El Mecánico me domina (Cap. IV)

Betsy conoce el verdadero lado Dominante de su Amo al visitar por primera vez su casa y sus "juguetes"

Durante un par de días Betsy no supo nada de Tadeo y se sentía insegura debido a que tuvo el mejor sexo de su vida y estaba enamorada de aquél extraño dominante. No quiso llamarlo ella porque asumió que la mascota debe esperar a su Amo dentro de aquél sutil pero interesante juego de roles que planteó su hombre. La cabeza de la chica temblaba solo al recordar el físico de el que ella había bautizado simplemente como su macho. Se exitaba al recordar sus nalgas desnudas al caminar y con la enorme y descomunal verga colgando entre los potentes muslos morenos de Tadeo.

La jovencita oficinista de la empresa de paquetería y mensajería estaba a medio día laboral más contenta que de costumbre cuando recibió una llamada.

-- Buen día! Habla Betsy.

-- Hola mascota, cómo estás?

-- Muy bien, gracias Señor, y usted? -- disimuló el tono porque una de sus compañeras estaba frente a ella.

-- Mejor que nunca, recordando cómo gemias como la perra en celo que eres -- dijo Tadeo de manera contundente.

-- Me alegro, yo también estaba en algo parecido Señor. Dígame en qué le puedo servir?

-- En muchas cosas, tal vez la próxima vez te azote solo por gusto, o te humillaré para mí diversión, te humillarías para mí?

-- Usted sabe que sí, estoy para servirle.

-- Muy bien mascota, ahora irás al baño y te quitarás las bragas y el sostén, te meterás 3 dedos bien profundo en la concha y los chuparás, paso por ti a las 6-- dijo serio y terminó la llamada.

-- Claro Señor, yo le envío la información -- fingió seguir al teléfono para sonar convincente ante su compañera que la esperaba.

Después de darle una sonrisa a su amiga del trabajo se levantó hacia el tocador dónde cumplió su orden a cabalidad y saboreó sus propios jugos debido a que desde que escuchó la voz de su macho se humedeció. La jornada laboral terminó para Betsy y cuando vió llegar a Tadeo le temblaron las piernas. La saludó con un tierno beso en la boca y la condujo hasta donde estaba su auto.

-- Te ves hermosa Betsy, en verdad -- dijo asombrado ya dentro del auto.

-- Gracias, en verdad me apenas -- respondió sonriendo y bajando la mirada.

-- Tengo suerte de tener una mascota tan bonita. Ahora vamos a mi casa. Por cierto, la ropa interior se ha terminado para ti, y solo te permito vestidos y faldas, entendido?

-- S...i... Señor -- titubeó ante la orden tan específica.

-- Tienes algún problema con eso? Puedes decirlo sin problemas.

-- No Señor, solo que me tomó por sorpresa.

-- Si hay situaciones donde necesites usar pantalón o shorts, pide permiso primero, pero las bragas y el sosten se van, estamos? -- le acarició la pierna mientras conducía.

-- Si mi Amo -- respondió sonriente y segura.

-- Confía en mi, nunca haré nada que tú no quieras, pero te aseguro que te exitarás y pedirás más.

Los dos sonrieron mientras atravesaban la ciudad hasta la casa del Mecánico. Una casa hermosa en una zona bastante exclusiva dejó sorprendida a Betsy.

-- Es una casa hermosa! Gana tanta plata un jefe de mecánicos???

-- Jejeje soy ingeniero y he usado mis habilidades para los autos. Digamos que he sido mecánico pero creando autos para diferentes fabricantes y he trabajado para varios equipos de F1.

-- Y por qué trabajas en el taller de la agencia?? Yo estaría haciendo dinero en la F1 trabajando con Mercedes o RB!!-- dijo sorprendida.

-- Primero y más importante: para relajarme, vivía con mucho stress y trabajaba demasiado y en la agencia me pagan bien y tengo el control de todo, hasta de mi tiempo libre. Y segundo: tengo el dinero necesario para hacer lo que sea para no preocuparme por ello.

Platicaron un poco mientras entraban en la cochera y se cerraba el portón eléctrico. Al entrar, Betsy pudo ver una pequeña mansión moderna, minimalista y decorada en colores blancos con leves toques de negro y gris. Él le ofreció algo de beber mientras ella veía el patio tracero mediante las grandes puertas de cristal y apreciaba el pasto, la alberca y la pequeña palapa con bar y asador.

-- Ahora sí perra, verás a qué te he traído a mi hogar. Cuando te mides aquí podrás ver la alberca el tiempo que quieras.

-- Es hermosa tu casa Amo.

La condujo a su habitación y ella creyó que la follaría con fuerza pero dentro de la recámara de Tadeo la hizo pasar por otra puerta más y pudo atestiguar una habitación blanca con tantos y tan variados juguetes sexuales, muebles e instrumentos para tener sexo, látigos, cadenas, máscaras y demás artilugios destinados para la dominación, tortura y placer que los libros de 50 shades of gray parecían un cuento para bebés. Betsy en lugar de salir corriendo aterrada sintió alivio, se sintió a salvó y con la intención de gozar y entregar su cuerpo. Estaba exitada conociendo cada vez más la vida y el carácter de su Amo. Para lo que a otras hubiera asustado, a ella le hizo humedecer la vagina.

-- No quiero que te asustes, pero este cuarto es a prueba de sonido, para evitar problemas con los vecinos. Cómo te imaginarás no eres la primera ni la última que entra aquí, tienes problemas con eso?

-- No Amo -- mintió debido a que sintió celos al saber qué podría haber más sumisas.

-- Los gritos y gemidos suelen ser fuertes en ocasiones. Dime, estás dispuesta a ser follada y manipulada aquí, o te puedo solo follar en mi habitación, si entiendes a qué me refiero.

Betsy pensó unos segundos lo que acababa de escuchar mientras recorría la habitación perfectamente ordenada y limpia, apreciando la cantidad de elementos de cuero negro, metal reluciente y objetos sexuales. Su respuesta no fue verbal: tomó un collar de perro color negro con puntos metálicos y se lo puso mientras se ponía en 4 patas frente a él.

-- Soy tu mascota, debes entrenarme y enseñarme. Mi Amo manda y yo obedezco.

-- Y qué pasa si no me complacer perra? -- la retó a manera de prueba.

-- Entonces como a cualquier mascota, debes de dar un correctivo -- sonrió exitada.

Tadeo cerró la puerta con una cerradura electrónica y cogió una cadena para engancharla en el collar que tenía puesto la joven con cara de inocente en el suelo. La guió cuál perro en exhibición hasta una zona del gran cuarto en dónde la levantó para desnudarla por completo para luego ajustar muñecas y tobillos en una gran X de madera. Cuando la chica estaba con brazos y piernas abiertas por completo, ajustó un quinto cinturón a la altura de su abdomen dejándola totalmente inmobilizada y a su Merced.

La respiración de la chica era agitada, sus pezones parecían querer despegarse de sus pequeñas pero muy bien formadas y firmes tetas debido a la exitacion. Su vagina comenzaba a palpitar conforme veía moverse a Tadeo por la habitación; Betsy no era tonta y sabía que en esa posición no la iban a follar. Un par de películas porno que había visto le enseñaron un poco del uso de aquella X de madera grueza e inamovible. Tadeo entró a un pequeño closet negro que estaba en el fondo de la habitación y mientras más tardaba, más se agitaba Betsy; cuando salió caminando hacia su presa totalmente desnudo causó tal impactó en la joven que intentó sacarse para correr a abrazarlo y besarlo pero no pudo debido a las ataduras. El hombre caminaba de frente hacia ella con su gran pedazo de carne colgando entre sus musculosos muslos; llevaba en las manos un látigo y una vela de color púrpura pero ella solo veía su verga bambolearse al caminar.

-- Hoy aprenderás que aún en el dolor puedes gozar y que no hay mayor regalo para un Amo que el sacrificio de su sumisa. Estás dispuesta a entregarme tu Dolor Betsy?

-- Si Amo, lo intentaré...

-- Ok, te lo agradezco. Si hay algo que no puedas soportar dirás fuerte y claro: Piedad Amo. Y todo se detendrá, mientras no digas ésas palabras continuaré, entendido?

-- Si Amo -- respondió segura.

Tadeo caminó hasta una pequeña mesa metálica que tenía diferentes instrumentos cuál mesa de cirugía y se acercó a Betsy con un tubo brillante con un vibrador negro en la punta. En un orificio justo debajo de ella fijó el tubo y luego ajustó la altura precisa para que el vibrador con punta redonda hiciera presión en la vulva y el clítoris de la joven; lo encendió y Betsy pudo sus ojos en blanco ante tal estimulación, Tadeo agregó un poco de lubricante y dejó que el instrumento hiciera su trabajo. Abierta totalmente de piernas, atada y fijada a la gran X, desnuda por completo y con la vibración constante nuestra protagonista comenzó a gemir de placer y solo veía a Tadeo contemplarla a un par de metros.

-- Tu sabes lo que sigue, quiero que me ruegues.

-- No... Lo... Sé ... Ahhhhh... Aggg... No Sé... Lo que sigue... Ahhhhh -- contestó entre gemidos y gritos.

-- No eres tonta perra, yo no elijo sumisas estúpidas -- le mostró el látigo delgado.

-- Azótame Amo... Aggghhh... Hazme lo que desees ... Si ahhhh, te lo... Ruego...

Inmediatamente el primer latigazo impactó de manera moderada en el seno derecho de la chica haciéndola gritar pero totalmente imposibilitada de moverse; el segundo golpe fue al otro pezón haciéndolo arder pero la incomodidad de los latigazos se perdía con el placer de su vagina. Ella sufría poco pero quería más y más. Tres, cuatro, cinco caricias con el látigo de cuero negro hacían a Betsy gritar y cerrar los ojos pero fue el sexto golpe en sus senos el que se sincronizó con el vibrador de goma en su clítoris para darle el orgasmo más fuerte de su vida, hasta ése momento.

Durante su orgasmo recibió 5 azotes más pero ni siquiera los sintió, tampoco se percató que la enorme verga de su Amo había despertado de tal forma ante sus gemidos y gritos que el glande estaba pegado a su abdomen definido y fuerte. Se acercó a ella y le untó una especie de gel transparente bastante frío que alivió el leve ardor de sus tetas y apagó el vibrador que ya había abierto levemente los labios vaginales de Betsy; lo retiró y acarició el palpitante clítoris con sus dedos haciéndola dar un leve brinco debido a la sensibilidad latente por el orgasmo.

-- Buena mascota! Has resistido como toda una valiente, dime: Te gustó?

-- Me encantó Amo... Nunca había vivido algo así-- respondió agitada aún.

-- Bien, eres una masoquista nata! Ahora déjame bajarte de ahí -- retiró el tubo entre sus piernas y luego la desató por comoleto-- vamos a subirte a otra atracción de mi pequeño parque de diversiones.

-- Como ordene mi Amo jejejeje.

-- Camina un poco, estira tus piernas y recupera el aliento perra -- le dió un beso en la boca.

Tadeo limpió la corrida de Betsy y guardó el vibrador para preparar una especie de estructura de tubos metálicos que estaba del otro lado de la habitación. La joven comenzó a observar con detenimiento la habitación plagada de juguetes sexuales, BDSM y elementos de tortura o placer, depende a quien le preguntes. Comenzó a exitarse de nuevo al ver el hermoso cuerpo de su Amo y la verga que ya no le colgaba sino que estaba firme, dura e inflamada apuntando al techo. Sus tetas ardían y vió como le quedaron unas leves marcas rojas pero la crema que le untó su amo ayudaba bastante. Tadeo vino por ella y la besó tiernamente y la abrazó haciéndole sentir su dura verga en el abdomen, ella se dejó dirigir hacia el raro aparato de tubos.

Betsy fue dirigida por Tadeo dentro de los tubos y se acostó boca arriba usando un pequeño respaldo acolchonado; él tomó sus piernas y las levantó con cuidado moviendo los tubos que asemejaban un forcep para sostener las piernas, las ató con correas de piel dejando totalmente al descubierto la entrepierna de la sumisa; luego ató los brazos estirados a otros tubos y por último bajó un poco el ángulo del respaldo para que la cabeza quedará colgando muy levemente, aseguró el cuello al respaldo con un collar grueso y terminó por ajustar el sistema de tubos y acomodar la posición del hermoso cuerpo de Betsy. Al terminar ella se vio en posición de misionero, taltalmente expuesta e inmóvil pero a casi 1 metro suspendida sobre el suelo. Sus piernas levantadas, abiertas y totalmente inmobilizada dejaban a su concha en todo su esplendor; su cabeza viéndolo todo al revés debido a la inclinación y justo a la altura para que Tadeo follara su boca sin necesidad de agacharse. Fue como si el mecánico ajustará el cuerpo de Betsy justo a la altura necesaria para follarla sin dificultad.

Ella estaba incómoda de nuevo, el pequeño respaldo soportaba su torso y cabeza pero el resto de su cuerpo estaba atado a tubos formando una posición de misionero de manera perfecta. Cuando se dió cuenta de lo que pasaría sintió la lengua de Tadeo en la concha chupando y lamiendo y segundos después la gran verga la partió a la mitad de golpe. Ella gimió y recibió el pedazo de carne en su concha sin dificultad debido a la exitacion y la lubricación. Él la folló brutalmente, sin contemplaciones con un bombeo frenético que nunca bajó la intencidad. Embestida tras embestida ella gemía y disfrutaba por fin su premio tras tantos azotes. Cuando el sudor de Tadeo caía sobre el cuerpo de Betsy ella sintió como él sacó la verga y puso sus pies sobre los tubos y luego volvió a meterla pero ahora él estaba suspendido sobre la estructura de tubos de placer; dicha posición hacía que el cuerpo entero del hombre callera sobre el delicado pero exitado cuerpo de la joven facilitando la penetración completa de la descomunal verga en la rosada vagina de la sumisa. Debido a tantos jugos resbaló sin problemas haciendo gritar de nuevo a Betsy. La tenía toda dentro de su humanidad y ella boca arriba, jadeando, gimiendo y sintiendo el mejor sexo en su vida. Tadeo parecía un toro follando la concha de su sumisa atada, nunca paró, nunca aflojó el paso y disfrutó cada embestida viendo las tetas marcadas a latigazos. Estuvo follando la a placer 20 minutos con todas sus fuerzas y luego le sacó la verga y bajó del aparato para ir al frente dejando su verga aún dura como piedra justo en la cara de la chica; ella agotada por el segundo orgasmo a manos de su Amo no titubeó y se metió el pene en la boca probando sus jugos vaginales y el sabor a látex del condón.

-- Prueba tus jugos perra, saborea!...

-- Mmmm... Ahhggg... -- chupaba descontrolada.

-- Ahora tu premio -- Se quitó el condón justo en su cara y derramó el semen en su boca extrimiendo el condón-- traga la leche de tu Amo y Señor.

Betsy bebió todo lo que pudo para luego recibir el pene en la boca y dejarlo reluciente mientras se ponía flácida. Tadeo se retiró y salió de la habitación dejándola sola y atada.

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Continúa.

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P.d. Todos sus comentarios son bien recibidos por mi Asistente y sumisa en miss.lilith2000 @ gmail