El misterio de Brenda
El misterio de una maestra bastante apetecible.
El misterio de Brenda
El misterio de una maestra bastante apetecible.
Miss Brenda era la maestra de mi sobrino, recordarán que la conocí en una firma de boletas, en ese entonces Miss Diana llamó mi atención y de hecho sigo visitándola, pero me hice el propósito de por lo menos, una sola vez, hacer mío el generoso culo que Brenda posee, entonces ella tenía unos 25 años, delgada y de busto más bién escaso y bonita a secas.
Cuando el esposo de Diana falleció, muchos de sus amigos asistimos al velorio, entre ellos Brenda, misma que se acercó a Diana para expresarle su solidaridad, Diana estaba llorando pero realmente según me confesó después solo le preocupaba el futuro de sus hijos que, aunque económicamente estaba resuelto, era incierto emocionalmente pues eran todavía jóvenes, me acerqué a darle mi apoyo y noté que se separó apuradamente de Brenda.
Solo vine a decirte que estaré contigo siempre.
Gracias, búscame después, por favor, ahora no es prudente.
Solo vine a verte, me voy pero sabes que estaré en cuanto me necesites.
Salí del lugar y permanecí un momento afuera, regresé al día siguiente para verla despedirse de su lastre, ahora estaba más tranquila, incluso ya no lloró, refuerzo mi idea de que el era la causa de su permanente seriedad, stress y manía por estar tanto tiempo en su trabajo.
Seguí visitándola y en cierta ocasión encontré a Brenda al llegar a la escuela de mi sobrino.
Buenas tardes Miss, ya de regreso a casa?
Si, ya es hora, deseaba algo?
Primero saludarla y después quisiera hablar con Miss Diana.
Es algo relativo a su sobrino?
No, no se preocupe, no tengo duda que mi sobrino está en excelentes manos.
Bien, entonces me voy.
Para suerte, dos llantas de su auto estaban desinfladas, me ofrecí a ayudarla, después de pasar rápido a avisarle a Diana que estaría afuera.
Ten cuidado amor, Brenda es un tanto especial.
Por favor, sabes que...
O.K. solo fue un comentario, saldré en una hora más, ya habrás terminado?
Si claro, me voy.
Poniendo manos a la obra y con un poco de suerte ya que había un local especializado cerca, Brenda se estaba retirando a casa minutos más tarde.
Muchas gracias, no sabe que inútil puede ser una en estos casos.
No se preocupe, estoy a sus órdenes.
Al despedirse hizo gesto de querer despedirse de beso, aproveché la oportunidad y me acerqué a la ventanilla, me pareció que fue a propósito que ella de pronto dudara en cual mejilla besarme, esto ocasionó que casi, por decirlo de alguna manera, nos besáramos en la boca.
Perdón, creo que fue mi culpa.
No, discúlpeme usted, aunque ese hubiera sido el pago justo, no cree?
Miss, me hace pensar le cobré algo.
No pero me hubiera gustado corresponder, bién será en otra ocasión, bye!.
Ya que insiste, cuando sería?
Podemos ponernos de acuerdo, tome mi número y no hablaremos luego, O.K.?
O.K., le aseguro que será muy pronto.
Cuando regresé con Diana estaba por terminar su trabajo, su secretaria se había retirado y aprovechamos para coger en el sofá de su sala de espera como ya era costumbre, salimos más tarde a dejarla a su casa y después a la mía, antes de bajar del auto me hizo una pregunta:
Se te hace que Brenda es una buena chica?
Creo que es buena maestra, es solo el lado que conozco de ella, por que?
Por nada, solo preguntaba.
La tarjeta que me dio esta chica daba vueltas en mis manos, finalmente me decidí a llamarla el viernes por la noche, para variar mi esposa había viajado por la mañana con sus familiares a pasar el fín de semana en otra ciudad, la relación son mi familia política es buena pero saben que si hubiera podido cambiarla toda, lo haría sin duda alguna.
Hola Brenda, como estás?
Un poco ocupada, pero dime...
No, mejor otro día, no te quito más tiempo...
En eso escuché una voz que le preguntaba que sucedía, ella tapó la bocina y se escuchó que contestaba gritando algo que no entendí pero era un claro reclamo.
Perdón, me decías?
Te llamo después si estás ocupada...
No, no, no, por favor...
Te llamaba para saber si te gustaría tomar un café o algo pero...
Por supuesto, dime donde nos vemos...
Voy por ti si...
No!, dime donde, no te molestes.
O.K. si te queda muy lejos el colegio donde trabajas...
Perfecto!, en una hora ahí, O.K.?
Bién, Bye.
Una buena sorpresa me esperaba cuando ví a Brenda bajar del taxi que la dejó una cuadra antes de la escuela, me di cuenta que me quería observar antes, hice lo mismo con ella antes de acercarme, llevaba puesto un vestido muy ceñido al cuerpo tipo Lycra en azul oscuro, medías oscuras y zapatillas, cubierta con un suéter muy ligero, su culo se levantaba más con las zapatillas y sus tetas se veían de mejor tamaño que con el uniforme escolar, después de la agradable sorpresa me acerqué a ella y la saludé.
Hola, que linda vienes, nos vamos?
Hola, claro que si, tu también vienes muy bién.
Salimos rumbo a un restaurant en una zona poco concurrida al otro lado de la ciudad, Ahí encontré a un compañero que tuve en mi breve paso por la administración pública en "gran romance" con una secretaría, esposa de otro compañero que por cierto aún frecuentaba, me vio y de inmediato pago la cuenta para salir no sin antes pedirme mi número telefónico para llamarme más tarde, la esposa de mi amigo prefirió no voltear ni a verme, en cambio yo la saludé y al momento de besarnos en la mejilla le dije:
Tu no dices nada y yo tampoco, te parece?
Asintió con la cabeza y salieron de inmediato del lugar, le comenté a Brenda que eran conocidos pero no la parte oscura de esta historia, quedó esto de lado y la noche transcurrió con una plática que se centró en saber que era la segunda hija de un matrimonio disuelto, ella vive con su padre y su madre con su hermana, no se llevaban entre ellas debido a... diversos asuntos, me habló de otros temas y que por cierto era soltera y sin novio.
En más de una ocasión nos tocamos un poco más allá de lo que hacen dos nuevos amigos, esto debido al calor de la plática y el alcohol ingerido, en más de una ocasión rocé sus piernas y tetas, ella ni se inmutó, comenzó ella con un beso en la mejilla y yo fui más allá, llegando incluso a un beso caliente que no la hizo dudar nada un solo momento, casi para salir del lugar metí mi mano entre sus piernas, mismas que ella abrió para dejarme ir más al fondo, le propuse ir a otro lugar y de inmediato aceptó y hacía la una de la mañana salimos del lugar.
En la habitación recién ocupada bebíamos de una botella que pedí a petición de ella, el clásico room service para poder estar hasta que las fuerzas se acaben.
Cuantas veces la trajiste aquí?
Perdón?
No te hagas, Diana ha venido a coger contigo aquí?
Que te hace pensar eso?
Pues que he visto lo mucho que la visitas, lo tarde que salen según dice el poli...
Ah!, eso te dicen, y que más?
Dime primero si te la sigues parchando.
No, vine contigo por que a ti es a quien me quiero coger, está claro?
Apenas tuvo tiempo de soltar su copa pués la jalé hacia mi y la besé al momento que tocaba por primera vez ese culo apenas cubierto por el vestido que levanté rápidamente para tocar sus nalgas firmes, apenas rodeadas por una tanga que, a pesar de ser lo de moda, lo sexy y no se que más, no me agradó en absoluto, seguí levantando el vestido para sacarlo por arriba para encontrarme con una talla mas o menos 32 en un bra exageradamente delgado que ya marcaba sus pezones grandes y poco oscuros como queriendo salir de su prisión, los toqué para que levantaran más y comencé a chuparlos logrando arrancarle algunos gemidos ya que inmediatamente se prendió y comenzó a decirme toda clase de obscenidades, seguí de inmediato con su entrepierna, misma que contrario a negarse se tumbó boca arriba en la cama y abriéndose lo más que pudo ofreció su pucha apenas cubierta por la tanga, arrancándola me lancé a darle todo el placer que pudiera soportar, poco trabajo costo pués casi de inmediato se vino en medio de gemidos y más vulgaridades, al levantarme sacó mi falo del pantalón y comenzó a mamar muy suavemente pero acelerando rápidamente el ritmo, cuando sentí que me venía la tomé por la nuca para no dejarla sacárselo de la boca, el resultado fue bueno pués a pesar de que lo intentó debió tragar todo cuanto le arrojé.
Sin remedio tragó todo y limpió los restos en mi pito para seguir mamando y levantarme en muy poco tiempo, cuando estaba listo la penetré sacándolo y metiéndoselo lentamente mientras acariciaba su pucha depilada dejando apenas una delgada franja de vello y, cuando pensaba que ahí terminaba todo la giré y poniéndole una almohada en el vientre para que levantara más el culo la ensarté en medio de otra tanda de obscenidades que según ella debían excitarme para romperle el culo como ella pedía casi a gritos, parecía tener práctica en el asunto pués se abrió ella misma para que pudiera entrar franco hasta el fondo, no hubo previo para acostumbrarse al intruso, de inmediato comenzó a moverse bastante bién por cierto, lo que no calculó fueron las ganas que yo tenía de permanecer un buen rato ahí, pidió en un momento dado que terminara pues comenzaba a sentir dolor, la ignoré para seguir disfrutando ese culazo y cuando pensé que era suficiente la tomé por las tetas y, apretándolas casi hasta hacerla quejarse, me vine tratando de ensartarla cada vez más adentro, descansé un rato mientras la masturbaba, ella parecía no saciarse nunca, tampoco soltaba mi falo y al reaccionar este lo acomodó en la entrada de su pucha para recorrerlo desde su vello hasta casi su ano, rápidamente comenzó a lubricarse en forma abundante y al cabo de un tiempo me pidió ensartarla de golpe aunque le doliera, que le insertara un dedo en el culo y que mordiera sus tetas con los labios, sin aviso lo hice y ella debió morder la almohada para ahogar los gritos de placer que emitía, sus piernas estaban enrolladas en mi cintura y con ellos trataba de ensartarse mas mi miembro, un instante después sus piernas me avisaron de un orgasmo que en ese momento le llegaba, aproveché a girarla sin sacarle el pito y haciéndola parar la cola seguí metiéndoselo con sus piernas juntas, sus movimientos eran cada vez más violentos, mientras tanto volví a ensartarle un dedo en el culo, sentí como lo apretaba y le avisé que tenía ganas de terminar ahí, se detuvo para que la penetrara rápido y siguió el movimiento con la condición de que le diera unas nalgadas lo más fuerte que pudiera, sin estar de acuerdo con este tipo de sexo accedí, recibió en total cuatro buenas nalgadas que la hacían moverse en forma por demás excelente, me pidió golpearla con el puño cerrado en una nalga, quería tener un moretón para excitarse recordando la cogida que ahora recibía, acostumbraba hacer esto siempre que se la cogían, sin más remedio lo hice, pensando que se detendría a sobarse, frené mi arremetida y ella se movió más hasta hacerme terminar en medio de gemidos de placer por parte de ella.
Quedamos sobre la cama un momento más para después salir rumbo a su casa, en el camino fue mamando nuevamente mi miembro hasta que volvió a tragar lo que aún lancé a su boca, en la puerta de su casa, que por cierto queda a unos minutos de la mía, me prometió otras sesiones como esta, incluso con otra maestra, si la dejaba ver alguna vez como me cogía a Diana, con un "tal vez", me despedí de ella y regresé a casa, mañana debía ver a Diana y tratar de aclarar algunas dudas.
C O N T I N U A R A . . .