Él me cambió mi vida II

No quiero enamorarme de él, en verdad no quiero... Pero es tan difícil, especialmente si sueño con él... ¡¿Qué mierdas significa eso?!

II

…¿Cómo podría evitarlo?

No puedo enamorarme de un chico al que ni siquiera conozco... Aparte de que era obvio que un bombón así tendría novia.

Esto era un total desastre.

____&____

¿Qué me pasaba? ¿Por qué me frustró tanto cuando dijo que tenía novia?

"Vamos Cristóbal, reacciona, él es un chico ¿Que no aprendiste de Gustavo lo que te iba ha pasar si te colgabas de uno?" Pensé detenidamente mientras observaba el suelo, alejándome un poco de ellos para aclararme.

No podía gustarme un chico, eso significaría el asedio de mi familia a nivel cataclismico, y, por si fuera poco, menos podía gustarme un chico con novia que ni siquiera conozco y que además a leguas se veía su heterosexualidad, así que no puedo estar babeando por alguien que a leguas se nota que me dará problemas.

Babear... En ese momento me di cuenta que de verdad estaba salivando mientras observaba a Noel tontear con su prima y Gustavo.

Me limpié la saliva de manera distraída y logré llegar al cafetín sin morir en el intento o que Gustavo y Nicol se dierán cuenta de mis problemas de autocontrol.

Apenas nos sentamos en una mesa para resguardarla, de pronto a Nicol como que se le prendió el foco o algo por el estilo, porque su cara se iluminó y le hablo al oído a Gustavo, parecía ser contagioso porque él también se iluminó; yo los observaba algo inquieto pero poco más, tampoco es que quisiera entrometerme mucho debido a la presencia de Noel el efecto analgésico que me causaba en contra de mi voluntad.

—Chicos ya vengo, voy ha comprar algo —dijo mi primo de pronto, levantándose casi que corriendo del lugar. Noel se despidió y se fue tras de él.

—¿Qué traman? —pregunté haciéndome el desinteresado mientras revisaba mi bolso.

—¿A qué te refieres? —dijo Nicol de vuelta, muy nerviosa a mí parecer.

Y honestamente, si una pregunta se responde con otra, pues cosas raras pasan.

—E-eh, mira lo que encontré —dije sorprendido al conseguir unas velitas, ni me acordaba haberlas dejado adentro— Traje mis velitas de cumpleaños; se me olvidó entregárselas a mi mamá ayer. —reí nerviosamente.

-¿Pero cómo...?

-No me preguntes, estoy algo loco – admití prendiendo mi reproductor y buscando algo que escuchar.

-E-está bien, tendré en cuenta que eres un loquillo, jajajaja... —dijo dándome un abrazo—. Feliz cumpleaños —me felicitó de pronto—, aunque no creo que sea muy feliz, acabas de entrar a clases.

—Yo no lo creo así. —sonreí un poco, observando algo nervioso mis velitas—. Te conocí a ti; descubrí que estudio con mi primo preferido y co… —me callé algo nervioso. Estuve a punto de referirme a su primo y casi se me va la lengua— …Y-y dime ¿Quieres escuchar música mientras esperamos a los demás? —sugerí rápidamente y recomponiendo lo que iba a decir.

—Claro ¿Por qué no? —Se encogió de hombros—. Pero déjame decirte que soy muy exigente con la música… A ver. —Revisó mi reproductor. Mirándome de pronto muy sorprendida—. ¿Seguro que no eres mi alma gemela? ¡Te gusta lo mismo que a mí! —Me abrazó de golpe y me zarandeó.

—N-no s-sé, t-tal vez sí lo sea —balbuceé, sorprendido y mareado por tanta agitación—, pero pon algo ya.

Y tenía razón, desde que nos vimos, sentí cierta empatía por ella; tal vez hubiera química entre los dos, pero ella sabía lo mismo que yo, solo seríamos amigos y hasta ahí, porque ninguno esperaba más del otro… Espero.

Nos colocamos un audífono cada uno y ella se recostó de mi hombro mientras escuchábamos música. La verdad me sentía muy a gusto, extrañamente como si siempre lo hubiéramos hecho.

—¡Vaya! Quién diría que mi mejor amiga y mi primo se gustarían tan pronto —exclamó Gustavo muy asombrado al llegar a la mesa.

—Cállate tonto, que solo escuchamos música —reprendió ella al instante.

—Sí, Gustavo, ella solo es una amiga, a-mi-ga —espeté rápidamente, ella solo afirmaba y decía “si, si”.

"Además ¿No ves que el que me mueve el piso es su primo?" Pregunté mentalmente al mismo tiempo.

Gustavo trajo un ponqué o, como le dicen afuera, un “muffin" con una velita en el medio; sabrá Dios de dónde habrá sacado la velita, agregué dos más y se las puse; Gustavo se sorprendió por ello y Nicole le explicó la procedencia. Gustavo lo tomó lo más normal del mundo, como si llevar velas olvidadas en el bolso fuera la moda de hoy.

Y justo cuando me iban ha cantar cumpleaños, él apareció…

—Chicos ¿Qué celebramos? —Preguntó Noel muy curioso mientras a su lado tenía a una chica de belleza increíble, parecía una modelo.

Ella era de piel clara, muy clara y suave a la vista y muy seguramente también al tacto; de pelo rubio como yo lo tenía en ese momento y que caía como una cascada hasta su cintura; uno enormes y perfilados ojazos verdes; enormes y exuberantes labios y unas curvas, que si no fuera porque tiene de novio al chico por el que siento… ¿Algo? Y no lo hubiera conocido, de seguro babearía por ella.

—Es que mi querido Cris. —Nicole me abrazó—. Hoy cumple diecisiete años.

-¡Qué bueno, Felicitaciones, pana! —Dijo Noel muy feliz tomándome del hombro.

Una vertiginosa sensación de picor y calor acudió a mi hombro, estremecíendome levemente ante su contacto.

No sabía que me ocurría, pero deseaba que su mano se quedara ahí.

—Sí, felicitaciones, soy Rita, la novia de Noel, por cierto. —La nueva chica me dió un par de besos en las mejillas, muy al estilo de "las amiguis".

En cuanto ella dijo: “la novia de Noel”, casi me provocó matarla en ese momento... Pero luego recordé lo que implicaría eso y los problemas que me causaría al tratar de deshacerme del cuerpo, así que terminé desechando la idea.

"A parte del hecho de que es malo para nuestra salud el que nos guste un hombre ¿Recuerdas?" Soltó la, muy seguramente, parte más inteligente de mi subconsciente, lo que me hizo apretar la mandibula algo frustrado por olvidar ese insignificante y gran detalle tan rápido.

Mientras los cuatros me cantaban cumpleaños, no podía reprimir la caótica sensación que me invadía y las conclusiones que me traía...

Me gustaba mucho las sensaciones que Noel me inspiraba y no sabía qué hacer para detener esta locura que me estaba sucediendo ¿Cómo podía? En ese momento me devanaba los sesos para pensar una forma de cortar esas emociones en seco y así segir con mi tranquila vida.

Por el momento, simplemente me dispuse a soplar las velitas. Entonces me enteré de muchas cosas a penas me comí el muffin; me informaron de que sabían de qué Gustavo era gay y nos les importaba, aunque estaban bastante claros en qué su familia no lo iba ha apoyar muy probablemente nunca.

Yo les aclaré, con cierta amargura, que no solo era su familia inmediata sino toda la familia, todas sus ramas no querían estar en contacto con él y que yo era el único que le hablaba porque siempre lo quise mucho. Me di cuenta de que Gustavo no les contó sobre lo adinerada que era nuestra familia, así que lo deje estar ya que tenía miedo de que me rechazaran por eso.

Sí, sí, era algo estúpido, pero yo, y muy seguramente Gustavo tambien, pesaba así.

Tuve que también hablar, muy incómodamente, sobre mis curiosos ojos, mi pelo y mis cejas, estuve realmente intranquilo, durante toda la explicación, porque no estaba acostumbrado ha hablar sobre mí y estaba seguro de que mi cara estaba la teñida de rojo... Pero para mi alivio pasé a segundo plano a los pocos minutos, ya que ellos parason ha conversar sobre sus vacaciones y yo no sabía cómo entrar en el teme por no mucho a ninguno a parte de mi primo... Y ya había gastado todas mis reservas de conversación.

Debido a esto, hice lo que siempre hago en casos así: Me desconecté del mundo; me puse los audífonos; puse la música a todo volumen y saqué mi block, mis lápices y me puse a dibujar.

Dure casi todo el tiempo dibujando, y, aunque anduve absorto en el dibujo, sentía que alguien me miraba. Enfoqué ligeramente mi mirada para ver quién me observaba... Y me llevé un tremendo susto cuando me topé con sus caras a milímetros de mí, parecían impresionados por el pequeño bosque de fantasía que recreaba.

Luego del reproche de Gustavo que me gané porque nunca le dije que dibujaba, con cierto nerviosismo, les enseñé todo los dibujos que tenía; muchos eran de series, pero otros eran de personas, animales, paisaje y uno que otro de mi propia imaginación. Así pude meterme mejor en la conversación que ellos tenían... Fue una lástima que durara tan poco porque el timbre sonó, dando inicio a las clases de nuevo.

Cuando entré al salón… Entré en shock una vez más... No solo eran Gustavo y Nicole los que estudiaban conmigo ¡Noel también estudiaba ahí!

Tuve que aguantar otro regaño de mi primo por no estar pendiente de mí alrededor y no fijarme en que Noel estudiaba en nuestro salón; vi que Noel se deprimió un poco por ese detalle y ciertamente me entraron ganas de tirarme al piso a pedirle perdón... Sentía la obligación de tener que disculparme hasta por el aire que respiraba, pero sólo me limité a penosamente encogerme de hombros y sentarme.

Debo destacar que nadie, absolutamente nadie, sabe de mi bisexualidad, más que todo por miedo a que me digan llamen o acusen de indeciso, especialmente por estar casi seguro de que si mis padres se enteraran de ello, lo tomarían peor a que si les dijera que era gay, básicamente porque ellos creería que les tomo el pelo; lo sé muy bien, son más que capaces de pensar eso y ese detalle los enfadaría mucho más conmigo, algo que no deseo en absoluto.

Las clases avanzaban y yo a cada tanto, muy disimuladamente, no podía evitar mirar a Noel, suspirando casi por segundo, hasta llegar al punto de que por un segundo sentí que me desinflaba.

Me fije que muchas de las chicas del salón también suspiraban por él y por extraño que parezca… por mí, la verdad no sé el porqué, nos soy espectacular ni la gran cosa, diría que más bien soy normalito, pero creo que tal vez tenga que agradecerle a mi tía esto del cambio de look después de todo.

Las clases terminaron y Noel, Nicole y Gustavo, se fueron por un lado y yo por otro. Por alguna ridícula razón que se me escapaba, yo seguía sin parar de suspirar.

Decidido a que debía de quitarme esa extraña sensación, me puse ha escuchar música y me concentré en olvidar el mundo con cada canción que mi reproductor soltó.

Tomé el autobús ya que le mandé un mensaje a mi papá diciéndole que quería llegar a casa por mis propios medios. Cuando llegué, saludé a mi familia; solo estaba mi papá y mi hermano; mi mamá estaba en un juicio mientras que mi tía y mi hermana tuvieron que irse debido a su trabajo (por eso celebramos mi cumpleaños el día anterior).

Comí, me fui a mi cuarto y me tiré en la cama; no quería hacer nada y no tenía tareas, ya había estudiado en la mañana y las series podían esperar, solo quería apaciguar lo que me estaba empezando a superar... No aguanto bien la tensión y menos la del tipo sentimental.

Así que sin darme cuenta, me relajé hasta que el sueño me poseyó.

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Cuando empiezo a sentir cómo algo húmedo y caliente se restriega contra mi entrepierna, abro los ojos lentamente.

Entre la oscuridad de mi cuarto, puedo notar la silueta de alguien sobre mí. Trato de levantarme, pero me sujetan.

—Shh... Quieto, soy yo —susurra levemente con la voz ronca y rasposa.

Me cuesta un poco entender que quién está lamiendo mis caderas y acariciando mis piernas, es Noel.

—¿Q-qué-?

Suelto un gemido cuando siento como se come mis testículos de golpe. Mi cuerpo entra en calor como si estuviera en un microondas y me estremezco de placer.

Fue tal la sorpresa que me causó, que solo pude limitarme a sostener sus cabellos.

Noel gimió gluturalmente sobre mis testículos mientras los lamía suavemente. Son algo pequeños, así que tranquilamente le cabían los dos juntos en la boca.

Me arqueé erizado, templando mi cuerpo a causa del placer. Noel no suelta su bocado, de hecho, comienza a masticarlos suavemente, haciéndome jadear.

No soy consciente de que mis gemidos podrían atraer a alguien... Y la verdad es que no me importa.

Mientras su lengua recorre mi saco, sus manos acarician suavemente mi pene, que no para de chorrear, de arriba abajo. A veces me frota el frenillo del glande y luego masajea la cabeza de mi pene como si exprimiera naranjas, lo que me hace gritar; otras veces me masturba tan duro que siento como el semen lucha por salir de mi interior. Solo cuando mis piernas me comienzan a temblar y arqueo los dedos de los pies, él para.

Solo puedo gemir sin parar y gritar su nombre, sintiendo que estoy tocando el cielo al estar a merced de su boca.

De pronto, él suelta mis huevos y frota su lengua desde la base trasera de mi escroto, pasando por mis testículos, hasta llegar a la base de mi pene y larmer todo el tronco hasta la rodear mi glande con la punta de su lengua, recogiendo el preseminal que soltaba casi a chorros.

—Mmm, delicioso.

Antes de que pueda decir algo, Noel devora mi glande y solo puedo soltar un alarido de placer.

Es demasiado para mí.

Mi cuerpo se contrae mientras todo a mi alrededor se apaga y solo puedo concentrarme en las olas de placer que me atraviesan cuando uno a uno, disparo mis chorros de semen dentro de su boca. Noel los traga gustosamente, gimiendo como si fueran la mejor comida que hubiese probado, mientras me frota mi abdomen ligeramente marcado.

Entonces parpadeo entre gemidos y jadeos... Y de pronto ya no está.

—¿E-eh, N-Noel? —susurro confundido entre la oscuridad, esperando alguna respuesta...

Me toma exactamente unos cinco minutos, el darme cuenta de que todo ha sido un sueño y que tengo la cama totalmente mojada.

"Oh Dios, eso fue tan... Placenteramente real..." Pensé cansado y todavía entumecido por el placer, levantándome al sentir la cama totalmente encharcada.

Era una barbaridad el semen y preseminal que había botado... A parte de que era mi primer sueño erótico.

Estaba tan impresionado, que tuve que tomarme unos segundos para todavía entender qué carajos había pasado en ese momento.

Y comprender por qué había soñado con Noel de esa forma.

"Solo llevo un día conociéndote y ya soñé que me hacías una mamada ¿Qué me estás haciendo, Noel?" Pensé asustado cuando quitaba las sábanas de mi cama.

Pero por ahora no podía pensar en eso, tenía problemas más impotantes... Como el explicarle a mi mamá lo que pasó con mi ropa de cama. La vergüenza me recorrió imaginé la penosa escena de explicarle a mi mamá el por qué mis sabanas estaban así... Sí, definitivamente sería memorable la explicación que NO se me ocurre.

Decido tomar la delantera en el asunto y la llevo la ropa ha lavar de una aunque eso signifique pasar toda la mañana en ello. Veo la hora y son las 4:30 a.m. como siempre, veo un par de capítulos sobre unas súper evolucionadas cucarachas en Marte mientras la lavadora elimina las pruebas del delito; tomé nota de matar a cuanta cucaracha se paseara frente a mí. Había que tomar venganza para que esta serie no ocurriera en la vida real.

Luego, cuando todo rastro de mi vergüenza se borró, vi que tenía tiempo para salir a correr un poco, así que con un short blanco y ligero que me llega hasta las rodillas; una ajustada camiseta negra manga larga; zapatos deportivos de color marrón y unas pesas de unos trescientos kilogramos de muñequeras, y de medio kilo de tobilleras, salí a correr.

La idea de cargar esos pesos era que cada vez que me acostumbrara a ellas, subiría unos gramos a cada una para ejercitarme cada vez más aunque corría la misma cantidad de distancia durante el mismo tiempo.

Afuera hacía un frio del demonio a las cinco y media de la mañana, pero ese frio es el que más encanta, así que me dirigí a mi rutina de ejercicios habituales aunque un poco más tarde de lo normal, con una sonrisa como siempre.

Corro una, dos, tres cuadras y cuando llegó a la cuarta siento que alguien me toca de pronto el hombro.

... Por la hora y lo vacío que estaban las calles en ese momento... En mi ciudad simplemente significaba que te van a robar, violar, o peor, secuestrar.

Por lo cual, del susto, tomé la mano que me sujetaba y la torcí rápidamente a la vez que le daba una pequeña barrida un la canilla al sujeto, obligándolo con ello a girar en el aire y proyectarlo en el suelo.

Él cayó boca abajo en el piso, así que mecánicamente le pongo mi rodilla en su cuello y tuerzo su mano lo más que puedo sin llegar a hacerle mucho daño, solo con el fin de-

-¡C-chamo, espera soy yo, soy yo! —gritó Noel a pleno pulmón, dándome palmadas en la pierna para que reaccione.

Lo solté como si quemará, todavía sorprendido y confundido por su aparición repentina.

-Lo siento, perdóname… Noel, yo…

No me dejó hablar más, puso su mano derecha, la que no le torcí, en frente de mi cara para que me callara y luego así sobarse la espalda, el cuello, la pantorrilla, y por último, la mano que con tanto esmero retorcí; su cara reflejaba su dolor…

Definitivamente la había cagado a lo grande y con méritos de honor.

—Ven déjame- —intenté interceder y me agaché para ayudarlo a pararse pero no quiso mi ayuda.

... Sentía que me rompía por dentro al ver como él se intentaba parar solo pero no podía. Se notaba que estaba muy molesto y adolorido.

–D-déjame ayudarte, por favor, en verdad lo siento —dije con la voz temblorosa y cabizbajo, tratando de controtal la horrible sensación que se produjo en mi interior y que causó que me picaran los ojos.

Lo tomé del hombro, pero él me quitó la mano de forma muy brusca y ahí no lo pude evitar, comencé a llorar en silencio y cabizbajo; podía ver con mis lágrimas mojaban la acera cerca de sus pies.

Fui ha alejarme para que no viera mi lamentable estado... Cuando repente él tomó mi mano y vuelvió a ponerla en su hombro.

—D-de… De acuerdo —masculló en un murmullo, todavía muy enojado.

Lo ayudé a levantarse y lo llevé como pude hasta un pequeño parque que había cerca; su cuerpo pesaba lo suyo, sin contar conque yo llevaba las fajas con los pesos extras.

Cuando lo senté en un banquito, Noel se quejó un poco por lo resentido en su espalda.

—Solo quería saludarte porque nunca te había visto salir por aquí... Y vienes y me sales con esta —dijo enojado. Yo simplemente no podía verlo.

No me gustaba su voz de enojado, no que la usara conmigo.

—P-perdón, en verdad... Lo siento, es que por la hora pensé que era para robarme —me disculpé una vez más mientras sentía cómo la tristeza volvía a golpearme. Las lágrimas parecían querer otro paseo por mi rostro.

Soy un llorica.

—B-bueno… Viéndolo de esa forma, creo que el que metió la pata fui yo. —Se rascó la nuca, apenado—. Debí haberte llamado y no hacer eso aunque… No pensé que fueras un ninja —terminó sorprendido. Me reí sin poder evitarlo–... Que bueno que ya te ríes... Cuando lloraste hace un momento, no sé porqué, pero me dieron ganas de llorar también —Murmuró levemente, casi que de forma inconciente.

Yo solo seguía riéndome, solo que ahora era por los nervios y con la cara algo caliente.

—V-ven, déjame al menos aliviarte el dolor de los golpes —dije levemente, colocándome detrás de él.

Noel fue a decir algo, pero sea lo que sea que fuera a decir, se lo guardó y simplemente asintió, dejándome hacer.

Levanté suavemente su suéter, tratando de mantener desapercibido el temblor de mis manos.

Frente a mí tuve una esbelta y morena espalda, con los músculos levemente marcados y que noté algo duros al tocarlos.

Tragué en seco al presionar levemente con mis dedos sus músculos, comenzando a frotar levemente la zona hasta palpar plenamente todo el músculo tensionado y dañado.

No teníamos crema, pero su cuerpo estaba tan suave y húmedo que-

Mierda, estaba empezando a tener una erección.

De pronto Noel gimió levemente, era un sonido tan ronco y varonil, que lo sentí reverberar en mi entrañas; en mis huesos.

Me recoloqué disimuladamente el pene, notando como comenzaban ha salir unas cuantas gotas de preseminal.

"¡Rayos, rayos, rayos!" Pensé asustado, aún siendo plenamente consciente de la sublime textura de su espalda.

Sentía unas imperuosas ganas de besar su espalda; beberme su sudor a lametones; pasar mis manos hacia adelante y pellizcar sus pezones; frotar mi pene conta su asombro-

—Oh Dios, hermano, lo haces increíble —gimió Noel de pronto en un pequeño susurro ronco.

Casi me vine con esas palabras.

—¿Cómo puedes dar masajes tan buenos?

—E-en mis clases de defensa personal, me hice amigo d-del instructor... Él luego me dio clases de masaje y fisioterapia —expliqué más centrado, sintiendo que la distraída conversación me alejaba de la excitación rápidamente.

-¡Uy! Eres una cajita de sorpresa. Y con tu nombre, pues pareces salido de una telenovela —se burló a la vez que terminé con su espalda y bajé a masajearle la pantorrilla.

—Sí… Ya me lo habían dicho antes —suspiré, ya totalmente apagado mi libido debido a su burla.

Lo cual era un alivio, porque ya había terminado los masajes y no tenía más excusas para evitar que viera mi erección.

Me puse un solo audífono y Noel me dijo que para seguir trotando; yo acepté y nos fuimos a parar.

Entonces sonó una de mis canciones favoritas y me puse a cantar. Es inevitable, cada vez que escucho una de mis canciones favoritas, yo canto.

—¿Te gusta ese cantante? —me preguntó muy curioso.

—Ya va... ¿Qué? —dije muy sorprendido por la pregunta quitándome los audífonos.

La canción era de un chico, y él parecía conocerla.

—Eh... quiero decir qué si te gusta ese tipo de música, osea las letras de él... Bueno tú me entiendes —balbuceó nerviosamente al darse cuenta de lo que preguntó; estaba rojo pese a ser moreno…

Y eso me encantaba.

—Bueno, pasaré por alto ese chinazo y te diré que sí, me gusta. —Sonreí ampliamente. Noel al contrario se puso aún más rojo—. Sus canciones reflejan los problemas y las bellezas del amor que todavía no he experimentado. —Me encogí de hombros, él simplemente asintió.

—Mmm, entiendo.

Hablar con él me resultaba liberador aunque me moría de los nervios verlo así tan cerca de mí, con un mono que le llagaba más debajo de las rodillas de color naranja; zapatillas de color negro y un suéter gris con capucha que le protegía del frío.

—Entonces me imagino que te llevas de maravilla con mi prima —acotó de pronto, sin verme.

—E-eh, sí, nos llevamos bien —respondí simplemente. Él asintió.

¿Creerá que me gusta Nicole? Porque no entiendo por qué me pregunta esto, pero de todas formas no debo hacerme ideas tontas.

Él es heterosexual, tiene novia, es el primo de una buena amiga y si me enamoro de él, mi vida se hará realmente difícil…

Pero aún así ¿Cómo podría evitarlo? Si cada vez que intento convencerme de que esto es una ilusión, Noel, de alguna manera, como por arte de magia aparece para demostrarme lo contrario.

Continuará...

Bueno chicos!!! Segunda parte de una!! Estos caps los iba a publicar antes, pero por problema no asociados a ellos, tardé un poco más de lo que esperaba, después de esto, publicaré los cap del tutor que me faltan para publicar otros dos caps d este, y por fin, lo que muchose han pedido, publicaré el cabellos de los cuervos.

Cómo dato curioso, todos los personajes de está historia están inspirados en personas que he conocido en la vida real, incluso tienen sus nombre, así como las ubicaciones, al menos la mayoría, por lo que lo más real que verán chicos XD

Excepto Cristóbal, él si es mi hijo XDXDXD.

Para los que no entienden el dialecto venezolano, chinazo es el término que usa para cuando alguien dice algo que puede ser tomado doble sentido, la mayoría de las veces el segundo sentido es sexual. También, las palabras chamo y pana, son apodos usados para referirse a alguien, es como la palabra "tío" de los españoles.

Si alguien no entiende el significado de alguna otra palabra venezolana de aquí en adelante, me puede preguntar por los comentarios o a trace de adeth.maldito@gmail.com XD y con gusto le contestaré, yo siempre respondo, a veces más rápido de lo que creen XD

Ahora, tienen que entender que está serie es totalmente distinta a las otra dos, como verán tanto en diseño como en narración, y no comenzará tan explosiva, si aguantan conmigo, tendrán sus buenas recompensas 😏😘💅🏾

Nos vemos señores...

P.d: hoy descubrí algo gracioso ¿Sabían que los homosexuales tenemos un Dios en la cultura china? Para que vean que los gays siempre hemos estado integrados a la sociedad 😂🤣😂🤣😂🤣😂 pregunténle a SanGoogle para que vean