El matrimonio de Flores

Miguel me llevo a conocer a un matrimonio del barrio de Flores, muy particular.

Estimado amigo: Espero que te encuentres bien, Siempre mamando pijas, siendo chupado y por qué no cogiendo a lo loco.!!!! Me acordé de algo que sucedió con Miguel y un matrimonio del barrio de Flores y quiero contártelo. Un día me llamó Miguel a su bulín y me dijo: Preparate esta noche vamos a ir a FLores a visitar a un matrimonio amigo. El se llamaba Marcos, cincuentón, bien parecido, con su mujer Aída (cuarentona) tenín un almacén allí. Llegamos después que ellos cerraron el almacén, nos dieron unos tragos y nos llevaron al dormitorio. Aída se calentó conmigo, me daba cada besos y chupones increíbles, en cambio Marcos se concentró en Miguel Hicieron un 69 de novela, tanto fue el escándalo de gemidos y grtito que Aída se desconcentró en lo que me hacía y nos pusimos a mirarlos. Se chupaban la pija, los huevos y llegaron hasta el culo, donde Miguel disfrutaba más de las lamidas y pellizcones que le daba Marcos en ese lugar. Aída me puso la concha sobre la boca y comencé a lamer, mientras ella me chupaba la pija y me apretaba los huevos como queriéndome sacar toda la leche. Miguel se puso en cuatro patas, para que Marcos le pudiera lamer el culo más a gusto. Yo me cogí a Aída mientras le chupaba las tetas. Marcos se la calvó a Miguel, pero éste ya no estaba en cuatro patas, había puesto la cabeza en la almohada y levantaba bien el culo. Aída al ver esto se las ingenió y pasó la cabeza por abajo de Miguel y se la empezó a chupar. Yo seguía con la pija dentro de la concha de Aída hasta que su marido gimió más fuerte, iba a acabar. Yo le empecé a tocar el culo, y así acabó. Aída también acabó cuando sintió la leche de Miguel en su boca. Bueno esa fue la primera de tres veces que visité a ese matrimonio. Al tiempo le pregunté a Miguel por ellos, porque no me había llevado más a visitarlos. Querido amigo: No sabés lo que sucedió? Ellos tenían un deseo, era tener una casa rodante, hasta que al fin la pudieron comprar, en Semana Santa se fueron para la zona de la Sierra de la Ventana, a acampar cerca de la estancia de unos amigos. Cuando llegaron a esa estancia su amigo los invitó a pasar la noche allí, les dijo que al otro día se instalaran cerca de un arroyo, que él los guiaría, etc. , etc. Como él no pudo ir mandó a un peóm que adaría por los 23 0 25 años para que los llevara hasta el arroyo. El muchacho era musculoso, por los trabajos del campo y muy quemado por el sol de la Pampa, tenía un culo muy parado que Marcos como buen catador de culos no dejó de notar. Santiago, se llamaba el peón. Los llevó a donde su patrón le había indicado. Un lugar lleno de sauces y mucha sombra. Aída que conocía bien a su marido, se dio cuenta que a este se le hacía agua la boca, el culo de Santiago. Le dijo "Ya me di cuenta que te calentaste con ese culo". Es linda esa cola!! Exclamó Marcos. Yo me la cogería ahora mismo!! Aída ideó un plan para conseguir a Santiago. No te preocupes yo lo sedusco y lo disfrutamos los dos. Pusieron una lona al lado de la casa rodante, para cubrirse del sol, y Marcos les dijo que iba a ver si había buena caza por allí y s efue con la escopeta. Así Aída empezaría el plan. Aída le conversaba al peín, mientras Marcos de había escondido atrás de unos matorrales mirando todo. Ella le conversaba y se le acercaba, le tocó la pierna y vio como le abultaba el pantalón, Marcos también lo vio desde donde estaba escondido Aída le metió mano al paquete con un poco de resistencia del muchacho, hasta que él tambié le metió mano a la concha de Aída que estaba húmeda Marcos salió de su escondite y los amenazó con la escopeta, tratando de puta y otras cosas a su mujer, y al muchacho le dijo de todo. Santiago temblaba de miedo, su pija estaba en las manos de Aída, pero se le había bajado del todo. La segunda parte del plan, estaba por comenzar. Le dijo: "Te perdono si me demostras que cojés bien. Qiero ver como se la metés a Aída. El muchacho no sabía que decir, no entendía nada. Aída fue a la casa rodante y volvió con un consolador doble. Santiafo cada vez tenía más miedo, no sabía que hacer ni que decir. Ella empezó a pasarse el consolador por las tetas, lo chupó y se lo metió en la concha, le pidió a Santiago que se arrodillara. El les dijo que no era trolo para hacer eso. Pero Marcos seguía apuntando con la escopeta. Al final tuvo que arrodillarse. Aía l edijo que le iba a gustar, que se aflojara. Lo acarició lentamente y le puso crema en el culo, de a poco le fue poniendo el consolador, Santiago se retorcía de dolor peroal rato notaron que estaba disfrutando. Marcos soltó el arma y se puso a acarciar ese culo que deseaba tanto, besó a Aída y luego al muchacho, fue un beso triple. Aída lo pajeaba y Marcos sguió con el consolador jugando en el culo de Santiago. Cuando la tuvo nuevamente bien dura Aída se tiró en el suelo y é arriba de ella la cogió, Marcos le sacó el consolador le besó el culo y lo penetró. Le daba cogida fuertas, algunas suaves, el chico gritaba de dolor y de placer. Para no aburrirte con detalles que no conozco y que podemos imaginar. Se calentaron tanto que acabaron gritando mucho. Santiago quería más y más, que siguiera cogiéndolo, Marcos lo cogió todo lo que pudo, pero quedaron agotados. Parece que a Santiago le gustó porque al día siguiente volvió. Cuando ellos se despertaron y salieron de la casa rodante lo vieron sentado en un sillón, apuntándoles con una escopeta. Qué te pasa? Le preguntó Marcos, muy sorprendido de verlo ahí con esa arma. Ayer me rompieron elc ulo, y hoy los mato yo. Fue la respuesta. A menos que... dejó escapar esa frase sin terminar. A menos que me cojan y yo los coja a ustedes. Marcos quiero tu culo si no la escopeta hará pum! Porque se que te gusta dar el culo, porque si no para que tenés ese consolador? Vamos dámelo ahora. Marcos no tuvo otra alternativa, se bajó el short y se puso de espaldas a Santiago. Obligó a Aída que s ela chupara a su marido mientras él se la metía en el culo. Te digo amigo que según m econtó Miguel quedarona gotados. Tanto Aída de chupar pija como el culo de Marcos. A Marcos le dolía todoa, la pija de tanto rato de chupadas, el culo poorque Santiago tenía una pija considerable y no usó lubricante, la tenía tan caliente y seca que lo lastimó. Terminó la seman y volvieron para la capital. Muy cansados no del viaje, sino de tantas cogidas, chupadas y demás. Se despidieron de Santiagp y le dieron la dirección, Si venís por la capital, venía visitarnos... Esas son cosas que se dicen, al despedirse pero... Amigo, no sabés, al sábado siguiente estaban por cerrar el almacén y se les apareció Santiago!!!! Hola! Como les va? dijo muy campechano. No lo podían crerr, que hubiese venido!! De paseo? le preguntaron. No te imagináas que les contestó Santiago. NO. Los necesitaba tanto que me vine a vivir con ustedes!!!???? Como me contaron que tienen comodidad, en el galpón que guardan la casa rodante, no lo pensé más y me vine. Terminaron de cerrar el negocio y allí mismo Santigo se puso a chuparle la pija a Marcos, se la metía toda en la boca, con la lengua le hacía todas las caricias posibles. El se pajeaba mientras Aída le ofrecía la concha a su marido para que se la chupase. Pasó mucho tiempo, y Santiago sigue allí, atiende el almacén, mejor que ellos, tiene mucho arrastre con la clientela joven y que decir con las viejas... Me dijo Miguel que viven los tres felices. Como no tienen hijos, Santiago viene a ser un hijo para ellos, aunque hacen cosas que no son para los hijos. Amigo: Te digo que más tiempo pasás por este mundo, más cosas increíbles suceden y siempre alguien te las cuenta. Yo a Santiago no lo conocí, porque como te dije desde que se calentaron con él no cojen con nadie más, ni con Miguel que era abonado de mucho tiempo. Me imagino que Marcos será sesentón y Aída cincuentona y ese peón andaró por lo 30 Me gustaría saber si siguen tan activos como en ese entonces?? Recibe todo mi cariño. Un abrazo para ti y para todos los que me quieran escribir. OMAR omarkiwi@yahoo.com