El melocotón nocturno

Por circunstancias de la vida , una ama de casa y madre se ve obligada a ejercer de camarera en un conocido club nocturno...

Después de 8 años de apacible matrimonio, mi marido como demasiados ciudadanos murio repentinamente en un accidente de trafico, dejándome viuda, con una niña de 4 años y numerosas deudas y facturas impagadas . Con mi marido a cargo de la economia familiar, aquellos eran temas que no me preocupaban en exceso, pero ahora, sola y desamparada, no veia la forma de reemprender mi vida tal y como la habia llevado hasta entonces y salir adelante .

Vendi el confortable adosado que teniamos en las afueras de la ciudad, el coche, y todo cuanto de valor poseiamos, pero aunque consegui con ello saldar todas las deudas y facturas pendientes, ahora debia valerme por mi misma para ganarme la vida y la de mi hija .

A mis 29 años y con solo mis estudios primarios acabados, era toda una odisea encontrar un empleo bien remunerado que me permitiera pagar la educación de mi hija y vivir con cierta dignidad .

Después de recorrer todas la agencias de empleo y de acudir a cientos de entrevistas, el resultado seguia siendo desalentador, nadie me encontraba lo suficientemente preparada para darme un empleo de cierta responsabilidad .

Así que al cabo de dos meses de recorrer la ciudad de parte a parte, llegue a la conclusión de que si queria ganar lo suficiente deberia dedicarme a los empleos llamados "de la noche", pues solian ser los que mas posibilidades ofrecían para una mujer con mi escasa preparación academica .

Afortunadamente, aun conservaba mi estilizada figura y los hombres me seguían encontrando muy atractiva y deseable, y no me costo trabajo encontrar un empleo de camarera en el mas afamado club nocturno de la ciudad : El melocotón nocturno .

El sueldo no estaba mal, considerando que mi trabajo solo consistia en servir bebidas y atender ocasionalmente detrás de la barra, mientras los clientes disfrutaban del show en directo o simplemente hablaban de sus asuntos . Habian otras muchachas cuyas obligaciones consistian en entrenener a los hombres que acudian solos, dándoles conversación y animándoles a beber, y aunque se me habia dado la oportunidad de ejercer tal cometido, y aunque se cobraba sustancialmente bastante mas . Yo preferi elegir el trabajo de camarera exclusivamente, pues lo otro me parecia algo muy parecido a la prostitucion, pues aunque las chicas no se acostaban ni mantenian relaciones sexuales con los clientes, con frecuencia eran sobadas a placer y tenian que soportar todo tipo de insinuaciones, toqueteos y lascivos roces cargados de malicia, y ademas debian soportar todo esto sin descomponer su sonrisa y conseguir que el cliente se sintiera comodo y satisfecho .

El uniforme que ambas llevábamos era prácticamente inexistente, unas cortisimas minifaldas semitransparentes, unas altas sandalias que dejaban el pie desnudo de altísimo tacon, que estilizaba completamente nuestros apetecibles cuerpos y un pequeño corse que apenas nos cubrian los pezones, y solo se nos distinguia en que las chicas de compañía llevaban muy ceñido al cuello una sugerente cinta de saten negro, y las camareras comunes lo llevábamos descubierto, sin ningun tipo de adorno .

Llevaba 3 meses trabajando en el club, cuando llegue a la conclusión que si bien aquel trabajo me permitia pagar las facturas y el alquiler del modesto apartamento que compartiamos mi hija y yo, no podria enviar a mi hija a un buen internado para que se educara bien como yo no habia hecho . E Isabel pronto estaria en edad escolar, así que me decidi a pedir una entrevista con el gerente del club para ver que posibilidades podria tener de conseguir algo de dinero extra, sin tener que ejercer de chica de compañía .

Una vez que le expuse mis problemas y reparos a Jonas que así se llamaba el director gerente del melocotón .

Este me propuso una solucion, se trataba de seguir trabajando de camarera, como hasta ahora pero en vez de hacerlo en el salon principal como hasta ahora, podria hacerlo en el segundo piso del local, que era un club mas selecto y restringido, para clientes mas adinerados y de gustos mas refinados .

La diferencia en cuanto a decoración era minima, simplemente el local era mas pequeño y la luz un poco mas tenue . Sin embargo el ambiente que se respiraba era considerablemente mas morboso y sexual .

Lo que cambio drásticamente fue mi uniforme, este se componia exclusivamente de mis sandalias de tacon alto, nada mas, iba completamente desnuda por el local .

Ademas el show que se ofrecia era ya decididamente pornografico, parejas follando en el escenario, trios, bacanales, mujeres introduciéndose todo tipo de objetos en actitud altamente morbosa y obscena .

La actitud de las chicas de compañía de esta planta tambien cambiaba notablemente, con frecuencia se las veia arrodilladas entre las piernas de los clientes haciendoles una felacion, o sentadas sobre sus rodillas mientras eran sobadas a placer y sus agujeros penetrados por avidos e impúdicos dedos sedientos de sexo . Lo unico que no estaba permitido alli era la penetración pero debian consentir en todos los demas caprichos de sus clientes .

En cuanto a las camareras, aunque no era una de nuestras competencias, no nos salvábamos de toqueteos y pellizcos en cualquier parte de nuestra anatomia, y aunque aquellas acciones no estaban teóricamente permitidas, los dueños del local eran permisivos con aquellos clientes pues eran mucho el dinero que se dejaban en aquel local y ademas solian ser una clientela bastante fija, así que no iban a perder un valioso cliente por la mojigatería de una insignificante camarera que se paseaba desnuda de aquí para alla, poco menos que una putilla para ellos .

Pese a aquellas pequeñas molestias y una vez me hube acostumbrado a que todo el mundo disfrutara de la vision de mi cuerpo desnudo, y de que se me devorase con los ojos como su fuera una fruta dulce y madura, la vida me iba bastante bien, consegui matricular a mi niña en un mas que aceptable internado para señoritas, y yo solia trabajar hasta la madrugada y solia dormir de dia .

Mis necesidades y gastos eran minimos, pues prácticamente no tenia tiempo libre para el ocio, así que mis gastos consistian básicamente en pagar el costoso internado, el alquiler y mantenimiento de mi pequeño apartamento y mi propia manutención .

Todo fue bien durante los primeros dos años, pero un dia surgio un incidente que cambiaria mi vida de nuevo, un cliente se encapricho de mi cuerpo y quiso que se sentara con el a "hacerle compañía", yo con la máxima educación y suavidad que pude me zafe de sus brazos y me aleje de él bastante alterada hacia el otro extremo de la sala .

Cuando consegui calmarme, segui sirviendo las mesas con la máxima naturalidad que pude mientras trataba de olvidar el penoso incidente . En realidad no era la primera vez que sucedia, de vez en cuando un cliente confundia a una camarera con una chica de compañía, pero la cosa nunca iba a mayores . Esta vez, desgraciadamente para mi, el tema iba a ser muy diferente .

El encargado de aquel piso, me llamo a su despacho y aunque fue muy educado y comprensivo con mi reaccion y mis sentimientos, el mensaje que hizo llegar fue muy claro . No se me iba a obligar de ningun modo a plegarme a las exigencias de aquel cliente, pero desgraciadamente era un hombre muy poderoso e influyente, y si no me sometia a sus deseos, para desagraviarle, deberían despedirme inmediatamente .

En pocos segundos, fui consciente que no tenia otra alternativa, pues no podia prescindir de aquel sueldo, unica forma de sustento y de poder mantener a mi hija en el costoso internado, así que cabizbaja y totalmente derrotada moralmente, me dirigi a la mesa de aquel persistente y autoritario cliente y pidiéndole mis mas humildes disculpas me ofreci a atender todas sus necesidades .

Inmediatamente una sonrisa cruel y despiadada se formo en su poderosa mandibula, se notaba la satisfacción que sentia al haberse salido con la suya, un vez mas, se notaba que estaba acostumbrado a ordenar y que se le obedeciera sin demora .

Rapidamente, con un gesto me hizo arrodillarme a sus pies y que le hiciera una mamada.

Venciendo mi repugnacia me postre sumisamente y saque su verga del caro y lujoso pantalón de seda que llevaba puesto . Aunque su polla estaba en semierecta solamente ya media una extensión de 20 cm, era enorme, y con lentitud y suavidad, poco a poco fui introduciéndola en mi boca . De inmediato, como movida por un resorte, se puso dura como una piedra, llegando a crecer 10 cm mas, casi no podia tragarla de lo enorme y gorda que tenia aquella herramienta, pero haciendo un verdadero esfuerzo de autocontrol consegui abrir mi boca hasta que crei que se me iba a desencajar y consegui abarcar todo su diámetro . Entonces, aquel tipo me puso una de sus manazas por detrás de la nuca y empezo a dirigir mi cuello, empujándolo de arriba abajo, brusca y frenéticamente, forzándome a iniciar un mete – saca bastante rapido y violento.

Yo me estaba poniendo roja por momentos, y pense que iba a ahogarme, afortunadamente aquello solo duro unos escasos minutos, el tipo debia estar muy caliente y excitado por aquella facil victoria sobre mi, pues enseguida se corrio copiosamente sin sacarme la polla de la boca, por lo que tuve que tragar y tragar toda su copiosa corrida . Si yo pensaba que después de aquello me dejaria en paz, estaba muy equivocada . Tomándome de la mano me hizo sentar a su lado, y entonces comenzo a estrujarme los senos y a meter sus dedos en mi cono que estaba bastante seco, pero al poco de sufrir sus bruscos pero expertos toqueteos, éste comenzo a humedecerse como si tuviera vida propia, pues yo no estaba disfrutando nada de aquella situación, pero la naturaleza seguia sus inclinaciones naturales, y en poco tiempo me encontraba gimiendo y jadeando en sus brazos . Me tuvo haciendole compañía mas de tres horas, prácticamente el resto de la velada, y durante todo ese tiempo, me penetro e introdujo en mi cono y hasta en el culo todos los objetos que tenia a su alcance, su bolifrafo, su encendedor, el largo vaso de whisky, y hasta la estrecha y larga vela que habia en medio de la mesita . Ademas tuve que mamarle y tragarme su semen 2 veces mas, aquel tipo era un amante incansable .

Por fin se canso y con un gesto disciplente me despidio de su lado, como si yo no fuera mas que un pedazo de carne sin sentimientos ni voluntad propia, y en cierto modo así era, yo desgraciadamente no podia permitirme negarle nada .

Después de aquella desagradable noche, todo volvio a la normalidad, pero yo ya no me sentia igual, por un lado aquel hombre me habia hecho sentir como una autentica furcia y por otro, noche a noche temia verlo aparecer de nuevo por el club, y que aquella experiencia pudiera volverse a repetir, pues de así quererlo él, no tendría mas remedio que someterme a sus deseos...