El Mecánico me domina (Cap. III)
La sumisa por fin es poseída en cuerpo, mente y voluntad por el Mecánico dominante.
Después de trabajar toda la tarde en cuestiones administrativas monótonas en la oficina, Betsy se sentía emocionada con la cita. Se fue despidiendo de todos sus compañeros como regularmente lo hacía al ser ella la que trabajaba horas extras y siempre salía al final de la jornada, pero hoy era diferente debido a que se quedó tarde porque toda la mañana fue sometida y dominada por Tadeo. Me he convertido en su mascota se repetía a sí misma y se exitaba recordando estar arrodillada por orden de aquél hombre. No le contó nada a sus amigas porque sería muy vergonzoso explicar lo sucedido.
Al salir del edificio Tadeo estaba esperándola aún con su uniforme de trabajo al igual que ella. Fueron a una cafetería pequeña y muy acogedora y platicaron durante 2 horas sonriendo y olvidándose totalmente de lo sucedido por la mañana. Tomaron un café y compartieron una rebanada de torta como 2 enamorados de años. Al terminar el hombre llevó a la jovencita a su casa y ella lo invitó a pasar.
-- La he pasado muy bien Betsy, para ser tan reservada tienes un sentido del humor bastante fuerte y algo oscuro -- le dijo sonriendo.
-- Gracias, hacía mucho que no me divertía tanto platicando. Deseas pasar a tomar algo y seguir hablando? -- preguntó tímidamente.
-- Pasaré pero...
-- Pero qué???
-- Si entro deberás entregarte a mi por completo y hasta que yo lo desee. Serás mi perra, mi puta, mi mascota, mi sumisa... -- cambió el tono de voz seriamente.
-- Creí que ya lo era -- lo vió a los ojos de manera seductora. Eres como los vampiros y necesitas permiso para entrar? Jejeje
-- Algo así, quiero hacerte cosas que necesitan de tu permiso -- respondió con risas.
-- Desde ayer que me nalgueaste sabes que puedes hacer conmigo lo que quierasaunque sea demasiado machista esa frase para éstos tiempos. Pasa por favor... Mi amo.
Entró ella primero al pequeño departamento y él se encargó de cerrar la puerta. Al dar un par de pasos más ella comenzó a dejar sus pertenencias en un perchero y una bella mesita de madera cuando Tadeo la jaló y la puso frente a él de manera firme y rápida tomándola del cuello pero sin apretarla, como acariciando su tersa y blanca piel.
-- De rodillas perra, las mascotas no se paran en 2 patas -- le ordenó con un tono de voz totalmente diferente al ameno y educado de hace un rato.
-- Si Amo -- respondió agitada, exitada y anticipándose a lo que buscaba desde la noche anterior.
Se arrodilló y y ante ella surgió del pantalón de Tadeo una tremenda verga dura y con un glande inflamado y palpitante. Betsy se quedó sorprendida al ver semejante miembro que fácilmente recorría todo su rostro de la barbilla hasta la frente y aún sobraba un poco. No supo qué hacer, la verga de su nuevo dueño era muy grande y nunca había estado con una pareja que tuviera el rabo tan descomunal. Solo en videos pornos había visto tamaño semejante pero nunca creyó conocer a un hombre con un pene así de grande, grueso y firme. Tadeo interrmpió la sorpresa y se lo pegó a los labios; Betsy abrió la boca aún fuera de sí y solo la cabeza y un par de centímetros entraron a su boca y comenzó a chuparlo y lamerlo mientras el hombre gemía y cerraba los ojos de placer.
-- Amo, puedo decirte algo -- pidió permiso para hablar entre chupadas.
-- Habla perra, pero no te detengas.
-- Tu verga es gigante, no me va a entrar.
-- Todas dicen lo mismo y terminan empaladas en mi verga -- le tomó el cabello y se la encajó hasta la mitad del pene haciéndola dar orcajadas.
Después de follarle la boca a placer, Tadeo tomó a Betsy entre sus brazos y sin ningún esfuerzo la levantó del suelo y la sentó en el sofá de la pequeña estancia del departamento. Ella esperando ser follada pudo ver con la boca abierta como él se desnudaba por completo frente a ella mostrando un cuerpo fornido con los músculos ligeramente marcados por el ejercicio; sus muslos y piernas eran grandes y fuertes, su abdomen dibujaba un six-pack coronado por unos pectorales grandes y firmes. Ella nunca se imaginó encontrar bajo el uniforme del taller mecánico aquel cuerpo moreno claro tan espectacular y la cereza del pastel era aquella verga descomunal, erecta y cabezona que hacía juego con las potentes piernas del mecánico.
Con un despliegue de poder Tadeo tomó la blusa de la delgada chica y la desgarró sin dificultad; luego tomó la falda y la subió hasta la cintura y se arrodilló ante ella para abrir sus piernas. Ella sintió la lengua del hombre recorrer su vagina de abajo hacia arriba y luego una succión muy leve pero continúa en su clítoris; la boca situada en su punto más sensible la hizo encogerse un poco pero luego se relajó para sentir la lengua de nuevo entrando a su concha para juguetear con sus labios y recorrer cada centímetro de su orificio totalmente libre de bello púbico.
-- A partir de hoy no te depiles, quiero sentir tu bello-- le dijo Tadeo mientras se acomodaba un poco para estar en mejor posición.
-- Si mi Amo-- contestó con los ojos en blanco recostada en el sofá.
Él siguió chupando los labios, el clítoris y lamiendo su monte de Venus y su ingle cariñosamente hasta que ella no pudo aguantar más y se corrió en su boca descontroladamente. Era la primera vez que un hombre le comía la concha y se volvió loca.
-- Tu concha sabe muy rico, me encanta -- dijo sonriente y satisfecho, como si fuese una prueba.
-- Gracias, tuve un orgasmo muy fuerte, como nunca antes...
-- Lo imagino perra, sin temor a equivocarme has tenido sexo tradicional y seguramente mediocre-- le dijo de manera directa y lapidaria mientras se ponía un condón que sacó de su pantalón.
-- Por favor, se gentil con mi vagina que tu pene es muy grande y grueso.
-- Tranquila, estás bastante lubricada.
El mecánico tomó un segundo para apreciar a la bella joven desnuda y con las piernas abiertas frente a él. Ella se ruborizó pero se sintió exitada al ver el bello cuerpo de su Amo y tremenda verga que seguía erecta, ahora con un condón que a duras penas cubría la mitad del miembro.
Cuando fue penetrada ella solo cerró los ojos y sintió como la partían al medio. Recordó su primera vez con el dolor que causó la cabeza del pene al entrar pero está ocasión no hubo sangrado, ni incomodidad. Después de adaptarse a la magnitud de la verga de Tadeo, un golpe de placer tras otro llegaron a la vagina de Betsy. Cómo todo un caballero él la penetró despacio, con cuidado, como si supiera el daño que puede causar con su trozo de carne. Después de un mete-saca lento y con mucho cuidado iniciaron los gemidos intensos de la joven y fue la señal para que Tadeo acelerará y terminará follando brutalmente a la mujer perdida en placer. En el momento más duro apenas le metió la mitad de su verga mientras Betsy repetía entre gemidos: Soy tu mascota, soy tu mascota. La chica explotó en un segundo orgasmo que la hizo estrangular el miembro con su concha, espasmos que Tadeo disfrutó deteniendo su movimiento y mientras su gran verga era succionada por la vagina convulsa, él observaba a Betsy retorcerse y gritar de placer.
-- Eres preciosa en verdad-- le dijo asombrado.
-- Gra... ci... ci... as... Haaaa, gghhhhhh grac.... Gra... CiaAAaAsss... -- Intentó hablar pero no pudo con la respiración entrecortada y teniendo espasmos placenteros por todo el cuerpo.
Tadeo esperó a que pasará el orgasmo y le sacó la verga, la tomó de la cintura y la puso en cuatro patas. Fue de nuevo a su pantalón pero ahora tomó el cinturón y con un rápido movimiento se lo colocó a Betsy en el cuello. Ella se dejó hacer porque aún sentía temblar todo su cuerpo y porque ella era propiedad de él. Apretó el cinturón en su cuello improvisando un collar y correa de manera muy rústica. Ella estaba incómoda en el cuello debido a la hebilla de metal pero todo eso pasó a segundo plano cuando sintió entrar en su vagina la herramienta fenomenal de su Amo y dueño. Jalando la correa la penetró en 4 y controló el cuello de su mascota en todo momento. La vista del mecánico era preciosa: con una cintura perfecta, la piel blanca y tersa de su espalda y sus nalgas hermosas rebotando contra su abdomen marcado. Betsy comenzó a chorrear fluidos por su concha mientras era estrangulada con el cinturón de su Amo. Tadeo la folló de manera firme y fuerte por 20 o 30 minutos sin piedad haciéndola correrse 2 veces.
Jalaba fuertemente el cinturón haciendo que su mascota arquera su espalda hacia él lo cual le exitaba tanto que aceleraba las embestidas haciéndola gemir más y más olvidándose de la incomodidad de su cuello. En la cabeza de Betsy solo se escuchaba "Soy su mascota, soy su perra" una y otra vez con los gemidos de Tadeo en el fondo. El fornido mecánico eyaculó en el condón y sacó la gran verga del interior de la vagina dilatada de ella, se sentó a su lado en el sofá totalmente exhausto y le quitó el collar improvisado del fino cuello.
-- Quítame el condón y límpiame -- le ordenó sin aliento.
-- Claro que sí!
-- Sabes? Tienes un culo hermoso y tu espalda es bellísima en 4 patas. Te han fallado el ano?
-- No, soy virgen del tracero-- Respondió Betsy mientras retiraba asombrada el condón lleno de semen de la verga aún dura y firme.
-- Me dejarías intentarlo?
-- Por qué me preguntas si me tienes como tu mascota??? -- dijo un poco confundida ante su papel de sumisa.
-- Una cosa es mi rol de Amo dominante y otra muy diferente es el abuso. No haremos nada que tú no quieras hacer, tienes que decirme cuando algo no te agrade o cuando te sientas mal, ok?
-- Ok, disculpa mi ignorancia, nunca había Sido sumisa o dominada -- lo vió a los ojos y comenzó a chupar la gran cabeza del pene habiéndolo relajarse y mirar al techo de placer.
-- Eres mi sumisa, mi mascota, eres lo que yo mandé, pero debe de ser consensuado, debemos disfrutar los dos, entendido?
-- Si mi Amo hermoso -- respondió cariñosamente mientras lamía el semen que escurría hasta los testículos -- Por cierto, nunca creí encontrar un cuerpo tan bello y musculoso, eres un Adonis Tadeo.
-- Soy mecánico desde la adolescencia, solo trabajo duro reparando autos y motores, y también ayuda correr 15 km diarios.
-- Eres hermoso -- lo aduló la joven tratando de meterse por completo su verga a la boca pero solo llegando hasta la mitad.
-- Tu también eres hermosa y el sabor de tu vagina me encanta, ahora besa y lame mis pies.
Fue difícil para Betsy despegarse de la verga de su Amo pero obedeció poniéndose en 4 patas en el piso de su pequeño departamento y comenzó a besar y lamer los pies de Tadeo. Se sorprendió al encontrarse tan exitada saboreando entre los dedos del hombre y trató de acariciar lo mejor posible con su lengua cada centímetro de sus pies.
-- Te gusta?
-- Si, estoy muy exitada, tú eres todo un macho y me encanta someterme a ti...
-- Es tu alma sumisa, todos los hombre que te han cortejado tratan de adularte, agradarle, de que los elijas, verdad?
-- Ahora que lo pienso, si. Todos me han tratado como reina para que los elijas.
-- Pues necesitas a un Rey que te domine y que te trate como su esclava, y con eso te enamorarás de él.
-- Si mi Rey, soy tu esclava sumisa -- Susurró Betsy exitada besando los pies de su hombre.
Después de unos minutos adorando los pies de Tadeo, Betsy recibió la orden de arrodillarse solamente para que su boca fuera presa de la gran verga dura de su Amo. Con las manos en la espalda por orden de Tadeo, Betsy recibió el pene sin piedad hasta su garganta y su cabeza fue manipulada con maestría por el hombre que acababa de conocer el día anterior. Él solo le decía: Que rico mamás, que rico. Después de varios minutos follando la boca de la jovencita el mecánico eyaculó por segunda vez ahora introduciendo casi directamente a la garganta su leche la cual fue bebida por completo por ella.
Después de unos segundos para tomar aire, Tadeo la tomó entre sus brazos y la levantó del suelo como si de una bebé se tratase y la llevó en brazos hasta su habitación.
-- Disculpa el desorden, no planeaba traer a nadie hoy -- dijo en verdad apenada.
-- Tranquila, después de la mamada que me acabas de dar se te perdona todo -- respondió sonriente. La acostó sobre la cama individual, la puso boca abajo y le abrió las piernas dejando su ano y su vagina al descubierto -- Por favor no te muevas, ahora vuelvo.
-- Creeme Amo, no me voy a mover.
Ella sabía que iba a ser follada de nuevo pero se sorprendió por la recuperación de Tadeo ya que no le tomaba casi nada estar erecto de nuevo. Él entró al cuarto de regreso con la verga dura y un nuevo condón en su lugar cubriendo solo la mitad de su pene aún cuando el preservativo estaba en su máxima capacidad. Le escupió directamente en la vagina y la penetró acostándose sobre ella. Betsy no sabía lo que era el multiorgasmo hasta que Tadeo la folló durante 40 minutos dejando caer su sudor sobre su tersa espalda y escucharlo gemir como un toro enloquecido. Su pene casi entraba por completo en el cuerpo de la chica y ella perdió el control de sus gemidos y de su cuerpo. Le metió la verga hasta el fondo y ella sintió como si su clítoris explotará de placer y no pudo ni gemir, solo sus ojos se pusieron el blanco y el resto de su cuerpo tocó el cielo. Ella sabía en ese instante que toda ella, en mente y cuerpo pertenecían a aquél hombre y que haría lo que fuera por tener la oportunidad de adorarlo y estar a su Merced y de su verga. Al sacar su verga con cuidado, él retiró el condón rebosante de esperma y con naturalidad pasó al baño de Betsy a asearse. Al regresar encontró a la chica aún en la posición que la dejó y él mismo la acomodó en la cama cuál muñeca de trapo; acomodó un par de almohadas y la cubrió con una frasada para luego acostarse junto a ella.
-- Deseas un vaso con agua... O lo que sea?-- le preguntó ella con la sonrisa más grande de su vida.
-- Si, pero déjame a mi ir por ella, tu deseas algo?
-- También agua por favor, los vasos están en la parte superior.
Betsy se volvió a exitar al ver las nalgas, las piernas y la torneada espalda de su Amo moverse de manera varonil y despreocupada por su habitación y salir hacia la pequeña cocina. Ella no podía creer que en un par de días estuviera a merced de aquél hombre y mucho menos que fuese tan hermoso, exitante y tan bueno en el sexo. Automáticamente pensó que al conocerlo día a día iba a encontrar sus defectos y tal vez sería igual de tóxico que todas sus relaciones pasadas, pero hasta el momento todo era perfecto.
Si la chica sintió un cosquilleo en la vagina al verlo de espaldas, cuando lo vió entrar con los vasos con agua casi tiene un orgasmo más: su abdomen ligeramente marcado, sus pectorales imponentes, sus brazos ligeramente musculosos, los hombros torneados, esos músculos que conectan al abdomen con la cadera perfectamente definidos como indicando el camino hacia su gran verga la cual estaba dormida y colgante sin perder su imponente presencia y perfectamente enmarcada entre sus dos poderosas piernas y muslos.
-- Qué pasa? Por qué me ves así? --dijo sonriente Tadeo.
-- Eres hermoso, no entiendo cómo ése cuerpo no se notaba en lo absoluto bajo tu uniforme de trabajo!-- respondió anonadada.
-- Nunca me ha gustado ser el centro de la atención. Mi cuerpo es así por genética, yo solo corro un poco por salud y cuido mi alimentación, no me gusta llamar la atención.
-- Comprendo, yo soy igual, aunque mi cuerpo no es para nada llamativo comparado al tuyo -- recibió el vaso y le hizo espacio en la cama individual a Tadeo.
-- Espero no te moleste pero de ahora en adelante necesitaremos una cama más grande -- ambos rieron.
-- Lo que mande mi Amo, tengo que esforzarme para tenerte contento mi rey -- lo abrazó y se acurrucó junto al hombre.
-- Me exitas mucho Betsy, desde que te Vi por primera vez. Tu figura, tus ojos, tu cara es lo más bello y tú cuerpo es delicioso, lo quiero para mí exclusivamente, qué puedo hacer para que seas mi pareja-- preguntó serio y viéndola a los ojos.
-- Ya soy tuya, seré lo que tú órdenes mi rey.
Se besaron dulorante un rato y el mecánico se tuvo que despedir porque tendría una reunión al día siguiente. Betsy se enamoró perdidamente de él aquella noche, que no sabía es que él también se enamoró y que faltaba mucho por conocer de su nueva pareja/dominante.
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Continúa.