanga frente a él, enseñandole mis labios vaginales y mi clitoris perforado para mayor placer, eso pareció gustarle y me dijo "montame perra, haz lo tuyo" y así lo hice me clave lentamente su verga en mi vagina y empecé a follarlo con muchas ganas me abracé de su cuello y me moví mi culito rebotaba en sus piernas cada vez mis piernas se mojaban más, entonces sucedio algo inesperado, alguien entró a la casa era un hombre y se quedo pasmado ante la escena yo no supe que hacer y antes de que pudiera pararme el hombre al que me follaba lo saludo y el otro le respondió "Nadamas te peleaste con la Raquel y luego luego empiezas de cerdo", yo supuse que "la Raquel era la novia de "mi hombre" entonces al ver que no habia problema segui follandolo, movi mis caderas en círculos restregando con cada movimiento mi clitoris en la pelvis de aquel hombre y hasta que tuve un orgasmo, mi vagina apretaba con cada espasmo la verga de él y mis gemidos parecieron excitarlo y el soltaba unos gemidos de placer muy leves y cuando terminó mi orgasmo el me levanto y me puso como perrita en el sillón y empezó a bomberame, sus embestidas eran muy fuertes y me hacian gritar de placer, me estaba volviendo loca entre palabras sucias y nalgadas, y mientras le pedia más y más llego su amigo desnudo y comenzó a grabarnos eso me excito aun más era muy intensa la sensación de placer yo gritaba "Soy una puta, papi dame más" yo misma me sorpendí de esas palabras pero el sexo era tan rico que solo me quedaba disfrutarlo, su amigo puso música como para "acompañar" al video, era Cartel de Santa, puso la cámara sobre la mesa y se acerco a nosotros, me puso la verga en mi voca, y antes de que yo pudiese mamarsela el me la metio y comenzo a follarme por la boca, me estaban follando dos hombres desconocidos, hombres de cabeza rapada con tatuajes y escuchando a Cartel de Santa, me hicieron correrme muchas veces, me tumbaron en el suelo y me penetraron dejandose caer cada uno a diferente tiempo, después me pusieron en cuatro y me escupieron mi ano, primero uno empezó a meterme su pulgar y a girarlo dentro de mi eso me gustaba, luego metio el índice y después el anular y con ambos dedos empezó a dilatarme y cuando termino me enterro toda su verga en mi culito, yo grité de placer estaba muy excitada que no sentia dolor, me bombeó con un ritmo delicioso y una fuerza sin igual mientras yo le mamaba la verga a su amigo y asi estuvimos hasta que el él se corrio en mi culito llenandolo de lechita caliente sentí como escurria en mis nalgas y piernas su amigo vio eso y se apresuro y sin que me diera tiempo de respirar me clavo su verga hasta el fondo, y e bombeó unos pocos minutos hasta que también se corrió pero el saco su verga y empapó mis nalgas y un chorro de semen cayó en mi espalda y lo sentí muy caliente y rico, me quede en el suelo un rato y cuando recuperé el aliento me vesti rápido, ellos me pidieron mi celular, yo les di uno falso, me inventé un nombre y me salí tome un taxi hasta el metro y segui en mi camino hasta mi casa, desde ese día deje de ser la misma, ahora me siento más sucia, más pervertida que antes y eso me encanta.