El mecánico (1)
A veces los dias parecen sin sentido pero no sabes lo que puede ocurrir cuando tu vehiculo necesita servicio.
Esto me sucedió de verdad, es algo real, que jamás imagine me pasaría
6:00 a.m.
Era un día como cualquiera, miércoles , el clima estaba agradable, recostado en la cama, pude sentir mi erección matutina a todo lo que daba, no quería levantarme, deseaba con todo tener a alguien a mi lado, desnudo al igual que yo, sintiendo la cercanía de su cuerpo, así como de su potente virilidad, que como siempre en los hombres por la mañana se presenta a todo su esplendor.
Deje mis pensamientos y me levante para dirigirme a la ducha, así desnudo, con mi asta firme, como buscando donde anidarse, el frío de la mañana hizo que me estremeciera todo, de pies a cabeza, probé la temperatura del agua y me deslicé para dejarla caer sobre mi, esa cascada de agua que muchas veces fue mudo testigo de mi entrega a alguien que compartiera en ese momento mi vida. Decir que estaba supercaliente y excitado en ese momento sería poco, mis manos no se daban abasto para cubrir todo mi cuerpo, mis piernas, mis brazos, mi pecho, mis ingles, mi miembro y huevos, todo. Pude claramente sentir e imaginar que alguien entraba y me tomaba todo, que succionaba con voraz avidez mi mástil duro y lo hacia pedir mas y mas placer.
El timbre del teléfono me saco de mis pensamientos, así que corrí a contestar sin nada encima, mientras contestaba la llamada, con mi otra mano masajeaba mi pene, como consintiéndolo, como preparándolo para una gran batalla. Era Miguel un amigo del trabajo
que paso José Luis pasas por mi para ir a la oficina?
claro mi buen, no te preocupes, en veinte minutos estoy contigo
sale te espero entonces y ya deja de jalártela
mira que estoy esperando que vengas a hacerme una
que te la haga el .....
con Miguel nos llevábamos bien, bromeábamos y hasta jugueteábamos siempre, nos conocíamos hace mucho, y se puede decir que hasta desnudos , pues se han dado ocasiones que nos hemos tenido que cambiar uno frente al otro, y sin ninguna pena o pudor, lo hemos hecho, y claro siempre con las bromas y chistes de siempre entre hombres.
Regrese al baño y termine mi sesión, me vestí rápido, y tome las llaves de mi auto, al salir de mi casa, vi el calendario y al ver la fecha recordé que tenía que llevar a revisar el auto, era temprano todavía, así que tenía tiempo pues me levante temprano para que me diera tiempo de pasar por Miguel.
Eran las siete y media de la mañana, el taller lo abrían a las nueve, pero como siempre el mecánico estaba desde temprano para recibir algunos vehículos que llegaban a partir de las ocho y media.
Al llegar estaba el portón cerrado pero me di cuenta que estaba entreabierta la puerta pequeña, así que apague el motor, baje del auto y entre silenciosamente, ya otras veces lo había hecho y me encontraba a don Raúl que alistaba sus herramientas o daba indicaciones a sus ayudantes.
Ahora no había nadie, en el fondo estaba la casita que servia de cuarto para dormir y donde guardaban algunas herramientas. Me dirigí hacía allá, la puerta estaba entreabierta, iba a entrar pero lo que vi me hizo detenerme y decidí quedarme fuera para observar. lo que alcanzaron a ver mis ojos no lo podían creer, un chavo que se estaba quitando la ropa frente a mi, en unos segundos se despojo del pantalón y de la camiseta que traía encima, quedando ante mi un cuerpo fabuloso, marcado, perfecto, producto no del ejercicio y trabajo de un gym, era un cuerpo atlético natural producto del trabajo diario del ayudante de mecánico, sus piernas gruesas y duras, y unas nalgas prominentes y bien formadas, las cuales podía observar porque se había quedado solamente con una truza blanca, ajustada de esas que portan tan bien los modelos de publicidad de ropa interior para caballeros. Y que por supuesto el mecánico no le envidiaría, ni pediría nada.
Estaba de espaldas a mi y todo el era hermoso, en un momento dado se dio la vuelta y el espectáculo fue mayor, bajo la prenda se marcaba un miembro enorme y erecto, clásico de un hombre por las mañanas al despertar, abajo unos huevos también grandes. El con su mano masajeaba su paquete sobre la tela de su truza, mientras se paseaba de un lado a otro buscando no se que, en eso tan caliente estaba y con mi mano sobre mi pantalón conteniendo la erección, que trastabille y eso produjo que se abriera la puerta por completo, haciendo un ruido que hizo que el me viera, y se sorprendiera al principio, para mi sorpresa ni se tapo, ni se inmuto en lo mas mínimo, me dijo:
pase que desea?
Disculpa es que traigo mi coche y quería ver si...
Pues ya estas viendo bastante no crees?
Me gustaría ver más
Que paso?
No nada, discúlpame me salgo y espero afuera no te preocupes,
No hay problema ahora te atiendo, nomas deja que encuentre mi overol .
buscaba por todos lados, pero sin quitar su mano de su paquete, el que estaba a punto de salir de la truza, y también de reojo me observaba para ver que hacia, yo lo único que hice fue taparme con las dos manos mi bulto que se pronunciaba bastante sobre mi pantalón.
deja que encuentre mi overol que no se donde quedo anoche.
Por mi te puedes quedar así.
Que dijiste?
Nada, que te puedo esperar, no tengo prisa.
Es que en las mañanas me levanto super caliente y excitado, mira.
Y diciendo esto se volteo hacia mi enseñándome su miembro erecto tapado una parte por su mano que le daba atención continua.
Apoco a ti no te pasa lo mismo por las mañanas may?
No pues si, sobre todo hoy que esta el clima frío.
Mira que se me antoja que me den una rica mamada, pero no hay nadie todavía que se apiade de mi amigo
Pues ya hubieras buscado ayuda, no te parece?
Y tu como andas?
Al decir esto se acerco y poso su mano sobre las mías que seguían tapando mi paquete también erecto.
no pues si también andas algo caliente mi may
no te gusta lo que tengo aquí?
Al decir esto se acerco a mi, se saco la verga de la truza, y con su mano llevo mi cabeza hacia abajo, para que se encontrase con su destino, inmediatamente la tome con mi boca y empecé a mamar sin freno, aquel miembro que vi desde hace un buen rato y que ya quería tener en mi boca
- Despacio may no te atragantes, es todo tuyo, trátalo con cariño
su vaivén hacía que me pusiera mas cachondo, con una mano dirigía el ritmo de mi cabeza y con la otra, el ritmo de su cadera, su abdomen plano de lavadero era un agasajo para mi.
Muy pronto su truza cayo a sus pies, haciendo que sus piernas se movieran con mas libertad, yo mientras con mis manos recorría sus nalgas, me sentía en la gloría , ese macho matutino, era mío completamente.
De pronto un claxón escandaloso sonó, y nos saco de nuestra faena, a lo que el rápidamente, saco su verga de mi boca chorreando liquido preseminal, se enfundo su pantalón y así salió rápido a atender al dueño del claxón.
Yo aproveche para levantarme y acomodarme mis ropas que para esto ya estaban un poco arrugadas y algo sucias.
Salí al patio y vi como abría el portón, era don Raúl, que peleaba con mi mecánico:
Por qué te tardas tanto pinche Pepe, pos que tanto haces?
Discúlpame viejo es que estaba atendiendo a un cliente.
Don Raúl entro, se estacionó, bajo del auto y entro al cuarto, seguido de Pepe y de mi, al voltear a verlo, don Raul solo le hizo una seña con la mano en dirección a su zipper del pantalón, diciéndole:
Y dile a tu vieja que haber si te atiende la reata antes de venir a trabajar, porque mira como la traes pinche cogelón.
Tenía el miembro parado, y se notaba considerablemente bajo del pantalón, por ser este de un tamaño realmente bueno y no traer prenda interior puesta.
Pepe se chiveó un poco y solo atino a acomodarse su miembro con las manos, sin conseguirlo, pues lo único que hacía era alborotar más ese miembro que pedía a gritos salir de ahí, para seguir siendo atendido por mi. Se dirigió a mi diciéndome:
bueno mi may vamos a meter su coche para que lo deje y venga de nuevo mas tarde por el.
apúrate Pepe que tenemos mucho trabajo. Recuerda que tengo que salir a puebla a medio día y regreso hasta el viernes.
Lo que dijo hizo que se iluminaran mis ojos, regresaría a la tarde y no estaría el viejo ahí, así que sería el momento justo para terminar lo que dejamos inconcluso.
pepe metió el coche al taller y me dijo
pues regresa mas tarde mi may, yo cierro a las 5, así que puedes llegar a las 5 y media, y te entrego tu coche.
Y lo que tenemos pendiente?
Pues ahí lo vemos después, no te preocupes, cuando regreses continuo con tu chamba .
Mientras me lo decía me tocaba el culo con su mano derecha y su izquierda se tocaba el paquete que insistía en seguir firme.
Lo que aproveche para tocarlo y darle una buena sobada.
sale nos vemos después espero que me hagas un buen servicio?
eso no lo dudes, servicio garantizadooooo.
Don Raúl pego un grito que hizo que mejor me fuera y pepe salió corriendo hacía el cuarto,
Hasta me olvide de Miguel que para esto ya debía estar enfadado, tome el celular y le marque.
Como es de esperar, Miguel estaba enfadado, ya era tarde y llegaríamos retrasados al trabajo, pero con el pretexto de que se descompuso el coche no hubo mayor problema. Llegamos a la oficina,.
Durante toda la mañana no pude quitarme de la mente la imagen de Pepe, su desnudez, su cuerpo perfecto, su cara, sus ojos ardiendo de placer al prodigarle una senda mamada de ensueño, su miembro duro y grande.
Mi erección era más que evidente, faltaba poco menos de 10 minutos para que saliera a comer, en la sección donde me encontraba ya no quedaba nadie a excepción de Miguel que andaría por el almacén afinando los últimos detalles de la mañana. Así que sin ningún pudor me saque el miembro, y empecé a darle atención, estaba ya muy firme, me puse frente a mi pc ahí sentado como estaba en mi escritorio y abrí una sección de videos porno que tenía bajo buen resguardo, más mi mente estaba en el taller, imaginando a mi mecánico con el cual realizaba el trabajo que habíamos dejado pendiente.
Miguel entro a mi despacho sin darme cuenta, y al observar la escena que en ese momento yo protagonizaba, se quedo quieto y mudo, contemplándome, viendo como mi mano frotaba una y otra vez mi verga, arriba y abajo, sin cesar, y mis ojos perdidos en la pantalla de la pc, mientras la bocina me proporcionaba los clásicos gemidos de un acto sexual.
No se cuanto tiempo estuvo ahí, frente a mi, y sin darme cuenta de su presencia, ni excitación era tanta que sentí los espasmos que anunciaban que pronto me vendría, agilicé los movimientos de mi mano y con la otra buscaba algo con que detener mi eyaculación, pero me di cuenta de la presencia de Miguel y me pare en seco, pero fue inútil, me vine y me chorree toda la mano, y parte del escritorio.
No sabía donde meterme, Voltee a ver a Miguel y lo único que alcance a observar fue su miembro saliendo por la abertura de su pantalón, grande y erecto también, chorreando liquido preseminal.
Me miro con cara de complicidad y solamente se acerco a mi, tomando su pene con su mano, lo dirigió hacia mi boca, yo sin palabra alguna que decir, solo acerté a abrir mis labios y a empezar a saborear ese miembro que muchas veces se me antojo y que había visto algunas veces, era casi del mismo tamaño del de Pepe.
No tuve mucho tiempo para disfrutar de el suculento banquete que me brindo Miguel, estaba tan excitado que pronto sentí algo caliente dentro de mi boca y que inundo mi garganta, Miguel se vino, abundante, espeso rápido, y lo que más me gusto fue los movimientos que hizo al venirse, verlo estremecerse de gozo, así como sus quejidos de placer..... hasta ahora después de cinco años de conocernos no lo conocía en ese aspecto tan intimo y tan profundo.
Seguí chupandolo para limpiarlo todo, su verga, sus huevos, su abdomen, que sin ser mi mecánico estrella, poseía un cuerpo bien proporcionado, este si producto de la practica de la natación que muchas veces compartimos.
Nos levantamos y solo alcanzo a darme un beso en la boca, como dándome gracias por el trato preferente que le había proporcionado, se dirigió al baño a limpiarse , yo lo seguí y le repuse:
Miguel yo...
No digas nada viejo, lo disfrute
En ese momento me cerro un ojo y me dio otro beso en la boca
Creo que no había más que decir, aunque me sentía confundido sabía que había algo más que nos unía, me puse a recordar todos los momentos que hemos pasado juntos, intimando más sin llegar al sexo, ir a practicar natación, cambiarnos uno frente al otro conociendo nuestro cuerpo desnudo, compartiendo la ducha, pero nunca me imagine que podíamos llegar a esto, ahora me arrepiento ya que fueron muchas ocasiones desperdiciadas, pero valió la pena, bien dicen que todo llega a su tiempo, en su momento.
Salimos a comer, y nuestro trato fue diferente, más cercano, de más unión, regresamos a la oficina y llego la hora de salir, Miguel salió temprano porque tenía que realizar otras diligencias, se despidió y quedamos de llamarnos por teléfono, al ver el reloj me di cuenta que faltaba poco para las 5 de la tarde y que tenía que ir por mi vehículo, salí a las cinco de la tarde rumbo al taller, la verdad siendo sincero me importaba poco si el coche estaba o no arreglado, mi interés natural era Pepe, volver a verlo, volver a sentirlo. Al llegar estaba todo cerrado, pero de ahí me percate que estaba la puerta individual abierta, entre y me dirigí hacia el cuarto, al llegar entre y ahí estaba con su overol lleno de grasa y mugre.
ya quedo tu carro may, ahora te lo entrego, mira toma las llaves están en esa mesa, mientras me cambio de ropa.
Fui a tomar mis llaves, sin dejar de mirarlo el se empezó a quitar el overol ahí estaba otra vez, desnudándose ante mi, ahora para mi sorpresa sin nada abajo, sin esa truza blanca como de modelo de revista que son mi perdición y con ese mástil tentador que me llamaba cada vez que él se lo tocaba con las manos, me miro como diciendo -¿quieres?-
Yo solo alcance a ponerme de rodillas ante él y tomar con mi mano ese instrumento flácido y largo que necesita atención pronta.
Solo dejo que se lo mamara un minuto, me levanto y me dijo:
mira may mejor vamos a otro lado, quiero darme un baño y después hacemos todo lo que quieras.
Me parece bien, que te parece si vamos a mi departamento?
Ya dijiste may, déjame cerrar entonces.
Arranque mi carro y lo saque del patio del taller y lo espere afuera a que cerrara, para mi sorpresa salió enfundado en su overol se subió al coche y se sentó, con una mano apretó mi pierna y me dijo:
ahora si todo tuyo may, vamonos.
Enfile rumbo a mi depa, me esperaba una larga noche, llena de pasión y sexo, que desde luego no desaprovecharía por nada. Con mi auto reparado y mi mecánico al lado, disfrute del viaje, ya que mientras manejaba, con la mano que me quedaba libre disfrutaba frotando su pene, con ese vaiven de arriba abajo, que el disfrutaba al máximo, preparándolo para cuando llegáramos a casa.
Continuara........ ................
Si te gusto escríbeme, me gustaría saber tu opinión, acerca de esta anécdota.