El mejor día, solo con Ella
Continuacion de "Mi nuevo yo, igual es de Ella", por favor, no se confundan con el titulo, porque rosas hay, pero tiene muchas espinas... disfrutenlo
Es por lo menos sorprendente la perversidad de la mente humana, todas y cada una de las personas que entramos a esta página de todorelatos aunque muchas no lo quieran aceptar tienen el morbo y la perversión en la mente, unas más desarrolladas que otras, pero siempre está presente, latente en cada línea, en cada palabra, en cada rose que provoca la calentura de leer y leer relatos.
No existe nada más placentero que ligar el morbo y la perversidad con el amor, podrá sonar a cliché, incluso a novela rosa, pero hacer el amor de la forma más erótica y perversa con la persona que amas no puede ser comparado con nada en este mundo, y quien piense o diga lo contrario, pues sencillamente no ha tenido el placer de experimentarlo.
Tras esa primera noche en el mundo del BDSM con Ella, y esa mañana tan sensual y erótica, sabía que nada sería igual, no somos personas anormales, ni extraterrestres, solo somos dos mujeres que disfrutamos de un sexo total, placentero, de experimentar nuestros límites y llevarlos al máximo.
Cuando íbamos en el taxi al centro comercial podía ver en sus ojos lo que yo sentía, amor, lujuria, placer, cariño, necesidad, todo junto en un mismo momento, le di un beso rápido y seguimos disfrutando de nuestra presencia.
Almorzamos, hablamos de todo un poco, solo la estábamos pasando bien, cuando dando vueltas por el centro comercial pasamos por el sex shop, mi mente se puso a volar, agarre su mano y la guie hacia la tienda, tenía una iluminación tenue y la atendía una chica muy simpática con varios tatuajes que ya anteriormente había conocido por mi antiguo dominante.
Su cara palideció cuando la salude con mucho cariño y ella casi de inmediato saco un catalogo aparte de “utensilios” comunes en el mundo del BDSM; pinzas, esposas, cadenas, cuerdas, antifaces, látigos, se unían a lo ya “común” que podemos encontrar en los sex shop.
Mientras veíamos el catalogo pude ver la cara de Ella, parecía una niña mirando la más increíble colección se juguetes, preguntaba por cada cosa, estaba como sedienta de conocer y experimentar todo a la vez.
Ni Ella ni mucho menos yo somos personas con dinero, pero con lo poco que teníamos compramos algunas cositas como unas esposas y un strap-on (consolador con arnés), no se ustedes, no existe nada como experimentar el calor y ardor que queda en la mano después de un azote con mano limpia, así que por lo menos a mí los látigos y fustas no me gustan, y pues los ganchos para los pezones, vamos! En la casa hay muchos para la ropa!
Ella seguía mirando todo lo que podía, y en su rostro empecé a ver un grado de excitación importante, mientras la chica le estaba respondiendo a todas sus dudas me puse a su espalada y con mi mano empezó a acariciar su cola sobre su vestido, sabia por experiencia propia que la debía tener súper sensible por los azotes, su respingo fue casi imperceptible, pero pude notar su piel erizada.
Sabía que a esa hora poca gente entraría a la tienda, así que aprovechando que la chica de los tatuajes estaba distraída explicando el catalogo, metí mi mano por debajo de su vestido para sentir la piel caliente de sus glúteos, los sobe por un rato mientras intentaba llegar mas y mas bajo, hacia su húmeda vagina.
Sus hilos estaban empapados, era impresionante lo caliente que se sentía a pesar que no podía tocarlos con facilidad, Ella separo un poco sus piernas sin que la chica de los tatuajes se diera cuenta, y me dejo trabajar un poco más sobre su hilo, me encantaba la sensación de calor que emanaba de ellos.
Frote por un rato, la excitación en Ella era impresionante, empezó a sudar y ya su voz sonaba entrecortada, sabía que no aguantaría eso por mucho tiempo, así que quise castigarla un poco, saque mi mano y me puse en el mostrador como si nada hubiera pasado.
Su cara era un verdadero poema, me miro como si me quisiera matar, me causo tanta gracia que no pude evitar reírme, la chica de los tatuajes me miro extrañada, pero termino su exposición, pagamos lo que íbamos a llevarnos y cuando me nos íbamos a retirar me dio su tarjeta, no sin antes regalarme un giño que me sorprendió.
Ella apretó fuertemente mi mano y teóricamente me empujo fuera de la tienda, cuando estábamos en camino a salir del centro comercial me llevo en seco al baño, recordé por un momento un episodio que antes habíamos pasado y cuando entramos a un cubículo me beso fuertemente, subió su vestido y llevo mi mano hacia su centro, dios estaba completamente húmedo y caliente, no pude evitar arrodillarme y meter mi cabeza entre sus piernas, por dios estaba deliciosa, mientras la devoraba Ella tapaba su boca con sus propias manos.
Subí mi mano hasta uno de sus pechos, baje su escote y apreté fuertemente su pezón, eso la hizo correrse de una manera descomunal, sus jugos llenaron completamente mi cara y Ella no pudo evitar dejarse caer sobre el escusado.
Cuando salimos del centro comercial iba con la fiel convicción que hoy seria estaba siendo el mejor día de mi vida, y eso que todavía no llegábamos a mi residencia a probar lo que compramos….